2002/02/10

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | ANTONIO ROIG, EL CURA QUE 'SALIÓ DEL ARMARIO' HACE 25 AÑOS

El cura que 'salió del armario' hace 25 años.
Un carmelita fue suspendido en 1977 tras publicar sus experiencias homosexuales en una novela.
Emilio de Benito | El País, 2002-02-10
https://elpais.com/diario/2002/02/11/sociedad/1013382005_850215.html 

La ‘salida del armario’ del sacerdote José Mantero, de Valverde del Camino (Huelva), tiene un precedente. El carmelita Antonio Roig Roselló, hoy con 65 años, no utilizó una entrevista para proclamar su opción sexual, sino que escribió varios libros. El primero, la novela ‘Todos los parques no son un paraíso. Memorias de un sacerdote’ fue finalista del premio Planeta 1976, y se publicó en 1977. Relataba Roig en primera persona sus experiencias sexuales con otros hombres en los parques de Londres. Allí conoció al que fue su primer amor, Ronald.

Roig fue 'crucificado por su valentía', afirma Ximo Cádiz, coordinador general del la asociación de gays y lesbianas Col.lectiu Lambda de Valencia. A finales de diciembre de 1977 Roig, sacerdote desde 1963, fue suspendido ‘a divinis’ por el arzobispo de Valencia, el mismo castigo que el obispo de Huelva, Ignacio Noguer, ha impuesto a Mantero. El 3 de enero de 1978 lo expulsaron de la orden de los carmelitas descalzos. Dos condenas en menos de diez días.

El presidente de honor de la Liga Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA), Jordi Petit, recuerda el 'bombazo' y el 'apoyo' que supusieron estas confesiones.

Roig no se arredró. Convencido de que la homosexualidad se podía vivir de manera 'compatible' con el Evangelio, al día siguiente de su expulsión inició una huelga de hambre ante la parroquia de la que le echaban. La mantuvo casi tres meses. 'Eran tiempos muy duros', afirma Petit. 'La gente que pasaba por la calle me insultaba', recuerda.

En 1979, el tercer libro de Roig, ‘Vidente en rebeldía’, explicaba su visión de aquella época. 'Tuvo poco éxito', comenta el autor. Ese mismo año mandó una carta a El País en la que protestaba por el levantamiento de la excomunión a Galileo que había decidido el papa Juan Pablo II: 'La excomunión es uno de los timbres que honran al sabio ante la historia. Mejor que exhumar procesos históricos sería que la Iglesia se dedicara a desmontar sus aparatos inquisitoriales, hoy como siempre en pie, y a aportar de una vez soluciones más humanas a los problemas. La homosexualidad, uno de ellos'.

Hoy Roig trabaja en una academia de inglés. Remite a un texto suyo para ‘La sociedad gay. Una invisible minoría’, de Juan Antonio Herrero Brazas. 'La Iglesia es en gran medida responsable de la marginación que sufren los homosexuales'.

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | QUÉ FUE DE ANTONIO ROIG, EL PRIMER CARMELITA GAY

Qué fue del primer carmelita gay.
Antonio Roig fue expulsado hace 30 años de la orden de los carmelitas descalzos por hacer exactamente lo que el cura de Valverde del Camino: confesar su homosexualidad.
Juan Antonio Herrero Brasas | Crónica · El Mundo, 2002-02-10
https://www.elmundo.es/cronica/2002/330/1013413234.html 

El compañero y amante de Antonio durante 24 años murió hace pocas semanas, por eso, a pesar de las insistencia de los medios de comunicación en hablar con él, no se siente con demasiados ánimos. La soledad y la angustia parecen querer cerrar un ciclo de su vida transportándole de nuevo a sus atormentadas vivencias de los años 70. La salida del armario del cura de Valverde del Camino, José Mantero, ha vuelto a poner el nombre de Antonio Roig de actualidad.

El hecho es, no obstante, que el renovado interés por su figura por parte de intelectuales, instituciones y medios de comunicación se debe precisamente a la insólita iniciativa que tomó este hombre en 1976. Aquello fue, según me comenta, «un acto heroico o un imperdonable escándalo, según quien te lo cuente». Y añade: «En aquel momento, todos me decían que era un suicidio».

Antonio Roig fue finalista del premio Planeta en 1976 con su libro "Todos los parques no son un paraíso". Esta obra, de carácter autobiográfico, provocó una auténtica conmoción social en la España preconstitucional. En cuestión de semanas se agotaron varias ediciones. Los artículos y entrevistas en los medios de comunicación fueron innumerables. Posteriormente, publicaría otros dos libros, también con Planeta.

Sin identidad
Lo impensable había ocurrido: ni más ni menos que un carmelita descalzo se había declarado públicamente homosexual. No sólo eso, sino que describía en su libro toda una serie de experiencias sexuales que había tenido a lo largo de tres años de exclaustración en Londres. Era la crónica de la desgarradora búsqueda de una identidad que la sociedad le había negado. Nadie hasta entonces había escrito nada semejante, y mucho menos un religioso. Era el primer sacerdote español en declararse abierta y públicamente homosexual.

Un cuarto de siglo después de aquellos acontecimientos, a los 63 años de edad, Antonio Roig tiene, curiosamente, una sensación de fracaso que se une irremediablemente al dolor que le produce la reciente pérdida de su «amigo», como él prefiere llamarle. Su vida a lo largo de estos años ha sido dura. «Sin Manolo no sé lo que habría sido de mí». Tras aquella declaración pública de homosexualidad, confiesa haber sufrido una sutil y brutal marginación social, y de hecho reconoce que actualmente vive en una situación económicamente precaria.

A instancias del grupo editorial RBA, el pasado mes actuó como conferenciante invitado en la presentación de la edición española de la obra de Joel Rothschild "Señales del otro lado de la vida" que tuvo lugar en la librería Berkana de Madrid. En dicho acto, Roig puntualizó que publicitó su homosexualidad como contribución personal, «dolorosa contribución que tan cara me costó», al incipiente movimiento de liberación gay. Quería que con su testimonio público otros no tuvieran que sufrir la experiencia desoladora que él había sufrido. «Lo hice desde la fe», apostilló. «Era un mandato de la conciencia».

La gran zozobra tuvo lugar en los meses posteriores a la publicación de su libro. Por lo que a su profesión religiosa se refiere, la suspensión a divinis y la expulsión de la orden fueron fulminantes. Antonio, que se mantiene firme en su fe, asegura que no guarda ningún rencor a los miembros y antiguos compañeros de la orden carmelita. Más aún, lamenta la decepción que pudo causarles al dar aquel paso tan atrevido para la época. Y deja bien claro que, de puertas adentro del convento que le sirvió de morada su conducta fue siempre intachable.

Del sacerdote José Mantero, Roig piensa que, aunque históricamente la suya no haya sido la primera declaración pública de homosexualidad por parte de un sacerdote, en un cierto sentido es como si lo fuera. Sobre todo por las diferencias evidentes entre los dos casos. Porque mientras que a Roig su declaración le supuso una dolorosa ruptura con su familia de sangre, Mantero cuenta con el apoyo incondicional de la suya.

Diferencias
Por otra parte, en Valverde del Camino, el pueblo donde estaba destinado el protagonista de la última portada de la revista Zero, sus feligreses han hecho pública manifestación de solidaridad con él. El sacerdote con quien compartía responsabilidades parroquiales habla de él con compresión y amabilidad, y el obispo se ha mostrado dispuesto al diálogo desde un principio. De hecho, la suspensión a divinis de la que ha sido objeto es de momento cautelar.

A Roig se le dieron «como concesión especial» 24 horas para abandonar el convento en el que había vivido durante tantos años y en la sentada que mantuvo a lo largo de casi tres meses a las puertas del mismo fueron grupos de comunistas y anarquistas quienes vinieron a apoyarle y protegerle de los ultraderechistas que merodeaban. El lugar al que acudía por las mañanas para continuar con su sentada lo encontraba lleno de heces o con pintadas insultantes.Y entre sus recuerdos más dolorosos está el de una mujer que se le acercó para decirle que si hubiera hecho eso en su región de origen (que Antonio Roig me pide que no mencione) le habrían metido un hierro al rojo vivo por el culo. El hecho es, en última instancia, que el paso que este hombre sencillo y de reflexión profunda dio en aquellos difíciles momentos aportó un impulso decisivo a ese movimiento social, entonces minúsculo y clandestino, que ahora es capaz de reunir a cientos de miles de personas en sus manifestaciones para reivindicar el derecho a la igualdad.
 
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Antonio Roig: «Creo que la Iglesia debe integrar el sexo, no reprimirlo»

El finalista del Planeta de 1976, expulsado de los carmelitas por lo que relataba en el libro, participa mañana a las ocho de la tarde en un coloquio en la sala Villangómez de la biblioteca de Can Ventosa.
Marta Torres Molina | Diario de Ibiza, 2019-10-22
https://www.diariodeibiza.es/cultura/2019/10/22/antonio-roig-creo-iglesia-debe-29648576.html

2002/02/01

LIBROS | Gutiérrez Álvarez, Pepe | Memorias de un bolchevique andaluz

Gutiérrez Álvarez, Pepe (2002) [02-01]. Memorias de un bolchevique andaluz. Vilassar de Dalt, Barcelona: El Viejo Topo.


[.es] Estas son las memorias de un revolucionario desconocido, de un hijo de la segunda mitad del XX procedente de un pueblo andaluz que nació de nuevo en Barcelona, en l'Hospitalet del urbanismo salvaje. Se hizo hombre trabajando a destajo, estudiando en las escuelas nocturnas, viendo cine y descubriendo el mundo de los libros... En busca de la República, conoció la CNT y el POUM y se inició en la aventura militante desde las nuevas izquierdas. En el 68 cruza la frontera, y en París formará parte de la “promoción Krivine”, que estaba renovando la tradición trotskysta. De regreso, asistirá al furor y a las crisis de la primera LCR. Ocupará cargos, pero los combina con el activismo vecinal y cultural. Vive la Transición como una ruptura con la República. Forma parte de la izquierda derrotada que ve cómo se cierran las asociaciones de vecinos, desaparecen ramas sindicales, cierran editoriales, fracasan proyectos culturales, y cómo las mentiras del franquismo dan lugar a otra historia oficial que acabará olvidando la historia social y militante... En los ochenta desarrolla una intensa labor de divulgación cultural, a contracorriente. Los noventa son de crisis abierta. La contrarrevolución conservadora global se combina con el desplome local de la LCR, que coincide con una traumática separación sentimental, y en consecuencia con una crisis personal en la que todo es puesto en cuestión. Estas memorias están concebidas como un intento de explicar un tiempo y una generación. Un tiempo de ilusiones y derrotas, y una generación que creyó posible la revolución.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...