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2020/05/14

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | "ME LLAMO GREG LOUGANIS, SOY GAY Y SOY SEROPOSITIVO"

“Me llamo Greg Louganis, soy gay y soy seropositivo”: la inspiradora historia del campeón olímpico que se enfrentó al mundo.
El estadounidense, que sufrió acoso escolar, tuvo devaneos con el consumo de sustancias, varios intentos de suicidio y un representante extorsionador, supo sobreponerse a los peligros que conlleva convertirse demasiado pronto en una estrella mundial.
Blanca Lacasa | Icon, El País, 2020-05-14
https://elpais.com/elpais/2020/05/13/icon/1589365417_176275.html 

“Me llamo Greg Louganis. Soy gay y soy seropositivo”. Así se presentaba Gregory Efthimios Louganis (San Diego, Estados Unidos, 1960), el mejor saltador de todos los tiempos, ante los medios y un puñado de estudiantes en 1995. Ocurrió tras la publicación de su libro autobiográfico 'Breaking the Surface', coescrito junto al ensayista Eric Marcus. En él, el deportista se atrevía a contar su historia siete años después del accidente que sufrió en los Juegos Olímpicos de Seúl donde, por un error de cálculo, se golpeó la cabeza contra el trampolín con la consiguiente hemorragia. Durante esos años, a Louganis le reconcomió la obsesiva sombra de la responsabilidad: cuando se produjo aquel percance él ya había contraído el VIH. Lo sabía y calló. Y, aunque el Comité Olímpico Internacional salió rápidamente al paso exonerándole de cualquier tipo de culpa (tal y como publicó El País en 1995), empezó a cuestionarse la ética de su comportamiento.

Este episodio no era sino el penúltimo eslabón de una carrera deportiva que parece haber sido escrita por el más dramático de los guionistas de Hollywood. Aunque quizás el elevado número de deportistas con relato trágico de fondo no sea más que el patente reflejo de que el deporte de élite suele llevar emparentado en muchas ocasiones brutales abusos e inhumanas exigencias. “Desde que trabajé en las autobiografías con Greg y luego con Rudy Galindo, un campeón de patinaje artístico de EE.UU., ya no veo las Olimpiadas o el patinaje artístico de la misma manera", explica el ensayista Eric Marcus. "Sé demasiado sobre las terribles vidas de los atletas de élite. Lo que les hacemos, al menos aquí en EE.UU., llega al nivel de abuso. Lo encuentro espantoso. La mayoría de los deportistas de élite se retiran jóvenes de sus deportes porque sus cuerpos les fallan a una edad temprana. Y entonces se dan cuenta de que prácticamente no están preparados para vivir una vida normal”.

La historia de Louganis tiene todos los ingredientes de deportista que empieza demasiado pronto y se convierte enseguida en una estrella mundial (problemas familiares, acoso escolar, tempranos devaneos con sustancias de todo tipo, intentos de suicidio y representante extorsionador) con un añadido: el de ser homosexual en unos tiempos en los que la homofobia campaba a sus anchas en el mundo del deporte. “Cuando Greg estaba compitiendo no había atletas olímpicos LGTBQI que hubieran salido del armario. Al ser percibido como gay, Greg se convirtió en el blanco de hostilidad abierta por parte de otros saltadores. Una de las cosas que él temía cuando decidió reconocer que era gay y que tenía SIDA era que sus fans le dieran la espalda. Sin embargo, fue justo lo contrario, lo cual fue muy alentador. Pero algunos de los medios de comunicación mostraron cierta histeria por la percepción errónea de que Greg había puesto a los atletas y al personal médico en peligro de exposición al VIH al golpearse la cabeza con el trampolín. De todos modos, conviene recordar que, aunque no en todos los deportes, la situación sigue siendo terrible para los atletas LGBTQ que compiten en la élite”, reconoce a ICON Marcus.

Con nueve meses, Greg fue dado en adopción. Sus padres de ascendencia samoana y sueca solo tenían 15 años y encontraron en el matrimonio de Peter y Frances Louganis, que ya habían adoptado una hija mayor, la familia perfecta para el pequeño. Mientras su madre y su hermana adoptivas siempre fueron para Louganis el mayor de los consuelos, con su distante padre la relación basculaba entre el amor y el odio. Su progenitor solo empezó a interesarse por él cuando fue consciente de que el muchacho tenía un talento fuera de lo común para las acrobacias. Y, como en tantos casos similares, el interés se convirtió en la peor de las pesadillas. Autoritario y exigente, su padre lo puso demasiadas veces al límite. Esa sensación de indefensión se extendería fuera de las dominios del hogar.

El colegio tampoco representaba un lugar más seguro. Por su color de piel, se ganó toda clase de insultos racistas; por su dislexia (que se le diagnosticaría sólo mucho más tarde) lo tacharon de ‘retrasado’ obligándole a imaginar estrategias de escapismo ("en la escuela siempre odié leer delante de otras personas porque cometía muchos errores. Así que me llevaba el libro a casa, memorizaba algunos párrafos y luego me ofrecía voluntario para leer esos párrafos en concreto") y por su afición a las piruetas y a la danza, era reiteradamente calificado de afeminado por los gallitos del instituto. Todas estas trabas llevaron a Louganis a meterse en los procelosos mundos del alcohol y las drogas a una edad muy temprana, llegando incluso a intentar quitarse la vida en más de una ocasión.

Sin embargo, su destreza en el salto era incontestable. Según recoge el documental Back on board: Greg Louganis (2014) de HBO dirigido por Cheryl Furjanic, para Sammy Lee, su descubridor y primer entrenador, Louganis era “caballo ganador”. Tenía esa habilidad que solo tienen los elegidos: “Es capaz de crear la ilusión de que lo que hace no requiere esfuerzo en absoluto”, explica en el documental Ron O’Brien, el hombre que le llevaría al éxito. El trampolín era el único lugar en el que Louganis era perfecto, inalcanzable e imbatible. A él no le motivaba competir, solo quería saltar. “No me interesaba la competición. Me interesaba actuar”, declaró en una entrevista a Harvard Business Review. Quizás por eso escogió el más solitario de los deportes, uno en el que estar solo frente al vacío buscando la perfección. “Es un deporte muy solitario", afirma O’Brien en el documental. "Estás ahí, con tu minúsculo bañador y no puedes decir: ‘Me han pasado mal la pelota’. Todo depende de ti”.

Se trata de un deporte en el que la única referencia es un entrenador que ordena y tutela cada minuto de una vida en la que lo único que cuenta es algo que llega a convertirse, como bien puntualiza O’Brien, en la “persecución obsesiva de un sueño”. En alguna ocasión, Louganis confesó viajar siempre con un Speedo en la bolsa porque nunca se sabe cuando surgirá la ocasión de subirse a una tabla a entrenar. “Cuando trabajaba con Greg pensaba en la suerte que tenía de no ser un atleta de élite. Greg y yo tenemos más o menos la misma edad y cuando estábamos escribiendo el libro, yo me encontraba a mitad de mi carrera y con muchas oportunidades por delante. Greg ya estaba retirado y esperaba morir más pronto que tarde. Pero incluso cuando tuvo claro que iba a vivir, se enfrentó a un camino plagado de retos. Lo único para lo que fue entrenado desde una edad temprana no era algo que pudiera seguir haciendo el resto de su vida. Carecía de las habilidades para la vida que la gente normal adquiere cuando crece”, señala Marcus.

Antes del aparatoso accidente de Seúl, la carrera de Louganis ya había protagonizado capítulos truculentos. Desde la muerte del saltador soviético Sergei Chalibashvili de la que Louganis se sintió indirectamente culpable (el soviético se vio obligado a igualar a Louganis realizando un salto de una extrema peligrosidad que, por aquel entonces, solo hacía el norteamericano) a la supuesta ayuda al también saltador soviético Sergei Nemtsanov para que desertara (cosa que a Louganis le valió el apodo de ‘marica comunista’), pasando por la ausencia de patrocinadores por los rumores de su homosexualidad.

Cada año, los cereales Wheaties sacaban cajas especiales con las leyendas del deporte. Por aquel cartón pasaron Edwin Moses, Carl Lewis, Evelyn Ashford y un sinfín más. Todos menos Louganis, que no lo haría hasta 2016. Pero si por algo destacó Louganis es por ser el vivo ejemplo (como Nadia Comaneci) de la perfección. Fue el primero en poner de acuerdo a siete jueces para puntuarle con sendos dieces y el único en atesorar cuatro medallas de oro olímpicas conseguidas en dos Juegos consecutivos (Los Ángeles 1984 y Seúl 1988, en las dos modalidades posibles: trampolín y plataforma). Todo esto a pesar de ser uno de los damnificados del boicot estadounidense a los Juegos de Moscú en 1980 en los que se esperaba que cosechara un oro.

Vergüenza y silencio
Unos meses antes de ir a los Juegos Olímpicos de Seúl, Jim Babbitt, pareja y manager de Louganis, descubre que tiene SIDA. Inmediatamente Louganis se hace las pruebas. Da positivo. No sabe qué hacer. Seúl está a la vuelta de la esquina. Le aconsejan fervientemente que siga entrenado: si él no va a los Juegos, el resto del equipo tampoco podrá hacerlo. Probablemente, el creciente clima de homofobia desatado a raíz de las primeras oleadas de SIDA desaconsejaba hacer pública la enfermedad. Era el año 87 y, según recoge el documental ‘Back on board: Greg Louganis’, en aquellos años no era raro ver a policías enguantados para detener a manifestantes gais o leer noticias en las que se decía que uno de cada siete encuestados estaban a favor de tatuar a los afectados por el SIDA.

El único camino posible para el deportista en aquel momento fue callar. Y la única solución para transitar por ese silencioso y pesado camino era un medicamento llamado AZT. Una medicación terriblemente agresiva de la cual se sabía poco pero que consiguió mantener a Louganis en la competición a cambio de no poder dormir más de cuatro horas seguidas. En ese estado físico y mental, se presenta Louganis en Seúl. Y entonces sucedió lo único que no podía, ni debía suceder. En el primer salto Louganis se golpea la cabeza con la tabla. Algo que no deja de revestir peligro si tenemos en cuenta que la velocidad de zambullida puede llegar a ser superior a los 50 kilómetros/hora. Louganis sale de la piscina. Sin confianza y con un charco de hemorragia detrás. Solo puede pensar en su responsabilidad, en aquel médico que le cose sin guantes quirúrgicos y en los rastros de sangre dejados en la piscina y en la cubierta. Aún así, Louganis se enfrenta al que sabía que sería el último salto de su carrera. "Ha terminado", se repetía. Y entonces Louganis se alza una vez más y consigue el salto que le daría su segunda medalla de oro en esos Juegos.

Alegando que los chinos le pisaban los talones, el saltador anuncia su retirada en 1989. Pero lo peor está aún por llegar. Hasta ese momento, Louganis –como tantos otros atletas demasiado enfocados en sus éxitos deportivos, sus marcas, sus entrenamientos y sus competiciones– se había despreocupado de unas cuentas que Babbitt manejaba a su antojo, y que le había estafado grandes cantidades de dinero. Cuando se quiso dar cuenta, Louganis estaba prácticamente en la ruina y sin poder deshacerse del causante de su bancarrota. Babbitt le amenazó con contar toda su historia si le retiraba el papel de manager y administrador. Pero en 1989 Louganis consigue una orden de alejamiento (nada sorprendente si tenemos en cuenta que Babbitt violó a Louganis a punta de cuchillo). El manager murió un año después víctima del VIH.

En 1994, Louganis decide escribir su biografía. ¿Por qué justo en ese momento? En 1993, el saltador se asusta: estaba perdiendo peso muy rápidamente y pensó que le quedaba poco tiempo. “Greg y yo fuimos presentados por un amigo común. Cuando nos conocimos, Greg estaba deprimido y triste. ¡Tenía razones para estarlo! Quería contar su historia con sus propias palabras antes de morir. Tenía SIDA y en 1993, el pronóstico era terrible. Su esperanza de vida era corta y emprendimos una loca carrera por terminar el libro para que pudiera estar vivo cuando se publicara. Lo que quería lograr era un relato completo de su existencia que había mantenido en secreto. Lo que me sorprendió durante nuestras más de sesenta horas de entrevistas y conversaciones fue cómo Greg compartía sus experiencias mostrándose muy poco afectado. Tenía poca perspectiva de algunas de las cosas horribles por las que había pasado y de lo extraordinario de sus logros en las Olimpiadas de 1988. Ganó dos medallas de oro mientras tomaba altas dosis de AZT, un poderoso medicamento con importantes efectos secundarios, incluyendo el deterioro de su equilibrio, lo que probablemente contribuyó a que se golpeara la cabeza. Creo que mis reacciones, incluyendo las lágrimas, le ayudaron a poner en perspectiva lo que vivió”, cuenta Marcus.

Cuando en la entrevista a la ‘Harvard Business Review’ se le pregunta a Louganis cuándo salió del armario él responde: “Depende de a quién le preguntes. Fui a la Universidad de Miami, lejos de donde crecí, y en el departamento de teatro, conocí a otros gais. Con mi madre, salí del armario en el 83. Así que para mis amigos y mi familia no era ningún secreto, pero mi política era no hablar de mi vida personal con los medios de comunicación”. Es en 1995, con la salida de ‘Breaking the Surface’, cuando Louganis le dice al mundo “Me llamo Greg Louganis, soy gay y soy seropositivo”. El libro se agotó a la media hora de salir a la venta. A pesar de la valentía, hubo quien quiso aprovechar el río revuelto. Fue el caso de Larry King, quien en su ‘late show’ en la CNN acorraló a Louganis preguntándole una y otra vez cómo es posible que un muchacho inteligente se contagiara de VIH.

Después de todo esto, a Louganis le llevó años convertirse en mentor del equipo de saltos estadounidense para los Juegos Olímpicos. Mentor, que no entrenador. Porque Louganis, víctima como fue de ese mal endémico de los deportistas de élite de salir al mundo sin herramientas, se empeña en preparar a los deportistas para lo que vendrá después, para su vida después de los saltos y para no seguir engrosando el historial de héroes olímpicos hechos pedazos.

A fecha de hoy, Louganis está felizmente casado con Johnny Chaillot, ha dejado atrás sus problemas financieros (tuvo que vender muchas de sus pertenencias, medallas olímpicas incluidas, para conservar su casa), se ha convertido en un tenaz activista y continúa siendo el mejor saltador de la historia con unas marcas que aún no han sido batidas. “Greg sigue siendo la misma persona encantadora, amable y gentil que conocí hace más de 25 años", asegura Marcus a ICON. "Por aquel entonces estaba muy deprimido. Creo que ha trabajado duro para llegar a un lugar donde su aparente serenidad refleja una paz interior”.

2018/12/05

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | ROCK HUDSON, UNA VIDA DE ABUSOS, SECRETOS Y OCULTISMO

Rock Hudson, una vida de abusos, secretos y ocultismo.
Una nueva biografía del autor titulada 'All That Heaven Allows' ('Solo el cielo lo sabe') desvela detalles truculentos del mítico actor, fallecido en octubre de 1985.
Maite Nieto | El País, 2018-12-05
https://elpais.com/elpais/2018/12/03/gente/1543859220_925660.html

El nombre de Rock Hudson arrastra una estela como la de los cometas. Si se observan desde la Tierra, su característica cola brilla deslumbrante; pero si se analiza científicamente aparece el hielo, el polvo, el gas y las rocas que constituyen estos cuerpos celestes. Algo así fue la vida de quien se ha considerado una de las grandes estrellas del Hollywood dorado. Esplendor por fuera y oscurantismo por dentro.

Rock Hudson vivió como un galán entregado a cultivar el arte de la seducción. Un gigante que medía 1,95 y que con su tamaño y su físico elevaba los suspiros de los espectadores de la época dentro y fuera de la gran pantalla. Realizó su mejor interpretación aparentando durante años una heterosexualidad que no dejó que se fisurara ni ante algunas de sus amistades más íntimas y vivió en la clandestinidad una homosexualidad blindada que solo quedó al descubierto pocos meses antes de que muriera en octubre de 1985 a causa del sida, un año después de habérsele diagnosticado la enfermedad.

Como ocurre con todas las leyendas y él lo fue por partida triple —como intérprete, como icono sexual y después como una de las primeras estrellas que visibilizó el sida— el fin de su vida no significó el ocaso del mito. Con el paso de los años han ido apareciendo detalles sobre su vida y biografías que han ido desvelando aspectos desconocidos de la estrella y de la persona. Ahora llega ‘Rock Hudson. All That Heaven Allows’, la que se ha calificado como la biografía definitiva de Roy Harold Scherer, el hombre que nació en Winnetka (Illinois) y que se ocultó durante sus 59 años de vida bajo el nombre que eligió para su carrera cinematográfica: Rock Hudson.

El libro escrito por Mark Griffin, que se convertirá en película, ofrece —según críticas de medios norteamericanos— una visión equilibrada y reflexiva sobre la vida del actor. El título es homónimo de la película que protagonizó en 1955 junto a Jane Wyman y podría traducirse como 'Solo el cielo lo sabe'. 496 páginas para las que se ha contado con declaraciones de más de cien personas que tuvieron relación con el actor y que desvelan aspectos desconocidos sobre el calvario personal que vivió más allá de sus esfuerzos por ocultar su homosexualidad.

Cuando era un niño vivió el abandono de su padre, la precariedad económica y el carácter manipulador y dominante de una madre que le creó inseguridades que formaron parte de su personalidad durante toda su vida. Lee Garlington, que fue uno de sus amantes y a quien el actor llegó a calificar en sus últimos días como el “amor de su vida”, desveló en 2015 que una de las razones de su ruptura fue precisamente que él “quería una figura paterna” y Hudson “no era lo suficientemente fuerte. Era un gigante amable”.

Durante su infancia el actor también se topó con un padrastro alcohólico que, según afirma el libro, abusó de él. Y después llegó su agente, Henry Wilson, conocido en el mundillo por estar especializado en captar jóvenes guapos a los que intentaba lanzar a la fama con la misma tenacidad con la que pretendía que pasaran por sus sábanas. En una obra anterior titulada ‘Rock Hudson Erotic Fire’, el historiador cinematográfico Darwin Porter desveló que en los comienzos de sus carreras Hudson y Marilyn Monroe tuvieron una aventura y que fue ella quien decidió darla por acabada con el argumento de que ambos “tendrían que mentir sobre algunos sofás” para ascender en su carrera.

Y así fue en ambos casos, con la diferencia de que Hudson se tuvo que prodigar entre ambos sexos y protegerse, como descubre la nueva biografía, de sus amantes masculinos, siempre dispuestos a dar detalles sobre la inclinación homosexual del intérprete a cambio de un puñado de dólares. Para evitarlo estaba precisamente Wilson, que acabó cansado de sobornar a jovencitos lenguaraces y terminó por obligar a Rock Hudson a casarse con su secretaria, Phyllis Gates, quien terminó por divorciarse en 1959, cuatro años después su engañoso matrimonio.

El sida, según la obra de Griffin, aumentó el sufrimiento del actor, no solo por el tremendo deterioro físico que experimentó, sino también por los meses en los que vivió angustiado porque se descubriera su secreto. La puntilla final la dio su último novio, Marc Christian, que denunció a Hudson y su secretario, Mark Miller, por 10 millones de dólares bajo la acusación de haberle puesto en riesgo por ocultarle la enfermedad que padecía el actor. Christian consiguió un acuerdo multimillonario en 1991 y murió en 2009, sin signos de sida, a causa de problemas pulmonares.

2017/09/13

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | 37 AÑOS DE LUCHAS POR LA LIBERTAD SEXUAL EN NAVARRA

37 años de luchas por la libertad sexual en Nafarroa.
Ocho años después de una ley pionera que no provocó apenas avances, el Parlamento de Navarra aprueba un nuevo texto. ¿Pueden las administraciones sincronizarse con las agendas del movimiento?
Santxikorrota | Hordago, El Salto, 2017-09-13
https://osalto.gal/lgtbiq/lgtbi+-37-anos-de-resistencia

El Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona no son el Estado de Israel, cuyo ‘pinkwashing’ utiliza los derechos de la comunidad LGTBI+ como coartada para justificar la estigmatización del pueblo palestino. Tampoco tienen mucho que ver con la Comunidad de Madrid, patrocinador oficial principal del mercantilizado World Pride Parade de este año, evento mundial que con sus 52 carrozas, ha convocado a tres millones de manifestantes de todo el planeta. Cada territorio produce sus propios procesos sociales, políticos e institucionales y más que forzar las analogías con otras escalas, lo necesario es extraer claves para determinar en qué medida las nuevas leyes autonómicas forales e infraestructuras administrativas locales, por citar los dos hechos más relevantes de este año, van a sincronizarse con las demandas y estrategias del movimiento LGTBI+.

¿Son conquistas que convertidas en cajas de resonancia y de manera seminal, alumbrarán nuevas agendas de derechos, generarán más espacios de libertad, y robustecerán las posiciones emancipadoras en el debate ideológico?, ¿o, más bien, en lo esencial se trata —salvando los destellos iniciales— de concesiones cuya naturaleza y límites operarán puliendo las aristas más incomodas de la agenda movimentista para, sobre todo, producir los patrones e imaginarios LGTBI+ normativos y aceptables para el capitalismo global integrado realmente existente? Y, por último, pero no por ello menos importante, ¿en qué medida los dispositivos jurídicos y asistenciales de la gobernanza progresista responsable van a componerse con los nuevos cuerpos precarios mayoritarios —pero socialmente desplazados— o con los circuitos migrantes y/o marginales de las periferias?

Los antecedentes están ahí. En 2009 se aprobó la pionera ‘Ley Foral de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales’ cuya materialización se ha reducido a una asesoría psicológica y poco más. Ocho años después, la mayor parte de medidas y disposiciones no han sido desarrolladas y los avances sociales claros atribuibles al mencionado articulado son inexistentes. Como señala Luna Martinicorena, activista de Lugatibe, “el marcador para determinar el impacto de las nuevos marcos legales son las partidas presupuestarias asociadas: sin ellas no hay nada”. Otras estadísticas han experimentado pocas variaciones. Por ejemplo, la tasa de suicidios entre menores a quienes en su infancia se negó su identidad sexual sentida, continúa en el 40%.

El pasado ocho de junio, en la estela de la medida anterior, el Parlamento de Navarra dio luz verde a la ‘Ley Foral de igualdad social de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales (LGTBI+) y de políticas públicas contra la discriminación por orientación sexual, expresión de género e identidad sexual o de género en la Comunidad foral de Navarra’. La nueva norma va a promover la participación en espacios sociales e institucionales, se compromete a proteger a menores, jóvenes y adolescentes en situaciones vulnerables, asume la reparación de injusticias históricas, garantiza el acceso a derechos reproductivos y sexuales, incorpora contenidos específicos en la educación superior, y reconoce la heterogeneidad familiar en los ámbitos judicial y administrativo navarros, entre otras medidas. En este caso, como en el anterior, el impulso de los colectivos sociales ha sido determinante y, sobre el papel, se formalizan avances notables (a pesar de la deriva punitivista reconocible en su prolijo y difuso capítulo sancionador).

Apenas tres semanas después y en vísperas de la manifestación anual, se inauguraba Harrotu en Iruñea. El centro municipal, gestionado por Kattalingorri a través de un convenio, sigue la línea de iniciativas similares que ya existen en Madrid y Barcelona, y desarrolla dos líneas de trabajo: la información y atención sexológica y psicosocial (orientación sexual), y la atención sexológica específica de transexualidad (identidad de género); y como infraestructura y soporte de cara a colectivos demandantes de apoyo. Tanto el perfil del personal como los objetivos generales impregnan al proyecto de una inequívoca dimensión activista. Entonces, ¿en qué manera y con qué criterios es recomendable evaluar este proceso de profesionalización e institucionalización?

Un poco de historia
El movimiento —de gays y de lesbianas en primera instancia— inició su andadura a finales de los años setenta y con el paso del tiempo se ha ido articulando en diferentes formatos. Las primeras experiencias correspondieron a EHGAM (Euskal Herriko Gay-Les Askapen Mugimendua), grupo mayormente conformado por hombres-; y Lumatza, formado por mujeres y que, tras atravesar diversas etapas, ha continuado hasta la actualidad. Según Oskar Sada, integrante del primer colectivo, aquellas asociaciones originarias “nacieron como respuesta a la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que criminalizaba al colectivo LGTBI+ y que no fue completamente abolida hasta 1995”. Durante el siglo pasado, se combinaron la demanda de cambios sociales, políticos, económicos y culturales, junto con las campañas anti-discriminatorias por motivos de orientación sexual o de identidad de género y por el reconocimiento social en cualquier ámbito.

Más tarde se constituyeron iniciativas menos extensas en el tiempo como Gehitu, Ilota Ledo —que trabajó las reivindicaciones del colectivo transexual relacionadas con la cobertura del proceso de reasignación sexual en la Seguridad Social, y con la demanda de legislación vinculante para las distintas administraciones— y, más recientemente, han surgido entidades como Chrysallis (asociación de familias de menores transexuales), Transkolore (asociación de personas trans de Navarra), o Lugatibe (Asamblea Transmarikabollo de Navarra, compuesta por el activismo más joven y cuyo eje de intervención es el combate de la LGTBI+fobia). La discusión sobre la convivencia de hombres y mujeres en los colectivos LGTBI+ sigue vigente: algunas activistas siguen detectando dinámicas propias del patriarcado dominador que favorecen los liderazgos masculinos y subordinan a las mujeres.

Durante todos estos años, la plataforma E28J ha aglutinado a gran parte del tejido asociativo de Iruñea alrededor del Día de las Libertades Sexuales, a finales de junio. En segundo lugar, a una distancia considerable de la fecha central en el calendario LGTBI+, se sitúan las innumerables actividades e iniciativas llevadas a cabo en estas décadas. En su momento, tuvieron gran resonancia hechos como el outing realizado a Gabriel Urralburu (entonces presidente del Gobierno de Navarra), la insumisión marica durante la campaña contra el Servicio Militar Obligatorio, la campaña de apostasía a la Iglesia católica, la lucha contra el SIDA (como herramienta para la supervivencia) o, más recientemente, la respuesta en marzo de este año contra el autobús del odio (a los menores transexuales) de Hazte Oir.

Así mismo, el debate de ideas ha ido produciendo sus eventos y puntos de inflexión. Divergeneranitzak se constituyó en 2011 para “trabajar contra el sexismo y las sexo-fobias, para enfrentarnos, una vez más, a cátedras y altares, y para seguir construyendo nuestra liberación” y desplegó una doble propuesta en febrero y agosto. Primero, en respuesta al “I Congreso Internacional de Ideología de Género” que organizó la Universidad de Navarra en torno a la familia, por medio de unas jornadas que, a modo de contraforo, visibilizaron una alternativa a la propuesta heteropatriarcal de los sectores más conservadores (con cine-fórum, presentaciones de libros, recitales, charlas, manifestaciones y fiestas... y donde se habló de inquisición, deseos desordenados, cuerpos divergentes, post porno, transfeminismo, o dinámicas queer). Más tarde, ya en verano, y al calor a los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud que la Iglesia Católica organizó en Madrid, promoviendo la campaña “Yo no os acojo, Ez zarete ongietorriak, You are not welcome”, dedicada a los miles de integristas que visitaron la ciudad en pleno mes de agosto.

En algún momento, sin embargo, el movimiento LGTBI+ empezó a analizar una realidad cada vez más acuciante: el aumento de las personas que se acercaban —mediante visitas, cartas, llamadas telefónicas o correos electrónicos— para expresar su malestar, soledad, las distintas discriminaciones que padecían, o para denunciar las agresiones de las que había sido objeto. Esas solicitudes de ayuda y comprensión eran escuchadas y muchas personas pasaban, tras la fase de acompañamiento, a formar parte de la comunidad, pero otras requerían, además, una atención personal y profesional que el activismo no podía proporcionar. El debate se instaló en el movimiento.

¿Qué hacer?

Las discusiones fueron decantándose, mayoritariamente, hacia la idea de crear un servicio de atención profesionalizado a las personas LGTBI+. En 2003 se materializó Kattalingorri, que tal y como afirma Xabi Sánchez, militante de la entidad, “tenía la vocación de entablar un diálogo con la administración pública para que la estructura fuera profesionalizada y apoyada institucionalmente”. A pesar de todo, el proceso fue lento y tortuoso, y estuvo sometido al vaivén de las lógicas parlamentarias. De hecho, la mayoría conservadora del Parlamento Navarro rechazó la elaboración de una ley que incluyera la creación de una oficina de atención LGTBI+ en dos ocasiones (2010 y 2013). Finalmente, la llegada de los gobiernos del cambio ha permitido su materialización.

Todavía es pronto para evaluar los resultados de los nuevos cuerpos legales y de las nuevas dotaciones llamadas a proteger los derechos de las personas LGTBI+. Habrá que ver, además, si se produce la misma desmovilización que generó a nivel estatal la aprobación de la Ley de Zapatero de 2005 (que modificó el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio) cuando, como tantas veces, el mundo activista descargó sobre las instituciones liberales burguesas demasiadas responsabilidades y legitimidades.

En definitiva, Harrotu y las dos leyes aprobadas son la decantación de casi cuarenta años de lucha LGTBI+ en la Comunidad Foral. Cuatro décadas de palizas, humillaciones, invisibilización y clandestinidad, pero también de dignidad, coraje, tenacidad y alegría de vivir. Son conquistas que obedecen a la acumulación política de toda una época. Ahora bien, las nuevas tendencias globales y locales, en particular el aumento de las agresiones y de la LGTBI+fobia (consecuencia de la mayor visibilización y del empoderamiento de la comunidad), singularmente preocupantes en todo lo asociado al bullying escolar, van a someter —están sometiendo ya— el esquema de trabajo político del movimiento a un examen donde desterrar la autocomplacencia y apostar por el rigor analítico serán esenciales. Ahí se verá si lo construido eran rampas de lanzamiento con posibilidades reales de cara al futuro o si más bien se trataba de pistas de aterrizaje. Y, sobre todo —una vez más—, será nuclear entrar a valorar el papel de lo público en los conflictos que se avecinan, y su relación con el contrapoder del movimiento.

En busca de la Q perdida
¿Qué de Queer?, ¿pero qué pasa con la “Q” de queer? En la inclusiva macedonia de letras que componen las siglas LGTB(Q)I, la Q tiende a desaparecer... Cierto es que ese conjunto de siglas no solía incluir otros matices como la P (Pansexuales) o la A (Asexuales) y que, más recientemente, se empezaba a incluir el signo + como expectativa abierta de nuevas variantes, pero la Q ha dejado de aparecer, especialmente en la denominación de los centros institucionales o parainstitucionales. Quizá la creciente normalización de la lucha igualitaria, reconocida y fijada en unas siglas, está dejando fuera la Q porque, en gran medida, lo queer desea permanecer fuera de toda normalidad, afirmando su “estatus de paradoja”, como torcido, bizarro y raro también frente a las tentaciones de asimilación de su propio triunfo. Como señala Guy Hocquenghem: “La homosexualidad no existe y existe al mismo tiempo. Es su mismo modo de existir lo que pone de nuevo en cuestión la certeza de su existencia”. Esto es, si la homosexualidad/lesbianismo y, por extensión, la identidad de género tiene un carácter performativo y es en definitiva un constructo cultural, lo queer como entidad conceptual crítica también lo es y, en buena lógica, ha de desaparecer o, a lo sumo, camuflarse como clandestina y ambigua literatura activista o deconstruccionista. Otra cuestión es si esta desaparición o caída en desgracia anuncia una normalización general de las luchas del género, que en aras de conquistas estratégicas de derechos, espacios y reconocimientos mayoritarios, arrinconan su lado más salvaje, acaso en busca de esa trampa que es la civilización como “captura del deseo”. Así, cuando crucemos el umbral de un nuevo centro LGTBI+ donde la Q haya desaparecido —como en Harrotu— estaremos entrando en el espacio de la paradoja. Siempre que hay una ganancia, hay una pérdida, ¿o no?

2010/11/25

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | CARLOS A. BIENDICHO, EL DEFENSOR DE LA CAUSA GAY EN EL PP

Carlos A. Biendicho, el defensor de la causa gay en el PP.
El activista salió de los armarios de la homosexualidad y el sida.
Emilio de Benito | El País, 2010-11-25
https://elpais.com/diario/2010/11/25/necrologicas/1290639601_850215.html 

Morirse ha sido lo único discreto que ha hecho Carlos Alberto Biendicho en los últimos 20 años. Ex capitán del Cuerpo de Armas de Ingenieros y ex seminarista, Biendicho ha sido un referente único de la lucha del movimiento LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales), a veces a pesar del propio movimiento. Su militancia como presidente de la autoproclamada Plataforma Popular Gay (un partido que nunca reconoció un vínculo institucional con él) le hizo un personaje incómodo, y, por eso mismo, necesario.

La web carlaantonelli.com recogía ayer esta descripción que él mismo había hecho de su condición de gay y seropositivo: "Mi madre me parió vago y maleante, después fui peligroso social, posteriormente fui presunto delincuente hasta 1986 (en el Ejército la homosexualidad fue delito hasta esa fecha), hasta 1992 tenía un trastorno psicofísico, aunque en 1988 ya me habían diagnosticado el VIH. Pero ante todo soy superviviente de la raza humana".

Al final, un cáncer asociado al sida acabó con su vida el pasado 16 de noviembre, a los 55 años, aunque hasta ayer la noticia no empezó a circular por los foros de activistas. En los últimos meses, Carlos Alberto narró con pelos y señales sus ingresos, sus recaídas, la quimioterapia, la atención que recibía.

No era un alarde masoquista: se trataba de la muestra más extrema de su ejercicio de visibilidad, de su salida de todos los armarios (el de la homosexualidad, el del sida). Siempre con voluntad de construir. Porque para Carlos Alberto -polemista inagotable y activista insaciable- todo lo que le sucedía era motivo para emprender una nueva lucha. Si conocía a un gay exiliado por su condición, removía Roma con Santiago para conseguirle papeles; si se trataba de una persona con problemas mentales asociados al sida, no paraba hasta que los médicos se interesaban por él. Por eso a nadie le extrañó que su último proyecto fuera crear una asociación de personas con cánceres relacionados con la infección.

La inercia pide que se diga "con la infección que él padecía", pero probablemente habría que decirlo al revés, que "la infección le padeció a él", porque nunca dejó que se apoderara de su vida. Como con más o menos paciencia le padecieron en el Partido Popular (no dudaba en acudir a Manuel Fraga, Ana Mato, Ana Pastor o Mariano Rajoy si la situación lo requería) o sus compañeros de activismo, que tenían que lidiar con su catarata de propuestas.

Tampoco los periodistas nos libramos de su vehemencia, fuera para criticarnos o para alabarnos, para denunciar o amagar. Fueron famosas sus amenazas de sacar del armario a algunos prelados cuando estos se movilizaron para impedir que se aprobara la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque luego prefiriera ser discreto.

Cuesta borrar su móvil de la agenda. Porque hay algo seguro: a poco que pueda, Carlos todavía llamará para contar si por fin está en un lugar sin discriminación de ninguna clase.

2008/11/28

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | MAR CAMBROLLÉ, UNA MUJER MUY BRAVA

Una mujer muy brava.
Mar Cambrollé. Presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía
Román Orozco | El País, 2008-11-28
https://elpais.com/diario/2008/11/29/andalucia/1227914535_850215.html 

Unas tres mil personas se aproximaban peligrosamente al edificio de los juzgados de Sevilla. Habían atravesado las principales calles del centro. Un fuerte cordón policial cortaba el paso a los manifestantes en el Prado de San Sebastián. No hacía ni dos años que el dictador Franco había muerto. Las cosas no estaban para bromas. Un oficial se dirigió a quienes encabezaban la marcha:

-Esto hay que disolverlo.

Un joven se le encaró:

-Aquí no se disuelve nadie. Queremos ir a los juzgados, presos o en manifestación.

El policía sopesó las posibilidades: entre el abigarrado grupo de jóvenes se veían banderas de los más variados colores: comunistas, socialistas, anarquistas. Les dejó pasar. Alcanzaron su meta y expresaron su rechazo a una nefasta norma de la dictadura: la Ley de peligrosidad y rehabilitación social. Aquella que castigaba hasta con cuatro años de cárcel a los homosexuales.

Corría 1977 [i.e. 1978]. Sevilla presenciaba atónita la primera marcha del orgullo gay que se organizaba en Andalucía. Su promotor era Francisco Cambrollé Jurado, un joven de 20 años, líder del Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR).

Tres décadas más tarde. En el altillo de Metal Street, una moderna tienda de ropa de la calle Sierpes, una mujer que ha sorteado el medio siglo, pero que conserva una piel tersa, una abundante melena castaña y una estilizada figura, abre el baúl de sus recuerdos. Su nombre es Mar Cambrollé Jurado. No es hermana de Francisco, el joven que hizo frente a la policía, no. Es Francisco, pero en su verdadera identidad: mujer.

- A los seis años, ya me gustaba más jugar con niñas que con niños. A los doce, salía de paseo con mis amigas, vestida con trajes que ellas me dejaban. Muchos niños ni lo notaban.

Esa es la historia de Mar: un error de la naturaleza. Una persona con alma de mujer, pero nacida con atributos de hombre. Su vida es la lucha por corregir ese error. El suyo y el de otros miles de personas con el mismo problema, desde la presidencia de la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA).

Había nacido en el seno de una humilde familia sevillana de cuatro hijos, vecina de las barriadas populares: Polígono de San Pablo, Las Letanías. Con su certificado de estudios primarios en el bolsillo y poco más de 13 años, Francisco era carne de cañón del mercado de trabajo infantil. Primera parada: Cafetería Cáceres. Guarda un buen recuerdo. Tanto que conserva cuidadosamente sus primeras nóminas: 1.703 pesetas al mes (poco más de 10 euros). Dos años después es "aspirante administrativo" en unos almacenes. Gana 2.812 pesetas de sueldo. Su vida comienza a cambiar de manera irreversible.

En el autobús coincide con un grupo de chavales del barrio afiliados a las Juventudes Obreras Católicas (JOC). Son los buenos tiempos de la iglesia de los pobres, cuando los curas obreros siembran en los suburbios la semilla de la rebelión contra la dictadura. Francisco se une al grupo.

-Veo la injusticia social que nos rodeaba. Un barrio sin escuelas, ni centros para jóvenes; estábamos desasistidos.

En la JOC se encuentra con "personas abiertas y receptivas". Se alimenta de publicaciones antifranquistas: ‘Cambio 16’, ‘El Correo de Andalucía’. Cae en sus manos un dossier sobre la homosexualidad que publica ‘El viejo topo’. "Encontré la respuesta a muchas preguntas". Descubre que la homosexualidad no es "ni delito, ni enfermedad, ni perversión". En la JOC, cada uno realiza su apostolado en los círculos que frecuenta: el barrio, la empresa, la universidad. "Yo planteo que mi campo de acción será el colectivo homosexual". Les explica que "la homosexualidad no es ningún trastorno, sino una opción más dentro de la sexualidad humana".

Lo entienden. Lo mismo que su familia va entendiendo y aceptando. "No tuve que comunicar grandes cosas a mis padres; el conocimiento es importante para razonar y racionalizar las ideas, pero hay un valor más importante: el amor".

A la cita mensual en los locales de Acción Católica del Palacio Arzobispal acuden cada mes más de cuarenta jóvenes. Francisco los ha captado en los bares de ambiente gay, el Quijote, el Charlot. En aquellas sagradas estancias nació el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria. ¿Revolución? ¿Sexual o política?

-Política. Éramos homosexuales de izquierda. Hacíamos un análisis marxista de la sexualidad. El capital se tiene que asegurar la ideología a través de la familia patriarcal, en donde el hombre juega el papel del Estado y la madre el de correa de transmisión de la familia.

Los grupos de ultraderecha les acosaban con palos de béisbol y cadenas. Pero también los regímenes socialistas perseguían la homosexualidad. La Unión Soviética, Cuba. "Porque las dictaduras tienen la necesidad de controlar la homosexualidad", responde tajante.

Ese mismo año, se enamora de un chico. La relación dura 13 años. Para ganarse la vida, montan un tenderete en la Plaza del Duque en el que venden artesanías. El Ayuntamiento sevillano intenta frenar que el mercadillo se consolide en tan céntrica plaza. Francisco encabeza la rebelión. Hay encierros en el Ayuntamiento. Tensión. Se gana el apodo de ‘Paca la Brava’. Ganan. El mercadillo sigue pujante, 30 años después.

Allí pasó diez años de su vida. Hasta que montó su propia tienda. Y aunque la crisis golpea a todos, y ha tenido que ajustar su plantilla, Metal Street sigue vistiendo a jóvenes de ambos sexos con ropa vanguardista, atendida por Mar y su marido. Su DNI ya registra su nombre femenino. Y hace 12 años fue "reasignada" genitalmente. ¿Reasignar? Si, porque "es incorrecto hablar de cambio de sexo". Más tarde, se sometió a una segunda operación, una mamoplastia.

En la Plaza del Duque, el campo de sus viejas batallas, posa con elegancia. Esta revolución ya no la disuelve ni Dios.

"Tenemos derecho a ser operadas"
Mar Cambrollé es suave y educada. Pero inflexible si se trata de defender sus principios.

-La derecha no quiere que con dinero público se hagan operaciones de reasignación de sexo.

-¡A lo mejor es que somos personas de tercera! Pago mis impuestos y mi seguridad social desde los 14 años. ¿Por qué no voy a tener derecho?

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) es pionero en España en este tipo de tratamientos. Casi dos centenares de transexuales se han operado en la Unidad de Trastornos de Identidad de Género, del Hospital Carlos Haya de Málaga, desde que se abrió en 1999. ¿Funciona bien?

-Ahora, pésimamente. Hay más de 150 personas en listas de espera, entre ellas, medio centenar de hombres transexuales que necesitan una histerectomía (extirpación del útero) para evitar que se reproduzcan quistes...

Pero reconoce lo mucho que se ha avanzado. Y agradece al PSOE, partido con el que simpatiza, su política de igualdad frente a la derecha "que nos quiere seguir educando con el catecismo en la mano".

Los Verdes la incluyeron en sus listas al Senado por Sevilla en las pasadas elecciones, y obtuvo 16.000 votos. Pero no quiere hacer carrera política. Prefiere seguir defendiendo los derechos de los colectivos LGTB (lesbianas, gay, transexuales, homosexuales) en organizaciones como ATA, Girasol o la federación española.

¿Hay que obligar a la gente a salir del armario? No, responde Mar. "Cada persona tiene su propio proceso y sabe cuándo tiene que salir". Otra cosa son los personajes públicos. A esos sí hay que aplicarles el ‘outing’, como se hace en otros países. ¿Lo harán en España?

Quizá, algún día, con algunos políticos. Pero sobre todo, con los curas: "Tienen una boquita muy larga y son los que más tienen que callar".

Porque Mar no perdona la hipocresía.

2000/12/12

DOCUMENTACIÓN | POLÍTICA | EL EX MINISTRO SAAVEDRA SE DECLARA HOMOSEXUAL EN EL PRÓLOGO DE UN LIBRO

El ex ministro Saavedra se declara homosexual en el prólogo de un libro.
El País, 2000-12-12

https://elpais.com/diario/2000/12/12/espana/976575612_850215.html 

El ex ministro socialista y ex presidente del Gobierno de Canarias, Jerónimo Saavedra, se declara homosexual en el prólogo del libro ‘Outing en España. Los españoles salen del armario’. En la obra, publicada por Hijos de Muley-Rubio, el autor, Fernando Bruquetas de Castro, hace un repaso de los personajes que han decidido hacer pública su homosexualidad. Saavedra, que fue ministro para las Administraciones Públicas entre 1993 y 1995 y de Educación entre 1995 y 1996, reconoce que durante esos años "algunos compañeros de partido" le "incomodaron con actitudes homofóbicas", y narra que lo que le convenció definitivamente para ‘salir del armario’ fue la muerte de su compañero en un accidente, el pasado agosto. Primero decidió que su nombre apareciera en la esquela, y luego escribir el prólogo del libro.

1999/09/09

DOCUMENTACIÓN | POLÍTICA | MICHAEL PORTILLO VUELVE A LA POLÍTICA CONFESANDO SU PASADO HOMOSEXUAL

Michael Portillo vuelve a la política confesando su pasado homosexual.
Lourdes Gómez | El País, 1999-09-09

https://elpais.com/diario/1999/09/10/internacional/936914414_850215.html 

El ex ministro conservador Michael Portillo revisa su pasado al tiempo que prepara su retorno a la política británica. En una sorprendente confesión, el heredero natural de Margaret Thatcher, que perdió su escaño parlamentario en 1997, admite abiertamente que tuvo relaciones homosexuales durante sus años universitarios en Cambridge. Portillo, de padre español, vuelve a aspirar a ocupar un puesto entre los tories tras dos años de silencio.

"Tuve algunas experiencias homosexuales en mi juventud", desvela en una entrevista publicada ayer en el diario ‘The Times’. Con su honestidad, Portillo quiere poner fin a años de rumores sobre sus inclinaciones sexuales y presentar un aspecto humano de su personalidad que ocultó durante su etapa en el Gobierno. "Estoy harto de todas las insinuaciones y rumores que están circulando", dijo ayer respecto a las alusiones sobre su presunta relación con el ex ministro Peter Lilley y otros miembros del Partido Conservador. "Pensé que es mejor decir lo que es cierto y lo que es falso. No ha habido nada de este tipo [relaciones homosexuales] en todo el tiempo que he desempeñado un cargo público. Estoy felizmente casado", señaló. Portillo confía en la "tolerancia" de la parroquia ‘tory’, y particularmente de los miembros de la circunscripción londinense de Kensington y Chelsea, que aspira a representar en la Cámara de los Comunes. El fallecimiento, el domingo, del diputado Alan Clark posibilita el retorno del ex ministro al centro de la política británica. De lograr su selección y el voto mayoritario en la inminente elección parcial, no sólo accederá a un alto cargo en la oposición, sino que pondría en peligro el liderazgo conservador de William Hague. Hijo de un republicano español exiliado en Inglaterra durante la Guerra Civil, y originalmente simpatizante del Partido Laborista, Portillo dio en Cambridge un viraje ideológico.

El joven estudiante de historia se aproximó a los conservadores para erigirse, hasta su espectacular derrota en 1997, en el pretendiente a recoger el manto de Thatcher.

1998/04/12

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | GEORGE MICHAEL ADMITE SER HOMOSEXUAL TRAS SU ARRESTO

George Michael admite ser homosexual tras su arresto en EE UU.
Inmaculada Gómez Mardones | El País, 1998-04-12

https://elpais.com/diario/1998/04/12/cultura/892332004_850215.html

El ícono pop británico George Michael admitió que es homosexual en una entrevista exclusiva concedida a la cadena de televisión CNN, difundida la noche del viernes. La entrevista fue realizada después de que Michael fuera arrestado por "realizar actos obscenos" en un parque de Beverly Hills el pasado martes y saliera bajo fianza de 500 dólares la misma noche. Hasta el momento de la entrevista, Michael de 34 años, no se había referido públicamente al incidente y había evitado siempre referirse a su orientación sexual. "Quiero decir que no tengo problemas con que la gente sepa que tengo una relación con un hombre en este momento", dijo Michael a CNN.

"No he tenido una relación con una mujer desde hace casi 10 años", añadió. Michael dijo que estaba dispuesto para admitir que es homosexual "porque ya de alguna manera lo hice, ¿verdad? Lo hice en una forma en la que en realidad no pensaba hacerlo", declaró.

El cantante estaba solo cuando un policía vestido de civil lo vio supuestamente en una actitud que no se especificó y lo arrestó, según la policía de Beverly Hills. La policía se negó a especificar la naturaleza o dar detalles del acto por el que se arrestó a Michael, en pleno día y en un parque frecuentado por homosexuales. El cantante debe comparecer el próximo 5 de mayo ante la Corte Municipal de Beverly Hills, barrio elegante de Los Angeles.

Michael admitió en su entrevista con CNN, haberse puesto en "una posición extremadamente estúpida y vulnerable", aunque declaró: "no me siento avergonzado, me siento estúpido, imprudente y débil por haber expuesto mi sexualidad de esta manera".

También admitió haber cometido actos "imprudentes" similares en el pasado. El cantante se disculpó con sus fans por el incidente, y los tranquilizó. "Sólo quiero decirles que estoy bien", dijo. Declaró además, que sus primeras canciones románticas fueron referidas a mujeres pero que sus más recientes se refieren a hombres. Entre los éxitos que lo hicieron famoso figuran 'I Want Your Sex' y 'Faith'.

1997/11/15

DOCUMENTACIÓN | REUNIÓN EN BARCELONA | EL FAGC DISPUESTO AL "OUTING" DE POLÍTICOS SI SE VULNERAN DERECHOS

Polémica en medios 'gay' sobre la difusión de listas de políticos homosexuales.
Un grupo amenaza con divulgar nombres.
Milagros Pérez Oliva | El País, 1997-11-15
https://elpais.com/diario/1997/11/16/sociedad/879634805_850215.html

El Front d'Alliberament Gay de Catalunya anunció ayer que tiene una lista de políticos españoles que son homosexuales y que está dispuesto a hacerla pública si no prosperan las propuestas del movimiento homosexual en relación con la regulación de las parejas de hecho. El anuncio mereció el inmediato rechazo de la Coordinadora Gay-Lesbiana porque atentaría contra el derecho a la intimidad. El Front d'Alliberament Gay formuló su amenaza en un encuentro de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual, que reúne en Barcelona a unas 50 [personas de] organizaciones procedentes de toda España.

El Front tiene una relación de políticos que ocultan ser homosexuales y se declara dispuesto a hacerla pública "cuando sea necesario" si los grupos parlamentarios no aceptan las propuestas del movimiento gay para el reconocimiento pleno de las parejas homosexuales en la regulación de las parejas de hecho que se tramita en el Congreso.

"La utilizaremos si el Parlamento se empeña en aprobar la Ley de Uniones Civiles con la redacción anacrónica y reaccionaria que tiene ahora y si se vulneran nuestros derechos como hace poco hizo el Ayuntamiento de Sitges", indica el Front, que considera que "el grado de homofobia ha crecido desde que el PP ha llegado al Gobierno".

Algunos grupos británicos han recurrido a este tipo de revelación que denominan outing y que consiste en dar a conocer la condición de homosexual de personas que obstaculizan el avance de sus reclamaciones.

Ayer mismo, la Coordinadora Gay-Lesbiana rechazó esta estrategia para defender las reivindicaciones de los homosexuales. En opinión de la coordinadora, "revelar la homosexualidad de personas contra su voluntad atenta contra los más elementales derechos a la intimidad y es una falta de respeto a la vida privada".

Jordi Petit, dirigente de la coordinadora, indicó: "Por más crispación y preocupación que puedan causar temas pendientes de solución, nada justifica vulnerar el derecho a la privacidad. Hacer pública la propia homosexualidad es una opción personal y voluntaria inalienable".

1994/05/08

DOCUMENTACIÓN | OFENSIVAS | DIMITE MICHAEL BROWN, DIPUTADO CONSERVADOR BRITÁNICO, ACUSADO DE TENER RELACIONES HOMOSEXUALES

Dimite un diputado conservador británico acusado de tener relaciones homosexuales.
Lola Galán | El País, 1994-05-08

https://elpais.com/diario/1994/05/09/internacional/768434410_850215.html 

El pasado fin de semana contribuyó poco a mejorar la situación del Partido Conservador británico tras el descalabro en las municipales del jueves. Una información aparecida en el dominical del diario ‘Sun’, el inefable ‘News of the World’, destapaba un nuevo escándalo sexual con un parlamentario ‘tory’ como protagonista. El ‘News’ relataba la existencia de una relación homosexual entre Michael Brown, de 42 años, ‘whip’ -algo así como un ‘comisario’- gubernamental del Partido Conservador con un joven de 20 años llamado Adam Morris. Brown presentó su dimisión inmediatamente, no sin lamentar esta intromisión en su vida privada.

De acuerdo con el tabloide -el mismo que lanzó a la fama a la española conocida como lady Bienvenida-, Michael Brown, que pertenece al ala derecha del partido, intimó demasiado con Morris, un estudiante ‘tory’ de la prestigiosa London School of Economics, hasta el punto de compartir con él unas vacaciones en Barbados. ‘News of the World’ recoge además unas declaraciones del joven en las que con total naturalidad reconoce las enormes ventajas de tener un amigo -"un amigo muy íntimo"- en el Parlamento. "Tengo acceso a la gente de la Cámara [de los Comunes] siempre que quiero y me tratan como a un VIP", dice.

No es la primera vez que el ahora dimisionario Brown se enfrenta a acusaciones de homosexualidad. En 1988 tuvo que desmentir que fuera miembro del colectivo ‘gay’, cuando se supo en su circunscripción que compartía un piso con otro hombre. Eso no le impidió desarrollar un activo papel en la campaña para rebajar la edad legal de los hombres en lo que a las relaciones sexuales se refiere, de los 21 a los 16 años. La ley aprobada por el Parlamento en febrero pasado se quedó a medio camino, fijando la "edad del consentimiento" en los 18 años. Aún así, la ley no está todavía en vigor, por lo que la acusación que pesa sobre Brown tiene incluso un riesgo penal.

El ‘caso Brown’ difícilmente contribuirá a empeorar la situación política de John Major, que según el canciller del Exchequer, Kenneth Clarke, se enfrenta al mayor acoso sufrido por un político en el Reino Unido en los últimos 25 años.

Pero no se trata tan sólo de la situación de Major. Es el Partido Conservador el que parece atravesar una de sus peores crisis de identidad. Mientras las viejas glorias ‘tories’, desde lady Thatcher hasta Edward Heath, se pronunciaban este fin de semana sobre la conveniencia de mantener al mismo timonel en el número 10 de Downing Street, otro periódico, el ‘Mail on Sunday’, revelaba la existencia de un memorándum, supuestamente fruto de los trabajos de un centro de estudios, para ‘lanzar’ al secretario del Tesoro, Michael Portillo, como gran alternativa a Major.

1985/10/02

DOCUMENTACIÓN | VIH-SIDA | DOBLES VIDAS EN LA MECA DEL CINE

Dobles vidas en la meca del cine.
El País, 1985-10-02

https://elpais.com/diario/1985/10/03/cultura/497142005_850215.html 

La revista norteamericana ‘Time’ publicó en la primera semana de agosto, al poco tiempo de que Rock Hudson fuese ingresado gravemente enfermo en un hospital de París, un reportaje en el que por primera vez se hablaba a las claras, aprovechando las supuestas conexiones clínicas entre el SIDA que padecía y la homosexualidad, de la hasta entonces semisecreta vida sexual del actor. De paso, dicho reportaje se refería a la doble vida de personajes que, siendo homosexuales como él, fueron prototipos del heterosexual en su imagen cinematográfica.

Entre éstos se citaba a otros actores, algunos tan conocidos como Ramón Novarro, uno de los más famosos ‘latin-lovers’ del cine mudo; Montgomery Clift, Tyrone Power, Errol Flynn y Sal Mineo. Supuestamente homosexuales, aunque no citados por ‘Time’, fueron también Albert Dekker, Liberace, Rodolfo Valentino y James Dean, y dos grandes genios del cine, el norteamericano Griffith y el alemán Murnau.

Masculino y natural
El reportaje de esta revista hablaba de que Rock Hudson pasaba los días en su casa de Los Angeles. Cuando quería airearse iba a San Francisco, donde, según un artículo publicado en el ‘Chronicle’ de esta ciudad, no le importaba ser visto en discotecas y restaurantes ‘gay’. Un columnista del ‘Chronicle’, Armistead Maupin, señaló que en 1976 intentó persuadir a Hudson de que hiciera pública su homosexualidad. "Rock pareció pensar: un día de estos voy a tener muchas cosas que decir. Yo pensé que sería una buena idea, porque era exactamente igual en la vida privada que sus personajes de la pantalla, muy masculino y natural". El actor estaba todavía amargado, según Maupin, por el hecho de que hubiese sido forzado a un matrimonio de conveniencia en los años 50. Fue infeliz y fracasó.

Los sentimientos han cambiado desde esa época hasta ahora. Los ‘gays’ son activos en muy diferentes campos, y ha habido muchas películas y obras de teatro acerca de homosexuales, desde ‘Los chicos de la banda’ y ‘Víctor o Victoria’, hasta el musical ‘La jaula de las locas’, y dos obras de éxito acerca del SIDA, la de William Hoffman ‘As Is’, y la de Larry Kramer ‘The normal heart’.

Tennessee Williams escribió y habló sobre su homosexualidad, algo que autores de teatro más tempranos, como Lorenz Hart, Cole Porter y Nöel Coward, nunca pudieron hacer libremente. Aunque ningún actor de cine y de teatro ha proclamado su homosexualidad. Y por una buena razón: han pensado que el público se volvería en su contra. "El dólar es lo que cuenta", dice George Christy, un columnista del ‘Hollywood Reporter’. "La homosexualidad es todavía un estigma en nuestra sociedad".

El SIDA ha añadido un siniestro toque a esta vieja historia. El mal ya ha afectado a las colonias del cine y del teatro. "Durante los últimos dos o tres años al menos 20 personas que trabajaban aquí han muerto", dice Joseph Papp, director del New York City's Public Theatre. "La primera vez nos vimos sorprendido de que un joven de 23 años fuese afectado. Luego vinieron otras víctimas".

1985/08/03

DOCUMENTACIÓN | VIH-SIDA | ROCK HUDSON, LA OTRA VIDA DE UN HÉROE AMERICANO

Rock Hudson, la otra vida de un héroe americano.
Gerald Clarke · Time | El País, 1985-08-03

https://elpais.com/diario/1985/08/04/sociedad/491954404_850215.html 

Es cierto que ha habido mejores actores, e incluso algunos eran más atractivos. Pero para los aficionados al cine de los años cincuenta y sesenta, ninguna estrella representó mejor las anticuadas virtudes norteamericanas que Rock Hudson. "Es completo", escribía la revista ‘Look’ en 1958 "No suda. No tiene granos. Huele a leche. Su apariencia es de limpieza y respetabilidad. Este muchacho es puro". La pasada semana, mientras Hudson yacía gravemente afectado por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en un hospital de París, quedó claro que el héroe americano tenía otra vida: era casi con seguridad un homosexual. Mucha gente lo sabía, al igual que habían sabido de la homosexualidad de otras estrellas, desde Ramón Novarro -uno de los más grandes ‘latin lover’ de la época del cine mudo- hasta Montgomery Clift, Tyrone Power, Errol Flynn o Sal Mineo. En cierto sentido, el dilema de los homosexuales no es distinto en el mundo del cine que en cualquier otro tipo de actividad. Muchos temen, normalmente con razón, que el reconocimiento de sus vidas privadas pueda dañar y quizá arruinar sus carreras, tanto si trabajan para la Metro-Goldwyn-Mayer como si lo hacen para la General Motors.

En otro sentido, su situación es a un tiempo más seria y patética. Han de presentar una imagen falsa no solamente ante sus amistades y colegas, sino también, en el caso de una estrella como Hudson, ante millones de admiradores, de quienes temen que no puedan ni quieran aceptar la verdad. Durante años han jugado al gato y al ratón con una Prensa que en su mayor parte es benévola. Ahora, muchos de ellos están amenazados por algo más cruel de lo que cualquier publicación escandalosa podía haber imaginado nunca: por un mal terrible, incurable y fatal de necesidad.

Hudson es un símbolo trágico de otros muchos. Alto (1,93 metros), mandíbula cuadrada y atractivo, fue a dar, como la cosa más natural, a Hollywood al dejar la Marina después de la II Guerra Mundial. El agente Henry Wilson creyó lógico que Roy Fitzgerald se transformara en Rock Hudson, tan firme como Gibraltar y tan invariable como el río que pasa por las torres de Manhattan. Siguió una serie de películas B y, trabajando duro, Hudson aprendió la técnica, si no el arte, de la actuación. Tuvo una buena actuación en ‘Gigante’ (1956) y fue nominado para un premio de la Academia, y demostró talento para la comedia en una serie de películas, como ‘Pillow talk’ (‘Pijama para dos’), que interpretó con Doris Day a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Cuando su carrera en el cine empezó a desvanecerse se dedicó a la televisión, demostrando su atractivo en ‘McMillan y su esposa’ (‘McMillan and wife’) como el policía de San Francisco que resuelve todos los casos, y más tarde en ‘Dinastía’, en la que animosa pero infructuosamente asedia a Krystie (Linda Evans).

La constante frustración
Casi en todos los papeles representó al hombre fuerte y evidentemente heterosexual, y la frustración aparentemente afectó a sus nervios. En Los Ángeles solía pasar las tardes en su casa con vista a Beverly Hills. Cuando quería desahogarse iba a San Francisco, donde, según un artículo del ‘Chronicle’, no le importaba que se le viera en restaurantes y discotecas homosexuales. Un antiguo columnista del ‘Chronicle’, Writer Armistead Maupin, dijo que en 1976 había intentado convencer a Hudson para que manifestara públicamente que era homosexual. "Rock pareció tomar la idea en consideración, y dijo: 'Un día de éstos voy a tener mucho que decir'. Me pareció una buena idea, porque su comportamiento en público era, igual que en el cine, muy masculino y natural". El actor seguía sintiendo amargura, dijo Maupin, porque en los años cincuenta se había visto forzado a un desafortunado matrimonio de conveniencia. Una revista especializada en escándalos había amenazado con descubrirlo, contó Maupin, y para proteger su imagen, el estudio de Hudson arregló apresuradamente un matrimonio con la secretaria de su agente, que duró menos de tres años.

Los sentimientos han cambiado desde los años cincuenta. Los homosexuales se muestran muy activos en una serie de campos, y se han realizado muchas películas y obras de teatro sobre homosexuales. Tennessee Williams escribió y habló largo y tendido sobre su homosexualidad, algo que los grandes del teatro anterior, como Lorenz Hart, Cole Porter y Noël Coward, nunca se atrevieron a hacer. Sin embargo, ninguna estrella del escenario ni del cine ha manifestado su homosexualidad. Y por una razón muy sólida: han pensado que el público les volvería la espalda. "A la larga, el dólar es lo que cuenta", dice George Christy, un columnista del ‘Hollywood Reporter’, un periódico gremial. "La homosexualidad sigue siendo una mancha en nuestra sociedad".

De todas formas, el SIDA ha añadido una nueva y más siniestra vertiente al viejo cuento, y puede empujar a muchas otras estrellas a salir del anonimato. La enfermedad ya ha conmovido los cimientos de las colonias teatrales y cinematográficas de ambas costas. "En los últimos dos o tres años han muerto por lo menos 20 personas que trabajaban aquí", dice Joseph Papp, director del Public Theatre de Nueva York. "La primera vez nos sorprendió la muerte de una persona tan joven (tenía 23 años). Le preparamos un homenaje, y luego tuvimos otros por otras víctimas. Hubo un momento en que teníamos un homenaje cada pocos meses. Es algo terrible".

Una decisión valiente
La confesión de Hudson de padecer el SIDA ha tenido más eco de lo que él podía haberse imaginado. "Es una vergüenza que se necesite algo así para que la gente preste atención", dice Hamburg, pero es extraordinario que suceda. Necesitamos hacer comprender a la gente que el SIDA no tiene por qué ser una enfermedad incurable y que el dinero para la investigación puede ayudarnos". Según otros, Hudson ha puesto un rostro a la enfermedad y la llevó a casa de muchos que hace un par de semanas ni se hubieran preocupado.

Pensando sobre su vida y su carrera hace varios años, mucho antes de padecer el SIDA, Hudson parecía un poco cansado de la vida. "Me he pasado mucho tiempo tratando de saber qué es la vida", dijo. "Sigo sin saberlo, pero ahora me importa un bledo". Pero quizá en el fondo le importe. Su declaración la semana pasada fue probablemente el gesto más dramático de su larga carrera.

1978/10/06

PELÍCULAS | Iglesia, Eloy de la | El diputado

Iglesia, Eloy de la (Director) (1978). El diputado. Figaro Films ; Producciones Cinematográficas UFESA.


El diputado. 1978. Estreno: 1978-10-06. 116 min. Dirección: Eloy de la Iglesia. Guion: Eloy de la Iglesia, Gonzalo Goicoechea. Reparto: José Sacristán, María Luisa San José, José Luis Alonso, Enrique Vivó, Agustín González, Queta Claver, Ángel Pardo, Juan Antonio Bardem. Figaro Films ; Producciones Cinematográficas UFESA.

Roberto Orbea, que había sido militante clandestino de un partido de izquierdas durante el franquismo, es elegido diputado en las elecciones de 1977. En el momento más importante de su carrera, cuando está a punto de ser nombrado Secretario General de su partido, es víctima del chantaje de un grupo de extrema derecha que amenaza con airear su homosexualidad.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // STARS COFLHEE es un trabajo realizado por Julen Zabala Alon...