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2022/01/23

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | 10 AÑOS SIN PACO ESPAÑA, EL TRANSFORMISTA QUE SE ATREVIÓ A VESTIRSE DE MUJER DURANTE EL FRANQUISMO

Vanity Fair / Paco España //

10 años sin Paco España, el transformista que se atrevió a vestirse de mujer durante el franquismo.

Francisco Morera García dejó Canarias con 16 años y llegó a Barcelona para convertirse en ‘showman’, presentador, empresario y un icono indiscutible del transformismo en tiempos de Franco.
Álex Ander | Vanity Fair, 2022-01-23
https://www.revistavanityfair.es/articulos/paco-espana-transformista 

Algunas de las personas que le conocieron comentan que vivió como una reina y murió como un cuasi pordiosero. Paco España fue uno de los primeros artistas de su generación que subió a los escenarios vestido de mujer cuando aún no había muerto Franco. Durante varios años, saboreó las mieles del éxito de su arte y ganó dinero a espuertas. Arrancó carcajadas y aplausos con sus canciones, bailes y frases marca de la casa (como "Damas, caballeros y mariquitas simpatizantes"), se codeó con la flor y nata del folclore patrio, y hasta despertó celos y envidias. Pero los tiempos de las vacas gordas marcharon, y su incapacidad de reinventarse para conservar su lugar entre los transformistas del momento le condujo a la ruina y el olvido.

Francisco Morera García, más conocido por su alias Paco España, nació en Las Palmas de Gran Canaria el día 20 de noviembre de 1945, pocos años antes de que Franco introdujera a los homosexuales como ciudadanos a perseguir dentro de la Ley de Vagos y Maleantes (curiosamente, vino al mundo el mismo día que el dictador se fue al otro barrio —aunque 30 años antes—). Tenía carisma ya desde muy pequeño, y más de una vez cantó en las parroquias y los festivales infantiles que se organizaban en su zona, y se presentó en las emisoras locales de su ciudad imitando a Joselito. "Cantaba canciones del cancionero español", explicó acerca de sus primeras inquietudes artísticas. "Estaba muy bien en Canarias, todas las semanas había un programa en Radio Las Palmas los días sábados, y yo siempre estaba de artista invitado".

Con dieciséis años, cuando ya empezaba a darse a conocer en las islas, hizo las maletas y dejó el barrio de La Isleta para probar suerte en Barcelona, donde al principio le rechazaron más de una vez por su aspecto físico. "No fue fácil", contó. "Estuve allí quince días buscando trabajo y no me daban. Me hacían pruebas y todo (como cantante), porque era la única forma; si no, me tenía que meter a fregar platos. Llegó un momento que me vi muy desesperado al no encontrar trabajo [...] En ese tiempo estaba en Barcelona muy de moda el travesti, y yo estaba acostumbrado a vestirme de china en el carnaval de mi tierra, y entonces me dije: 'Si canto, puedo hacerlo vestido de chica'".

Tras superar una prueba para entrar a trabajar en la sala de fiesta ‘Barcelona de noche’, en pleno Barrio Chino, fue contratado (y bautizado como Paco Spain) para regalar copla y cachondeo a los asistentes a aquel local. Al principio, lo hacía vistiendo pantalones (aunque maquillado como una mujer) y ganaba apenas 400 pesetas al día. Al cabo del tiempo empezó a adquirir popularidad en la escena canalla de la Ciudad Condal, donde en los años difíciles del tardofranquismo parecía soplar un mayor viento de libertad. "Las primeras veces me sentí muy cohibido. Me sentía como desnudo en la pista. Salía frío creyendo que hacía el ridículo. Pensaba: '¿Qué necesidad tengo de estar vestido de mujer para hacer esto?'. Pero es que, si no lo hacía, no comía. Poco a poco me tuve que ir acostumbrando y ya me fue gustando", confesaría luego el canario, quien se definía a sí mismo como un hombre bisexual, y acabó enamorándose de una bailarina de su espectáculo con la que tuvo a sus dos hijos, Ricardo y Mariángeles —lo que no impidió que también tuviera sus amantes masculinos—.

En 1975, el propietario de la sala en la que Paco trabajaba decidió llevárselo a Madrid. Allí, el artista pasó cuatro años ejerciendo de presentador y ‘showman’ (primera figura) de la sala de fiestas Gay Club, ubicada en los bajos del Hotel Nacional y con capacidad para casi 500 personas. Los admiradores de Paco, que llegó a convertirse en emblema de aquella mítica discoteca gracias a espectáculos como ‘Loco, loco cabaret’, han destacado siempre su gran capacidad para reírse de sí mismo y lo valiente que fue en su día para atreverse a subirse a un escenario ataviado con ropa de mujer en una época en la que el travestismo podía ser motivo de denuncia de acuerdo con la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. "Yo actuaba con Franco, y en el camerino había una bombilla que encendían desde fuera cuando venía la policía al local, y entonces, en vez de vestido, nos poníamos pantalones, pero salíamos a trabajar igual. Al final, la policía nos dejó por imposibles", recordaría el propio artista en una entrevista de 2006.

Con el tiempo, Paco se animó a probar suerte como empresario, lo que hizo que en esa época empezara a recorrer el país con su ‘show’ de transformismo. El artista José Ignacio Galán (Nacha La Macha), que ha estudiado su biografía y recientemente le dio vida en el exitoso musical ‘Paco España, de la gloria al olvido’, sostiene que el canario logró sacar el arte del transformismo de las salas clandestinas de aquella España gris para arrastrarlo hasta los circuitos del ‘mainstream’. “Siempre se decía que Paco era un imitador de Lola Flores, pero él no era un imitador al uso”, comenta a ‘Vanity Fair’. "Paco hacía parodia de Lola, y utilizaba su voz cuando cantaba en directo. Él era un showman. Hacía canciones, algunas compuestas para él (como ‘Guerra pa mi cuerpo’ o su gran éxito ‘Mi vida privada’), y era el número uno en los chistes y la interacción con el público, con esa frescura y esas burradas que otros artistas no se atrevían a decir. El suyo era un humor del pueblo y para el pueblo, e ir a ver un show de Paco España en aquellos momentos era sinónimo de libertad, era ser moderno".

En cuestión de varios años, Paco tuvo ocasión de lanzar discos (alguno de ellos fue grabado en directo en su local de cabecera), hacer teatro y aparecer en varias películas (durante la dictadura, estaba permitido que un hombre apareciese en pantalla o sobre el escenario transformado en mujer, siempre que fuera objeto de burla y escarnio). Cuando el Caudillo murió y el aparato censor desapareció con la aprobación de la Constitución, comenzaron a producirse largometrajes que mostraban la homosexualidad de distinto modo. En ‘Haz la loca... no la guerra’ (1976), por ejemplo, apareció por primera vez un grupo de homosexuales no fingidos que se mostraban orgullosos (Paco España sale en la película dando vida a un travesti llamado Coliflor que interpreta ‘Mi vida privada’ en el Gay Club).

Las canciones del canario pasarían a formar parte del repertorio de otros artistas transformistas. Según explica el profesor Julio Arce en su artículo ‘Paco España y el travestismo escénico durante la transición’, Paco "construyó un repertorio de canciones mediante la apropiación de éxitos convencionales o canciones propias que reivindicaban la libertad sexual, unas veces haciendo uso de la parodia y la ironía, otras sirviéndose del molde de la copla y la canción melódica". Algunos intelectuales de la época presumían de admirar a Paco, cuya obra de teatro ‘Madrid... pecado mortal’ (una comedia musical con música de Juan Pardo) colgó durante un par de años el cartel de no hay billetes en el Teatro Muñoz Seca. Lola Flores acudió una tarde a ver aquella función y, al ver al canario recibiendo risas y aplausos mientras realizaba una imitación de una de sus hijas, se puso hecha un basilisco. Tal fue el escándalo que armó la jerezana (increpando a los actores y al autor del texto), que la representación tuvo que interrumpirse por unos minutos. Por lo visto, el empresario del Muñoz Seca acabó interponiendo una denuncia y, aunque la Faraona fue condenada como autora de una falta de orden público, la sangre no llegó al río y Paco y ella terminaron haciendo las paces.

"Trabajó muchísimo", apunta Galán. "Hubo un momento en Madrid en el que Paco hacía dos funciones de aquella obra y luego, cuando las terminaba, se iba al Gay Club para hacer un espectáculo del cual él era el conductor y la estrella principal. Podía terminar a altas horas de la madrugada, y luego se iba de fiesta a la sala Bocaccio, hasta las mil". Sin embargo, su carrera fue perdiendo fuelle desde finales de los ochenta, a medida que el transformismo clásico empezó a pasar de moda y, tal y como apunta el escritor Alberto Mira en ‘De Sodoma a Chueca’, se fue imponiendo poco a poco "un nuevo repertorio" que prescindía de la copla e "incluía el destape y los travestis hormonados como una alternativa 'moderna' y democrática a los viejos iconos que reproducían los transformistas".

De manera esporádica, Paco continuó haciendo bolos en varios locales de Madrid hasta finales de los noventa. Pero aquel paulatino declive, unido a lo confiado que era y a la mala gestión del dinero que había ganado, fue el principio del fin para él. "Yo llevaba un representante que era mi amante. Era el que manejaba el dinero, y se murió con 52 años. A partir de ahí tuve dos años de depresión, me vi sólo, no entendía nada del papeleo y de repente vi que no tenía dinero ni para pagar la casa", comentó en una de sus últimas entrevistas. "Antes de regresar a Canarias, Paco siguió intentando trabajar en Madrid", apostilla Galán. "Se tiró una temporada en Valencia, donde tenía amigos que le ayudaban, y siguió haciendo galas hasta que ya su cuerpo no pudo más y regresó a Canarias. Tuvo que vender todos los trajes que tenía. Yo mismo le conocí una noche en la discoteca ‘A Noite’, y me ofreció venderme uno de sus vestidos. Se lo quise comprar pero no pude, porque ese día no llevaba dinero encima y ya luego nunca más le vi. Pero mira cómo es la vida que, cuando hicimos público que ‘Paco España, de la gloria al olvido’ se iba a estrenar, se puso en contacto conmigo su hijo Ricardo, quien, después de conocerme, decidió regalarme el único vestido que conservaba de su padre (uno rosa de lentejuelas) para que yo lo tuviera y pudiera usarlo en la función".

Cuidado por su hermana Fefina, Paco pasó sus últimos años entre el dolor de depresión y alguna actuación esporádica en una terraza del Centro Comercial Yumbo. "Ya no era el mismo Paco que había sido, pero sí tengo que decir que no murió olvidado. Él seguía teniendo el cariño de su gente y, sobre todo, de sus hijos. Ricardo estuvo ahí y le ofreció su ayuda, pero Paco no quiso irse a vivir a Barcelona con él y sus nietas, porque no quería ser una carga para él". En 2011, Fefina llegó a ponerse en contacto con la redacción del diario local ‘La Provincia’, con la esperanza de que pudieran prestarle ayuda a su hermano. La periodista que acudió en su busca, Marisol Ayala, pudo constatar que Paco España estaba ya en sus horas más bajas: anímicamente destruido, sin un duro en el bolsillo, y entregado al tabaco y la bebida como refugio. "Hay días que quiero morir. Jamás pensé que un artista como yo terminara así, en la calle, en una pensión, viviendo de la caridad de la gente", le confesó Paco, nombrado Hijo Predilecto de Las Palmas a título póstumo. Unos meses después de aquel encuentro, el 23 de enero de 2012, el artista falleció a causa de un cáncer. Tenía 66 años, cierto aire menesteroso y el corazón cargado de nostalgia.

2021/06/20

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | DORIS ALZA, LA TRANS 'SERRANA' QUE DESCUBRIÓ SU 'ALMA' ACTUANDO COMO TRANSFORMISTA

La Voz del Sur / Doris Alza //

Doris Alza, la trans 'serrana' que descubrió su "alma" actuando como transformista: "Mi madre quería una niña y he aquí el resultado".

Doris Alza, pregonera del Orgullo Serrano organizado por la asociación Delta, rememora su vida y su lucha LGTB durante el franquismo. "Cuando me empezaron a tratar como una mujer tenía orgasmos de felicidad"
Francisco Romero | la Voz del Sur, 2021-06-20

https://www.lavozdelsur.es/la-voz-seleccion/entrevistas/doris-alza-trans-serrana-alma-transformista-orgullo-serrano_261425_102.html

Doris Alza (Villamartín, 1945) estaba convencida de que si tenía que ser pregonera del Orgullo Serrano, la programación que organiza cada año la asociación LGBTIQ Delta Sierra de Cádiz en torno al Día del Orgullo, sería en su octava edición. ¿Por qué? Porque ella siempre lleva colgado al cuello el símbolo del infinito, “que es un ocho tumbado”. "El infinito representa principio y fin, la energía sagrada", dice Alza, cuando atiende a La Voz del Sur en su vivienda de la localidad serrana de El Bosque, los días previos al pregón.

"Esperadme aquí, que voy a terminar de maquillarme", señala Doris, que viste con tonos verdosos, con flores estampadas, a juego con su pelo azul. Varias chapas con los colores de la bandera arcoíris que representa al colectivo LGBTIQ tampoco faltan, ni la bandera celeste, rosa y blanca del colectivo trans, al que pertenece. Cuando vuelve, a los pocos minutos, comienza a hablar de su vida, desde su infancia hasta su pasado reciente, con la claridad de quien ha tenido que recordarla continuamente para no olvidarla.

En su vivienda de El Bosque, donde reside desde hace 15 años —"me encanta la Sierra"— tiene su santuario particular, donde quiere hacer la entrevista. "Los lugares tienen una energía, y este lugar está fuera de malas energías. ¿Cómo lo sabemos? Por el agua que está aquí. Se llena y no tiene burbujas", dice. Doris es "consejera espiritual, maga, sacerdotisa"..., por eso creía que las energías la llevarían a ser pregonera en la octava edición del Orgullo Serrano, "por las energías". Ella hace cinco años que pertenece a la asociación Delta, con la que colabora aportando su experiencia, como una de las pioneras en la lucha LGTB durante el franquismo.

Ahora la lucha es otra: conseguir la aprobación de la Ley Trans, que en estos momentos está bloqueada. Los ministerios de Igualdad y Justicia, estos días, han desatascado la llamada autodeterminación de género, principal escollo de la negociación, es decir, que las personas trans puedan modificar su sexo en el registro con su sola decisión y sin necesidad de testigos o pruebas. "¿Me queréis mirar? ¿Qué estáis viendo?", pregunta Doris, que no entiende la oposición a esta Ley, sobre todo por parte del PSOE.

El despertar de la sexualidad
Doris Alza nació en 1945 en Villamartín, siendo la segunda de tres hermanos. "Mi madre estando embarazada decía que iba a ser niña", cuenta. "Ella quería una niña y he aquí el resultado". "Mi esencia y mi alma eran de mujer", dice ella, que tuvo una revelación pasada la treintena. Antes, desde muy joven supo que le gustaban los hombres. "Yo empecé mi vida sexual a los 12 años. Me fijaba más en los chicos. Estando con las chicas yo manejaba el timón, jugaba a las guerras, era la capitana", rememora.

Para Doris Alza, ella no nació en un cuerpo equivocado. "Yo nací en el cuerpo que nací, estaba encantada con mi cuerpo, cada una tiene un proceso", señala. "Cuando me empezaron a tratar como una mujer tenía orgasmos de felicidad". Todo ello lo quiere contar en un libro autobiográfico que verá la luz próximamente. ‘La magia del tiempo. Historia de mi vida’, se llamará. Ahí contará que "no todos los transexuales del franquismo nos dedicamos a la prostitución o al espectáculo". Ella y su amiga Manolita Chen, de Arcos, son dos ejemplos de ello.

En su localidad natal, Doris Alza asegura que no sufrió homofobia. "No tenía pluma, aunque si la hubiera tenido y alguien me hubiera dicho mariquita, imagínate la hostia que le doy...", relata. En su pueblo, dice, "había mariquitas", pero que ella recuerde "no los insultaban, se veía de forma natural". En Villamartín tuvo sus primeras relaciones. Su madre, un día, cuando se enteró de que salía con un joven homosexual, le preguntó: "¿Sabes que es mariquita? A ver si van a pensar en el pueblo que también eres mariquita". "¿Bueno y qué?", respondió ella, zanjando toda discusión. En ese momento no le dijo que era su novio, y su madre llegó a morir sin vivir el cambio de sexo de Doris. Su padre sí lo vio.

La revelación
Doris trabajó en una empresa de decoración en San Sebastián. Para entrar, escribió a mano su currículum: experiencia como decoradora en París, dominio del francés... "Todo era mentira", confiesa. Pero la llamaron y en un mes aprendió a chapurrear el idioma. Al menos lo necesario para defenderse de cara al público. "Nunca supieron que no sabía francés", dice.

Durante su estancia en el País Vasco, de visita en la ciudad francesa de Biarritz —"había más apertura"— conoció a un empresario español que era "muy abierto para la sexualidad" y con el que comenzó una relación. "Con otro chico francés hicimos un trío y me encantó", relata. Siempre he pensado que esto —dice señalándose el cerebro— y esto —al corazón— es de la persona que te enamoras y quieres, pero mi sexualidad es libre". Gracias a esta pareja descubrió lo que quería ser de mayor.

Una vez, durante su adolescencia, tras ver a homosexuales de Villamartín de avanzada edad, se sorprendió a ella misma diciendo: "Yo no quiero ser un maricón viejo". Muchos años después recordó estas palabras. Estaba en Valencia, en una sala de variedades y transformismo que abrió su pareja vasca. "Se llamaba ‘Incógnito’ y el logo era media cara de hombre y media de mujer", recuerda. "Cuando hablo allí con transexuales, me provocan muchos sentimientos, creo que es lo que estoy buscando".

Doris lo confirmó cuando, maquillada para protagonizar un espectáculo a lo ‘Pimpinela’, caracterizada mitad de mujer, mitad de hombre, se tapó la parte masculina. "Cuando me vi en el espejo dije: No quiero morir como un maricón viejo. Así quiero morir". "No sabía ni maquillarme, pero descubrí cuál era mi camino, mi esencia era de mujer, desde antes de nacer".

El Pasaje Begoña la volvió "loca"

Con 23 años, Doris Alza llegó al Pasaje Begoña, la mítica callejuela de Torremolinos que se convirtió en un oasis de libertad para el colectivo LGTBI en pleno franquismo. "Allí me volví loca", confiesa. En los locales de este lugar conoció y se enamoró de mitos como Marilyn Monroe —"que decía que se ponía dos gotas de Channel para dormir"— y de los Beatles, sobre todo de John Lennon. "Él escribió la canción más maravillosa para este siglo, ‘Imagine’: imagínate un mundo sin guerra, sin hambre, sin fronteras, sin religión... Yo era hippie total", dice Doris.

Gracias a sus conocimientos de mecanografía, trabajó como "facturista" en un hotel de Torremolinos. "Creo que me contrataron por mi pinta de hippie". A escribir a máquina aprendió con 15 años en la misma empresa en la que estaba de empleado su padre. A esa edad tenía tres trabajos, ese mismo, como dependienta en una tienda y como representante de una compañía de comestibles. "Como soy Acuario, los signos de aire somos muy luchadores", dice Alza.

"No quería dictadura ni en pintura"
Estando en San Sebastián, cuenta Doris Alza que corrió "delante de los grises por el no a la dictadura". Su familia sabía bien lo que era sufrir durante el franquismo. A su abuela, por considerarla comunista —"ella era socialista, pero tenía una amiga comunista y ya decían que ella lo era"—, le raparon el pelo, la hicieron tomar aceite de ricino y la pasearon por la plaza del pueblo. "Yo he vivido ese franquismo, no lo quiero ni en pintura, y nazismo menos. No quería dictadura ni loca", dice.

"Entonces era mariquita, no reivindicaba al colectivo trans porque no existía", señala Doris Alza, quien recuerda con alegría que su madre pudiera ver el funeral de Franco. El dictador falleció el 20 de noviembre de 1975 y la madre de Doris, unos días después, el 8 de diciembre. "Mi madre estaba con cáncer, ingresada en el hospital, pero pudo ver el funeral. ‘Anda, ya se fue el dictador’", recuerda que dijo. Una vez que se despidió a su madre, como estaba "soltera y sin compromiso", se rindió al destino. "Que me depare lo que sea", pronunció. Más tarde conoció a su pareja vasca y supo qué quería ser de mayor.

Cómo conoció a su marido
Doris Alza lleva 42 años junto a Rafael, su marido desde 2007, con el que vive en El Bosque. "A mí con 30 años me llegan a decir que iba a estar con un hombre toda la vida y hubiera dicho que ni loca". Al principio, Doris no creyó que fuera a durar mucho con Rafa. "Lo veía tan machote... no me veía con él", relata, pero lo conoció en una discoteca de Madrid en 1979, y desde entonces no se han separado.

Un día, en la discoteca, Rafa le preguntó a Doris: "¿Tú has tenido hijos?". "Uy, éste no se ha enterado de nada", pensó ella. Cuando lo puso al día, Rafa respondió: "¿Y qué pasa?". "A mí no me pasa nada, si te pasa algo es a ti", dijo Doris. Él se fue. Y volvió a los pocos minutos con un gintonic en la mano, "más relajado".

—"Tú para mí eres una mujer".
—"Claro que lo soy, y quiero disfrutar de la vida".

Ahí comenzaron una historia de amor que continúa hoy día. "A él no le gustan los hombres, se enamoró de mí", dice Doris. "Por mi experiencia, creo que no se nace transexual, homosexual o heterosexual, se nace persona, y en el fondo todos los seres humanos somos bisexuales. La gente se enamora de la gente".

Ella tuvo claro que debía estar con Rafa cuando, tras la muerte de su padre, le pareció verlo en persona. Doris cuenta que aprendió a hacer viajes astrales y que en uno de ellos, estando en Marruecos, vio a una señora con un niño en los brazos con la cara de Rafa. "Había sido mi hijo en otra vida y me lo robaron. Y en esta vida me iba a encontrar con él como pareja". Y remata: "Ni una madre deja a su hijo, ni un hijo deja a su madre".

2020/10/28

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | MADAME ARTHUR, EL SAMALTINO QUE ROMPIÓ MOLDES ANTES QUE LA VENENO

El travesti salmantino que rompió moldes antes que La Veneno.
Modesto Mangas nació en Villavieja de Yeltes. Conocido como Madame Arthur, fue el primer hombre en travestirse en pleno franquismo triunfado en el Paralelo de Barcelona en los años 60 y 70.
Antonio Casillas | La Gaceta de Salamanca, 2020-10-28
https://www.lagacetadesalamanca.es/provincia/el-travesti-salmantino-que-rompio-moldes-antes-que-la-veneno-BF5117164 

Con la historia de Cristina Ortiz ‘La Veneno’ de plena actualidad gracias a la exitosa serie de Atresmedia, es oportuno echar la vista atrás y reivindicar la historia de los que abrieron ese camino en el momento más difícil, en pleno franquismo. Porque antes de que la palabra transexual llegará al vocabulario y el cambio de sexo fuera una realidad, los travestís pusieron esa semilla. Y es un salmantino el que tiene el honor de haber sido el primero en la historia de España.

Madame Arthur nació en 1923 en Villavieja de Yeltes con el nombre de Modesto Mangas y falleció en Barcelona en 1999.

Eduardo Gión, un inquieto catalán director de cine rescató en 2011 del posible olvido a Modesto Mangas en un documental como un homenaje a una de las figuras más emblemáticas de la Barcelona canalla y del cabaret más absoluto. Un artista que dejó sin palabras a Federico Fellini tras una actuación, al que Franco le concedió la Medalla al Mérito del Trabajo y al que metió dos o tres meses en la cárcel por escándalo público.

Cuentan quienes le conocieron en los cabarets del Paralelo barcelonés y en los bares del barrio Chino de Salamanca que de su aspecto sobresalía su altura y su prominente nariz. “La Modesta”, primero o Modesto L’Alhambra o Madame Arthur, después, exhibía su potente voz, atronadora, patética y desgarrada.

Modesto Mangas reivindicó para sí el título de primer travestido de la historia reciente. “Jamás me he sentido discriminada. Veinte veces que volviera a nacer, veinte veces que quisiera ser Madame Arthur”, dijo en una entrevista realizada en los años noventa en El País.

Ya desde pequeño tuvo un aire ambiguo, tanto en los años de escuela en Villavieja donde le gustaba hacer muñecas de trapo como en los tiempos en Lumbrales en los que organizaba teatros. Su mundo de la farándula comienza a fraguarse en la Compañía “Sonrisas de España” que recorría los pueblos cantando y bailando el cancionero, pero que tuvo que dejar para evitarle males mayores a su madre.

Vuelta a Salamanca y vuelta a un mundo que él no desea. Va fraguando su amor por el espectáculo mientras trabaja en la pensión que sus padres instalan en la zona de María Auxiliadora. “Un amigo de la familia recuerda que cuando los huéspedes hablaban de sus hijos, la madre decía orgullosa “mi hijo es artista”, según la documentalista salmantina Macu Vicente.

Modesto Mangas también dejó su impronta como artista en el servicio militar. “Fui un caso precoz en el arte. Nunca he negado que soy homosexual, y sólo me he tratado como chico cuando he trabajado en sitios que lo requerían, como en la mili, en Valladolid que era primera telefonista del Estado mayor del Aire”, destacó el artista en los años noventa.

De la ópera al cabaret. En la mili, recuerdan sus paisanos, por la noche se envolvía en una sábana y subido en cualquier sitio cantaba ópera a sus compañeros.

En los años cincuenta Modesto regresó un tiempo a Villavieja trabajando como camarero en la fonda. Ya en esa década había empezado su vida artística. “Iba por Villavieja y pueblos de la zona con una compañía ambulante junto a Pepita Gracia, Rosita de Andalucía y Angelito, que era un guitarrista excelente. Sus actuaciones ha dejado un recuerdo imborrable, ponían color y alegría en años oscuros y tristes”, destaca Macu Vicente quien subraya que “Todos lo describían e insistían en su educación, elegancia, seriedad, discreción, agudeza y buen humor”.

En Salamanca. Modesto Mangas trabajó en Salamanca en el café de Los Carboneros, en el cabaret Simu y en el Barrio Chino, entonces el mayor de Europa, en La Terraza, un local con patio y en El Columba, el más conocido, dirigido por Margot y La Mara. “Hasta hace 2 ó 3 años un vecino de Villavieja hablaba con La Mara, ya mayor y le contaba maravillas de Modesto, recordaba las tardes de toros con él y cómo lo defendían y querían las chicas de los locales en los que él actuaba”, añade Macu Vicente.

Estando en Madrid trabajó con Celia Gámez y frecuentaba un bar de copas en la Cuesta de las perdices que era de un salmantino de Bogajo.

Es entonces cuando Modesto Mangas supera una dura selección y entra a trabajar como ayudante de cámara del ministro de la Gobernación.

Un tiempo en el que visita Barcelona, en el que conoce al doctor López Ibor y a Camilo José Cela.

Después volvió al cabaret y viajó a París donde conoció a los primeros travestís. Regresó a España para seguir con su carrera como cantante con empresarios que le pagaban menos de lo que conseguía alternando con clientes.

En Barcelona. El Paralelo de Barcelona fue su sede artística. Empezó como presentador en el cabaret Gambrinus y poco después sorteó la censura vistiéndose de mujer. Era un espectáculo único al que llegaba público de toda España porque en Madrid era imposible realizarlo. Madame Arthur cantaba, bailaba y se metía con la gente y nunca utilizó play back. Fue un camino de éxito saltando al teatro Cirus y al Barcelona de noche, lo más canalla de la ciudad condal nocturna donde sedujo con su arte al mismísimo Federico Fellini. Modesto trabajó con destacados artistas como Pierrot, Pavlosky, Christine o Paco España, entre otros muchos y como Madame Arthur se fue de gira con la compañía Incógnito y visitó la cárcel por escándalo público.

Modesto no volvió más a Salamanca. La última visita a Villavieja fue en 1981 cuando llegó a la plaza en taxi con chófer, abrigo de visón blanco hasta los pies, traje de raya diplomática y botines blancos. Llegaba un triunfador, lo que él fue.

2013/12/31

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | AVALANCHA DE COTILLONES PARA DESPEDIR 1978 Y PACO ESPAÑA EN LA PERLA

Avalancha de cotillones para despedir 1978.
Sin salir de San Sebastián, había fiestas con «uvas de la suerte» en Ku, La Perla, Paladín y el Real Club de Tenis.
El Diario Vasco, 2013-12-31
https://www.diariovasco.com/v/20131231/comarca/avalancha-cotillones-para-despedir-20131231.html

Toca despedir el año. En esta calle de la Memoria que vive en otros tiempos, decimos adiós a 1978. En la edición de DV del 31 de diciembre de hace 35 años nos invita a ello un anuncio: «La Perla. Despida el año 1978 y comience 1979 con alegría en La Discoteca de Donostia. Gran Cotillón. Regalos de serpentinas, gorros, uvas de la suerte, turrón, etcétera. Y la extraordinaria actuación de Paco España. ¡¡El boom del año!!!».

Recuerden que el canario Paco España, al que le ponían triple exclamación, fue un pionero del transformismo y revolucionó el mundo del espectáculo en los años 70 con sus funciones de travestis. Mientras Paco España recibía el Año Nuevo en La Perla, al lado, en Paladín, había otro cotillón con «baile y ambiente hasta la madrugada».

Este día y los anteriores aparecían en nuestro periódico más anuncios de cotillones para cambiar el año, que repasamos para evocar las discotecas y locales de entonces. Ku, la discoteca de Igeldo, era una de las referencias de la época. Acababa de celebrar, el 28 de diciembre, una sonada 'Fiesta romana'. Y promocionaba su cotillón con el juego de palabras 'EnKuentrate con las uvas' o con otro anuncio protagonizado por su logotipo de tipografía geométrica y el dibujo de su enmascarada y fea mascota. «Y brindaremos con Conde de Caralt».

Junto a él aparecía la errenteriarra Penny Lane y su «Gran Cotillón a partir de las 12 de la noche». Prometían: «Botella de champán Codorníu para cada 2 personas. A la entrada, bolsa de cotillón. A las 3 de la mañana, turrón. Y a las cinco, sopas de ajo». Observen que el cava aún seguía llamándose champán o champagne, aunque no se elaborase en aquella región francesa.

Encontramos anunciada una tercera referencia, que la discoteca Young Play de Hernani también organizaba su «gran cotillón fin de año». Un clásico durante décadas en las fiestas sociales donostiarras, el Real Club de Tenis, seguía organizando su cotillón en la Nochevieja de 1978-1979. El anuncio que publicaban detallaba sus características: «Gran cotillón desde las 12 de la noche. Uvas de la suerte, turrón, champagne Conde de Caralt, bolsa de cotillón. A la madrugada, sopas de ajo. Orquesta: Urgull Taldea. Pick-up».

Un poco más lejos, también se anunciaban cotillones en salas de Irun. En Gwendolyne, con la Orquesta Internacional Marbella. En Jennifer, con «circuito cerrado de TV con proyecciones». Y en Saroia, que se promocionaba como «la sala de las misses y los deportistas», con entrada a mil pesetas. ¿Alguien recueda la discoteca Mostacho? Pues también tenía cotillón y «uvas de la suerte».

Fuera de los cotillones, entre la publicidad que aparecía en DV en los últimos días de 1978 nos llama la atención uno de Telefónica, entonces Compañía Telefónica Nacional de España: «El día de Nochevieja procure llamar antes de las nueve de la noche. Con ello conseguirá una mayor fluidez en sus comunicaciones telefónicas al evitar la saturación de las líneas». La tecnología era otra hace 35 años.

2011/05/30

DOCUMENTALES | Gión, Eduardo | Madame Arthur

Gión, Eduardo (Director) (2011). Madame Arthur. El Erizo Producciones.

Madame Arthur. 2011. Estreno: 2011-05-30, en El Molino, Barcelona. 61 min. Dirección: Eduardo Gión. Guion: Antonio Gracia, Eduardo Gión. Documental. El Erizo Producciones.

Modesto Mangas, natural de Villavieja de Yeltes (Salamanca) llegó a ser a una de las figuras más emblemáticas de la Barcelona canalla de los años '70 y del cabaret más absoluto. 

Desde niño tuvo un aspecto andrógino. Llegados los ’60 desplumó dos o tres marabús y se hizo unos espléndidos penachos, convirtiéndose en “la reina” del Paralelo barcelonés. Tras un periplo por España con la compañía «Sonrisas de España», consiguió un puesto de ayuda de cámara del ministro de la Gobernación de entonces. Detrás del ministro acabó en el Maresme y cambió el uniforme de mayordomo por las lentejuelas y los tacones de aguja, y se afincó en Barcelona. Empezó como presentador en el cabaret Cambrinus, y pronto conquistó a los censores catalanes y a las clases altas, ávidas de un espectáculo impensable en el resto de la España franquista. Madame Arthur bailaba, interactuaba con el público y cantaba, siempre en directo y con orquesta. En la sala de fiestas “Barcelona de Noche” fue descubierto por Federico Fellini, a quien iba dedicado un número “Las noches de Cabiria”. En este número, al estilo de la película “Víctor o Victoria”, pasa de ser una meretriz de lujo, una ‘femme fatal’, a desprenderse de todos sus aditamentos para quedar con la cara lavada. Esta metamorfosis maravilló al cineasta. Un sobrino de Cayetana Fitz-James, duquesa de Alba, dirigió para Madame el espectáculo “Incógnito”, en el que participaban 30 hombres travestidos. Esta aventura le llevó tres meses a la cárcel.

Madame Arthur, vuelve!!
Madame Arthur el documental, 2010-10-23

http://madamearthureldocumental.blogspot.com/2010/10/madame-arthur-vuelve.html

Después de mucha espera, trabajo, y demás anunciamos que el documental sobre la "Madame Arthur" está terminado y montado, listo parasu estreno. De la mano de "El Erizo Producciones" será estrenado en breve, en un local aún por terminar de negociar pero que esperemos que os encante. El último visionado de la película nos ha llenado de nostalgia ya que el montaje final es precioso, llevando al espectador durante una hora por el recuerdo de los locales "Barcelona de noche" y "Gambrinus", la Barcelona de los 70, el cabaret, el music Hall, la dictadura, los tacones, las plumas, los trans y las trans, todo acompañado por testimonios como Pierrot, Christine, Dolly Van Doll, Mel Castan, Juani de Lucia, Enric Majó y Victor Guerrero y por los habitantes de Villavieja de Yeltes, el pueblo de Modesto, nuestra Madame. Una montaña rusa que va desde el llanto hasta la carcajada más sonora. Un homenaje a una de las figuras más emblemática de la Barcelona canalla, y del cabaret más absoluto.

DOCUMENTACIÓN
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Madame Arthur, el travesti del franquismo.
Infante Terrible | Antinoo.es, 2010-05-21

https://antinoo.es/madame-arthur-el-travesti-del-franquismo/
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Eduardo Gión: «Llegué por un libro a Madame Arthur y quedé fascinado»
El Periódico, 2011-03-18

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20110318/eduardo-gion-llegue-libro-madame-943774

2011/03/18

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | EDUARDO GIÓN: "LLEGUÉ POR UN LIBRO A MADAME ARTHUR Y QUEDÉ FASCINADO"

Eduardo Gión: «Llegué por un libro a Madame Arthur y quedé fascinado»
El Periódico, 2011-03-18

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20110318/eduardo-gion-llegue-libro-madame-943774 

La mitad del tiempo está Eduardo trabajando en un hospital de Vilanova, donde es administrativo y se ocupa de gestionar las citas: usted tal día, usted tal otro, usted tal otro; y la otra mitad está haciendo documentales. La dualidad es de formación, porque Eduardo hizo cursos de administrativo y más tarde estudió Cine, que es lo que le gusta, y como no puede (aún) vivir de eso, reparte el tiempo por mitades; de la mitad cinematográfica acaba de salir un largometraje sobre Madame Arthur.

-Un largometraje documental, ¿no? Cuénteme. Explíqueme por qué le atrajo el personaje.

-Bueno, a mí lo que me gusta sobre todo son los años 70 de Barcelona, todo el ‘underground’ de entonces, los cabarets, y buscaba a alguien que hubiera tenido relevancia en esa época, que hubiera abierto alguna puerta, no sé. El caso es que leí ‘Memorias Trans’, que es un libro de Pierrot, y ahí me encontré a Madame Arthur, y... bueno, eso. Leí y quedé fascinado.

-Ajá. Ya tenía personaje.
-Sí. A partir de ahí me dediqué como un año y medio a investigar. De hecho, escribí al pueblo de donde era él, Villavieja de Yeltes, en Salamanca, muy cerca de la frontera con Portugal. ¿Y sabe qué hizo el alcalde? Publicó un bando. El bando decía que se iba a hacer un documental sobre el ilustre Modesto Mangas... porque así se llamaba, Modesto Mangas... y que se pusiera en contacto cualquiera que tuviera información.

-¿Sabían? ¿Que Modesto había sido transformista? ¿Lo sabían?

-En la alcaldía no lo sabían. Simplemente les entusiasmaba este homenaje a un villaviejense que había triunfado en Barcelona. Y... bueno, en cualquier caso encontramos muy poca gente en ese pueblo que supiera que Modesto se había convertido en Madame Arthur. Muy pocos.

-¿Por?
-Bueno, imagínese. Aquello eran los años 60 y Villavieja era un pueblo muy conservador, además estaban en pleno franquismo... Básicamente, Modesto tuvo que huir. De hecho, cuando fuimos allí a rodar... Estábamos en la plaza, montando las cámaras, y se acercó una señora, una señora mayor, y nos dijo: «Ah, que vosotros sois los que vais a hacer algo sobre Modesto, ¿no?» Y yo: «Sí, señora», y le mostré el libro de Pierrot. Y la señora: «Este no es Modesto». Y yo: «Sí, señora, este es Modesto». El caso es que costó lo suyo convencerla, pero cuando al final vio que era cierto se enfadó. Se enfadó muchísimo.

-Me dice que rodó en Villavieja. ¿Qué hacía, se pedía vacaciones?

-Rodamos en Villavieja, en Salamanca... que fue adonde Modesto se fue primero... y en Madrid. Y en Barcelona, claro. Y sí, por supuesto, el largo lo rodé en vacaciones. Qué remedio.

-Sus compañeros de trabajo saben... no sé: ¿de esta doble vida?

-Sí, claro que lo saben. Y están orgullosos. De hecho, una vez me entrevistaron en la revista del hospital.

-Porque ya había filmado algo, ¿no? Antes de Madame Arthur.
-Sí: un corto que hice al final de la carrera y otro que hice mientras hacía el máster. No les fue mal, sobre todo al primero, piense que llegó a exhibirse en Nueva York, en un festival... el West Side Film Festival, se llama.

-¿Máster?

-De Dirección.

-¿De qué iba el corto?

-Se llamaba ‘El abrazo del erizo’, y era una crítica al sector de la telefonía.

-Un corto de telefónicas.
-Era un tema que en esos momentos me interesaba... Verá, en esa época yo trabajaba en una empresa telefónica, y había visto cómo funcionan por dentro. Y quería denunciarlo.

-Una pregunta: ¿aún trabajaba allí cuándo exhibió el corto?
-Sí.

-¿Y? ¿No le dijeron nada?

-Nada. No pasó nada.

-Qué suerte. En fin. ¿Ya está listo el documental? ¿El de Modesto?
-Está listo, sí. Estamos haciendo las gestiones para estrenarlo en El Molino, que nos parece el lugar idóneo.

-¿Cuánto costó?
-¿Cuánto costó? 15.000 euros. Todos de nuestros bolsillos.

-¿«Nuestros»?
-Sí, nuestros. Es un proyecto conjunto. Gente del máster.

-Ojalá lo recuperen.
-No, no, no lo vamos a recuperar, somos conscientes de eso. A mí es que el personaje me encanta, de verdad, y el solo hecho de haber podido hacer un documental sobre él ya es un premio. Aunque también esperamos que sirva, no sé, para seguir haciendo cosas...

2010/05/21

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | MADAME ARTHUR, EL TRANSFORMISTA DEL FRANQUISMO

Antinoo.es / Madame Arthur //

Madame Arthur, el travesti del franquismo.

Infante Terrible | Antinoo.es, 2010-05-21
https://antinoo.es/madame-arthur-el-travesti-del-franquismo/ 

El cineasta Eduardo Gión ha vuelto a poner en la palestra al primer transformista del franquismo, Madame Arthur. También ha contribuido a su recuerdo la mención que le dedicó Joan Estrada en los ‘Premios Sebastià Gasch’.

Madame Arthur nació cerca de Salamanca llamándose Modesto Mangas, desde niño tuvo un aspecto andrógino. Llegados los ’60 desplumó a dos o tres marabús y se hizo unos espléndidos penachos, convirtiéndose en “la reina” del Paralelo barcelonés.

Tras un periplo por España con la compañía «Sonrisas de España», consiguió un puesto de ayuda de cámara del ministro de la Gobernación de entonces. Este empleo le permitió conocer al prestigiosos psiquiatra López Ibor y al Premio Nobel Camilo José Cela.

Detrás del ministro acabó en el Maresme y cambió el uniforme de mayordomo por las lentejuelas y los tacones de aguja, y se afincó en Barcelona. Empezó como presentador en el cabaret Cambrinus, y pronto conquistó a los censores catalanes y a las clases altas, ávidas de un espectáculo impensable en el resto de la España franquista.

Madame Arthur bailaba, interactuaba con el público y cantaba, siempre en directo y con orquesta. En la sala de fiestas “Barcelona de Noche” fue descubierto por Federico Fellini, a quien iba dedicado un número “Las noches de Cabiria”. En este número, al estilo de la película “Víctor o Victoria”, pasa de ser una meretriz de lujo, una ‘femme fatal’, a desprenderse de todos sus aditamentos para quedar con la cara lavada. Esta metamorfosis maravilló al cineasta.

Un sobrino de Cayetana Fitz-James, duquesa de Alba, dirigió para Madame el espectáculo “Incógnito”, en el que participaban 30 hombres travestidos. Esta aventura le llevó tres meses a la cárcel. «Yo soy una cosa rara. Tengo el cuerpo de Cleopatra y la cara de una jaca cortijana de Alvaro Domecq», Madame Artur.

2000/02/29

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | ADIÓS A MADAME ARTHUR

Adiós a Madame Arthur.
Isabel Olesti | El País, 2000-02-29

https://elpais.com/diario/2000/03/01/catalunya/951876441_850215.html 

Ahora que el Carnaval está al caer y ya nadie se sorprende -es más: resulta hasta poco original que un hombre se vista de mujer-, me viene en mente un personaje que en su día se jugó la piel por esto. Madame Arthur fue el primer hombre que tuvo las agallas, en plena dictadura franquista, de transvestirse en un escenario. Su muerte, hace unos meses, habría pasado inadvertida si no fuera por una mención especial que le dedicó Joan Estrada en los Premios Sebastià Gasch. Conocí a Madame Arthur en la fiesta del aniversario del Bagdad -tenía entonces él más de 70 años-. Enseguida me llamó la atención aquel hombre impecablemente maquillado y bien vestido, como si estuviera a punto de saltar al escenario en cualquier momento. Meses más tarde nos citamos en un café y me contó su vida, que me pareció de película.

Madame Arthur nació cerca de Salamanca con el nombre de Modesto Mangas, aunque su oficio le impidió hacer honor a su nombre. Ya desde pequeño tuvo un aire ambiguo y nadie sabía a ciencia cierta si el que servía cafés en un bar de Salamanca era niño o niña. Aprovechó el tirón y terminó triunfando en el barcelonísimo Paral.lel de los años sesenta ataviado con las mejores plumas. Fue entonces cuando Modesto Mangas se transformó para toda la vida en Madame Arthur.

A los 12 años alguien propuso a Modesto enrolarse en 'Sonrisas de España', una compañía que recorría los pueblos cantando y bailando el cancionero español de los años treinta. Él se vestía de hombre, pero el público seguía confundiéndolo. Atravesó España y fue cogiendo lo que se llaman tablas. Pero el ambiente lo llevaba por mal camino y su madre le rogó que dejara la vida de la farándula si no quería terminar con el hígado hecho puré. Y Modesto la obedeció. Después de una dura selección entró como ayuda de cámara del ministro de la Gobernación de aquel entonces -nos situamos en los años cuarenta-. Su patrón nunca llegó a saber de dónde procedía; al contrario de su mujer y de sus hijos, quienes animaron a su padre a elegirlo.

Durante aquellos siete años Modesto Mangas vivió pendiente de su ministro y señor, al que le preparaba la ropa todos los días, fuera a donde fuera. Así conoció a López Ibor y a Cela, amigos de los señores que frecuentaban la casa. Un día el ministro hizo un viaje a Barcelona para visitarse en la clínica Barraquer. Naturalmente se llevó a su séquito y Modesto pisó por primera vez la ciudad donde se quedaría para siempre. Aquel mismo verano el ministro, encantado con el clima mediterráneo, alquiló una mansión en el Maresme. Una pelea con el servicio desencadenó lo que ya se cocía: Modesto cambió el uniforme de ayudante de cámara por las plumas y el marabú y así se lanzó de nuevo al mundo del espectáculo.

Empezó como presentador en el cabaret Cambrinus. Al poco tiempo ya se vestía de mujer sorteando bravamente la censura, que se contaba entre sus fans más adictos. Marqueses, banqueros..., el público llegaba de toda España porque en Madrid un espectáculo de estas características era aún impensable. Madame Arthur cantaba, bailaba y se metía con la gente. Le acompañaban 10 músicos y nunca utilizó el play back. Al Cambrinus le siguió el Arnau, el teatro Victoria, Camelot, Rialto, etcétera. En el 'Barcelona de Noche' tuvo un espectador de lujo: Federico Fellini, a quien iba dedicado un número que reproducía 'Las noches de Cabiria'. "Eres la más hembra que Goya plasmó", le cantaban a Madame Arthur apoyada a un farol, vestida de puta elegantísima, para acabar arrancándose las pestañas y los marabúes y convertirse en un andrajo. Cuentan que Fellini subió a su camerino atónito y sin habla de lo muy sorprendido que se quedó.

Madame Arthur se fue de gira con Incógnito, una compañía de 30 hombres vestidos de mujer y bajo las órdenes de un sobrino de la duquesa de Alba. Le acusaron de escándalo público y le metieron tres meses en la cárcel. Curiosamente, el policía que le detuvo era de su pueblo y le reconoció. Hasta los 70 años Madame Arthur subía al escenario si se lo pedían. Ahora, siete años más tarde, llevaba una vida tranquila, pero sus admiradores aún le piropeaban a su paso por lo que queda de lo que fue el dorado Paralelo.

1995/11/23

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | 15 AÑOS DE CÁRCEL PARA EL CHAPERO QUE MATÓ A UN TRANSFORMISTA

15 años de cárcel para el 'chapero' que mató a un transformista.
Jan Martínez Ahrens | El País, 1995-11-23

https://elpais.com/diario/1995/11/24/madrid/817215858_850215.html 

Alí Mbaye Mamadu, el chapero senegalés de 34 años que en octubre de 1994 mató a puñetazos al maquillador Juan Carlos Pinto para robarle un televisor y un equipo de música, ha sido condenado a 15 años de cárcel. La sentencia de la Audiencia de Madrid sostiene que, tras golpear a su víctima, Mbaye la dejó morir atada de pies y manos. Esa noche, Pinto, de 29 años, vivía su apoteosis transformista. Envuelto en licras y pieles de conejo, había acudido al estreno de la película 'Las aventuras de Priscilla, reina del desierto', una alocada comedia de transformistas. En su cabeza lucía un cuerno de silicona.

En la sentencia, a la que tuvo acceso Efe, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid declara probado que el senegalés se encontraba sobre las dos y media de la madrugada del 30 de septiembre de 1994 en las proximidades de la Puerta del Sol de Madrid. Allí vendía cajetillas de tabaco. Juan Carlos Pinto Martín salía a aquella hora de la fiesta que se había celebrado en la discoteca Joy Eslava con motivo del estreno de la película -donde se dejó fotografiar junto con otras reinonas de la noche-. De camino a su casa se cruzó en la Puerta del Sol con Mbaye, a quien le ofreció mantener relaciones sexuales por 10.000 pesetas.

El senegalés aceptó. Ambos se dirigieron a la vivienda, una buhardilla en la calle del Príncipe. Una vez allí se desató una discusión por la duración y el precio del servicio. Pinto se negó a pagar lo acordado, mientras que el procesado, según la sentencia, solicitó el dinero convenido. Los vecinos aún recuerdan los gritos.

Pinto, entonces, exigió a Mbaye que abandonara la casa. El chapero, sin embargo, reaccionó violentamente y empujó al peluquero contra la pared, luego le propinó una patada en la cara y le golpeó la cabeza con un objeto contundente. Juan Carlos Pinto, hombre cuyos amigos consideraban incapaz de pegar a nadie, comenzó a sangrar a chorros. Empezó a fallarle el sentido. Mbaye, para que no pudiera salir a pedir ayuda, le ató las manos a la espalda con un trozo de tela verde y enrolló sus pies con un cinturón. Así le dejó hasta verle morir.

El acusado aprovechó para robar un televisor y una cadena de música. Estos frutos de la rapiña fueron descubiertos una semana después por la policía en la habitación del hostal donde se alojaba el senegalés. Su cazadora mostraba manchas de sangre. La sentencia recuerda que Mbaye ya fue condenado con anterioridad por los delitos de hurto, robo y uso público de nombre supuesto. El fallo considera, pues, la agravante de reincidencia. Los magistrados condenan también a Mbaye a indemnizar a los herederos del fallecido con 10 millones de pesetas.

1994/10/05

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | ESA NOCHE LE MATARON

Esa noche le mataron.
Jan Martínez Ahrens | El País, 1994-10-05

https://elpais.com/diario/1994/10/06/madrid/781446271_850215.html 

La noche de su muerte, el estilista y maquillador Juan Carlos Pinto Martín, de 29 años, envuelto en licras ajustadas y pieles de conejo, vivía su apoteosis transformista. El cuerno de silicona dorada, las cejas depiladas, las uñas pintadas. Esa madrugada del pasado viernes, de regreso de la gran fiesta de travestidos de la sala Joy Eslava, Juan Carlos Pinto fue salvajemente asesinado por un falso ‘chapero’, Alí Mbayemamadu, senegalés de 33 años, según ha descubierto la policía. El estilista murió en una buhardilla desnudo, atadas las manos con un pañuelo de seda verde. El homicida le destrozó la cara a puñetazos. Todo, por robar un televisor y una cadena musical.

Mbayemamadu fue detenido este lunes en un hostal de la calle de San Agustín, 6 (Centro). En su habitación, la policía descubrió el televisor robado y una cazadora con manchas de sangre. El senegalés, con 34 antecedentes policiales por robo, atraco, lesiones, agresión y tráfico de drogas, se ha negado a declarar.

Los caminos de la víctima y el agresor se cruzaron en la Puerta del Sol. Pinto se dirigía a su vivienda, una buhardilla en la calle del Príncipe, 13. Regresaba de una noche de plumas y lentejuelas que había comenzado el jueves, pasadas las nueve de la noche, a la puerta del cine Capitol, en la Gran Vía. Allí se pavonearon las más explosivas ‘drag queen’ (‘reinonas’, travestidos de exagerado disfraz) con ocasión del estreno de la película ‘Las aventuras de Priscilla, reina del desierto’, una alocada comedia musical de transformistas. Entre los destellos liberados por las ‘reinonas’ se deslizaba Juan Carlos. Apostado a la puerta, lucía su atuendo para la ocasión. Tras la película se subió con el resto de los transformistas al autobús que les llevaría hasta la gran fiesta del Joy Eslava. Horas después le mataron.

El robo de un televisor se erige en móvil del crimen

La fiesta del Joy Eslava. Cientos de personas sin parar de bailar. Las ‘reinonas’ desfilando por el escenario. Y Juan Carlos en la pista. Los que le vieron le recuerdan en plena euforia. "Se subía y bajaba la camiseta", rememoraba un asistente.

A las dos de la madrugada, la fiesta alcanzó su clímax con el espectáculo de las ‘drag queen’ Betty Brown y Shanghay. Juan Carlos, según los testigos, permaneció en el concurrido local hasta las cuatro de la madrugada.

Salió de la discoteca solo y sin haber bebido alcohol. Iba disfrazado. La Brigada de Homicidios sostiene que en la Puerta del Sol contactó con el senegalés. Le invitó, según esta hipótesis, a su buhardilla, posiblemente para mantener relaciones sexuales. La falta de señales de violencia en la puerta afianzan esta explicación. Los conocidos de la víctima, sin embargo, mostraron su extrañeza ante esta posibilidad.

Los vecinos interrogados por este periódico recuerdan que aquella madrugada se desató una fuerte discusión en la vivienda. Se escucharon voces masculinas y carreras. "Tras la bronca pudimos oír cómo alguien huía", comentó un inquilino. Nadie, sin embargo, se preocupó.

Al día siguiente, sobre las cinco de la tarde, la portera de este inmueble de paredes desconchadas y techo bajo descubrió el cadáver. Estaba tendido sobre un sofá: las uñas largas, desnudo, maniatado. El asesino lo había matado a puñetazos. La víctima tenía la mandíbula fracturada y la cara ensangrentada. En la vivienda, desordenada y llena de pelucas, faltaba un televisor de 14 pulgadas y una cadena musical.

En un principio, los investigadores barajaron el móvil sexual. Esta perspectiva cambió cuando la Policía Científica descubrió en el lugar del crimen las huellas dactilares de Alí. El sospechoso lucía un historial con 34 detenciones -29 en Madrid y 6 en Barcelona-. El lunes fue detenido en un céntrico hostal, apenas a 500 metros del escenario del crimen. En su habitación se descubrió el televisor -identificado por la dueña de la buhardilla-. Los agentes de la Sección V de la Brigada Provincial de Policía Judicial también hallaron una chaqueta con sangre, presumiblemente de Juan Carlos. Alí pasó ayer a disposición judicial.

La brutalidad del crimen ha sacudido a las ‘reinonas’ que participaron en la fiesta. "Es terrible", comentaba a ayer Vampirella, que conocía a la víctima desde hacía cuatro años. Su descripción muestra a Juan Carlos, malagueño de origen, como un estilista en ascenso -había trabajado para Ángel Schlesser en la Pasarela Cibeles y para la peluquería Rizos- Últimamente, tras regresar de un viaje a Turquía, había concentrado sus esfuerzos en un estudio de estilismo y en una colección de trajes de peluche, silicona y metales.

Los que le conocieron niegan que fuese un transformista. "Aquella noche le dio la locura y para la fiesta se vistió de unicornio, pero normalmente iba con vaqueros y camiseta", recordaba ayer Vampirella, para quien la muerte de su amigo nada tenía que ver con la fiesta del estreno, la última de Juan Carlos Pinto.

1994/10/01

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | LA POLICÍA SOSPECHA QUE EL HOMICIDIO DEL PELUQUERO MANIATADO TUVO UN MÓVIL SEXUAL

La policía sospecha que el homicidio del peluquero maniatado en una buhardilla tuvo un móvil sexual.
Luis Fernando Duran | El País, 1994-10-01

https://elpais.com/diario/1994/10/02/madrid/781100654_850215.html 

El cadáver desnudo encontrado el viernes en la buhardilla del número 13 de la calle del Príncipe (distrito de Centro) ha sido identificado como Juan Carlos Pinto Martín, malagueño de 29 años. La víctima, peluquero y estilista, murió tras sufrir numerosos cortes en el cuerpo y en la cara producidos con un objeto punzante, que ayer aún no había sido descubierto. El fallecido tenía la cara ensangrentada y una mano atada al cuerpo con un pañuelo verde de seda (véase El País de ayer). La policía sospecha que el crimen pueda tener un móvil sexual. Horas antes de la muerte se registró una fuerte discusión en la vivienda. El cadáver fue hallado a las cinco de la tarde por la portera del edificio, un viejo inmueble de paredes desconchadas y techo bajo. Los inquilinos escucharon durante la madrugada anterior una fuerte disputa -de voces masculinas- y el ruido de gente corriendo. "Tras una gran bronca oímos que alguien huía", narraba ayer Alfonso, el propietario de un hostal ubicado en el cuarto piso de la finca. Nadie, sin embargo, dio importancia a las voces y los ruidos.

Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía especuló ayer con que el fallecido pudiera ser un travestido, debido a su aspecto. "Tenía las uñas largas y pintadas, el pelo rapado y la cejas depiladas. En el domicilio de la calle del Príncipe había varias pelucas" comentó el portavoz policial. Los agentes del grupo V de homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial sospechan que el crimen se produjo por "un móvil de tipo sexual".

Ausencia de indicios
Basan su hipótesis en que no han encontrado indicios que apunten a un posible robo. También han descartado que el caso esté relacionado con la prostitución.

El fallecido llevaba viviendo unos 15 días en la buhardilla, que era propiedad de una amiga, posiblemente la dueña de las pelucas. Según la descripción de un inquilino, "era un hombre extraño, de apariencia misteriosa, que vestía de negro y con botas militares". Durante su breve estancia en el inmueble, tan sólo una noche le llamaron la atención los vecinos. "Puso música de Beethoven [compositor clásico] muy alta, subimos a la casa y enseguida pidió disculpas y bajó el volumen", agregó este vecino.

Los padres de la víctima y sus hermanos, vecinos de Málaga, se desplazaron anoche a Madrid. El cuerpo permanecía ayer en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se le practicó la autopsia. Las diligencias las instruye el Juzgado de Instrucción número 30.

1991/10/25

PELÍCULAS | Almodóvar, Pedro | Tacones lejanos

Almodóvar, Pedro (Director) (1991). Tacones lejanos. El Deseo ; Ciby 2000 ; Canal+ ; TF1 Films Production.

Tacones lejanos. 1991. Estreno: 1991-10-25. 113 min. Dirección y guion: Pedro Almodóvar. Reparto: Victoria Abril, Miguel Bosé, Marisa Paredes, Cristina Marcos, Feodor Atkine, Ana Lizarán, Bibiana Fernández, Miriam Díaz Aroca, Nacho Martínez, Pedro Díez del Corral, Mayrata O'Wisiedo, Paula Soldevila, Lupe Barrado, Gabriel Garbisu, Juan José Otegui, Javier Bardem, Lina Mira, Eva Siva, Carmen Navarro. Coproducción España-Francia: El Deseo ; Ciby 2000 ; Canal+ ; TF1 Films Production. 

El marido de Rebeca (Victoria Abril) fue en otros tiempos el gran amor de su madre, la diva "Becky del Páramo" (Marisa Paredes). Cuando éste muere asesinado, madre e hija vuelven a encontrarse. El juez que lleva el caso (Miguel Bosé) es por la noche una drag-queen que imita a Becky.

Becky del Paramo, una gran artista y cantante de éxito de los años 60, dejó el mundo del espectáculo durante quince años. Ahora vuelve a los escenarios de Madrid llena de energía para demostrar que su espíritu juvenil no ha muerto. En su regreso se encuentra con su hija, para intentar arreglar la relación con ella. Ese reencuentro no es nada fácil para ninguna de las dos, resultando imposible disimular esos quince años de silencio. Rebecca adora a su madre pero también la odia...


DOCUMENTACIÓN
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'Tacones lejanos', de Almodóvar, gana el César a la mejor película extranjera del año Octavi Marti | El País, 1993-03-08

https://elpais.com/diario/1993/03/09/cultura/731631609_850215.html
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Tacones lejanos (Pedro Almodóvar, 1991)
Claudia Rodríguez Díaz | Sombras de Luna, 2013-05-15

https://www.madrimasd.org/blogs/imagen_cine_comunicacion_audiovisual/2013/05/15/126233
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La aportación de Pedro Almodóvar al colectivo LGTBIQ+

Almodóvar vs otros directores españoles
Javier Valera | Mutaciones, 2021-10-08
https://revistamutaciones.com/la-aportacion-de-pedro-almodovar-al-colectivo-lgtbiq/
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BIBLIOGRAFÍA
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Pelayo García, Irene (2011). Performance drag y parodia en ‘Tacones lejanos’: una lectura queer. Icono14 [ISSN-e 1697-8293], 9(3), 160-176

1988/12/16

DOCUMENTACIÓN | CINE | 'CREPADA' COMO LA VIDA MISMA

'Crepada' como la vida misma.
Octavi Marti | El País, 1988-12-16

https://elpais.com/diario/1988/12/16/cultura/598230003_850215.html

‘Hairspray’ sitúa su acción en la ciudad de Baltimore en 1962, y tiene como protagonistas a un grupo de ‘teenagers’ adictos a un programa de televisión. Sólo viven para intervenir en un ‘show’ televisivo dedicado a la música moderna y, más concretamente, a aquellos bailes ridículos y bien ordenados como el ‘madison’, el ‘bug’ o el ‘dog’, -ellos se sitúan diariamente frente al televisor y aprenden los pasos- destinados a canalizar de forma aséptica la sexualidad adolescente. La reina del ‘show’ de Corny Collins es una muy repeinada chica rubia que responde al modelo ‘wasp’ y al nombre de Amber von Tussle. Sus padres poseen el parque de atracciones de la ciudad y son fervientes segregacionistas. Poco tienen que ver con la madre y el padre de Tracy, una gorda simpática, desinhibida, igualmente fanática de la música quinceañera y de los aparatosos ‘crepados’ de pelo. Su peinado es el más espectacular del barrio, lleva los ojos sabiamente maquillados y usar el lápiz de labios blanco con un aplomo que para sí quisieran muchas jovencitas. Su origen es modesto -la familia tiene una tienda de objetos para bromas-, pero se convierte en la principal rival de Amber en la disputa del título de Mis Auto Show 1963. Sabe bailar el ‘madison’ y el ‘pony’ y eso la convierte en un peligrosa competidora. Tracy tiene además problemas con el director por su escandaloso peinado y termina en la sección especial para chicos con problemas.

Sobre el papel, ‘Hairspray’ podría ser una película ‘retro’ o un musical a lo Grease, pero John Waters, que se ha ganado una merecida fama como humorista del mal gusto, no se limita al pequeño placer de reconstruir visualmente los signos de una época. Dado que el enfrentamiento racial -musicalmente expresado- es una parte importante de la historia, no sería exagerado pensar que estamos ante una comedia social, con mensaje. Es cierto en parte, pero esa es una definición que no restituye la verdad de la película.

El principal mérito de John Waters es el haber sabido poner énfasis en lo que hoy nos parece más creíble. Como el Almodóvar de ‘Qué he hecho yo para merecer esto’, el cineasta de Baltimore -¿hace falta decir hasta qué punto el filme es personal?- opta por tratar seria y extensamente lo trivial y por dejar como telón de fondo lo en verdad importante. Con ello, dentro de la clave de exageración propia de este tipo de comedia, consigue resucitar el momento y, al mismo tiempo, evitar que la complicidad del espectador tenga algo de autocompasiva. No es una película ambiciosa, tal y como generalmente aplicamos el adjetivo, pero sí una estupenda prueba de que es posible conciliar el placer con la lucidez, la capacidad de analizarse con la ausencia de moralismo o sentimiento de culpa.

Tracy descubre el racismo casi por casualidad. Ha estado viviendo siempre en un ambiente racista y, quizá por ello, porque formaba parte del paisaje cotidiano, no sabía que lo era. Pero basta con descubrir que a las chicas negras no las dejan salir bailando en televisión, con escuchar una vez el ‘hit parade’ del soul o con topar con una’ beatnik’ para que su exigencia de un mundo abierto a los diferentes ya no se limite a la inclusión de las gordas entre la lista de candidatas a Miss Auto Show.

‘Hairspray’ resulta divertida y simpática, superficial, pero no engañosa, y cuenta con el enorme atractivo de una excelente dirección artística, una banda sonora trabajada y un reparto espléndido. Waters es un director que sabe elegir tipos, al que le bastan dos trazos para definir cada uno de los personajes que aparecen en estas sus memorias de adolescente. Ricki Lake es la verdadera estrella de la función, mofletuda y bailonga, arrastrando a su madre -Divine- a esta manera alegre de vivir con un cuerpo no conforme con los cánones de belleza. Pia Zadora, con una inesperada y breve intervención existencialista, y el propio Waters, en el papel de un psiquiatra dado a calmar a sus clientes a base de descargas, compiten con Debbie Harrie y Sonny Bono para coronarse como los mejores secundarios de un relato de adolescentes tontorrones que redime de su tontería a las comedias de adolescentes. En esta ocasión el énfasis consiste en oportuno y abundante rociado de laca.

1988/03/09

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | DIVINE, ESTRELLA DEL CINE 'UNDERGROUND', MUERE EN LOS ANGELES

El actor Divine, estrella del cine 'underground', muere en Los Ángeles.
Agencias | El País, 1988-03-09

https://elpais.com/diario/1988/03/09/cultura/573865209_850215.html

El actor norteamericano Harris Glenn Milstead, conocido con el nombre artístico de Divine y que había rodado principalmente papeles de travestidos, como en la reciente película ‘Hairspray’, murió el pasado lunes en Los Angeles (California) a la edad de 42 años.

El actor murió asfixiado mientras dormía en un hotel, según afirmó un portavoz del establecimiento, quien señaló que las autoridades habían abierto una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte de Milstead. Dirigido en la mayoría de sus películas por John Waters, Divine se especializó en personajes femeninos, con un maquillaje sobrecargo, como en ‘Pink Flamingos’, ‘Lust in the dust’, ‘Polyester’ y ‘Female trouble’. Cada película de Divine fue un éxito de taquilla. Su ‘Hairspray’, recién estrenada en Estados Unidos, ocupaba la semana última el puesto 17 en la lista de las películas más taquilleras.

Divine solo desempeñó una vez un papel masculino en el cine. Fue en el filme de Alan Rudolph ‘Trouble in mind’, rodado en 1985.

1987/12/04

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | TRAVESTIDOS

Travestidos.
Rosa Montero | El País, 1987-12-04

https://elpais.com/diario/1987/12/05/ultima/565657205_850215.html

La otra noche fui a ver un espectáculo de travestidos en un pequeño y muy ruinoso club. Corren malos tiempos para los transformistas y en Madrid apenas se mantienen un par de salas. Atrás quedaron los años de gloria, cuando los travestidos se pusieron de moda en la premuerte del franquismo, cuando los locales proliferaron y la progresía abarrotaba el Gay Club o Los Centauros para ver cómo los hombres-hembras emplumados pulverizaban la realidad oficial. El transformista es un él que quiere ser ella. No cabe pensar en inconformismo mayor o más doliente: por no resignarse, ni tan siquiera se resignan a su sexo. Todo esto lo sabe el travestido de una manera oscura, porque suele proceder de un mundo ‘lumpen’. Viste el travestido desgarrados lamés que él mismo se cose por las noches, se tambalea sobre unos zapatones de tacón inverosímil, hace sangrar sus labios con un carmín violento y se esculpe a golpe de bisturí unos pechos de hormigón armado. Su personificación de la femineidad no es realista: no imita a la mujer, sino a esa extrema imagen de mujer que el hombre inventa. Un delirio de caderas ondulantes, arrumacos de pantera y puterío. Y así, quizá sin saberlo, hace las convenciones añicos.

Estuvieron muy de moda cuando la transición, ya queda dicho. Por entonces nuestra sociedad andaba buscándose a sí misma y quería destruir las apariencias. Ahora, en cambio, hemos construido un nuevo sistema de conformidad, y la gente de la posición parece verdaderamente encantada de ser como es. No es de extrañar que no se eleve el transformismo, un arte doloroso en el que la autocomplacencia es imposible. Un arte grotesco que delata mentiras. Ahí estaban la otra noche, en el ruinoso club. Con los ojos amoratados de pinturas de guerra y exhibiendo sus pechos fraudulentos. Pero el local estaba casi vacío, y los pocos espectadores eran otros transformistas, y chicas de vida difícil, y unas cuantas sombras nocturnales. Los travestidos, criaturas incómodas, han regresado a los subterráneos marginales.

1983/06/08

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | MADAME ARTHUR, MÉRITO AL TRABAJO, AÚN NO PUEDE RETIRARSE

Madame Arthur aún no puede retirarse.
Ayudó a triunfar a Christa Leem y a Pavlovsky.
Lluís Bassets | El País, 1983-06-08
https://elpais.com/diario/1983/06/09/ultima/423957602_850215.html 

Modesto Mangas Mateos es un sesentón simpático y barrigudo. Sus gruesos anillos y sus gestos exagerados revelan su afiliación a la cofradía de los gay. Además, se trata a sí mismo de ‘sí misma’. "Fui un caso precoz en el arte. Nunca he negado que soy homosexual, y sólo me he tratado corno chico cuando he trabajado en sitios que lo requerían, como en la ‘mili’, donde era primera telefonista del Estado Mayor del Aire en Salamanca". Todo en él lleva la inconfundible huella del escenario. En sus ademanes y en sus chistes procaces centellea un metal que no parece auténtico y que luce como bruñido por la cotidiana tarea de arrancar risas en las salas de fiesta. Pero Modesto es, él mismo, más auténtico que sus gestos. Ahora desea retirarse, porque a sus 60 años se cree con derecho a quedarse en casa sin hacer nada, después de las cuatro décadas de trabajar sin parar. Los contratos que proporciona este género de vida son el negativo exacto de plumas y boas, de joyas y pieles falsas. No tiene ni tan sólo seis años de cotización a la Seguridad Social. Deberá subir a la palestra un buen tiempo más para poder retirarse con dignidad.

Y en cambio, tiene la Medalla del Mérito al Trabajo, que le concedió Franco, y de la que se muestra orgulloso. "Con Franco yo llevaba más joyas y más pieles, y me dio esa medalla. Pero la única vez que he estado en la cárcel fue también con el franquismo, cuando me detuvieron y juzgaron por escándalo público, que me llevó a la cárcel dos meses. Era un día de Navidad y yo había bebido un poco más de la cuenta. Salí al Paralelo para ir a felicitar a las amigas de otra sala de fiestas, y allí mismo me cogió la policía. Fuera de esto, jamás he sido fichada ni detenida".

Los tiempos actuales, la desaparición de algunas discriminaciones y la irrupción de los travestidos en las calles y en la prostitución no son del gusto de Modesto. "Se ha confundido la libertad con el libertinaje. Esos homosexuales que hay en las Ramblas, metidos en coches, son un escándalo. Muchos roban a sus clientes, y aún hay gente que se vuelve loco por ellos. Y lo de los partidos políticos a mí me parece bien, pero como en Estados Unidos, donde encuentras a ingenieros, curas, médicos y gente culta y seria. Aquí no. ¿Qué derechos van a pedir con gritos y desnudeces, y con escándalos como los que dan en las calles?".

Modesto no es tampoco partidario de los tratamientos de cambio de sexo. "Para hacer lo que nosotras hacemos no hacen falta hormonas, tetas ni operaciones", dice. "Yo no, yo natural como el tomate. No conozco a ninguna operada que haya sido feliz de verdad". Y tampoco está de acuerdo con que se casen los homosexuales: "Para meterse en la cama no hace falta casarse". Es católico y más bien conservador. "Creo en Dios y en la Virgen. Pero no practico, porque no voy a mariconear de noche y a ir a misa de día". Se siente totalmente atado a Barcelona y le gusta mucho más el alcalde, Pasqual Maragall, que el presidente Felipe González. "Mira, es mi tipo, qué quieres que te diga". De Pujol, ni habla. "Pero yo soy catalana, catalana".

Después de tres años de ausencia de Barcelona de Noche, regresa ahora, vestuario, lentejuelas y purpurinas en ristre, a seguir trabajando en el escenario donde ayudó a triunfar a Christa Leem y a Pavlovsky. Es Madame Arthur, que reivindica para sí el título de primer travestido de la historia reciente, que es consciente de los problemas de los homosexuales, pero que quiere parecer una mujer emancipada. "Jamás me he sentido discriminada. Veinte veces que volviera a nacer, veinte veces que quisiera ser Madame Arthur".

1978/09/25

PELÍCULAS | Olea, Pedro | Un hombre llamado Flor de Otoño

Olea, Pedro (Director) (1978). Un hombre llamado Flor de Otoño. José Frade P.C. ; Panorámica.


Un hombre llamado Flor de Otoño. 1978. Estreno: 1978-09-25. 106 min. Dirección: Pedro Olea. Guion: Rafael Azcona, Pedro Olea. Teatro: José María Rodríguez Méndez. Reparto: Reparto: José Sacristán, Francisco Algora, Carlos Piñeiro, Carmen Carbonell, Roberto Camardiel, Antonio Gamero, José Franco, Antonio Corencia, Marisa Porcel, Félix Dafauce, Carlos Lucena, María Rivas, María Elena Flores, Mimí Muñoz, Víctor Israel, Enrique Vivó, Fernando Sánchez Polack, Francisco Jarque, Sonsoles Benedicto, Ángel Menéndez, Manuel Pereiro, Mario Álex, Alfred Lucchetti, Pedro Almodóvar. José Frade P.C. ; Panorámica.

Lluis de Serracant es un abogado que desciende de una ilustre familia catalana. Vive en la Barcelona de los años veinte y, durante el día, lleva una vida aparentemente normal, pero es homosexual y, por la noche, trabaja como travesti en un pequeño cabaret con el nombre profesional de Flor de Otoño. Cuando otro travesti es asesinado, Flor de Otoño se convierte en sospechoso del crimen porque la noche anterior ambos habían discutido violentamente. Armengol, protector del travesti asesinado, es también de esa opinión, por lo que, junto con una pareja de matones, espera a Flor de Otoño y tras una terrible paliza le abandonan en la puerta de su casa vestido de mujer.

Lluís Serracant lleva una doble vida. Por el día es un abogado, miembro de una influyente familia de la burguesía catalana que vive con su madre viuda, y por la noche trabaja como cantante transformista en un cabaret con el nombre artístico de ‘Flor de Otoño’. Además, tiene un novio anarquista con el que comparte ideas además de la cama. Lluís decide junto con su novio y otro amigo llevar a cabo un atentado contra el tren en el que viajará el dictador Primo de Rivera. El plan era de un cliente y camarada suyo que no puede ejecutarlo por estar encarcelado. Roban explosivos de un polvorín y esperan el momento oportuno para colocarlos y hacer saltar un puente al paso del tren. Mientras tanto, es asesinado uno de los cantantes del cabaret, y Armengol, la pareja del muerto, piensa que el asesino ha sido Lluís porque habían discutido el día anterior y el finado le había amenazado, por lo que le da una paliza y lo deja a la puerta de su casa, llamando para que la madre de Lluís vea su condición de homosexual y travestido. Lluís, en venganza, organiza un atraco a una farmacia y urde un plan para inculpar a Armengol. Cuando este último se ve perdido ante la policía, denuncia las actividades anarquistas de Serracant, lo que provoca su seguimiento policial y da al traste con todos los planes.

1977/10/27

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | LA BIBÍ ANDERSON DE FRANCISCO UMBRAL

Bibí Anderson.
Francisco Umbral | El País, 1977-10-27

https://elpais.com/diario/1977/10/28/sociedad/246841208_850215.html 

Más allá de la melena de Porcel y la barba de Barral, en Barcelona, más allá del humo de pipa de Senillosa y la palabra zumbona de Álvarez Solís, se llega, se puede llegar, llego yo, con Antonio Asensio al volante, con Luis Cantero a la navaja (abre una de dos cuartas para defenderse de las feministas), al barrio maldito de la ciudad portuaria, a esa réplica simétrica y canalla del barrio gótico, al mundo catacumbal de los travestis, donde esta noche, entre adolescentes temblorosas, starlettes que se desnudan bajo el látigo de los flashes y locutores cansados, conozco a Bibí Anderson, transexual, malagueño, malagueña, que me mira muy de frente a los ojos desde su metro ochenta y tantos centímetros de estatura. No es sólo Bibí Anderson, claro. Es esa otra criatura, rubia y de sexo incógnito, que pasa de hombre a mujer y de mujer a hombre durante la danza. Es la ausencia voluminosa de Mimí Pompón o el desgarro tomatero de Paco España, es la estatura efébica de Angie von Pritt, un nuevo laberinto del sexo en que el hombre encarna en la mujer fantasma que lleva dentro, como la mujer en el hombre.

Se lo digo a Antonio Asensio:

-Un día averiguaréis que los hombres ya no se hacen pasar por mujeres, sino las mujeres por hombres, para distraer al personal.

Empezaron en Trento, o donde fuese, debatiendo el sexo de los ángeles. Siendo así que nunca ha estado claro el sexo de los hombres. Pronosticaba tío Oscar que los dos sexos tradicionales -convencionales, digamos- morirían cada uno por su lado. Pero se equivocaba la paloma, se equivocaba, porque estamos hoy en una sexualidad babélica mucho más allá de doña Simone de Beauvoir, que sólo llegó a contar dos mutantes.

El divino Proust, mirando la humanidad a través de su raqueta de tenista que no jugaba al tenis, repitió las palabras judías: «La mujer tendrá Gomorra y el hombre tendrá Sodoma.» Pero las ciudades de la llanura caben ya en el Paralelo barcelonés, entre traseras portuarias y meretrices que aún bailaron el último tango en el barrio chino con el Gran Gilbert.

De modo que estoy aquí, en el camerino catacumbal de Bibí Anderson -veintitantos años, un metro ochenta y tantos de estatura, malagueño, malagueña, cabeza triangular y sagrada-, asistiendo al nacimiento de la nueva Venus hermafrodita de nuestro tiempo posterior a la de Villiers, que surge entre las espumas sucias e industriales de la playa de la Barceloneta, y, efectivamente, lleva una concha en el sexo, como la de Botticelli, y hay conmigo dos discípulos amados, como en las revelaciones, las apariciones y las levitaciones, dos amados amigos que dan fe cuando ella, a solas con nosotros en el camerino, cerrado, se abre la bata y es una singular criatura de dimensiones nocturnas, senos bellos y secreta sexualidad inexplicada.

-La naturaleza no da el homosexual. Da el hermafrodita -me decía la otra noche el doctor Paredes, que sabe de eso.

Vale, tío. Creo que estamos más allá de la fisiología. Estamos entre Carlos Castaneda y los empresarios argentinos del porno catalán, en las catacumbas de una nueva sexualidad, mientras ahí arriba, en la ciudad burguesa, duermen o velan los fanáticos paleocristianos, los éticos antiestéticos y los que, aunque hayan leído a Adorno, siguen rigiéndose por Trento.

Un tercer o cuarto sexo, una nueva sexualidad, aparece sobre la tierra, arde ya en comunas, amores de grupo y barracones de feria con ganadería humana. Lo que nace del mar, con Venus, es el mar mismo. El mar ‘que así invade’, como diría Vicente Nobel Aleixandre. Un mar de tonelada sexual, una revolución de la especie, cuya Venus hermafrodita, bellísima y arrevistada, pudiera ser Bibí Anderson -cualquier Bibí Anderson- en la catacumba roja de las grandes ciudades.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // STARS COFLHEE es un trabajo realizado por Julen Zabala Alon...