1994/10/24

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | UNA TRANS, APUÑALADA EN LA CASA DE CAMPO POR UN SUPUESTO 'CLIENTE'

Un travestido, apuñalado en la Casa de Campo por un cliente.
El País, 1994-10-24

https://elpais.com/diario/1994/10/25/madrid/783087873_850215.html 

Un travestido que ejerce la prostitución en la Casa de Campo fue apuñalado la noche del domingo por un cliente, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. El supuesto agresor robó el bolso (con dinero y documentación) a la víctima tras el apuñalamiento. Los hechos se produjeron sobre las 23.30 cerca de las pistas de patinaje de la Casa de Campo, adonde el travestido se había dirigido con su cliente tras acordar mantener relaciones sexuales. Al llegar a ese paraje el agresor sacó un arma blanca y se la clavó por la espalda, y le produjo varios cortes en los brazos por el forcejeo. Un compañero del herido avisó a la Policía Municipal, que le trasladó en estado grave al hospital Clínico.

1994/10/08

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | MUERE EL DISEÑADOR MANUEL PIÑA, VÍCTIMA DEL SIDA

Muere el diseñador Manuel Piña, víctima del sida.
El modista fue uno de los creadores españoles más conocidos internacionalmente.
El País | 1994-10-08
https://elpais.com/diario/1994/10/09/cultura/781657202_850215.html

El diseñador de moda Manuel Piña falleció en la madrugada de ayer, a los 50 años, en su pueblo natal de Manzanares (Ciudad Real), a consecuencia del sida, enfermedad que él mismo había asegurado padecer hace un año. El cadáver del modista será conducido hoy a Madrid para ser incinerado. Sus cenizas serán trasladadas el lunes a Manzanares, donde recibirán sepultura en el panteón fa miliar. Manuel Piña fue uno de los diseñadores españoles más internacionales. Sus diseños se caracterizaban por un modernismo clásico, utilizando el punto y los colores suaves en sus trabajos.

Desde que se conoció la noticia de la muerte de Manuel Piña, multitud de vecinos y amigos de Manzanares pasaron por el velatorio para mostrar su dolor por la muerte del modisto, que falleció vestido con un traje negro y camisa blanca, y rodeado de sus familiares, informa Luis Navarrete. Antes del verano del pasado año, Piña saltó a las primeras páginas de los diarios nacionales, explicando su deterioro físico a causa del sida. Desde entonces, se apartó por completo del mundo de la moda -con anterioridad había cerrado su industria- y se decidió a colaborar en la lucha contra el sida desde distintas organizaciones.

Su estado de salud se había agravado considerablemente en las últimas semanas. Había perdido prácticamente la visión del ojo que le quedaba sano, debido a un herpes ocular, según informaron amigos del diseñador. El pasado mes de abril, Manuel Piña decidió retirarse a la casa que le vio nacer, en el número 4 de la calle Virgen de Gracia de Manzanares. Allí, junto a su madre y el resto de su familia, pasó los últimos meses de su vida, como comentaba su hermano Felipe, "con fortaleza, costándole abandonar su mundo y sus amigos, pero con dignidad".

Autodidacto
Manuel Piña, uno de los más famosos diseñadores de moda españoles, nació en Manzanares (Ciudad Real) en 1944. Hombre hecho a sí mismo y autodidacta, sin estudios, comenzó a trabajar a los nueve años en una ferretería. A los veinte años marchó a Madrid, donde trabajó como vendedor de El Corte Inglés. Posteriormente se dedicó a vender géneros de punto. Más tarde montó un pequeño taller de fabricación de conjuntos de punto y poco después se lanzó a su diseño. Dedicó ocho años de su vida a este género textil. En 1979 presentó su primera colección en Barcelona. En 1981 abrió una tienda en Nueva York; una tienda neoyorkina le compró dos colecciones, valoradas en 18 millones de pesetas, que nunca le devolvieron. En 1982 fue su presentación en Madrid y en 1983 hizo su primera colección completa para Galerías Preciados. En 1987 se presentó en Italia, Alemania y Gran Bretaña. Un año más tarde abrió tienda en Madrid y al año siguiente se presentó en París y en Japón.

Esta carrera ascendente se vio frenada en 1990: tuvo que liquidar su pequeña empresa de 30 empleados, anunció su decisión de cesar en su trabajo como diseñador de ‘prêt-á-porter’ y cerrar su tienda de Madrid, todo ello a causa de estar inmerso en una grave crisis económica.

Manuel Piña achacó su fracaso económico a la falta de una industria textil nacional seria. La anulación de su contrato con una industria textil española, sólo dos meses después de haber firmado otro de 1.500 millones de pesetas con una empresa japonesa, después de muchos meses de conversaciones, rompió todas sus esperanzas a introducirse en el potente mercado japonés.

Tras la liquidación de su empresa decidió abrir un estudio de diseño y dedicarse a la creación de una colección de zapatos y gafas. En estas mismas fechas recibió el encargo de Correos de diseñar el nuevo uniforme de los carteros españoles.

Mostró siempre una afición particular a celebrar sus desfiles en escenarios poco habituales: utilizó el circo, el ferrocarril, el Liceo de Barcelona, etcétera, creando siempre un espectáculo audiovisual con la incorporación de música, luces y la actuación de las modelos. Ya en su primer desfile, organizado en el año 1979 en el barcelonés teatro del Liceo, dentro del certamen de moda del Mediterráneo, debutó poniendo alto su propio listón y corroborando tres años después, en 1982, en otra de sus pasarelas antológicas, montada en la carpa de la Ciudad de los Muchachos, en Madrid, el instinto de su mano costurera.

Manuel Piña buscó una mujer nueva a la que dirigir sus diseños, una mujer real y fuerte. La mujer que salió de sus manos emergió en la pasarela ungida de belleza, convicción e inteligencia. Se consideró cómplice de la mujer y trabajó en la transformación de la nueva española. Numerosas famosas -entre ellas Bibí Andersen y Rossi de Palma- vistieron sus trajes en la última década. Uno de sus últimos actos públicos tuvo lugar en septiembre de 1993, en su tienda de Madrid, donde organizó un desfile de modelos dedicado a Camarón de la Isla, el cantaor entonces fallecido.


La muerte viva.
Feliciano Fidalgo | El País, 1994-10-08

https://elpais.com/diario/1994/10/09/cultura/781657217_850215.html

Manuel Piña: la vida de cada cual es una sarta de imágenes fijas pegadas al alma si existe el alma, o clavadas con clavos en la memoria, o tatuadas en la piel, etcétera en este mismo sentido. Pues bien, Manuel Piña, para uno, es algo de eso, o de algo que arde así, abrasando durante toda la vida, aunque no durante todos los momentos de la vida, porque de vez en cuando uno se para para beber agua o se para para siempre, para morir quiere decirse. Hoy, uno, a la media noche, cuando le han anunciado, "Manuel Piña ha muerto, intenta decir algo, tú que lo conociste", se ha palpado con las manos y con toda la capacidad que uno tiene de soñar por todo el cuerpo, por todo el alma si existe y hasta por los cojones, que sí existen.

Manuel, ¿te acuerdas de hace poco más de un año, cuando te busqué en tu tienda, en una callejuela que da a Alfonso XII y no estabas en lo que creo que fue tu último sagrario de amor, de diseño loco quiere decirse, y me puse nervioso y caminé sin sentido y por fin di contigo por teléfono en tu casa de la calle Menéndez Pelayo, si no me equivoco, y me abrió tu queridísima madre la puerta? Estoy seguro de que te acuerdas. Pasamos juntos una hora. La única hora de nuestra vida. Yo no soy homosexual pero estuve contigo como si lo fuera. No padecía el sida, pero creo recordar borrosamente que deseé estar borracho de sida para estar más contigo.

Recuerdo, Manuel, que alguien, un chico que te amaba, creo, entró y dijo algo, y tú lo cortaste en seco: "Cállate, que me están haciendo la entrevista más importante". El chico, jovencito y guapo, calló. Y tú me miraste. Y yo te miré. Y tu madre, que nos acompañaba, nos miró. Nunca, Manuel, hablé con alguien tan apasionadamente, tan sigilosamente, tan eternamente. Tú y yo éramos la muerte viva. Fue todo inaudito.

Luego, claro, todo se acabó. Ni tú lo deseabas, ni yo tampoco. Pero los dos queríamos desaparecer, cada cual por su camino. Sabíamos que era el final del principio de nuestro entendimiento. Manuel, me dijiste que la vida estaba delante. Y que tú, con tu sida, se lo dirías al mundo.

Lo llevo en todo mi ser. Luego, Manuel, tu madre, me acompañó, y tú también me acompañaste hasta el ascensor. Tú quedaste allí para siempre.

Y tu madre bajó conmigo en el ascensor y, sólo apretar el botón del piso cero, rompió en sollozos y me dijo: "Él es optimista, pero si usted supiera..."

Ahora mismo, Manuel, he llorado un segundo por la mierda que, a veces, es la vida.

1994/10/05

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | ESA NOCHE LE MATARON

Esa noche le mataron.
Jan Martínez Ahrens | El País, 1994-10-05

https://elpais.com/diario/1994/10/06/madrid/781446271_850215.html 

La noche de su muerte, el estilista y maquillador Juan Carlos Pinto Martín, de 29 años, envuelto en licras ajustadas y pieles de conejo, vivía su apoteosis transformista. El cuerno de silicona dorada, las cejas depiladas, las uñas pintadas. Esa madrugada del pasado viernes, de regreso de la gran fiesta de travestidos de la sala Joy Eslava, Juan Carlos Pinto fue salvajemente asesinado por un falso ‘chapero’, Alí Mbayemamadu, senegalés de 33 años, según ha descubierto la policía. El estilista murió en una buhardilla desnudo, atadas las manos con un pañuelo de seda verde. El homicida le destrozó la cara a puñetazos. Todo, por robar un televisor y una cadena musical.

Mbayemamadu fue detenido este lunes en un hostal de la calle de San Agustín, 6 (Centro). En su habitación, la policía descubrió el televisor robado y una cazadora con manchas de sangre. El senegalés, con 34 antecedentes policiales por robo, atraco, lesiones, agresión y tráfico de drogas, se ha negado a declarar.

Los caminos de la víctima y el agresor se cruzaron en la Puerta del Sol. Pinto se dirigía a su vivienda, una buhardilla en la calle del Príncipe, 13. Regresaba de una noche de plumas y lentejuelas que había comenzado el jueves, pasadas las nueve de la noche, a la puerta del cine Capitol, en la Gran Vía. Allí se pavonearon las más explosivas ‘drag queen’ (‘reinonas’, travestidos de exagerado disfraz) con ocasión del estreno de la película ‘Las aventuras de Priscilla, reina del desierto’, una alocada comedia musical de transformistas. Entre los destellos liberados por las ‘reinonas’ se deslizaba Juan Carlos. Apostado a la puerta, lucía su atuendo para la ocasión. Tras la película se subió con el resto de los transformistas al autobús que les llevaría hasta la gran fiesta del Joy Eslava. Horas después le mataron.

El robo de un televisor se erige en móvil del crimen

La fiesta del Joy Eslava. Cientos de personas sin parar de bailar. Las ‘reinonas’ desfilando por el escenario. Y Juan Carlos en la pista. Los que le vieron le recuerdan en plena euforia. "Se subía y bajaba la camiseta", rememoraba un asistente.

A las dos de la madrugada, la fiesta alcanzó su clímax con el espectáculo de las ‘drag queen’ Betty Brown y Shanghay. Juan Carlos, según los testigos, permaneció en el concurrido local hasta las cuatro de la madrugada.

Salió de la discoteca solo y sin haber bebido alcohol. Iba disfrazado. La Brigada de Homicidios sostiene que en la Puerta del Sol contactó con el senegalés. Le invitó, según esta hipótesis, a su buhardilla, posiblemente para mantener relaciones sexuales. La falta de señales de violencia en la puerta afianzan esta explicación. Los conocidos de la víctima, sin embargo, mostraron su extrañeza ante esta posibilidad.

Los vecinos interrogados por este periódico recuerdan que aquella madrugada se desató una fuerte discusión en la vivienda. Se escucharon voces masculinas y carreras. "Tras la bronca pudimos oír cómo alguien huía", comentó un inquilino. Nadie, sin embargo, se preocupó.

Al día siguiente, sobre las cinco de la tarde, la portera de este inmueble de paredes desconchadas y techo bajo descubrió el cadáver. Estaba tendido sobre un sofá: las uñas largas, desnudo, maniatado. El asesino lo había matado a puñetazos. La víctima tenía la mandíbula fracturada y la cara ensangrentada. En la vivienda, desordenada y llena de pelucas, faltaba un televisor de 14 pulgadas y una cadena musical.

En un principio, los investigadores barajaron el móvil sexual. Esta perspectiva cambió cuando la Policía Científica descubrió en el lugar del crimen las huellas dactilares de Alí. El sospechoso lucía un historial con 34 detenciones -29 en Madrid y 6 en Barcelona-. El lunes fue detenido en un céntrico hostal, apenas a 500 metros del escenario del crimen. En su habitación se descubrió el televisor -identificado por la dueña de la buhardilla-. Los agentes de la Sección V de la Brigada Provincial de Policía Judicial también hallaron una chaqueta con sangre, presumiblemente de Juan Carlos. Alí pasó ayer a disposición judicial.

La brutalidad del crimen ha sacudido a las ‘reinonas’ que participaron en la fiesta. "Es terrible", comentaba a ayer Vampirella, que conocía a la víctima desde hacía cuatro años. Su descripción muestra a Juan Carlos, malagueño de origen, como un estilista en ascenso -había trabajado para Ángel Schlesser en la Pasarela Cibeles y para la peluquería Rizos- Últimamente, tras regresar de un viaje a Turquía, había concentrado sus esfuerzos en un estudio de estilismo y en una colección de trajes de peluche, silicona y metales.

Los que le conocieron niegan que fuese un transformista. "Aquella noche le dio la locura y para la fiesta se vistió de unicornio, pero normalmente iba con vaqueros y camiseta", recordaba ayer Vampirella, para quien la muerte de su amigo nada tenía que ver con la fiesta del estreno, la última de Juan Carlos Pinto.

1994/10/01

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | LA POLICÍA SOSPECHA QUE EL HOMICIDIO DEL PELUQUERO MANIATADO TUVO UN MÓVIL SEXUAL

La policía sospecha que el homicidio del peluquero maniatado en una buhardilla tuvo un móvil sexual.
Luis Fernando Duran | El País, 1994-10-01

https://elpais.com/diario/1994/10/02/madrid/781100654_850215.html 

El cadáver desnudo encontrado el viernes en la buhardilla del número 13 de la calle del Príncipe (distrito de Centro) ha sido identificado como Juan Carlos Pinto Martín, malagueño de 29 años. La víctima, peluquero y estilista, murió tras sufrir numerosos cortes en el cuerpo y en la cara producidos con un objeto punzante, que ayer aún no había sido descubierto. El fallecido tenía la cara ensangrentada y una mano atada al cuerpo con un pañuelo verde de seda (véase El País de ayer). La policía sospecha que el crimen pueda tener un móvil sexual. Horas antes de la muerte se registró una fuerte discusión en la vivienda. El cadáver fue hallado a las cinco de la tarde por la portera del edificio, un viejo inmueble de paredes desconchadas y techo bajo. Los inquilinos escucharon durante la madrugada anterior una fuerte disputa -de voces masculinas- y el ruido de gente corriendo. "Tras una gran bronca oímos que alguien huía", narraba ayer Alfonso, el propietario de un hostal ubicado en el cuarto piso de la finca. Nadie, sin embargo, dio importancia a las voces y los ruidos.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía especuló ayer con que el fallecido pudiera ser un travestido, debido a su aspecto. "Tenía las uñas largas y pintadas, el pelo rapado y la cejas depiladas. En el domicilio de la calle del Príncipe había varias pelucas" comentó el portavoz policial. Los agentes del grupo V de homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial sospechan que el crimen se produjo por "un móvil de tipo sexual".

Ausencia de indicios
Basan su hipótesis en que no han encontrado indicios que apunten a un posible robo. También han descartado que el caso esté relacionado con la prostitución.

El fallecido llevaba viviendo unos 15 días en la buhardilla, que era propiedad de una amiga, posiblemente la dueña de las pelucas. Según la descripción de un inquilino, "era un hombre extraño, de apariencia misteriosa, que vestía de negro y con botas militares". Durante su breve estancia en el inmueble, tan sólo una noche le llamaron la atención los vecinos. "Puso música de Beethoven [compositor clásico] muy alta, subimos a la casa y enseguida pidió disculpas y bajó el volumen", agregó este vecino.

Los padres de la víctima y sus hermanos, vecinos de Málaga, se desplazaron anoche a Madrid. El cuerpo permanecía ayer en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se le practicó la autopsia. Las diligencias las instruye el Juzgado de Instrucción número 30.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...