2018/06/29

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | LAS TRAVESTIS LIDERARON HACE 40 AÑOS LA PRIMERA MANIFESTACIÓN DEL ORGULLO EN MADRID

Foto de Chema Conesa / Orgullo trans en Madrid, 1978-06-26 //

Los travestis que lideraron hace 40 años la primera manifestación del Orgullo en Madrid.

En junio de 1978 se convocó la primera movilización que peleaba por los derechos del colectivo LGTB+, fue el primer Orgullo capitalino.
Pablo León | El País, 2018-06-29
https://elpais.com/ccaa/2018/06/29/madrid/1530267320_178333.html

De O´Donnell a Menendez Pelayo, siguiendo la valla del Retiro. En ese rincón de Madrid, en una zona algo alejada del centro, tuvo lugar la primera manifestación por los derechos del colectivo LGTB+ de la capital. “Era 1978 y ese fue el itinerario que nos impusieron desde el Gobierno Civil”, recuerda Ramón Linaza, de 61 años, que estuvo en la marcha, “no querían vernos por el centro”. Ese primer Orgullo madrileño tenía una demanda clara: conseguir la derogación de la Ley de Rehabilitación y Peligrosidad Social. “Era una norma basada en la Ley de Vagos y Maleantes y fue muy utilizada por la Dictadura para reprimir cualquier tipo de disidencia ya que permitía detener y encarcelar sin juicio a personas de manera arbitraria. La condición o la apariencia homosexual era una de las razones por las que te podían detener”, explica Linaza.

Abolir esa terrorífica Ley era el objetivo de la marcha -que el pasado jueves 28 de junio se replicó siguiendo la misma ruta como homenaje-, pero conseguir el permiso para manifestarse fue un logro en sí mismo. Aunque en Estados Unidos el movimiento LGTB+ se había cohesionado una década antes, tras los disturbios de Stonewall, en Nueva York; en la España del tardofranquismo los derechos tardaron en llegar.

La madrugada del 28 de junio de 1969 la policía neoyorkina realizó una redada en el local de ambiente Stonewall Inn, en el Village. La incursión fue tan agresiva que generó una serie de protestas y concentraciones ciudadanas que marcaron el inicio de la lucha del colectivo LGTB+ (de hecho el día del Orgullo es el 28 de junio en recuerdo de estos incidentes). “La primera manifestación en España fue en el 77 en Barcelona. Un año después constituimos el Frente de Liberación Homosexual de Castilla y nos planteamos que había que hacer algo, pero algo legal. Por eso solicitamos la autorización”, recuerda Linaza, que dio la cara —su DNI con su nombre y apellidos— como convocante de la marcha: “La petición de autorización, además de por mí, fue firmada por el socialista Alonso Puerta, teniente de Alcalde con Tierno Galván, por el diputado del PSUC Josep Mª Riera Mercader y por Carlos Patiño, actor y propietario de la tienda de juguetes La Carraca en Arguelles, donde preparamos las pancartas”.


La convocatoria consiguió el beneplácito de las autoridades y el 26 de junio “entre 7.000 y 9.000 personas” desfilaron por Madrid. “Fue una concentración masiva y la policía estaba muy nerviosa”, recuerda Linaza, “pero también fue muy divertida y diversa”. Estuvieron sindicalistas, feministas, madres solteras, representantes de presos de movimientos sociales... y personas trans. “Tanto Stonewall como Barcelona como Madrid tuvieron algo en común: todas las protestas estaban encabezadas por personas trans”, explica Jesús Grande, presidente de COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid). “Y las personas transexuales fueron luego un poco dadas de lado por el propio colectivo”, continúa Grande, que recuerda que este año la manifestación del Orgullo reivindica la visibilidad trans. Lo mismo hace la exposición 'En plan travesti. Fotografía y transformismo en España entre dos siglos 1975-2015' (en Tabacalera hasta el 9 de septiembre), que refleja, a través de imágenes, los cambios sociales vividos en España desde la reivindicación del Orgullo.

Uno de los logros de la manifestación de 1978 fue aglutinar a una amplia masa social: “La lucha contra la Ley de Peligrosidad unió a muchos colectivos de diferentes sensibilidades. Por eso fue un éxito. Había una perspectiva global”, aclara Ramón Martínez, autor de ‘Lo nuestro sí que es mundial. Historia del Movimiento LGTB en España’ (Editorial Egales). Aunque esa Ley no fue derogada en su totalidad hasta 1995, a comienzos de 1979 se eliminaron varios artículos de la misma, entre ellos, el castigo por ser homosexual. “En España se legaliza la homosexualidad en el 79, diez años después que en Reino Unido o en Francia”, explica Martínez, “pero llegamos al matrimonio igualitario 10 años antes que ambos países. Hemos tardado la mitad. Y eso es gracias al activismo, a los colectivos y al movimiento: de aquellos polvos vienen los nuestros”.

Tras la despenalización de la homosexualidad, “se vaciaron los colectivos y se llenaron las discotecas”, apunta Martínez. Pero el Sida y el desencanto político obligaron a la reorganización social en los noventa y a continuar una lucha que acabaría con la legalización del matrimonio igualitario. Para Martínez, “el matrimonio es el principio de una nueva etapa que tenemos que comenzar ahora”. El activista Linaza considera que también hay que seguir luchando: “Incuso en una ciudad tan abierta como Madrid, que es un referente mundial, hay agresiones homófobas a diario. Y a nivel global, la comunidad LGTBI+ sigue amenazada: estamos obligados a luchar por nuestras hermanas que son detenidas, encarceladas y asesinadas en todo el mundo. Además, hay riesgo de que se vuelva hacia atrás en los derechos. Hay motivos suficientes para seguir luchando otros 40 años”.

2018/06/28

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | EL DÍA DE JUNIO DE 1978 EN EL QUE EL MHAR ANDALUZ CAMBIÓ EL MUNDO (TAMBIÉN) EN SEVILLA

Supervivientes del MHAR recuerdan la primera marcha en Sevilla //

El día de junio de 1978 en el que los homosexuales y transexuales andaluces cambiaron el mundo.

Raúl Solís | La Voz del Sur, 2018-06-28

https://www.lavozdelsur.es/actualidad/el-dia-junio-de-1978-en-el-que-los-homosexuales-y-transexuales-andaluces-cambiaron-el-mundo_75824_102.html 

El domingo 25 de junio de 1978 nada hacía presagiar que los homosexuales y transexuales andaluces escribirían una página en la historia de las que no se borran. Paquito Cambrollé, un mariquita de La Tres Mil Viviendas, el barrio más pobre de España, que dormía con un cuchillo debajo de la almohada porque tenía pavor a que su padre entrara a darle una paliza de noche; Miguel, muy macho él pero tan gai como la más loca de las mariquitas, hijo de un obrero de la Cruzcampo; Javier, un niño afeminado de 18 años que terminaría siendo una mujer transexual, hija de una madre soltera pobre de solemnidad; una librera feminista, María Fulmen, que cedió la planta alta de su librería para que el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria de Andalucía se reuniese sin peligro de que llegara la ultraderecha a hacer de las suyas; Paco Pepe, un joven del barrio obrero de San Pablo donde llegó la emigración extremeña y del resto de provincias andaluzas a vivir en los pisos construidos por el sindicato vertical.

Antonio Morillo, La Pelli, Eugenio, María, una valiente que se decía lesbiana en tiempos donde no existían nada más que amigas que vivían juntas; Soraya, una folclórica casi analfabeta de Triana que llegó a ser detenida 14 veces en un solo día por cruzar el Puente de Triana con sus andares delicados; Vianca, de Gerena, que se iría a Bruselas para ser la mujer que siempre soñó ser. Y Carlitos, María José, Alberto, Eugenio... todos ellos, insultantemente jóvenes, salieron a la calle aquel domingo glorioso a gritar que salieran de la cárcel los homosexuales a los que el franquismo metió entre rejas por ser más libres de lo permitido por una dictadura atroz.

Un año antes, en 1977, había sido la manifestación en Barcelona, con violencia policial incluida, y nada decía que fuera a ser fácil, pero allí estuvieron. A las 11:30 horas se citaron para un mitin en un local propiedad de Comisiones Obreras, en la calle Calatrava de la capital andaluza. Pensaban que irían unas 100 personas y se encontraron con más de 1.000 fervientes defensores de la democracia y de la libertad de los peligrosos sociales del franquismo. No se cabía.

Muchos y muchas de quienes allí estuvieron ya no viven, el Sida se los llevó por delante en los 80 y 90, pero los que todavía viven recuerdan la épica. El Front d’Alliberament Gai de Catalunya les financió los carteles que pegaron las noches anteriores por los lugares más estratégicos de la ciudad hispalense. Se los mandaban por correo a casa de Paquito Cambrollé, en Las Tres Mil Viviendas: “Niña, nos van a meter presos por comunistas”, le decía la madre a Mar Cambrollé, ahora toda una mujer. También pintaron las paredes, las redes sociales de la época, con pintadas que aún están vivas para refrescar la memoria de quienes sufren de amnesia o de cinismo. O de ambos males.

Del mitin, se fueron hasta la sede de la Diputación Provincial de Sevilla, en la Plaza del Triunfo, entre la Catedral y el Alcázar. Allí sacaron una pancarta pintada a mano por Miguel, el hijo del obrero de la Cruzcampo, muy macho él, que años más tarde sería profesor de Dibujo. Un mapa de Andalucía en blanco y verde con un triángulo rosa en medio, un puño cerrado y el acrónimo del Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR).

Más de un año estuvieron preparándose para desafiar al franquismo, que seguía estando vivo aunque Franco ya estuviera bajo tierra: pidiendo firmas a los partidos políticos de izquierdas a favor de la libertad sexual, colocando mesas de recogida de firmas en las calles más céntricas de la ciudad, en las facultades y también donde se reunía el movimiento obrero. Practicaron la transversalidad sin saber siquiera que ese palabro existía.

De alguna mesa tuvieron que salir huyendo para salvarse de la brutalidad de la extrema-derecha que todavía andaba con brío en aquella Andalucía en blanco y negro, donde ser homosexual o travesti, que era como se les llamaba entonces las transexuales, era lo peor de lo peor, muy lejos del glamour de ahora: “Cualquier tirado te podía dar una hostia y tú no le podías hacer nada porque eras más tirado todavía que él”, relata Miguel, el hijo del obrero de la Cruzcampo, que se enamoró de Paco Pepe y éste lo introdujo en los salones del Palacio Arzobispal donde preparaban las reuniones del MHAR gracias al salvoconducto de Cambrollé, que militaba en las Juventudes Obreras Cristianas en las Tres Mil Viviendas, cuando la Iglesia española tenía curas rojos y más doctrina social que moral.

“Sólo íbamos unos 30, sabemos quiénes éramos porque teníamos una lista y si no estabas no podías pasar, para evitar que se infiltraran los fascistas. Ahora todo el mundo dice que era del MHAR, incluso gente que nos miraba por encima del hombro, porque entonces, entre los mismos gais, nos llamaban las locas comunistas”, quien dice esto es Mar Cambrollé, entonces Paca La Borde o Paca La Brava, como más guste. Una mujer poderosa sin la cual no podría entenderse la historia del movimiento LGTB andaluz y español.

La Giralda rosa

Entre el camino del mitin a la manifestación, varios miembros del MHAR, entre ellos María, una lesbiana feminista, valiente como ella sola, del colectivo feminista Prímula, y África, entonces un niño mariquita de afeminadas maneras, ahora una señora maravillosa que no ha perdido la ternura ni la inocencia de los veinte años, se hicieron pasar por turistas. Subieron todos los escalones de La Giralda y desde lo más alto de Sevilla desplegaron una pancarta rosa: “Libertad sexual”, ponía en el trapo lanzado al aire. Duró en el aire el tiempo que se tardaba en tirar varias fotografías con aquellas cámaras analógicas. Había que tirar más de una foto por si no salían. Era la época analógica que aquel domingo de junio de 1978 se vistió de digital en un paisaje en blanco y negro lleno de fascistas que años más tarde se transformarían en demócratas de toda la vida.

María y África salieron corriendo de La Giralda para que no las detuviesen y se juntaron con sus compañeros en la manifestación, que ya había pasado por delante del Rectorado de la Universidad de Sevilla tras bajar desde la Plaza del Triunfo hasta la Avenida de la Constitución y continuar por la calle San Fernando. Unos metros más adelante, a unos 100 metros del Palacio de Justicia donde estaba previsto finalizar la manifestación, una lechera se interpuso en horizontal delante de los 400 valientes que, después del mitin, habían decidido marchar por la libertad: “Tienen ustedes que disolver esto”, le dijo la policía franquista a Cambrollé. “Ustedes tienen dos salidas: o nos dejan llegar hasta los juzgados o me llevan presa”, le espetó Paca La Borde.

A todos le temblaron las piernas en ese momento a una velocidad desconocida. En el recuerdo, las imágenes de la violencia policial del pasado año en la manifestación de Barcelona. “Sigan”, dijo en seco el agente. Y siguieron, vaya que si siguieron. Llegaron al Palacio de Justicia, lo celebraron, se fueron a casa de Alberto a festejarlo y unos meses más tarde obligaron al Gobierno postfranquista de Adolfo Suárez a sacar los actos de homosexualidad del Código Penal.

Al día siguiente, los periódicos hablaban de ellos y y de las manifestaciones de Madrid, Valencia, Galicia, Barcelona y Bilbao. "La gente nos decía: te hemos visto en la prensa. Fue una salida del armario a lo bonzo", dice Miguel, el hijo del obrero de la Cruzcampo que ahora tiene 62 años y que anuló una boda con su novia dos meses antes de meterse en el armario para toda la vida. Aquellas “locas comunistas” andaluzas cambiaron el mundo en una mañana de domingo, con la ultraderecha detrás y la policía franquista delante.

2018/06/24

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | LA MAR DE MENTIRA(S)

La Mar de mentira(s).
El blog de Pablo Morterero, 2018-06-24

https://pablomorterero.blogspot.com/2018/06/la-mar-de-mentiras.html

La decisión de conmemorar el 40 aniversario de la exclusión de la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social el próximo 26 de diciembre de 2018, mediante la investigación histórica y la celebración de distintos actos conmemorativos, ha promovido la publicación de diferentes artículos de opinión en relación a las acciones reivindicativas que los movimientos homosexuales entre 1976 y 1987, que han recogido medios como elplural.com y togayther.es.

Se ha tratado de un trabajo minucioso de investigación histórica que más allá de los errores puntuales que se hayan podido producir, radiografían cabalmente aquellos años de grandes tensiones políticas y sociales, así como de un activismo militante en todos los campos, incluido en la igualdad de género y de la diversidad sexual.

Sorprendentemente, la reacción a dichos análisis ha sido virulenta por parte de algunas entidades y personas, que en los últimos días han arreciado sus críticas hasta niveles inaceptables.

Como prueba, dos botones.

Hace unos días, desde el perfil de twitter de la Plataforma 40 aniversario, creada por alguno de los asistentes a la manifestación que el 25 de junio de 1978 recorrió Sevilla desde la plaza del Triunfo hasta el Prado de San Sebastián, y liderada por Mar Cambrollé y posible autora del tuit, se afirmaba:

“Aprendiz torticero de la historia. Tuviste que reescribir tu nefasto y odioso artículo, que era de juzgado de guardia por mentir desde la primera afirmación hasta la última. RetiraT haz un favor a colectivo LGTBI” (sic)

Por otro lado, Gonzalo de las Heras, responsable institucional de la Federación Arcoiris, y una de las caras más visible de la Plataforma 40 aniversario junto a Mar Cambrollé, afirmó en Facebook:

“Pero vale, no me parece serio a estás (sic) alturas volver a publicar artículo tiene gravísimos errores. Tendrías que pedirle una rectificación en serio y en gordo de dicho artículo. De verdad adriano antinoo estáis comodos con el relato de este artículo?. Afirmais a pies puntillas todo lo que se dice en ese articulo?.” (sic)


Se tratan tan solo de dos ejemplos de lo que se ha venido diciendo por redes sociales en relación a las publicaciones que hemos firmado miembros de la asociación Adriano Antinoo.

Puesto que se ha atacado la credibilidad y veracidad de nuestro análisis y difusión sobre lo que pasó en Sevilla en 1978, vamos a analizar, paso a paso, las verdades y mentiras de lo que se dice que ocurrió hace cuarenta años.

MEMORIA E HISTORIA:

La Asociación Adriano Antinoo nació en 2012, teniendo entre sus objetivos:

Recuperar el valor social y la figura de aquellas personas que por pertenecer al colectivo Gay y siendo importante su trabajo por la igualdad de derechos en este ámbito, la sociedad y la historia les ha silenciado.

En 2016, se aprobó la modificación de los Estatutos de la asociación incluyéndose entre sus objetivos:

El desarrollo de acciones en materia de Memoria Histórica de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales, así como de sus organizaciones, mediante la realización, participación e impulso de estudios específicos, reconocimientos públicos y defensa de sus derechos.

Cuando Juan-Ramón Barbancho, doctor en Historia del Arte y vocal de cultura y memoria de Adriano Antinoo, y yo mismo comenzamos en 2017 a planificar el trabajo de investigación sobre la historia del movimiento homosexual andaluz, teníamos claro que nuestro objetivo, más allá de la memoria, era la historia de ese periodo.

Porque el debate sobre Memoria e Historia está resuelto metodológicamente desde hace tiempo.

Como nos advierte Santos Juliá [1] “memoria e historia, como recuerdo y conocimiento, no son la misma cosa ni crecen en idéntica dirección y con el mismo ritmo” ya que “Donde la historia pretende una reconstrucción del pasado y mantiene su pretensión sin aceptar que se le vede ningún terreno – por describirlo con las palabras de Henry Rousso –, la memoria está sometida a un cambio permanente, inducido por las exigencias del presente, por la biografía de quien quiere recordar, por lo que se decide olvidar, por las políticas de la historia elaboradas desde los poderes públicos o por meras oportunidades e incitaciones del mercado, que se lanza tras un aspecto del pasado si cree que ha dado con algún filón poro explorado o potencialmente inagotable”.

También afirma Juliá que “saber es una cuestión de estudio, de documentación, de lectura y aspira a la universalidad en un doble sentido: no dejar fuera de foco y ser compartido por todos.” En cambio “recordar, sin embargo, es una cuestión de política, de celebración, de voluntad y tiene que ver con la relación del sujeto con su propio pasado y con lo que, al traerlo al presente, quiere hacer su futuro”.

Al pretender un análisis científico de la “verdad” histórica y no solo la confección de un relato más o menos interesado, cada una de las afirmaciones debía cotejarse por varias fuentes, sometiéndolas a contradicción, y realizando hipótesis ante cuestiones no resueltas, con la confianza que nuevos estudios establezcan esa verdad histórica.

Al comenzar la búsqueda de información, comprobamos la escasez de las fuentes textuales, así como la inexistencia de archivos catalogados y accesibles, estando la mayoría de la documentación original dispersa en manos de militantes que habían participado en las distintas organizaciones.

Y en cuanto a las fuentes orales, comprobamos dificultad de localizar a protagonistas de algunos de los movimientos (como los granadinos Movimiento de Liberación Homosexual y el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria) y la fragilidad de sus recuerdos.

En el caso de Sevilla, la primera organización homosexual (cuarta en el ámbito autonómico) fue el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria conocida por sus siglas como MHAR. Su principal promotor fue Francisco (Paco) Cambrollé Jurado, conocido en aquellos años como “Paca la borde” y también como “Paca la brava”, actualmente Mar Cambrollé.

En 2017, la documentación de esa asociación estaba en poder Mar Cambrollé, que pude ojear en septiembre. Se trataba la mayoría de recortes de prensa, y no más de media docena aproximadamente de documentos originales, entre ellos la carta de apoyo a las movilizaciones del 25 de junio de 1978 por parte de un número importante de organizaciones políticas, sindicales, vecinales y de mujeres.

En cuanto a monografías, solo la biografía “autorizada” de Mar Cambrollé titulada “Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad” [2], escrita por el periodista Francisco Artacho [3], actual jefe de prensa de PODEMOS Andalucía [4], trataba ampliamente de ese periodo. El término de biografía autorizada con el que se vendió a la prensa es realmente importante, ya que confiere que lo publicado era exactamente la versión de Cambrollé sobre lo sucedido en aquellos años setenta.

Se trata de una obra que se inserta en el campo de la memoria, no de la historia, con tintes hagiográficos, y poco rigurosa en lo relacionado al nacimiento, desarrollo y desaparición del MHAR (que es lo que nos ocupa, aunque debería ponerse en duda el resto de dicha biografía), que lo convierte en una fuente textual muy poco creíble, tal y como demostraremos más adelante.

También encontramos una referencia a la manifestación sevillana de 1977 en la obra del autor anarquista C. Piro, “Invertidos y rompepatrias Socialismo y homosexualidad en el Estado Español” [5], que comete el error de confiar en unas declaraciones de Mar Cambrollé publicadas por El País en 2008.

En cuanto a la prensa, encontramos referencias en las Hemerotecas digital del Ministerio de Cultura, de ABC, El Correo de Andalucía, de El País, así como el archivo de CCOO Andalucía.

En cuanto a fuentes orales, entrevistamos a Antonio Morillo, uno de los que acompañó a Mar Cambrollé en el nacimiento y desarrollo del MHAR y que luego continuó participando en el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FHLA) asistiendo en representación del mismo en el encuentro de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE) en Madrid en 1981; a Antonio Campillo, secretario de organización del metal de la CNT entre 1976 y 1977, de cuya responsabilidad dimitió en 1977 tras la negativa del Sindicato anarquista a facilitar sus locales para las reuniones del MHAR; Joaquín Vázquez, abogado, activista del FLHA; y Manolo Cortés, muy activo en 1978 y amigo en aquella época de Mar Cambrollé.

VERDADES Y MENTIRAS:


A continuación, iremos estableciendo la veracidad de muchas de las afirmaciones de Mar Cambrollé, bien en entrevistas periodísticas, bien en su biografía autorizada.
La lucha homosexual de Mar Cambrollé comenzó en 1976. Falso.
En junio de 2018 se inauguraba la exposición “Surversión”, financiada por la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, que según la Plataforma 40 aniversario (en su Facebook) se trataba de:

“una muestra del fondo documental del MHAR.

A través de ella conoceremos las acciones y actividades de un movimiento pionero que desde Andalucía y en la clandestinidad, reivindicó libertad sexual y la abolición de las leyes que penalizaban los actos homosexuales (trans y lesbos), para que hoy estemos más cerca de la equidad y respeto hacia las disidencias sexuales y de género¡¡¡”


Una vez inaugurada, pudimos leer en unos de sus paneles la siguiente afirmación:

“En Andalucía, durante la primavera de 1976, por iniciativa de Mar Cambrollé Jurado, se empiezan a promover reuniones para afrontar la despenalización-despatologización de la homosexualidad...”


Esta afirmación, en 2018, choca de lleno con lo afirmado en la biografía autorizada de Mar Cambrollé, en 2014, cuando explica su epifanía y toma de conciencia.

Artacho lo relataba así:

“En mayo de 1977, la publicación El Viejo Topo, la revista intelectual y antifranquista más importante y prestigiosa de la época, que comenzó a editarse en 1976, dedicó un suplemento, de manera monográfica, a la homosexualidad. […] Esta Topoteca, nombre genérico del suplemento, llega a manos de Cambrollé que leyó de cabo a rabo cada una de las 16 páginas, todas en blanco y negro, y cuyo título en portada era Homosexualidad”.


“A cada línea que leía” escribe Artacho “el estómago se le llenaba de nervios, esa misma sensación de mariposas que se siente cuando uno se enamora. Imágenes del manifestaciones del orgullo homosexual de Nueva York y París acompañaban al texto […] A cada hoja que pasaba se le llenaba la cabeza de ideas y pensamientos. Otra lucha era posible, otra lucha se estaba realizando. Y esa era su lucha, su próxima lucha. La defensa de una sexualidad libre” [6].

Esta toma de conciencia, llevó a la fundación del MHAR en el otoño de 1977, según declaraba Cambrollé a Artacho.

¿Cuál es la razón por la que entre 2014 y 2018, la “realidad” histórica recreada de Mar Cambrollé ha dado una patada para atrás en la toma de conciencia?

La razón es sencilla. Entre 2014 y 2018 han aparecido varios artículos en los que hemos demostrado que el primer movimiento homosexual de Andalucía fue el de la Unión Democrática de Homosexuales de Málaga en el verano/otoño de 1976, habiendo existido en el invierno de 1976 y la primavera de 1977 las organizaciones granadinas MLH y FHAR.

La necesidad de Mar Cambrollé de ser la primera lideresa homosexual andaluza, le ha obligado a esta “pequeña” operación cosmética.
Ya en 1976, Cambrollé lideraba a un grupo de homosexuales sevillano. Falso.
No sólo se trata de que, según la Mar Cambrollé de 2014 claro está, en 1976 aún no había tomado conciencia de la lucha homosexual (como hemos dicho su epifanía es de mayo de 1977) es que además, según la carta dirigida a Armand de Fluvia [7] el 24 de mayo de 1977, decía:

Me dirijo a ti con el propósito de decirte que estoy interesado por la cuestión de organización y lucha de los homosexuales.

Yo soy Paco, el chico de Sevilla que habló contigo por teléfono. Quisiera me mandaras algún nombre y domicilio de gente de Sevilla, con la que pudiera ponerme en contacto, a ser posible, sino haber la forma en que podríamos hacerlo.

Mándame materiales de cómo empezar esto, de los objetivos del FAGC, la forma de organización que existe, etc., así como quisiera me mandaras un ejemplar de los “Trabajo de Sexología” de que hablamos, con la intención de mostrárselo a las librerías.


Esta carta sí es coherente con lo recogido por Artacho. En mayo de 1977 toma “conciencia”, y busca información contactando con Fluviá preguntándole cuestiones básicas como contactos de personas homosexuales en Sevilla y cómo funcionaba el FAGC para copiar su estructura (cosa que se puede ver en el manifiesto aprobado por el MHAR en su momento).

¿Cómo puede afirmar en esa exposición de haber empezado su lucha un año antes? Y no lo olvidemos, se realiza afirmaciones inverosímiles en una exposición financiada con fondos públicos.
El MHAR, la primera organización homosexual andaluza. Falso.
Porque sin rubor, Cambrollé afirmaba en 2014, y Artacho, el fiel amanuense, apuntaba, que “Allí, en otoño de 1977, se realizó la asamblea que constituyó el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria, el MHAR, la primera organización que en Andalucía luchó por los derechos del colectivo homosexual”.

Pero no. La prensa de la época demuestra que el MHAR fue la cuarta organización homosexual de Andalucía, tras la UDH de Málaga, y las granadinas MLH y FHAR.
La manifestación “fantasma” de 1977.
El 29 de noviembre de 2008, El País publicó una entrevista de Román Orozco a Mar Cambrollé, titulada “Una mujer muy brava” [8], en la que se recogió:

Corría 1977. Sevilla presenciaba atónita la primera marcha del orgullo gay que se organizaba en Andalucía. Su promotor era Francisco Cambrollé Jurado, un joven de 20 años, líder del Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR).

Este dato publicado, llevó a C. Piro, imaginamos confiando en la solvencia de la fuente, a incluirlo en su obra citada, cuando afirmó:

“En 1977 tiene lugar la primera manifestación del Orgullo Gay del Estado español, acaecida en las Ramblas de Barcelona el 26 de junio convocada por el FAGC, que el por entonces Ministro de Gobernación de la Unión de Centro Democrático (UCD*), Rodolfo Martín Villa, se negó a permitir. [...]  Paralelamente, el mismo día Sevilla contempla incrédula su primera marcha del Orgullo Gay, convocada por el filo-marxista Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria de Andalucía (MHARA*, creado el mismo año), que, sin estar legalizada, probablemente por la poca experiencia policial en reprimir manifestaciones en Andalucía, se lleva a cabo hasta llegar a los juzgados, imbuida por banderas comunistas, socialistas y anarquistas” [9].

Un error de Piro, bastante comprensible, que me llevó a mí al error, cuando afirmé en una entrevista realizada en el Parlamento de Andalucía que Sevilla había sido junto a Barcelona la ciudad donde se había celebrado la primera manifestación homosexual. Dato que me cuestionó el jefe de prensa de PODEMOS y autor de la biografía autorizada de Mar Cambrollé, Paco Artacho, presente en la misma, interrogándome de donde había sacado dicho dato. Curiosamente, era un dato de su biografiada. Claro que era un dato que la Mar Cambrollé de 2014 ocultó a su biógrafo.

Un hecho relevante en el texto de C. Piro es su hipótesis en relación a la falta de reacción de las autoridades franquistas ante la manifestación de Sevilla, ya que mientras en Barcelona en 1977 y 1978 ante las manifestaciones no autorizadas, la policía actuó con contundencia, en Sevilla no ocurrió nada. Pero esto lo analizaremos más adelante.
Paco Cambrollé fue el primer gay andaluz en dar la cara políticamente en un medio de comunicación. Falso.
En la biografía autorizada de Mar Cambrollé, Artacho afirma:

“Si Armand de Fluviá se convirtió en el primer gay de España en salir del armario públicamente en una televisión, Cambrollé fue el primer sevillano y andaluz que se prestó a ser fotografiado para un reportaje en prensa. [...] En la revista Tema Vivo, con fotografía con fotografías de Pablo Juliá, Camrbollé es el primer “gay” en dar la cara de forma política. Aunque prefiere no dar su apellido por medio a ser detenido, su imagen, en primer plano, ocupa las fotografías principales de la información” [10].

Sin dar fechas, Artacho sitúa esa publicación entorno a abril/mayo de 1978.

Pero esto, una vez más, es una mentira de Mar Cambrollé en su obsesión por reconstruir un pasado mítico. Los primeros homosexuales en dar la cara fue la dirección de la Unión Democrática de Homosexuales de Málaga, más de un año antes, durante la rueda de prensa en enero de 1977. La edición de Blanco y Negro del 26 de enero de 1977 publicó la foto donde se veía a los miembros de la misma, aunque no se dieron nombres. Pero días después, la edición de “La Gaceta Ilustrada” el 20 de febrero, se publicó una entrevista titulara “Los homosexuales dan la cara” donde se facilitaban los nombres de los dos activistas, Antonio y José Manuel, que eran fotografiados a gran tamaño.
La manifestación del 25 de junio de 1978 fue el primer Orgullo LGTBI andaluz. Falso.
En la biografía autorizada de Mar Cambrollé se afirma:

“La primera manifestación del orgullo LGTBI de la historia de Andalucía” [11].

En 1978 las organizaciones homosexuales españolas aún no habían importado la simbología y términos del activismo gay norteamericano, entre ellos el término Pride, traducido al castellano como Orgullo.

De hecho, el cartel de la convocatoria del 25 de junio de 1978 publicado por la COFLHEE definía ese día como “Día Internacional de la Liberación Homosexual” y “Jornada de Lucha contra la Represión” y utilizaba el triángulo rosa invertido (que fue impuesto por el régimen nazi a los prisioneros homosexuales de los campos de exterminios) usado por los movimientos homosexuales europeos.

Ni lesbianas ni bisexuales tuvieron ningún protagonismo en las manifestaciones hasta bien entrada la década de los ochenta, y en aquella época, las personas trans aún eran vistas y se veían como travestis, una expresión más de una homosexualidad extrema.

Las lesbianas que apoyaban al MHAR como antes a la UDH lo hacían como feministas y en solidaridad con otros excluidos, no como parte esencial del movimiento.

Porque hubo que esperar al mitin del MHAR de 1979 para que se usara el término Orgullo Gay en Sevilla, y a 1981 para que la COFHLEE utilizara la expresión Orgullo Gay en relación al 28 de junio (en el cartel de 1982 se usó la expresión Orgullo Gai). Y muchos más para que se transformara en el Orgullo LGTBI.

Es decir, la manifestación de 1978 fue la primera manifestación homosexual, pero en absoluto LGTBI. Por rigor histórico, sobre todo. 
A la manifestación de 1978 asistieron 3.000 participantes. Falso.
En el citado artículo de El País de 2008, Mar Cambrollé declaraba que la manifestación de 1978 había congregado a 3.000 personas. ¿Es creíble esta cifra?

El Correo de Andalucía del 27 de junio de 1978 no da cifras de asistencia, mientras el ABC del día 27 de junio de 1978 apuntaba que asistieron a la manifestación “unas doscientas personas”.

Y si bien en la biografía autorizada de Cambrollé no se dan cifras, el pasado día 8 de junio de 2018, en una reunión con asociaciones de mujeres, ésta redujo la participación a 1.000 personas de las cuales, según declaró, sólo quedan 18 personas vivas. En 10 años (de 2008 a 2018) se han evaporado 2.000 personas.

Por las fotografías conocidas de aquella manifestación y la deducción lógica, podemos concluir que la cifra de 3.000 personas es desorbitada. Si el salón de CCOO donde se celebró ese día el mitin previo tenía un aforo de unas mil personas, y sabiendo que la manifestación no se había convocado ni solicitado permisos con anterioridad, en el mejor de los casos habría acudido esas mil personas. Pero es que, además, el propio riesgo de la existencia de grupos ultraderechistas incontrolados en el entorno de la calle Calatrava, desanimaría a la mayoría de los asistentes a unirse a la manifestación.

¿Es creíble que fuesen 200 los participantes? No. Nosotros habíamos hecho un cálculo aproximado de 500 personas.

Pero resulta que nuestra hipótesis era extremadamente generosa. Una información del miembro del MHAR que realizó las fotografías de la manifestación de 1978 me confirmó que serían unas 300 personas entre la Plaza del Triunfo y la avenida de la Constitución (actual denominación). Pero que al llega a la altura de Correos, hubo dudas de la cabecera, la gente se dispersó y se quedaron aproximadamente 20 personas. De 3.000 a 20 personas hay un trecho enorme. Como la enorme mentira de Mar Cambrollé.

Una vez más, Cambrollé recrea la realidad a su gusto.
Mar Cambrollé desafió a la policía y finalizó la manifestación el 23 de junio de 1978. Sí pero no como se ha contado.
Vaya por delante el enorme reconocimiento que desde Adriano Antinoo hacemos a todos y cada uno de los participantes de la manifestación de 1978. Si actualmente, cuarenta años después, en un régimen democrático consolidado, aún hay personas que tienen miedo de expresarse como gais y lesbianas, la valentía de esos muchachos está fuera de toda duda.

Pero lo que aquí se cuestiona no es la valentía de nadie, sino el relato histórico reconstruido.

En algunos escritos, he calificado la manifestación de 1978 de espontánea, cosa que me han afeado no pocos de los miembros del MHAR de esa época. Intentaré aclarar aquí dicha expresión.

En la biografía autorizada de Mar Cambrollé, escrita por Artacho, se afirma [12]:

De nuevo, uno de sus impulsos, esos que jamás pudo controlar, le hizo cambiar el curso de los acontecimientos. Tras consultarlo con su gente más cercana del MHAR, anunció un cambio de planes. Lo que en principio debía ser una concentración se convertiría en una manifestación. Una manifestación que no había sido comunicada al Gobierno Civil.


Por lo tanto, partiendo del único relato al que tuvimos acceso más allá de las informaciones publicadas por la prensa el 27 de junio de 1978, la manifestación, porque inicialmente sí nos creímos a la Mar Cambrollé de 2014, no estaba planificada con anterioridad, por eso fue espontánea.

En la jornada realizada por el Ayuntamiento de Sevilla el pasado 22 de junio de 2018, el miembro del MHAR antes citado, afirmó que la manifestación se había preparado durante meses. Así que la versión de este miembro del MHAR entra en contradicción absoluta con lo dicho por Cambrollé a Artacho en 2014.

Tal vez sea una confusión lógica por los años transcurridos. Sí hubo un trabajo previo para realizar una concentración (¿tal vez no en la plaza del Triunfo sino delante del Palacio Episcopal que ocupaba en ese momento el cardenal Bueno Monreal?) y que sobre la marcha se decidiera transformar en manifestación. En todo caso, han sido tan contradictorias las informaciones dadas por sus protagonistas hasta la fecha que ya difícilmente podremos creer alguna, a menos que se base en datos verificables y no en recuerdos que han demostrado su volubilidad.

Esto nos explica el asombro de C. Piro cuando afirmaba al hablar de la manifestación sevillana, supuestamente de 1977:

“probablemente por la poca experiencia policial en reprimir manifestaciones en Andalucía, se lleva a cabo hasta llegar a los juzgados, imbuida por banderas comunistas, socialistas y anarquistas”.

La mirada de C. Piro sobre Andalucía demuestra cierto desdén hacia la represión que hubo en Andalucía durante la dictadura , tan brutal o más que en el resto del Estado.

Pero en lo que nos ocupa, la falta de respuesta de la policía se explica en que el Gobierno Civil, en sintonía con lo declarado por Mar Cambrollé a Artacho, no tenía ni idea de la celebración ni de una concentración ni de una manifestación; que la concentración devenida en manifestación una calurosa tarde del 25 de junio más allá de las 15:00 h (hay que recordar que el largo mitin empezó a las 12:00 h en Calatrava y hubo que llegar hasta la Catedral) se encontró con poquísima fuerza policial en la calle, un solo coche patrulla si creemos a Mar Cambrollé; que los policías que se encontraron con veinte chavales y dos pancartas en medio de la calle San Fernando se quedarían sorprendidos ya que posiblemente ignoraran siquiera que significaba aquello del MHAR, una organización que llevaba apenas siete meses de existencia y que no había protagonizado hasta ese momento ningún acto público, más allá de algunas pintadas, muy numerosas en aquellos años; que el desconocimiento de la policía, la fecha (un domingo de junio) y la hora (de comer), el número de personas (20) y la promesa de disolverse en cuanto llegaran al Prado de San Sebastián, llevaría al perplejo policía a optar por la salida más prudente: dejar continuar al grupo y confirmar que se disolvían sin problemas.

Esta explicación, que no deja de ser una hipótesis, creemos la más plausible, lo que desmonta el mito que ha pretendido reconstruir la señora Cambrollé sobre su heroica resistencia ante la policía nacional.
El MHAR duró hasta agosto de 1978. Falso.
En la biografía autorizada de Cambrollé, Artacho afirma:

“Desde aquel verano revolucionario de 1978, no existe constancia documental de actividad del M.H.A.R., ni tampoco en la memoria de Cambrollé [...] Y el fin del M.H.A.R. llegó cuando otra evolución llenó la vida de Cambrollé, el amor” [13].

Es decir, que según Mar, el MHAR desaparece cuando Cambrollé dejo de tener interés en el MHAR. Pero la realidad, que la pluma descuidada de Artacho no comprobó, es que en 1979 el MHAR celebró un nuevo mitin en los locales de CCOO de calle Calatrava. Un trabajo de investigación tan duro como consultar la hemeroteca digital de ABC por internet le hubiera evitado el bochorno.
El MHAR y la manifestación del 25 de junio de 1978 en Sevilla fue determinante para la eliminación de la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Falso.
Esta es en el fondo la cuestión que dilucida en todo el proyecto de la Plataforma del 40 aniversario.

¿Fue el MHAR un instrumento fundamental para excluir la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social? No.

Cuando nace el MHAR organizaciones homosexuales en Cataluña, Madrid, Valencia, Euskadi y del resto de Andalucía, venían movilizándose desde 1976 contra la LPRS, consiguiendo éxitos mediáticos y políticos.

El suplemento del Viejo Topo sobre homosexualidad y que permitió a Mar Cambrollé su epifanía en mayo de 1977 era parte del éxito de organizaciones y personas para imponer la cuestión homosexual en el debate público.

Ese mismo mayo de 1977, las organizaciones homosexuales del Estado Español entregaron al ministro miles de firmas contra la LPRS, consiguiendo el apoyo de intelectuales y personajes de la cultura a favor de la causa homosexual. La edición de El País del 22 de mayo de 1977 lo contó así:

Se pide la derogación de la ley de Peligrosidad social

Unas 6.000 personas se han dirigido al ministro de Justicia en una carta en la que se solicita la derogación de la ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. El hecho fue anunciado en una rueda de prensa celebrada en la sede del Club de Amigos de la Unesco. En la carta se afirma que «siguen vigentes leyes del régimen anterior destinadas a mantener unas estructuras sociales dictatoriales vejatorias para muchos ciudadanos a los que se discrimina y se hace objeto de arbitraria represión en razón de sus peculiaridades culturales, ideológicas y sexuales y por sus específicas formas de relación humana. Por ello, solicitamos la inmediata derogación de la ley de Peligrosidad Social y Rehabilitación, la disolución de los tribunales especiales que la aplican la amnistía para todos los condenados o declarados peligrosos por esta ley con la consiguiente cancelación de antecedentes y destrucción de los registros previstos en la misma».


La carta ha sido firmada entre otras personas. por el presidente de la Asociación de Derechos Humanos, Joaquín Ruiz-Giménez; el secretario de la Comisión Justicia y Paz, Juan J. Rodríguez; Francisco Hernández, secretario general del Club de Amigos de la Unesco; Rafael Alberti, Pablo Castellano, Juan Antonio Bardem, Antonio Gala, Rafael Fernández, Alfonso García Pérez, Eloy de la Iglesia, Pedro Olea, Ana Belén, Víctor Manuel. Pí de la Serra (sic)... En el acto de presentación a la opinión pública de la carta presentaron reivindicaciones coordinadas los grupos homosexuales: Agrupación Mercurio, Movimiento Democrático de Homosexuales (MDH), Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR), Front d´Alliberament de Catalunya (FAGC), Front d'Alliberament Gai de les Illes (FAGI). Front d'Alliberament Homosexual del País Valenciá (FAHPV), Euskal Herrico Gai Askaten Mugimendua (EHGAM), Movimiento de Liberación Homosexual de Granada, Movimiento Homosexual Aragonés, Unión Democrática de Homosexuales de Málaga y otros.


En junio y diciembre de 1977, en Barcelona se celebran dos manifestaciones donde se produce una reacción virulenta de la policía, que carga contra los manifestantes.

Si hacemos caso a Mar Cambrollé, el MHAR duró apenas 10 meses, entre el otoño de 1977 y agosto de 1978. Si se incluyen los meses que duró el MHAR y que fueron ignorados por Cambrollé y Artacho, de agosto de 1978 hasta junio de 1979, se trataría de una organización que duró apenas 20 meses.

Un historiador tan poco sospechoso como C. Piro, anarquista que es muy crítico con los partidos parlamentarios, afirma:

La otra cara de la moneda en este caso tiene nombre y una inmerecida poca fama: Josep Maria Riera i Mercader, diputado a Cortes por el PSUC (aunque en los 80’ se pasó al PSOE), que durante la “Transición” desde su escaño hizo presión en el Congreso para la derogación de la LPRS y la legalización de los colectivos políticos homosexuales. En su lucha por los derechos LGTB (en la que participó en sus manifestaciones de los años 1979 y 1980) sólo recibió el apoyo político de Rudolf Guerra (Partit dels Socialistes de Catalunya, PSC*) y Juan María Bandrés (Euskadiko Ezkerra, EE*), y la enemistad o falta de apoyos del resto, muchos de ellos militantes de su propio partido. Junto a él también cabría destacar a José María Mendiluce, por entonces dirigente juvenil (no secretario general, pues ésta carecía del mismo) de la Liga Comunista Revolucionaria (LCR*, trotskista), cuyas declaraciones en el mencionado libro fueron claramente homófilas: “La homosexualidad es una forma de entender las relaciones sexuales absolutamente lícita” [14].


Nada dice de Cambrollé porque nada de lo que ocurrió en Sevilla tuvo repercusión más allá de nuestra ciudad. Ni la manifestación del 78 de Sevilla tuvo repercusión en la prensa de la capital del Estado (donde se debatían los temas de amnistía para las víctimas de la LPRS, la derogación de la misma o la inclusión en la Constitución de la protección de la homosexualidad), ni la figura de Cambrollé era siquiera conocida.

CONCLUSIÓN:

A través de todo este recorrido hemos demostrado que Mar Cambrollé ha mentido sobre la creación y el desarrollo del MHAR, cambia su relato con los años, añadiendo o quitando a voluntad, y recreando una realidad de acuerdo con sus necesidades personales y políticas.

En el mejor de los casos, hay que abordar las declaraciones de Cambrollé como parte de una “memoria” reconstruida por intereses personales, nunca como fuente histórica.

Cualquier lucha requiere su épica, y muchas personas han podido creer que la vida de Mar Cambrollé contada por ella misma, era el relato necesario para cimentar la épica LGTBI andaluza.

La lucha homosexual, como todas las luchas por los derechos humanos, tienen muchos protagonistas, la mayoría anónimos pero que son fundamentales. Por eso, el reconocimiento de las personas LGTBI debe ir a todos y todas ellas, no sólo a los que el destino, la suerte o la investigación ponen como referentes. Poner en valor esas vidas más o menos anónimas es un objetivo de nuestra Asociación. Pero retorcer la realidad, manipularla, y crear un relato torticero para autopromoción y narcisismo nos produce la mayor de las repugnancias.

Porque solo la verdad nos hace libres.

NOTAS

[1] Juliá, Santos (dir). Memoria de la Guerra y del Franquismo. pág. 16 y ss. Fundación Pablo Iglesias. Editorial Taurus. Madrid. ISBN 84-306-0622-X
[2] Artacho, F. Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad. Editoral La Calle. Antequera (2011). ISBN 978-84-16164-22-6
[3] http://elcorreoweb.es/historico/nos-volvemos-locos-si-alguien-no-encaja-como-hombre-ni-como-mujer-MBEC709353 (consultado el 08/06/2018)
[4] http://www.juntadeandalucia.es/agenda/pages/detalleOrganismo.and;jsessionid=92CB694AB8D2311379F0E61A757ABA59?parametro=3139 (consultado el 08/06/2018)
[5] Piro, C. Invertidos y rompepatrias: Socialismo y homosexualidad en el Estado Español. Distri Maligna (2011) Algorta (Bizkaia).
[6] Artacho, F. Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad. Pág. 41-43
[7] Martínez, R. Lo nuestro sí que es mundial. De la tribuna a las calles: la revolución sexual. Editorial Egales. Madrid-Barcelona (2017 – 2ª edición) Pág. 115-116.
[8] https://elpais.com/diario/2008/11/29/andalucia/1227914535_850215.html (consultado el 08/06/2018)
[9] Piro, C. Invertidos y rompepatrias: Socialismo y homosexualidad en el Estado Español. Pág. 116-117.
[10] Artacho, F. Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad. Pág. 55-56
[11] Artacho, F. Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad. Pág. 72
[12] Artacho, F. Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad. Pág. 72
[13] Artacho, F. Mar Cambrollé, Una Mujer de Verdad. Pág. 85
[14] Piro, C. Invertidos y rompepatrias: Socialismo y homosexualidad en el Estado Español. Pág. 53-54.

2018/06/23

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS HOMOSEXUALES Y TRANS DEL FRANQUISMO

Justicia para las víctimas homosexuales y trans del franquismo.
'La Transición no dio respuestas a homosexuales y mujeres trans (maricones y travestis en la terminología de la época) encarcelados por la Ley de Vagos y Maleantes'.
Inma García de la Fuente | El Plural, 2018-06-23
https://www.elplural.com/autonomias/andalucia/justicia-para-las-victimas-homosexuales-y-trans-del-franquismo_130775102

El próximo 26 de diciembre se conmemora el 40 aniversario de la exclusión de la homosexualidad, entre otros estados de peligrosidad, de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social (LPRS). Una ley que incluyó la homosexualidad como estado de peligrosidad, pero solo para hombres homosexuales y mujeres trans, ya que para un régimen cisheteropatriarcal fascista como el franquismo, las mujeres carecíamos de deseo sexual, incapaces de dar ni darnos placer, y por lo tanto hacia innecesaria la persecución policial y penal.

El próximo 27 de diciembre habrán pasado cuatro décadas desde el momento en que los hombres homosexuales y las mujeres trans dejaron de estar amenazadas de ser detenidas por la simple sospecha de homosexualidad, encerradas y torturadas en los calabozos de las comisarías de policía, ingresadas en cárceles y psiquiátricos sin juicio y condenadas meses y años de presión, donde en el mejor de los casos solo te humillaban, torturaban y violaban, y en el peor de los casos te sometían a terapias psiquiátricas terribles como la lobotomización, el electroshock y un amplio catálogo de prácticas similares, y donde al quedar libre pero con antecedentes penales, eras desterrada durante meses o años de tu localidad.

La Transición no dio respuestas a los hombres homosexuales y mujeres trans (maricones y travestis en la terminología de la época) encarcelados por la Ley de Vagos y Maleantes (LVM) y de la LPRS, ya que no pudieron acceder a ninguna de las dos amnistías decretadas en los primeros años de la monarquía del rey Juan Carlos y continuaron con unos antecedentes penales que le impedían el acceso al mercado de trabajo.

La Constitución no recogió ninguna de las exigencias que la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE) y por eso promovieron el voto negativo en el referéndum del 6 de diciembre de 1978. Para vergüenza de todos, la exclusión de la homosexualidad de la LPRS tuvo que esperar varias semanas después de ratificada la Constitución de 1978 por parte del pueblo español.

Y es que la nueva democracia fue tan injusta e insensible con las víctimas de la LVM y LPRS como lo había sido la Transición: no hubo reconocimiento, justicia ni reparación por parte del Estado a miles de presos que sufrieron detenciones arbitrarias, torturas policiales y médicas, ingresos en prisión sin juicio y expulsados de sus trabajos y familias. Un espeso manto de silencio cubrió la vida de miles de hombres homosexuales y mujeres trans, mientras la sociedad y sus representantes políticos, sociales y sindicales miraban hacia otra parte.

En estos 40 años han fallecido la mayoría de ellos y de ellas, en el mismo silencio injusto en el que la mayoría vivieron sus vidas. Tan solo una tardía e incompleta reparación en el gobierno de Rodríguez Zapatero, al calor de la Memoria Histórica, permitió un reconocimiento público a las víctimas en el Congreso de los Diputados y tan solo un centenar de víctimas pudieron cobrar unas indemnizaciones insuficientes y mal planteadas.

Pero siendo importante la reparación, las víctimas demandan también justicia. Una justicia que no ha llegado nunca. Saber el nombre de sus torturadores, conocer y denunciar los mecanismos políticos, médicos y judiciales que permitieron la tortura y las mutilaciones médicas, denunciar el silencio cómplice de instituciones y personas, y eliminar sus fichas policiales de los sistemas informáticos policiales, es una necesidad compartida por todas las víctimas que el movimiento LGTBI no debe olvidar.

Por ello, la Federación Plataforma Orgullo LGTBI Andalucía quiere dar voz a sus demandas y sumarse a sus peticiones. Y en la gran manifestación del Orgullo LGTBI Andalucía de este año recorrerá las calles de Sevilla el 23 de junio de 2018, exigiremos justicia y reparación para las víctimas de las leyes de Vagos y Maleantes y de Peligrosidad y Rehabilitación Social.

Inma García de la Fuente es presidenta de la Federación Plataforma Orgullo LGTBI Andalucía.

2018/06/22

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | "IBAN CORTADILLOS; PERO LE ECHARON VALOR"

El Correo de Andalucía / Primer Orgullo en Sevilla, 1978-06-25 //

«Iban cortadillos, pero le echaron valor»

El reportero Pepe Guzmán relató las vicisitudes de la primera manifestación de homosexuales en Sevilla, el 25 de junio de 1978
Francisco Veiga | El Correo de Andalucía, 2018-06-22
https://elcorreoweb.es/temas-de-portada/iban-cortadillos-pero-le-echaron-valor-AK4297406

Hay manifestaciones que logran sus objetivos por lo abultado de sus asistentes (ahí están las del 8 de marzo de este año). Y hay otras que lo logran pese a que apenas asistieron unas cien, o tal vez menos, pero estuvieron en el momento justo de la Historia. Eso es lo que pasó con el puñado de activistas del efímero Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR), que con una pancarta con el contorno de Andalucía y sus colores blanquiverdes, más un triángulo rosa –la bandera arcoíris no se había popularizado, y el triángulo rosa era la identificación de los homosexuales en los campos nazis–, superaron un cordón policial –de los temidos grises, la Policía Armada– y se plantaron ante los juzgados. Era el 25 de junio de 1978 y cualquier acto homosexual estaba penado con hasta seis años de cárcel. Reivindicaban la despenalización. Seis meses después la homosexualidad era retirada de la Ley de Peligrosidad Social.

El Correo de Andalucía estuvo allí para contarlo, nada menos que con la pluma de Pepe Guzmán, posiblemente y con permiso del poeta Juan Ramón Jiménez, la firma más genial que se ha posado en las páginas de este diario. Como fotógrafo trabajó Ángel Moreno, autor del reportaje gráfico. Tanto Guzmán como Moreno fallecieron los primeros años de este siglo, a una edad prematura ambos.

La crónica toma unas palabras de Francisco Cambrollé, un joven de 19 años hasta entonces desconocido: «Peligrosos son los que evaden capitales y provocan el paro». De hecho, la crónica, contagiada del ambiente politizado de la Transición, dedica más espacio al mitin previo a la manifestación no autorizada que a la movilización. Eso sí, el remate, ante una ciudad que miraba entre la perplejidad y la risa cómo un centenar de críos celebraba su primer Orgullo (ni siquiera se conocía la palbra gay), fue propio de la genialidad de Guzmán: «Iban cortadillos, pero le echaron valor». Se jugaban condena, malos tratos...

Del relato de Guzmán se desprende que la manifestación, además de poco numerosa –frente al mitin, de la calle Calatrava, en un local de CCOO, donde sí había mucha más gente–, se desarrolló con el miedo a que los ultras, que no reventaron el mitin, se liaran a mamporros en la calle. No pasó. La comitiva se dirigió desde la Catedral a la plaza del Triunfo y de allí a la calle San Fernando y la Audiencia provincial, ya con las pancartas –la del MHAR, la de las feministas de Prímula–. A la hora de inicio del mitin, durante unos minutos (de 12.00 a 12.20) se desplegó en la Giralda una pancarta rosa de 25 metros con el lema ‘Libertad sexual. MHAR’.

«Ante la indiferencia de algunos, la curiosidad de otros y la risa de la mayoría de los paseantes, los manifestantes, a la altura de la Pasarela, se detuvieron ante la presencia de un coche patrulla, que les cortaba el paso».

Es el momento más tenso. Guzmán no oye el diálogo entre Cambrollé y dos agentes, uno de paisano y el otro un cabo primero de la Policía Armada. 40 años después, el coordinador de la Asociación Arcoiris, Gonzalo de las Heras, asegura que lo que les dijo Cambrollé a los policías es que o les dejaban acabar en los juzgados o se los llevaban presos a todos.

En todo caso, la crónica recoge cómo Cambrollé se dirigió al colectivo después: «Compañeros, nos hemos propuesto llegar al palacio de Justicia. Vamos hacia allá y nos dispersamos». Cuando los policías se quisieron dar cuenta, los manifestantes habían cruzado por un semáforo y se plantaron ante la Audiencia. Efectivamente, cantaron sevillanas y letrillas contra la Ley de Peligrosidad, se «dieron de cara con la pasma» y desaparecieron en pequeños grupos por los jardines de Murillo. La primera manifestación gay en Sevilla había ocurrido.

Además de la derogación de la Ley de Peligrosidad, incluían en sus demandas el cese del director del psiquiátrico de Miraflores por el mal trato a los homosexuales, que entonces se consideraban, al hilo de esa ley, enfermos mentales. Uno de las consignas del mitin fue «presos a la calle, maricones también».

En el ambiente de la Transición, el Colectivo de Lesbianas reivindicaba a la clase obrera mientras que la organización del mitin –Cambrollé– regañaba a dos partidos de extrema izquierda: el PTE, por colocar sus pancartas por encima de la del MHAR y la ORT, por descolgarse del acto con el argumento de que la homosexualidad «es fruto de la decadencia del capitalismo». También pronunció las palabras por las que optó titular el director del periódico de entonces: «Somos peligrosos porque subvertimos al poder establecido. Subversivos son aquellos que evaden capitales y provocan el paro».


Dos Orgullos incompatibles.
Sevilla celebra hoy dos movilizaciones gays mientras sus organizadores se critican mutuamente.
Francisco Veiga | El Correo de Andalucía, 2018-06-22
https://elcorreoweb.es/sevilla/dos-orgullos-incompatibles-ML4296428

Los LGTBI de Sevilla podrán escoger entre dos eventos para reivindicar el Día del Orgullo. La conmemoración oficial, que se desarrollará entre la Diputación y la Alameda, y el Orgullo Crítico –contra el pretendido carácter mercantil del oficial– en sentido contrario: del Parlamento a los jardines del Valle. Los organizadores de cada marcha reivindican que su movilización es más representativa, menos comercial y menos politizada que la rival.

Por un lado, defendiendo el Orgullo oficial, el presidente de la asociación Adriano Antinoo, Pablo Morterero, explica que el recorrido de su marcha –«No la llame fiesta, es una reivindicación»– acabará en la Alameda de Hércules, «epicentro» del mundo y del movimiento primero denominado simplemente gay y más modernamente LGTBI (para incluir a todas las identidades y orientaciones dejadas al margen por la moral dominante) de Sevilla.

Después explicó que son las asociaciones de este movimiento «quienes decidimos su contenido» y considera una «intromisión» que grupos políticos como Participa Sevilla o IU hayan marcado directrices en ese sentido. Pero para acabar, alude a que este Orgullo «no acaba en una barra y si hay fiesta después, bienvenida», aunque entre los organizadores del hoy Orgullo Crítico y antimercantilista critica que esté «la introductora, en 2008, del modelo de carrozas de Madrid», en un dardo directo a Mar Cambrollé, figura histórica y pionera de la reivindicación LGTBI en Sevilla y factótum del Orgullo Crítico.

Los dardos de Morterero también se dirigen a las subvenciones que asegura que percibe la organización de Cambrollé, la Asociación de Transexuales de Andalucía.

Y un detalle simbólico no menor: el eje de la conmemoración se centra en los 40 años de la retirada de las referencias a la homosexualidad de la franquista Ley de Peligrosidad Social, entre diciembre de 1978 y enero de 1979. La propia ley, una vuelta de tuerca a la de Vagos y Maleantes, no fue derogada hasta 1995.

Por contra, los promotores del Orgullo Crítico ponen el énfasis –y el cartel– en la primera manifestación gay que hubo en Sevilla, organizada el 25 de junio de 1978 y que, consideran, fue la palanca para la derogación legal ocurrida cinco meses después.

Gonzalo de las Heras, coordinador de la Asociación Arcoíris, integrante del Orgullo Crítico, hace prácticamente las mismas acusaciones, pero en sentido contrario: esta marcha reivindica a los «14 supervivientes» de la manifestación de 1978, y cualquier cartel y pancarta que no los recuerde es una «desfachatez»: «En esos momentos manifestarse como homosexual era ilegal. Podrían haberlos llevado a todos a la Gavidia, haberlos torturado y después haber cumplido condena en una cárcel donde con electroshocks para curarlos». Ahí destaca De las Heras el valor y compromiso de la entonces adolescente (19 años) Cambrollé.

Y por supuesto, como si fuera un espejo de críticas y reproches entre las dos marchas por los derechos de las personas LGTBI, los promotores del Orgullo Crítico, con «barra a precios populares para que nadie se enriquezca con los gais» condenan el «espíritu comercial» del orgullo oficial y su «incapacidad» por cercanía política «al PSOE» de criticar repuntes homófobos en Sevilla o de apretar en la tramitación parlamentaria de leyes como la que persigue la LGTBIfobia en Andalucía a cambio de «subvenciones».

También reivindican que los más representativos son ellos, «con 40 asociaciones que nos respaldan», apostilla De las Heras. Pese a ello, lamenta, el Ayuntamiento ha «retrasado» los permisos para celebrar la concentración y el escenario, queja de la que se han hecho eco IU y Participa.

El punto crítico entre las dos maneras de entender la reivindicación LGTBI se produjo en el Orgullo de 2012. El entorno del Orgullo oficial siente que entonces Cambrollé tuvo un gesto con el PP –que gobernaba Sevilla– en un momento inadecuado: estaba vivo el recurso conservador al Constitucional al matrimonio igualitario de Zapatero.

Sea la política, la lucha por las subvenciones o incluso egos, la reivindicación gay en la ciudad está dividida y eso no va a jugar a favor de los LGTBI, que todavía se enfrentan a episodios de rechazo e incluso violencia.

2018/06/10

DOCUMENTACIÓN | 28J | ORGULLOS, MENTIRAS Y OTRAS MEMECES

Orgullos, Mentiras y otras memeces.
El blog de Pablo Morterero, 2018-06-10

https://pablomorterero.blogspot.com/2018/06/orgullos-mentiras-y-otras-memeces.html 

El artículo de Raúl Solís titulado “El movimiento LGTB andaluz se rompe y habrá dos manifestaciones del Orgullo: una institucional y otra crítica” tiene tantos errores de bulto que más que un artículo profesional e independiente, parece escrito al dictado de la ex “jefa” del sr. Solís de cuando fue vocal de prensa de la Federación Girasol, la sra. Cambrollé.

Afirma el sr. Solís que el 23 de junio habrá en Sevilla dos manifestaciones del Orgullo LGBI (cierto), una de ellas organizada por el Ayuntamiento de Sevilla (falso). Es evidente para cualquiera, y más para el sr. Solís que se jacta de ser un miembro activo de la comunidad LGTBI andaluza, que la manifestación del #OrgulloLGTBIAnd no la organiza el ayuntamiento (que por otra parte nunca convoca manifestaciones) sino la Federación Plataforma Orgullo LGTBI 28-J Andalucía. El sr. Solís confunde a sabiendas lo que es la manifestación reivindicativa de los colectivos, con las actividades lúdicas que del 21 al 23 de junio el Ayuntamiento de Sevilla organiza en la Alameda.

El ayuntamiento de Sevilla financia la realización de numerosas actividades incluidas en el Mes de la Diversidad (jornadas, exposiciones, actos festivos, etc., incluida la exposición dedicada a la sra. Cambrollé en la avda de la Constitución) a lo largo de junio. A las actividades lúdicas de la Alameda se les denomina “Orgullo LGTBI” pero en nada corresponde con la manifestación del #OrgulloLGTBIAnd. El sr. Solís lo sabe, pero miente a propósito para reforzar su argumento de manifestación “institucional” que es el lev-motiv de la sra. Cambrollé, lideresa de la manifestación minoritaria.

La convocatoria, día y hora, recorrido, lema y manifiesto, corre a cargo de la Federación. Ya en el Orgullo de 2017, tras la lectura del Manifiesto, se anunció el día que se iba a celebrar la manifestación de 2018. Lo único que facilita el ayuntamiento de Sevilla a la manifestación (aparte de los recursos de seguridad y protección civil que le obliga la ley) es que, al terminar en la Alameda nuestra manifestación, nos permite, amablemente, que durante unos minutos subamos al escenario y leamos el manifiesto.

Si la manifestación minoritaria hubiese querido, podría haber convocado para el viernes 21, y haber finalizado en la Alameda, y el ayuntamiento igualmente le habría facilitado que subiera al escenario para la lectura del manifiesto. ¿Por qué han elegido la misma hora y el mismo día para su manifestación, cuando sabían de la convocatoria de la manifestación del #OrgulloLGTBIAnd? No hay que ser muy “espabilao” para imaginar la respuesta.

No es cierto que “El motivo que ha provocado la ruptura del movimiento LGTB andaluz es la “declinación por unanimidad” [...] a una propuesta de la Plataforma 40 Aniversario para que el manifiesto y la pancarta de la cabecera estuvieran dedicados y como protagonistas a los activistas históricos que lideraron la manifestación pionera de hace cuatro décadas por las calles de la capital andaluza.”

De hecho, la pancarta está dedicada a esa manifestación de 1978 (además de la exclusión de la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad producida en el mismo año), y en la cabecera irán miembros históricos del MHAR, el FLHA y SOMOS, así como víctimas de las leyes de peligrosidad y rehabilitación social y de vagos y maleantes. Quien no va a ir es la sra. Cambrollé la cual quiso imponer sus condiciones ya que en caso contrario organizaría una manifestación en el mismo lugar, a la misma hora y el mismo día. Por eso se ha montado su propia manifa. A la que deseamos el mayor de los éxitos, porque en todo caso lo será del movimiento LGTBI.

El sr. Solís también miente al afirmar que la asociación que presido sea una “entidad vinculada al PSOE”. Ni jurídicamente ni fácticamente hay ningún tipo de vinculación. No es un secreto que hay miembros de la Junta Directiva afiliados al PSOE, entre ellos el que suscribe, pero también es cierto que hay miembros de otros partidos, incluso una afiliada a IU, ex concejala de dicha formación. La política de la asociación la decide su Junta Directiva y su asamblea. Pero el sr. Solís, que “trabaja” de parte, desliza el comentario para intentar satanizar a nuestra organización. Pero debe saber que para nosotros, estar afiliados a un partido político de izquierda (ya sea IU, Podemos, PSOE, etc.) es más un orgullo que un desmérito. Porque somos una organización apartidista pero política, que pretendemos influir en la agenda política y que no somos una entidad prestadora de servicios ni “cazadora” de subvenciones.

Por último, no debemos rajarnos las vestiduras porque haya dos manifestaciones del Orgullo en Sevilla, ya que realmente desde 2013 se vienen celebrando dos Orgullos en nuestra ciudad. Efectivamente, desde aquel año, tras el rechazo total del movimiento LGTBI a la gestión de la sra. Cambrollé de la manifestación del Orgullo del Sur, a la que se le acusó de montar una manifestación mercantilista, ideó su propio Orgullo (del cual puede afirmar que es único en el mundo porque a nadie en el mundo se le ha ocurrido fracturar al movimiento por intereses personales), pero solo para las personas trans. Orgullo que desde dicho año ha contado con el apoyo del ayuntamiento de Sevilla. Y que año tras año ha sido un sonoro fracaso.

2018/06/06

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | PETER HUJAR Y DAVID WOJNAROWICZ, EL ARTE EN LOS TIEMPOS DEL SIDA

El arte en los tiempos del sida.
La Fundación Loewe recupera en su contribución a Photoespaña el trabajo de Peter Hujar y David Wojnarowicz, dos fotógrafos que retrataron las luces y sombras del Nueva York de los ochenta.
Carlos Primo | El País, 2018-06-06
https://elpais.com/elpais/2018/06/06/icon/1528302667_056938.html 

Cuando Peter Hujar (1934-1987) y David Wojnarowicz (1954-1992) fallecieron con pocos años de diferencia, sus nombres iniciaron una larga travesía hacia un silencio, deliberado o involuntario, que duraría décadas. "Hasta 1995 se siguió hablando de ellos, pero después se convirtieron en nombres incómodos. A finales de los noventa hubo una época de bonanza económica en que se creía que los conflictos de antaño habían sido superados. No había necesidad de reivindicar nada, y sus obras cayeron en el olvido", explica María Millán, comisaria de una muestra conjunta que recupera la obra de estos dos mitos del Nueva York contestatario en la sala de exposiciones de la Fundación Loewe (Gran Vía, 8. Madrid).

La muestra, que forma parte de la programación del festival Photoespaña, resarce esta deuda histórica con una selección de 60 obras originales (40 de Hujar y 24 de Wojnarowicz) que ofrecen una primera aproximación para el público madrileño a un episodio fundamental de la fotografía contemporánea. Asegura la comisaria que la idea inicial surgió del director creativo de la firma madrileña, Jonathan Anderson, que sugirió dedicar la muestra a Hujar. “Yo le dije que no podíamos traer su obra sin exponer también la de David Wojnarowicz”, apunta Millán. “Los dos, aparte de tener una breve relación sentimental, estaban unidos por la marginalidad en que vivieron, y también por su actitud ante la vida y ante el trabajo”.

La obra de estos dos pioneros permite abrir una ventana a un mundo en ocasiones mitificado: el Nueva York de las protestas posteriores a Stonewall, de la lucha por los derechos de las minorías, el nacimiento de la identidad sexual contemporánea y la losa del SIDA, que se cobró numerosas víctimas en los círculos intelectuales y artísticos neoyorquinos. En ese sentido, Hujar es un cronista de los círculos alternativos que convivían en el East Village y que experimentaban con la ‘performance’ y el arte conceptual en pabellones portuarios abandonados. También de sus habitantes: la filósofa Susan Sontag, los escritores William Burroughs y Allen Ginsberg, el coreógrafo Merce Cunningham y el compositor John Cage, la superstar warholiana Candy Darling, el propio Andy Warhol o Diana Vreeland, por entonces directora del Costume Institute del museo Met.

Sin embargo, la exposición es más que un quién es quién impecablemente ejecutado. Los rostros de estas celebridades conviven con el interior de una iglesia abandonada, una pareja en un baile elegante, animales retratados desde un punto de vista emotivo y melancólico, escenas de la cultura ‘underground’ y también desnudos masculinos –en ocasiones, autorretratos– que revelan el potencial político y subversivo de un fotógrafo que nunca llegó a ocupar una posición destacada en el mundo del galerismo debido a su proverbial timidez y a su rechazo de los oropeles del arte. Eso no le impidió, en cualquier caso, tener una destreza técnica admirable, creando imágenes cuidadas y llenas de matices líricos.

En el caso de Wojnarowicz, veinte años menor que Hujar y completamente autodidacta, la precisión no importa tanto como el encuadre y, sobre todo, la distancia. “En su momento los puristas lo despreciaban porque son fotos con pocos matices técnicos, pero hoy resultan muy reveladoras”, explica María Millán. “Su forma de fotografiar su entorno más inmediato recuerda a Nan Goldin, que estaba mucho mejor relacionada con los círculos del arte, las galerías y las instituciones. Por eso fue ella quien ha pasado a la posteridad. Pero David Wojnarowicz lo hizo antes”.

La figura de este artista multidisciplinar y escurridizo, que llegó al East Village en su adolescencia tras una infancia difícil en una familia desestructurada, es un secreto a gritos para los amantes de la fotografía. Fue pintor, dibujante, escritor y fotógrafo. También un activista capaz de reivindicar a iconos del malditismo como Arthur Rimbaud y Jean Genet. Ambos, a su manera, están presentes en esta exposición. El primero, mediante la máscara con la que Wojnarowicz se autorretrató en escenarios cotidianos. El segundo, en dos serigrafías que revelan el potencial político de la obra de este artista fallecido a los 37 años sin haber dejado de considerarse un ‘outsider’ ni por un momento.

Su obra más célebre es todo un manifiesto: una serigrafía que juega con el lenguaje de la propaganda política para alertar sobre la incomprensión a la que se enfrentan los niños cuya sexualidad no encaja con los modelos mayoritarios. Ubicada como colofón del recorrido que ofrece la exposición, es una alerta contra la glamourización excesiva de una época, el Nueva York contracultural de los ochenta, que fue más bien un terreno de conflicto y de lucha sembrado de víctimas y héroes. Hujar y Wojnarowicz fueron ambas cosas a la vez, y por eso su legado fotográfico, excelentemente recuperado en esta exposición, es una demostración clara de que la historia de la fotografía contemporánea aún tiene muchas asignaturas pendientes.

La exposición Peter Hujar & David Wojnarowicz, organizada por Fundación Loewe en el marco de Photoespaña, puede visitarse en Loewe (Gran Vía, 8. Madrid) hasta el 26 de agosto de 2018. Una edición limitada de camisetas con fines benéficos ha salido a la venta coincidiendo con la muestra.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...