1993/02/17

DOCUMENTACIÓN | ACCIONES | EL 70% DE LOS JÓVENES VASCOS Y NAVARROS SE DECLARA OBJETOR DE CONCIENCIA

El 70% de los jóvenes vascos y navarros se declara objetor de conciencia.
Aitor Guenaga Bidaurrazaga | El País, 1993-02-17

https://elpais.com/diario/1993/02/18/espana/729990020_850215.html 

Cerca del 70% de los jóvenes vascos y navarros se declaró objetor de conciencia en 1992 y un 4% del contingente militar se hizo insumiso, según los datos aportados ayer por el Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC). A juicio de los antimilitaristas vascos, este crecimiento de la desobediencia civil ha obligado a la sociedad y a los partidos políticos a tomar una postura de rechazo ante el Ejército, el servicio militar obligatorio y la prestación sustitutoria.

"La sociedad vasca cada vez es más antimilitarista y la insumisión es la herramienta que ha utilizado la juventud para plantarse y desobedecer", según el letrado del MOC Rafael Sainz de Rozas. El 20 de febrero se cumplen cuatro años de las primeras presentaciones de insumisos ante los gobiernos militares. En aquella ocasión se presentaron 65 insumisos en todo el Estado. Hoy día, la cifra de insumisos censados por los grupos antimilitaristas se eleva ya a 3.500, de los que 1.575 proceden del País Vasco y Navarra. Los niveles de objeción han pasado del 12,72% en 1991 al 15,4% durante el pasado año, según datos oficiales. La insumisión en el mismo periodo se ha mantenido en niveles del 0,37%, según el MOC.

Ante la oleada de juicios que se están celebrando en Pamplona en los últimos meses y en solidaridad con los 10 insumisos encarcelados, el MOC ha organizado para el sábado presentaciones ante los gobiernos militares de Euskadi y Navarra. Joseba Lazkano, primer insumiso vasco que ha cumplido la condena por negarse a hacer la ‘mili’, afirmó ayer que "la cárcel no va a cambiar la conciencia de nadie, y menos la de un insumiso".

El abogado del MOC denunció el intento del Gobierno central de judicializar la insumisión y destacó la respuesta de "una gran parte de los jueces que quieren dormir tranquilos y no lo iban a conseguir mientras en sus conciencias les pesara haber encarcelado a gente sólo por no acatar la Ley de Objeción de Conciencia. Esta es la ley más desobedecida de todo el ordenamiento jurídico, actitud de enfrentamiento que genera el mayor apoyo de la sociedad".

Juicio a un insumiso
Por otra parte, Rubén González Cordero Martín, de 20 años de edad, ha sido condenado en Santander a tres meses de arresto mayor por negarse a cumplir el servicio militar y a la prestación social sustitutoria. El ministerio fiscal había solicitado para él 18 meses de prisión menor.

El juez Agustín Alonso Roca hace constar en la sentencia que "la actitud del insumiso no se consolida sobre un mero acto de desobediencia civil, sino sobre unas vías de ejercicio de otro derecho -la objeción de conciencia- que a juicio de Rubén González no son expresión ni cauce formal de las convicciones que le sirven de base ni se adecúan en su desarrollo a las fases que el derecho internacional propugna". Es la primera vez que un juez aplica la atenuante del ejercicio de un derecho.

El joven Rubén González, casado y con un hijo, se había negado a prestar el servicio militar y el social sustitutorio al estimar que "la milicia forzosa es un freno para el desarrollo social y el servicio social sustitutorio refuerza los esquemas propios de aquél".

1993/02/15

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | COSTUS, UNA TRÁGICA HISTORIA DE AMOR Y ARTE

Costus, una trágica historia de amor y arte.
La Casa de América expone la obra de la pareja que inspiró la movida madrileña.
Rocío García | El País, 1993-02-15
https://elpais.com/diario/1993/02/16/cultura/729817204_850215.html

La actividad artística de Enrique Nayas y Juan Carrero no se puede entender sin la apasionante y trágica historia de amor que vivieron a lo largo de 15 años. El inquietante y transgresor estilo personal de Costus, nombre artístico de la pareja, se expone a partir de hoy y hasta el próximo 11 de abril en la Casa de América de Madrid (paseo de Recoletos, 2) a través de 70 obras que reflejan su trayectoria. Auténticos pilares del movimiento conocido como movida madrileña, Enrique Naya murió, víctima del sida, en la primavera de 1989, y un mes después, Juan Carrero se suicidó.

La historia de Costus -Enrique Naya (Cádiz, 1953) y Juan Carrero (Palma, 1955)- se inicia en 1975, cuando deciden abandonar Cádiz y llegan a Madrid, donde encuentran la libertad que se les negaba en una ciudad pequeña. Se habían conocido el año anterior en la Escuela de Artes Aplicadas de Cádiz y necesitaban salir de un control social y familiar -Juan era hijo de marino y Enrique de militar- que les coartaba el desarrollo de sus' fantasías vitales y artísticas. "Era lógico que se vinieran a Madrid", recuerda Eugenia Suñer, de la galería Sen de Madrid y comisaria de la exposición, "resultaba realmente chocante en aquella época que dos hombres con el pelo hasta la cintura y vestidos impecablemente de blanco salieran a pasear con su enorme perra ‘Lala’ por las calles de Cádiz". En Madrid, después de vivir un tiempo separados -Enrique en casa de su tío el coronel José Ignacio San Martín, posteriormente involucrado en el golpe del 23-F, y Juan con su tío el escultor Luis Sanguino, autor de los ángeles guerreros del Valle de los Caídos-, se instalan en la calle de La Palma del barrio de Malasaña, convirtiéndola al poco tiempo en centro aglutinador de la modernidad y verdadera cuna de la movida madrileña. Por allí pasarían Tino Casal, Alaska, Miguel Bosé, Pablo Pérez Mínguez, Carlos Berlanga, Guillermo Pérez-Villalta o Pedro Almodóvar, que rueda en la casa de la calle de La Palma su primera película comercial, ‘Pepi, Luci, Bom...’ Tras varios cambios y estancias largas en Cádiz y México, la pareja se instaló en 1988 en Sitges (Barcelona), después de descubrir la gravedad de la enfermedad de Enrique. En la primavera del año siguiente, con un intervalo de un mes, Costus desaparecía.

Cuatro etapas
La terrible personalidad de Enrique, el encanto irresistible de Juan y la vistosa imagen de ambos está reflejada, en palabras de Txomin Salazar, de la galería Sen y buen conocedor de la pareja, en la exposición que hoy se inaugura, y que ha contado con la colaboración de la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid. La muestra recoge una selección de la obra de los pintores expuesta el año pasado en Cádiz, centrada principalmente en cuatro periodos: ‘El chochonismo ilustrado’ (1978-1981), ‘Pinturas mejicanas’ (1982-1983), ‘El Valle de los Caídos’ (1980-1987) y ‘La Andalucía de Séneca’ (1985-1989). Enrique era monástico, trabajador, poco frívolo y muy minucioso en su pintura; por el contrario, Juan era un gran vividor, más expresionista y psicodélico. Su obra conjunta -en una primera etapa, Enrique pintaba la figura y Juan el fondo, algo que se invirtió posteriormente- reivindica las raíces más tradicionales y profundas de la España de siempre plagada de ironía y mordacidad. Profundamente españoles -despreciaban aquella adoración que existía por todo lo foráneo-, encontraron en la esencia de la cultura popular de nuestro país la inspiración para su obra artística. El folclor, la religión y el poder, bajo el prisma del sarcasmo más feroz, se convirtieron en el eje de su trabajo plástico. La exposición que hoy se inaugura en la Casa de América de Madrid. exhibe desde un retrato de Carmen Polo, la viuda de Franco, o la Virgen de la Macarena, o Carmen Sevilla, o Lola Flores, hasta la serie más espectacular de Costus, ‘El Valle de los Caídos’, con su particular interpretación de cada una de las imágenes religiosas existentes en dicha basílica madrileña. Son setenta obras en la que a través de su colorido, estética ‘kitch’, humor y un punto de crueldad, se da a conocer la cultura de lo que algunos llamaron ‘movida madrileña’ y cuyos restos serán hoy debatidos por algunos de sus más famosos protagonistas: el cineasta Pedro Almodóvar, la cantante Alaska y el periodista Borja Casani.

1993/02/12

PELÍCULAS | Delgado, Luis María (1961) | Diferente

Delgado, Luis María (Director) (1962). Diferente. Águila Films.


Diferente. 1962. Estreno: 1962-02-01 [TVE, 1993-02-12]. 102 min. Dirección: Luis María Delgado. Guion: Alfredo Alaria, Luis María Delgado, Jorge Griñán, Jesús Saiz. Historia: Alfredo Alaria. Alfredo Alaria, Manuel Monroy, Manuel Barrio, Julia Gutiérrez Caba, Gracita Morales, Jesús Puente, Agustín González, Enrique San Francisco. Águila Films.

Un joven perteneciente a la alta burguesía rechaza todos los valores que le han sido impuestos por su familia, que no acepta su forma de vida. A él le gusta el teatro, la música y estar con sus amigos. Pese a sus esfuerzos por agradar, trabajando en el negocio familiar, se entera que su hermano le tacha de inútil y afeminado. Un filme que para sorpresa de sus creadores pasó la censura en su época, a pesar de tener escenas que claramente sugieren la homosexualidad de su protagonista.

‘Diferente’, la película española de 1961 con un protagonista claramente gay

El bailarín y coreógrafo argentino Alfredo Alaria fue el responsable de este evidente drama musical, que ahora se estrena en streaming y se recupera en televisión por el Orgullo
Cine con ñ, 2021-06-24
https://cineconn.es/diferente-pelicula-1961-gay-alfredo-alaria/

El cine LGTBI empezó en España antes de Eloy la Iglesia o Almodóvar. Incluso algo antes de los sutiles detalles que se perciben en ‘Los farsantes’ (1963, Mario Camus). La primera película que claramente -menos para la censura- reflejó a un personaje gay en el cine español fue ‘Diferente’ (1961), un drama musical de Alfredo Alaria y realizado por Luis María Delgado que contaba la «excéntrica» vida de un artista teatral de familia burguesa al que su familia intenta reconducir hacia el camino correcto. Una película que, en realidad, expresaba las ansias de libertad de un hombre reprimido por su orientación sexual, y que ahora se estrena restaurada en FlixOlé y se emitirá el viernes en televisión.

Alfredo Alaria: ser un gay famoso a mediados del siglo XX
Aunque en las fichas técnicas de ‘Diferente’ consta como director Luis María Delgado, un técnico del sector de la época, la persona responsable de esta película tan especial es, en realidad, el bailarín, coreógrafo y actor argentino Alfredo Alaria (1930-1999) -como anuncian los títulos de crédito-. Alaria empezó a aparecer en películas argentinas muy joven, con papeles testimoniales, a finales de los años 40. Ya en los 50 se estrenó como coreógrafo en diferentes producciones mientras seguía estrenando obras de teatro musical por todo el mundo. Y acabó haciéndolo también en España, donde terminó por instalarse dado su éxito.

Alaria, además de protagonizarla, tuvo la idea del argumento -escrito entre tres en el guión-, construyó las coreografías y cimentó todo el sentido de ‘Diferente’. Él es la clave de que pudiera producirse y construirse una película con una trama y un subtexto de este tipo. Su buen cartel en Madrid y el buen resultado de los ballets que ya había rodado con Luis María Delgado -como él mismo cuenta en una entrevista– convencieron al productor Jesús Saiz de poner en marcha una película a partir de los temas e iconografías que planteaba Alaria.

Esos imaginarios tenían que ver, claro, con la propia vida de un hombre gay popular a mitad del siglo XX. Pocos detalles personales nos han llegado sobre Alfredo Alaria, cuya vida ha trazado Eduardo Bravo en la revista Agente Provocador, pero de sus apuntes biográficos se puede adivinar que en su juventud encontró cobijo en el ambiente abierto de la compañía de baile del exiliado -y también gay- Miguel de Molina, pero su progresivo éxito y exposición pública le empezó a crearon problemas: no podía vivir su sexualidad con libertad. Bravo incluso asegura que en 1974 fue expulsado de España y repatriado a Argentina por ser homosexual (acusado de no tener ocupación y sufrir de «un deficiente estado mental»).

Simbolismo y lo que no es simbolismo en ‘Diferente’

Toda esta frustración y ansia de libertad reprimida de Alaria están en ‘Diferente’. La película cuenta la historia del joven Alfredo (Alaria) que trabaja en un teatro musical y lleva una desordenada vida en los bajos fondos de la ciudad. En realidad, él pertenece a una conservadora y rica familia que busca colocar a Alfredo en el respetable negocio familiar. Aunque Alfredo intenta complacer los deseos de su padre, pronto sus ansias artísticas e imaginativas le vuelven a llevar al teatro musical. Sin desvelar los detalles del desenlace, su vuelta a los escenarios acabará en fatalidad.

En un vistazo rápido, ‘Diferente’ es un descompensado melodrama con inconexos números musicales y un simple mensaje final de culpa y redención católica. Una copia sin mucho tino de un gran musical de Hollywood. Pero, en realidad, Alaria y Delgado pusieron bastante ingenio en la película: hay originales apuestas formales en plano, curiosas metáforas entre secuencias oníricas, un buen uso del montaje y puñado de momentos brillantes. Y, sobre todo, los autores fueron capaces de construir un protagonista netamente gay, tanto en lo simbólico como en distintos detalles explícitos.

Lo mejor de la película es, claro, verla con esa mirada informada actual con la que podemos notar todo lo que hay detrás -o más bien muy delante- del personaje de Alfredo. Desde la primera secuencia, llena de referencias y guiños culturales, ‘Diferente’ dispara señales de la orientación sexual de su protagonista. Su despliegue homoerótico -paquetes, escotes y transparencias incluidas- en los números musicales, su evidente desinterés por las mujeres pese a los disimulos de la trama o los diferentes mensajes que se cuelan entre diálogos son un deleite si sabemos que estamos en la España de los 60. Por supuesto, para la historia queda la escena del albañil con el taladro culminada con el dedo llamando al timbre.

Alfredo es un artista imaginativo y con inquietudes al que su familia no permite expresarse libremente. Aunque en apariencia se reduzca el conflicto de la película a que Alfredo es un rebelde impulsivo, un apasionado por el baile ajeno al ordenado comportamiento en sociedad, en realidad vemos a una persona que sueña con desplegar su esencia mientras el sistema le dice que no vaya por ese camino. Pese a su moralizante mensaje final, ‘Diferente’ es también el retrato de un hombre que acaba teniendo una vida desgraciada por no poder ser quién es. Algo que es posible que también sintiera, en parte, el propio Alaria en su vida como hombre gay en la España franquista.

La gran pregunta, la de cómo fue posible que esta película pasara la censura -sin ningún corte- y se estrenara, ha tenido diferentes respuestas a lo largo de las décadas. Todo apunta a la más sencilla y simple: ni autoridades ni élite cultural se enteraron de lo que estaba pasando realmente en ‘Diferente’. El crítico Javier Ocaña en el programa ‘Historia de nuestro cine’ cuenta que ningún redactor/crítico de las publicaciones culturales de la época -excepto el redactor del diario Ya- comentó absolutamente nada sobre el obvio contenido del filme. La película vuelve a la televisión el viernes [25 de junio] (a partir de las 22, especial del Orgullo en la 2) y estará desde entonces disponible online en una versión restaurada en FlixOlé.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...