1995/01/31

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | FALLECE EDELINA MUÑOZ, 'TINA', DE LAS GRECAS

Edelina Muñoz, de Las Grecas.
EFE | El País, 1995-01-31

https://elpais.com/diario/1995/02/01/agenda/791593201_850215.html

Edelina Muñoz, ‘Tina’, componente con su hermana Carmela de Las Grecas, famoso [dúo] en los años setenta con la canción ‘Te estoy amando locamente’, falleció el lunes en un centro de acogida de Aranjuez y fue enterrada ayer en el Cementerio Sur de Madrid. Tras años de fama, el dúo, que combinaba flamenco con sonidos rockeros, se disolvió en 1983, cuando a Tina se le diagnosticó una enfermedad mental. Gitana de raza se casó tres veces y tuvo cinco hijas.

Y TAMBIÉN...
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“La fama les llegó a Las Grecas siendo unas crías; las usaron y ya”

Saray Muñoz, cantaora del Ballet Nacional, rememora la figura de su madre, mitad del dúo gitano que revolucionó el rock español. Tina será homenajeada el jueves en Madrid.
Elsa Fernández-Santos | El País, 2017-11-16
https://elpais.com/cultura/2017/11/14/actualidad/1510676149_979504.html
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El tabú del sida en la muerte de Tina de ‘Las Grecas’.
Mike Medianoche | Sufridores en casa, 2017-12-01

https://www.sufridoresencasa.com/tina-las-grecas-muerte-sida/

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | EL ACUSADO DE MATAR A DOS TRANSEXUALES CULPA A SU OTRO 'YO'

Un acusado de matar a dos transexuales culpa a su otro 'yo'.
José Antonio Hernández | El País, 1995-01-31

https://elpais.com/diario/1995/02/01/madrid/791641476_850215.html 

A 66 años de cárcel se enfrenta Joaquín Villalón, el hombre de los dos rostros, según le definió ayer su abogado: el de un asesino capaz de descuartizar a su novia o de matar, presuntamente, a dos transexuales; y el de un seductor. Villalón, de 39 años, fue condenado hace 11 años por matar a su compañera; y ahora puede ser condenado otra vez. Ayer empezó a ser juzgado como supuesto asesino -en 1992- de los transexuales Darío José L, autoapodado ‘Carmen’, y Juan Manuel M., ‘Joanna’.

Villalón, antaño empleado de un comercio de carnicería, rehusó declarar ayer ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia -integrada por los magistrados Félix Alfonso Güevara, Pilar Abad y Carlos Ollero- Se desligó de ambos crímenes esgrimiendo que el autor no fue él, sino su otro yo. Su abogado, Marcos García Montes, advirtió que su cliente es un enfermo cuya doble personalidad reviste un gran peligro. En un descanso del juicio, familiares de las víctimas le increparon con gritos de "asesino". El primer crimen que le atribuyen el fiscal y la Asociación de Transexuales de España [AET-Transexualia] ocurrió el 27 de septiembre de 1992 en un lujoso apartamento del paseo de La Habana que Darío José, ‘Carmen’, utilizaba para satisfacer los deseos sexuales de sus clientes. Tras originarse una discusión entre ambos, según el fiscal, Villalón le roció en la cara con un aerosol, le rodeó el cuello con una cadena de las que se utilizan para las prácticas sadomasoquistas y, una vez en el suelo, cubrió sus piernas con telas y las prendió fuego. Uno de los bomberos que participó en la extinción del fuego comentó ayer al tribunal que halló a Carmen con vida. Se movía ligeramente intentando deshacerse de las telas que abrasaban sus piernas. Darío José, ‘Carmen’, falleció semanas después en La Paz, tras serle amputadas su calcinadas extremidades.

La segunda víctima fue, según el fiscal, Juan Manuel M., ‘Joanna’, otro transexual que comerciaba con su cuerpo. El crimen ocurrió el 9 de octubre de 1992 en la vivienda que Joanna poseía en Lavapiés.

Tras una discusión con Villalón, éste le propinó un fuerte golpe en la cabeza. Una vez inconsciente, llevó a Joanna al cuarto de baño y le introdujo la cabeza en la bañera llena de agua.

Luego le robó las tarjetas de crédito, con las que consiguió más de dos millones de pesetas. El uso de las tarjetas del asesinado ayudó a su detención.

1995/01/24

DOCUMENTACIÓN | REUNIÓN EN RENTERÍA: SE RECLAMA INCLUIR EN EL CÓDIGO PENAL LA HOMOFOBIA COMO DELITO

Los homosexuales reclaman que la homofobia sea considerada delito.
Cristina Angulo | El País, 1995-01-24

https://elpais.com/diario/1995/01/25/sociedad/790988404_850215.html 

La Coordinadora Estatal de Frentes de Liberación Homosexual (COFLHEE) reunida el pasado fin de semana en Rentería (Guipúzcoa), acordó reclamar que "la homofobia sea constitutiva de delito y se incluya en el Código Penal, igual que la xenofobia".

La COFLHEE, con representación en todo el país, presentó en octubre un proyecto de ley "antidiscriminatorio" a Cristina Alberdi, ministra de Asuntos Sociales, que incluye "un compendio exhaustivo de todas las reformas legales necesarias para la efectiva equiparación de derechos entre el colectivo de gays y lesbianas y la población heterosexual", aseguró Pedro Bilbao, miembro de EHGAM de Vizcaya. "Nuestro objetivo es parar las agresiones, que van desde el insulto hasta el asesinato, cambiando la legislación y potenciando con campañas educativas que la población asuma las diferentes opciones sexuales".

La coordinadora acordó luchar "con toda firmeza y en los tribunales" contra las actitudes homofóbicas presentes en los medios de comunicación. La COFLHEE señaló que el pasado noviembre interpuso una demanda judicial contra la periodista Pilar Urbano, por un artículo publicado en la revista Elle y que las asociaciones de homosexuales creen" altamente ofensivo y atentatorio contra nuestra libertad y dignidad".

La coordinadora valoró muy positivamente la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que ha condenado a 34 años de cárcel al ultra madrileño que asesinó hace dos años a un homosexual e hirió gravemente a otro.

1995/01/20

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | ASESINAR HOMOSEXUALES BUSCANDO "LA SEGURIDAD Y EL ORDEN"

34 años de cárcel para el adolescente 'ultra' que mató a un homosexual.
Begoña Aguirre | El País, 1995-01-20

https://elpais.com/diario/1995/01/21/madrid/790691087_850215.html

David Garrido Truchado, el ‘ultra’ de 19 años que hace dos -cuando tenía sólo 17- asesinó a un homosexual e hirió gravemente a otro, fue sentenciado ayer a 34 años de cárcel por la Audiencia Provincial de Madrid, que le juzgó la semana pasada. El tribunal le condena a 21 años de reclusión por el asesinato de Mariano Gómez, con quien trabó relación en la Casa de Campo y al que asestó 17 puñaladas, y a 13 años por el asesinato frustrado de Darío, un joven que se anunciaba en un periódico para conseguir contactos homosexuales. Los jueces consideran que el condenado tenía sus facultades mentales en perfecto estado, y que actuó así por su profunda aversión a los homosexuales. Desestiman, por tanto, la petición del defensor, Angel López Montero, que había solicitado que su cliente fuera internado en un centro psiquiátrico.

López Montero comenzó pidiendo la absolución de David Garrido por ese motivo. Pero, durante el juicio, su defendido reconoció su autoría en ambas agresiones, por lo que pasó a reclamar 12 años de cárcel por un delito de homicidio y otro de lesiones.

El fiscal elevó su petición de 34 a 35 años al considerar que, en la agresión a Darío, existió una agravante de ensañamiento porque el condenado, tras malherir a su víctima, siguió golpeándola. Y, según la acusación pública, lo hizó para aumentar su dolor. La acción popular, ejercida por el Colectivo Gay de Madrid, pidió 38 años por creer que hubo ensañamiento en ambos delitos. El tribunal ha descartado el ensañamiento, ya que considera que todas las puñaladas se dieron para causar la muerte, no para producir un dolor adicional.

El procesado, hijo de un policía municipal y de una limpiadora, ejecutó las dos agresiones acompañado de un amigo, José Antonio A., que entonces tenía sólo 15 años, por lo que no llegaba a la mayoría de edad penal, establecida en los 16. Este menor se encuentra en libertad tras pasar dos años en un reformatorio.

Las agresiones contra homosexuales están aumentando, según Pedro González [Zerolo], presidente del Colectivo Gay de Madrid (COGAM). Esta entidad ejerció la acción popular durante el juicio de David Garrido por dos asesinatos (uno frustrado) de dos homosexuales. COGAM espera que este proceso sensibilice a la sociedad sobre el incremento de este tipo de delitos y anime a las víctimas a denunciarlos.

González, que ejerce como abogado, asegura que cada vez le llegan más casos de homosexuales agredidos. "En el año de la tolerancia, contra el racismo y la xenofobia, se habla del antisemitismo, cuando en España apenas hay agresiones a judíos y, sin embargo, se olvida luchar contra algo tan en alza como la homofobia [odio a los homosexuales]", asegura.

David Garrido convirtió a los homosexuales en sus propias cabezas de turco. Y esa aversión le llevó al asesinato.

Según el informe psicológico elaborado a petición del juez, David compensa su personalidad insegura y su acusado sentimiento de inferioridad con grandes dosis de dogmatismo moral. Divide el mundo en buenos y malos y, en su búsqueda de "la seguridad y el orden", ataca a aquellos que, según su peculiar esquema de valores, lo transgreden. En ese saco mete, en primer lugar, a los homosexuales.

"Escarmiento"
El 2 de marzo de 1993, David, concertó una cita con Darío (nombre ficticio), un joven que se anunciaba así en un periódico: "Chico de 18 años, nueva generación, moreno, atractivo, sin vello, busca chico similar, para rollo o relación, total precaución, abstenerse plumas [afeminados]".

La intención de David era dar un escarmiento al anunciante por sus gustos homosexuales, que él no respeta ni tolera. Acudió al encuentro, en el metro de Gran Vía, acompañado de su amigo José Antonio. Los tres se dirigieron a un minúsculo estudio que Darío tiene en la calle del Barco.

Allí charlaron durante un rato. David se levantó para ir al servicio. De repente, salió con un estilete en la mano y se lo clavó a Darío en el abdomen, seccionándole una porción del duodeno, y en el antebrazo.

El agredido trató de salir del estudio, pero no le dio tiempo porque sus dos ‘invitados’ le obligaron a sentarse en el sofá y a desnudarse. Darío, muy malherido, aún recibió múltiples patadas en la cara y golpes con un puño de hierro en la cabeza. "Me das asco", le decía David.

Los dos agresores rompieron el cable del teléfono para que no pudiera pedir ayuda y le quitaron las llaves de la casa, dejándole encerrado y muy malherido.

Afortunadamente para Darío, la puerta podía abrirse desde dentro y la víctima consiguió salir en busca de ayuda. La herida del abdomen, de no haber sido operada, le hubiera provocado la muerte por peritonitis.

Dos meses después, el 5 de mayo de 1993, los dos compinches acudieron armados con navajas a una zona de la Casa de Campo conocida como el ‘Cerro de los Locos’, para dar "un escarmiento" a los homosexuales que allí acuden.

Mariano Gómez Higuera, un funcionario segoviano de 34 años, se dirigió educadamente a ellos preguntándoles qué hacían por allí. Los dos jóvenes decidieron seguirle la corriente para hacerle creer que había ‘ligado’. Los tres se sentaron a charlar en un montículo.

17 puñaladas

Súbitamente, David se levantó y colocándose detrás de Maríano, le propinó varias cuchilladas en el cuello. Se le cayó la navaja y la víctima aprovechó para salir huyendo. Pero David corrió detrás de él apuñalándole y gritándole: "Cállate, maricón". Recibió 17 cuchilladas, tres de ellas mortales.

Los dos amigos contaron sus mortíferas andanzas a los compañeros de colegio como si se tratase de hazañas. Uno de ellos comentó a su padre parte de las espeluznantes correrías que relataban. Cuando éste vio en un programa televisivo el hallazgo del cadáver de Mariano decidió llamar. Los periodistas avisaron a la policía, que empezó a tirar del hilo. David fue encarcelado en prisión preventiva el 12 de mayo de 1993, una semana después del hallazgo del cadáver de Mariano.

1995/01/13

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | LA FISCALÍA ELEVA A 35 AÑOS LA PENA PARA EL ULTRA QUE MATÓ A UN HOMOSEXUAL

El fiscal eleva a 35 años la pena para el 'ultra' que mató a un homosexual.
Begoña Aguirre | El País, 1995-01-13

https://elpais.com/diario/1995/01/14/madrid/790086275_850215.html 

El fiscal elevó ayer a 35 años su solicitud de cárcel para David Garrido, el ultra de 19 años acusado de asesinar a un homosexual y herir gravemente a otro en 1993. El abogado defensor, por su lado, reconoció que su cliente había cometido un homicidio, si bien pidió que la condena no exceda de 12 años de prisión. En un principio había solicitado la absolución. El cambio se debe a que el procesado reconoce ser el autor del crimen.

A las acusaciones del asesinato de Mariano Gómez Higuera, de 30 años, el 5 de mayo de 1993, y del asesinato frustrado de Darío (sobrenombre ficticio) en marzo de ese mismo año, la fiscalía añadió ayer un agravante: el ensañamiento contra este último ya que, tras acuchillarle, le golpeó con crueldad. Por este motivo decidió ayer, al término del juicio, elevar de 34 a 35 años su petición de cárcel. La acción popular, ejercida por el Colectivo de Gays y Lesbianas [COGAM], reclamó 38 años de prisión: considera que las agresiones fueron premeditadas.

El abogado defensor sostuvo en el juicio que Garrido no actuó con premeditación y pidió al tribunal que sea ingresado en un psiquiátrico, ya que su cliente, dijo, padece un desdoblamiento de la personalidad.

En los dos asesinatos que se imputan a Garrido estuvo presente José Antonio A., quien entonces sólo tenía 15 años, por lo que, al ser menor de edad penal, no ha sido juzgado. Los dos jóvenes entablaron relación con el fallecido Mariano en una zona, de contactos homosexuales de la Casa de Campo. Según el relato del fiscal, Garrido le dijo a su amigo: "Ese es homosexual, vamos a pegarle". Se internaron los tres en una zona boscosa y, de repente, mientras charlaban, Garrido se levantó, se puso detrás de Mariano y le pegó cuatro cuchilladas.

La víctima se dio la vuelta y recibió otra puñalada en el abdomen, intentó defenderse y entonces Garrido perdió su cuchillo y cogió el de su amigo. Cuando Mariano trataba de escapar le persiguió, apuñalándole repetidas veces en la espalda. Estos navajazos le hirieron los pulmones y le seccionaron la aorta causándole la muerte.
 
Con Darío entablaron relación por teléfono. Éste se anunciaba en una revista con un mensaje así de explícito: "Chico de poco vello busca amigos, abstenerse plumas [afeminados]". El 3 de marzo de 1993 quedaron con él y todos se dirigieron al estudio de Darío. Allí Garrido dijo que tenía que ir al servicio y, de improviso, según el relato del fiscal, propinó a su anfitrión dos puñaladas en el brazo y en el abdomen. Después obligaron a Darío a desnudarse y, mientras el menor le propinaba patadas en la cara, Garrido le golpeaba con un puño metálico en la cabeza diciéndole que le daba asco. Cortaron el cable del teléfono y le dejaron encerrado allí, malherido. Consiguió salir y pedir ayuda. De no haber recibido atención médica, habría muerto.

1995/01/12

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | "ME GOLPEABA CON UN PUÑO METÁLICO Y SU AMIGO ME PATEABA EN LA CARA"

"Me golpeaba con un puño metálico y su amigo me pateaba en la cara"
Begoña Aguirre | El País, 1995-01-12

https://elpais.com/diario/1995/01/13/madrid/789999859_850215.html 

El tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid que juzga al ultra David Garrido, de. 19 años, acusado de asesinar en 1993 a un homosexual en la Casa de Campo y de acuchillar a otro dejándolo herido, pudo ver el caso sin sobresaltos ayer, jornada en que el homosexual herido contó su versión ante los jueces. Garrido, conocido por su fobia a los gay, dijo que actuó en defensa propia.

En ambas agresiones estuvo también presente José Antonio A., que en el momento de los hechos contaba con 15 años y, al no cumplir la mayoría de edad penal, no es juzgado en la Audiencia Provincial. Garrido, que se enfrenta a una petición fiscal de 34 años de cárcel, afirmó que Mariano Gómez Higuera, de 30 años, al que mató el 5 de mayo de 1993 propinándole 11 cuchilladas en la Casa de Campo, le había amenazado con "bajarle los pantalones por las buenas o por las malas". También aseguró que le había sacado un objeto metálico sin precisar de que tipo. Explicó que había acudido a esta zona verde "a coger espárragos".

Respecto a Darío (sobrenombre ficticio), con quien contactó en marzo de 1993 a través de un anuncio, y a quien asestó varias cuchilladas dejándole malherido y encerrado en su casa, afirmó que éste se había abalanzado sobre él y sobre su amigo al no atender sus insinuaciones.

Darío, el homosexual que quedó con vida tras su encuentro con David y su compinche, ofreció una versión bien distinta de lo sucedido. En el anuncio, a través del cual los presuntos agresores contactaron con él quedaba claro el tipo de contacto: "Joven de poco vello busca amigos, abstenerse plumas (afeminados)", decía el texto. Sin embargo, Garrido y su compañero aseguraron que ellos sólo llamaron al teléfono indicado en el anuncio para hacer amistades.

El relato de Darío es el siguiente: "'Nos citamos por teléfono, como hacía frío les propuse ir a mi estudio; llegamos allí, nos sentamos, David se levantó para ir al baño y regresó de repente con un estilete en la mano con el que me apuñaló en el abdomen, su amigo se lo pidió para que no siguiera atacándome y él se lo entregó".

Y continua: "Me obligaron a desnudarme, y mientras David me golpeaba en la cabeza con un puño metálico, el otro me propinaba patadas en la cara. David me decía que le daba asco y me preguntaba cuántas relaciones sexuales había tenido".

La acción popular, ejercida por el Colectivo de Gays y Lesbianas, pide para el procesado 38 años de cárcel. La defensa solicita su absolución, alegando que sufre un desdoblamiento de personalidad.

1995/01/11

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | EL ULTRA ACUSADO DE ASESINAR A UN HOMOSEXUAL CAE DESPLOMADO AL SUELO EN EL JUICIO

El 'ultra' acusado de asesinar a un homosexual cae desplomado al suelo en su interrogatorio.
José Antonio Hernández | El País, 1995-01-11

https://elpais.com/diario/1995/01/12/madrid/789913482_850215.html 

El juicio que empezó ayer en la Audiencia contra David Garrido -el ultra de 17 años cuya fobia hacia los homosexuales le llevó a asesinar a uno en la casa de Campo y a acuchillar a otro hasta dejarle gravemente herido- resultó tan accidentado que el tribunal optó por suspenderlo. Garrido, quien se enfrenta a una petición de 34 años de cárcel, cayó desplomado al suelo (una lipotimia ) en medio de su interrogatorio, ante la mirada atónita de los jueces. Antes de derrumbarse, reconoció haber participado en dos asesinatos (uno de ellos frustrado) junto con un amigo de 15 años.

Ante el desplome del procesado, el tribunal paralizó el juicio. La madre de Garrido también cayó fulminada al suelo al ver a su hijo (de aspecto infantil) tendido en el suelo y agitando los párpados. Finalmente, el tribunal -que preside Pedro Javier Rodríguez- decidió aplazar la vista y reanudarla hoy, jueves. Pero no acabaron ahí los incidentes. La policía judicial tuvo que intervenir para evitar que familiares de las víctimas y del procesado (que no dejaron de cruzarse insultos y amenazas durante los escasos 30 minutos que duró esta primera sesión del juicio) llegasen a las manos en los pasillos de la Audiencia. Una frágil personalidad y el ‘miedo escénico’ (la sala estaba abarrotada de estudiantes de derecho, periodistas y familiares de ambas partes) pudieron influir en el derrumbamiento del procesado, según fuentes jurídicas. Garrido tenía 17 años cuando, presuntamente, emprendió su particular y sangrienta cruzada contra los homosexuales madrileños. Para ambos asesinatos, cometidos el año pasado, contó con la ayuda de un amigo de 15 años (que no será juzgado en la Audiencia por ser menor de edad).

Sus respuestas, ante la serie de preguntas que le formuló el fiscal, fueron lacónicas, y casi todas se limitaron a frases corno "no me acuerdo" o "no entiendo lo que dice". El asesinato consumado sucedió el 5 mayo de 1993. Según el fiscal, Garrido y el otro menor decidieron ir a la Casa de Campo para "provocar a personas homosexuales". Llevaban navajas. Allí contactaron con Mariano Gómez Higuera, de 30 años, funcionario de un Ayuntamiento madrileño. Sabían que era homosexual. Tras una charla distendida, según el fiscal, los tres se dirigieron a una zona recóndita y arbolada de la Casa de Campo, donde, presuntamente, Gómez puso las manos en la cintura de Garrido y le sugirió que se bajase los pantalones. Entonces, y sin mediar palabra, Garrido comenzó a acuchillarle con absoluta sevicia. Once cuchilladas.

El asesinato frustrado ocurrió en marzo de 1993. Garrido y su amigo concertaron una entrevista con un homosexual que se hacía llamar Darío y que había puesto un anuncio para buscar jóvenes con los que mantener relaciones. Una vez en casa de Darío, el procesado, según el fiscal, le asestó, por la espalda, varias cuchilladas. Se marcharon de la casa creyéndole muerto y dejándole desnudo. Sobre este asesinato, Garrido sólo acertó a decir ayer que apuñaló a Darío para defenderse, porque les estaba provocando sexualmente.

Tallado por el odio.
Jan Martínez Ahrens | El País, 1995-01-11

https://elpais.com/diario/1995/01/12/madrid/789913462_850215.html

David Garrido Truchado desconoce al otro. Pero, en su soledad, depende de él. Así lo apunta su historia, una suma de fracasos y frustraciones trazados con precisión en el informe psicológico de Blanca Vázquez, encargado por el juez a los pocos días de la detención. Se trata del retrato de una personalidad tallada por el odio.

David nació el 20 de abril de 1975 en Madrid. Hijo de un policía municipal y de una limpiadora, el acusado tiene una hermana dos años menor. Sus relaciones familiares, siempre según el citado informe, se deslizaron suavemente, sin violencia. Pero también sin excesiva confianza. "No comunicaba mis problemas, siempre he sido un poco nervioso, intentaba arreglarlos yo solo".

Y es que esos problemas se fraguaban fuera de casa. David, a lo largo de su infancia, cambió frecuentemente de centro escolar. Un muro invisible le separaba de sus compañeros, profesores, directores. Así lo rememora él: "Siempre llegaba de bueno y empezaban con las risas. A mí me miraban de una forma distinta". Su inadaptación le arrastró en varias ocasiones hasta el psicólogo.

En 1991, tras estudiar hasta 8º de EGB, buscó trabajo en la vendimia. Pasó luego por una tienda de recambios de automóviles, y finalmente recaló en una empresa de encuadernación. Fue despedido a los cinco meses. Su última ilusión fue acceder a la Guardia Civil.

Un sueño, el de lucir tricornio y pistola, que posiblemente jamás se cumplirá. En su mente se mueven demasiadas sombras. Las mujeres, por ejemplo. Su relación con ellas ha sido nula. Las rechaza, las considera incapaces para el amor y la amistad. "No merecen la pena", dice este joven, que se niega rotundamente a dibujar la figura femenina -al hombre, en cambio, lo presenta con hombros anchos, calvo y vestido de militar-, pero al que le gusta practicar gimnasia, leer novelas históricas y escribir "sobre personas, compararlas". Las drogas se las deja a "aquellos que las buscan".

Pulsiones soterradas
Dibujan estas palabras un perfil compacto, debajo del que se arrastran las pulsiones que cristalizaron en su animadversión a los homosexuales. Una prisión mental de la que, de vez en cuando, escapan relámpagos oscuros. "Puedo convertirme en otra persona", dice vívidamente David al relatar sus episodios de agresividad durante las entrevistas con la psicóloga.

Momentos en los que la facultativa advierte que el joven muestra una gran excitación nerviosa. Mueve constantemente las piernas, habla con dificultad. Su voz sufre inflexiones anormales. Parpadeo constante. Su relato, recuerda la psicóloga, bordea la exageración. Y es que David, a tenor del informe, no sólo sufre una severa dificultad de relación interpersonal, sino que le resulta imposible ponerse en el lugar del otro.

Una incapacidad que combina con una personalidad marcada por la inseguridad personal y el sentimiento de inferioridad. Todo un lastre que ‘compensa’ con actitudes dogmáticas en el plano moral, que, a su vez, evidencian sus problemas para integrarse en el mundo de los adultos y su retraso respecto a los de su edad.

Se trata de alguien de creencias simples, para quien la inmoralidad debería ser severamente castigada, para quien la aprobación de los demás es esencial. Todo un código que le aboca a pensar que castigarse a sí mismo por los fallos cometidos le ayudará a prevenir errores, que ser digno de mérito equivale a mostrarse competente, correcto y ganador. Sin fisuras.

Este dogmatismo -señala el informe- le hace concebir el mundo de forma muy simple: dividido entre buenos y malos. Busca, de este modo, la "seguridad y el orden". Lo que, sumado a su bajo nivel intelectual y a su excitabilidad, convierte a David, siempre según el informe de la psicóloga, en un firme candidato a la manipulación, incluso a pertenecer a algún grupo de ideología neonazi. Es decir, "un sujeto que presenta una fuerte peligrosidad social".

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...