2020/12/24

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | ALFREDO ALARIA, EL BAILARÍN "DIFERENTE" QUE BURLÓ LA CENSURA FRANQUISTA


Alfredo Alaria, el bailarín «diferente» que burló la censura franquista

Eduardo Bravo | Agente Provocador, 2020-12-24

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En 1962, el bailarín Alfredo Alaira protagonizó Diferente, una película que, en plena dictadura franquista y bajo la apariencia de inofensivo musical, abordaba el tema de la homosexualidad y el homoerotismo.

El 25 de agosto de 1974, diferentes periódicos españoles publicaron un breve en el que se informaba de que el bailarín argentino Alfredo Alaria sería declarado persona non grata, expulsado de España y enviado a Argentina. La razón para esa decisión era, siempre según fuentes policiales, que Alaria carecía de la documentación necesaria para residir en España, motivo por el cual había sido detenido y enviado a la cárcel de Carabanchel. De hecho, siempre según esas fuentes, ya habría sido expulsado unos meses antes, lo que no impidió que el bailarín hubiera vuelto a entrar de manera clandestina en nuestro país.

Unas semanas más tarde, el 22 de septiembre de 1974, otro breve informaba que el bailarín ya había salido del territorio español, al tiempo que se matizaban algunas afirmaciones anteriores. Por ejemplo, se aseveraba que «desde hace varios años, el famoso coreógrafo carecía de ocupación fija y tenía por completo abandonada su actividad artística, que tanta fama le había dado en otros tiempos» y también que, «en consideración a su deficiente estado mental, Alfredo Alaria no ha sido expulsado de España, como se dijo en un principio, sino que ha sido repatriado a la Argentina, su país de origen».

Esa segunda noticia no era del todo cierta. El coreógrafo no carecía de ocupación fija ni había abandonado su carrera. De hecho, en ese momento estaban en cartel con notable éxito de público revistas producidas por el famoso empresario Colsada, cuyas coreografías habían sido creadas por Alaria. No obstante, si la policía, con apoyo de la prensa, tenían tanto interés en calificar al bailarín de vago y de enfermo mental, tal vez fuera porque esas dos características encajaban a la perfección en el tipo penal abierto establecido por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social y que tan útil fue a las autoridades para reprimir a, entre otros colectivos, a los homosexuales.

Alfredo Alaria era homosexual. Nunca pudo decirlo abiertamente, pero desde el estreno de ‘Diferente’, la película que escribió y protagonizó en 1962, aquel que quiso entender, entendió. Se trataba de una cinta abiertamente gay, que pasó la censura sin mayor problema, convirtiéndose en una de las mayores burlas sufridas por esa institución represiva. Tal vez por eso, nunca se lo perdonaron y tal vez por eso fue declarado persona non grata. Pero vayamos por partes.

Alfredo Alaria había nacido el 1 de enero de 1930 en Buenos Aires, ciudad en la que comenzó a frecuentar el mundo del espectáculo hasta convertirse, con tan solo diecinueve años, en el primer bailarín de la compañía de Miguel de Molina, cantante español exiliado en el país suramericano por su apoyo a la República y su condición de homosexual.

Posteriormente debutó con compañía propia en el teatro Casino de Buenos Aires, y el éxito obtenido hizo que fuera contratado por el Lido de París, dando así inicio a una carrera internacional que le llevaría por Las Vegas, Egipto, Suiza, Italia, Inglaterra y España, donde estrenó en el Teatro Albéniz de Madrid en 1953. «Anoche se presentó en el teatro Albéniz el “ballet” americano de Alfredo Alaria, que, por su finura, por su delicada presentación, por el buen gusto que está montado y, sobre todo, por el meritísimo elenco de artistas que lo componen, obtuvo un éxito extraordinario», decía ABC al día siguiente de su primera actuación.

Alaria fue todo un acontecimiento en la España de los 50. Además de sus números de baile español y danzas argentinas como el malambo, el coreógrafo creó bailes modernos inspirados en «el vodevil americano al estilo de 1912, el charlestón del año 25, el bugui que se bailaba en el año 35», «una extraordinaria versión estilizada del ‘Bolero’ de Ravel» y, lo que causaba más sensación, los ritmos afrocubanos y exóticos.

Tras el éxito en el Albéniz, Alaria se presentó en salas como Pasapoga, montó una versión de ‘Un americano en París’, actuó en diferentes ciudades españolas, comenzó a colaborar en la producción de diferentes revistas y se abrió paso en el mundo del cine. «Mi vida fue una lucha constante, porque como día a día crecían mis responsabilidades, me entregué sin tregua a mi profesión, pero no fue fácil. Durante más de treinta años me dediqué a trabajar, le robé horas a mi descanso y no conocí los momentos de ocio o esparcimiento. El éxito tiene a veces ese precio tan alto», declaraba Alaria en una de las últimas entrevistas antes de fallecer en 1999.

En 1962, llegaría ‘Diferente’, la obra que marcaría su carrera, no solo por la espectacularidad y belleza de sus números de baile o por la participación de la bailarina y cantante Sandra LeBrocq, sino por ser una película que hablaba de la homosexualidad en plena dictadura franquista.

Si bien el tema no se podía tratar abiertamente, Alaria y Luis María Delgado, el director, trufaron la película de pistas sobre el tema, empezando por el título y siguiendo por la primera escena del filme, un recorrido por una buhardilla bohemia cuyas estanterías están llenas de libros de Oscar Wilde, Hans Christian Andersen, Federico García Lorca o Marcel Proust.

A continuación Alaria y Delgado presentaban al protagonista, un joven enfundado en chaqueta de cuero que caminaba por la ciudad. De buena familia, el muchacho dejaba claro desde el principio que era diferente, que no le gustaba la vida convencional que llevaba su padre. Él prefería ser bailarín, actuar vestido de cowboy con un traje ultraceñido que parece sacado del vestidor de Liberace y salir por las noches a cuevas ‘beatniks’ en las que se bebía, se fumaba y se dirimían los problemas a puñetazos y con navajas.

Harto de la actitud de su hijo, el padre decidía llevarlo con él a ver las obras de un edificio que estaba construyendo y así intentar encauzar al muchacho, aunque lo que conseguía era todo lo contrario. El joven se quedaba extasiado viendo los músculos sudorosos de uno de los obreros que trabajaba con un martillo hidráulico que horadaba la piedra. La siguiente escena, que entraba a corte, mostraba un dedo apretando el botón circular de un timbre. No hay que ser Sigmund Freud para ver ahí penes, pezones, bocas, anos, penetraciones, homoerotismo y mucha, mucha tensión sexual.

La película fue estrenada en diciembre de 1962 en el cine Fémina de Tarragona a beneficio de la Campaña de Navidad patrocinada por Galas de Prensa y el gobernador civil de la provincia, porque no estaba de más tener a las fuerzas vivas de su parte. Al evento asistieron Alaria, LeBrocq, el director Luis María Delgado y, según la crítica del enviado especial de ABC, la acogida fue muy efusiva. «Es ante todo 'Diferente' una película con derroche de efectos plásticos y musicales. Quienes hayan visto a Alaria y sus ballets actuar en una pista, de sala de fiestas o en un escenario, los verá ahora realzados con un lujo de producción que hace que esta película sea no ya notable, sino importante, de una importancia por los medios materiales empleados para el logro de una empresa artística muy poco frecuentes en nuestras producciones cinematográficas. En cuanto a la música, que se debe a Adolfo Waitzman, es cautiva, rica de temas singularmente deleitantes», afirmaba el redactor, que concluía diciendo «La historia, lo hemos apuntado, es lo de menos», no se sabe bien si por intentar despistar la atención de las autoridades sobre el argumento o porque, de verdad, no había reparado en que, en ‘Diferente’, la historia era lo más importante.

Después del estreno de ‘Diferente’, Alaria continuó trabajando en el mundo de la danza, aunque para entonces ya había abandonado el baile para dedicarse a crear coreografías y escenografías para revistas y otros espectáculos. «Cuando se busca la perfección en la dirección no se puede bailar; y yo, que conozco el secreto del “vedettismo”, sé que hay que sacrificarlo para el éxito del espectáculo. Esto es: un espectáculo demasiado bueno puede aplastar a la “vedette”», declaraba a ‘La Vanguardia’ Alfredo Alaira, quien también explicaba el porqué de su interés por abarcar diferentes disciplinas: «no concibo el idear un ballet sin tener en cuenta decorado, vestuario y luces. Por eso yo soy escenógrafo, figurinista y director. Yo, antes de empezar los ensayos, a ciegas, ya he visto el espectáculo».

Después de ser expulsado de España, Alaria se afincó de nuevo en Buenos Aires, donde escribió libretos y actuó en montajes teatrales hasta que, en agosto de 1999, falleció a consecuencia de una hemorragia producida después de una operación de hernia. Tenía 68 años.

2020/12/16

DOCUMENTACIÓN | RECONOCIMIENTO A ARMAND DE FLUVIÀ

Igualdad concede la Medalla de Oro a la Promoción de los Valores de Igualdad a Armand de Fluvià.
Eva Maldonado | Diario 16, 2020-12-16

https://diario16.com/igualdad-concede-la-medalla-de-oro-a-la-promocion-de-los-valores-de-igualdad-a-armand-de-fluvia/

El próximo martes 22 de diciembre a las 11 horas, tendrá lugar en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona el acto de entrega por parte del Ministerio de Igualdad de la medalla de oro a la Promoción de los Valores de Igualdad a Armand de Fluvià. El acto contará con la presencia de la secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la Directora General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, Boti G. Rodrigo.

Esta medalla tiene como fin reconocer la labor de aquellas personas físicas o jurídicas que se hayan distinguido de forma relevante en el ejercicio y promoción de los valores de igualdad, y en la eliminación de toda clase de discriminación basada en cualquier condición personal o social.

En 1969 el Gobierno de Franco llevó a Cortes la tramitación de la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social, una nueva norma represora de la homosexualidad. En 1970, como reacción a esta nueva legislación, Armand de Fluvià, bajo el seudónimo de Roger de Gaimon, fundó junto a otros compañeros el Movimiento Español de Liberación Homosexual (MEHL). Con este acto clandestino se iniciaba, bajo la represión de la dictadura, la lucha del movimiento por los derechos de las personas LGTBI en España, siguiendo las estelas de los movimientos surgidos por todo el mundo tras las revueltas de Mayo del 68 y del Stonewall neoyorkino.

El MEHL se organizaba en células secretas de seis u ocho integrantes que se reunían en los pisos de algunos de estos. Una de las primeras acciones del grupo fue el envío desde París de una carta a los obispos procuradores en Cortes y a algunas revistas y diarios, con el fin de intentar paralizar la aprobación de dicha Ley. Aunque finalmente fue aprobada, se consiguió suavizar su contenido. EL MEHL publicó 18 números de un boletín que se llamó AGHOIS. Aunque era publicado en Barcelona, por motivos de seguridad, se llevaba a Francia para ser enviado por correo postal desde allí. Tras la muerte del dictador, en 1975 se dio por disuelto el MEHL y se fundó el Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), que dos años más tarde convocaría en Barcelona la primera manifestación por la libertad sexual del Estado español.

Armand de Fluvià también se encuentra detrás de la constitución de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE), el Casal Lambda y la FELGTB. De Fluvià también fue autor de varias publicaciones entre las que cabe destacar ‘El Moviment Gai en la clandestinitat del franquisme (1970-75)’ y ‘S.I.D.A. ¿Maldición bíblica o arma letal?’ en colaboración con Alberto Cardín, así como de numeroso artículos y conferencias sobre temática homosexual.

Armand de Fluvià ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre los que cabe destacar la Creu de Sant Jordi (2000), la Medalla d’Honor de Barcelona (2008) o la Medalla d’Or al Mèrit Cultural del Ayuntamiento de Barcelona (2015).

La trayectoria, la implicación y el firme compromiso de Armand de Fluvià a lo largo de toda su vida con los valores de igualdad y de lucha contra la discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género, justifican que le sea concedida por parte del Ministerio de igualdad la Medalla a la Promoción de los Valores de Igualdad. Todo ello en un momento especialmente significativo, que coincide con el 50 aniversario de la fundación del MEHL, la primera organización en España de defensa de los derechos de las personas LGTBI.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...