El Correo de Andalucía / Primer Orgullo en Sevilla, 1978-06-25 // |
«Iban cortadillos, pero le echaron valor»
El reportero Pepe Guzmán relató las vicisitudes de la primera manifestación de homosexuales en Sevilla, el 25 de junio de 1978
Francisco Veiga | El Correo de Andalucía, 2018-06-22
https://elcorreoweb.es/temas-de-portada/iban-cortadillos-pero-le-echaron-valor-AK4297406
Hay
manifestaciones que logran sus objetivos por lo abultado de sus
asistentes (ahí están las del 8 de marzo de este año). Y hay otras que
lo logran pese a que apenas asistieron unas cien, o tal vez menos, pero
estuvieron en el momento justo de la Historia. Eso es lo que pasó con el
puñado de activistas del efímero Movimiento Homosexual de Acción
Revolucionaria (MHAR), que con una pancarta con el contorno de Andalucía
y sus colores blanquiverdes, más un triángulo rosa –la bandera arcoíris
no se había popularizado, y el triángulo rosa era la identificación de
los homosexuales en los campos nazis–, superaron un cordón policial –de
los temidos grises, la Policía Armada– y se plantaron ante los juzgados.
Era el 25 de junio de 1978 y cualquier acto homosexual estaba penado
con hasta seis años de cárcel. Reivindicaban la despenalización. Seis
meses después la homosexualidad era retirada de la Ley de Peligrosidad
Social.
El Correo de Andalucía estuvo allí para contarlo, nada
menos que con la pluma de Pepe Guzmán, posiblemente y con permiso del
poeta Juan Ramón Jiménez, la firma más genial que se ha posado en las
páginas de este diario. Como fotógrafo trabajó Ángel Moreno, autor del
reportaje gráfico. Tanto Guzmán como Moreno fallecieron los primeros
años de este siglo, a una edad prematura ambos.
La crónica toma
unas palabras de Francisco Cambrollé, un joven de 19 años hasta entonces
desconocido: «Peligrosos son los que evaden capitales y provocan el
paro». De hecho, la crónica, contagiada del ambiente politizado de la
Transición, dedica más espacio al mitin previo a la manifestación no
autorizada que a la movilización. Eso sí, el remate, ante una ciudad que
miraba entre la perplejidad y la risa cómo un centenar de críos
celebraba su primer Orgullo (ni siquiera se conocía la palbra gay), fue
propio de la genialidad de Guzmán: «Iban cortadillos, pero le echaron
valor». Se jugaban condena, malos tratos...
Del relato de Guzmán
se desprende que la manifestación, además de poco numerosa –frente al
mitin, de la calle Calatrava, en un local de CCOO, donde sí había mucha
más gente–, se desarrolló con el miedo a que los ultras, que no
reventaron el mitin, se liaran a mamporros en la calle. No pasó. La
comitiva se dirigió desde la Catedral a la plaza del Triunfo y de allí a
la calle San Fernando y la Audiencia provincial, ya con las pancartas
–la del MHAR, la de las feministas de Prímula–. A la hora de inicio del
mitin, durante unos minutos (de 12.00 a 12.20) se desplegó en la Giralda
una pancarta rosa de 25 metros con el lema ‘Libertad sexual. MHAR’.
«Ante
la indiferencia de algunos, la curiosidad de otros y la risa de la
mayoría de los paseantes, los manifestantes, a la altura de la Pasarela,
se detuvieron ante la presencia de un coche patrulla, que les cortaba
el paso».
Es el momento más tenso. Guzmán no oye el diálogo
entre Cambrollé y dos agentes, uno de paisano y el otro un cabo primero
de la Policía Armada. 40 años después, el coordinador de la Asociación
Arcoiris, Gonzalo de las Heras, asegura que lo que les dijo Cambrollé a
los policías es que o les dejaban acabar en los juzgados o se los
llevaban presos a todos.
En todo caso, la crónica recoge cómo
Cambrollé se dirigió al colectivo después: «Compañeros, nos hemos
propuesto llegar al palacio de Justicia. Vamos hacia allá y nos
dispersamos». Cuando los policías se quisieron dar cuenta, los
manifestantes habían cruzado por un semáforo y se plantaron ante la
Audiencia. Efectivamente, cantaron sevillanas y letrillas contra la Ley
de Peligrosidad, se «dieron de cara con la pasma» y desaparecieron en
pequeños grupos por los jardines de Murillo. La primera manifestación
gay en Sevilla había ocurrido.
Además de la derogación de la Ley
de Peligrosidad, incluían en sus demandas el cese del director del
psiquiátrico de Miraflores por el mal trato a los homosexuales, que
entonces se consideraban, al hilo de esa ley, enfermos mentales. Uno de
las consignas del mitin fue «presos a la calle, maricones también».
En
el ambiente de la Transición, el Colectivo de Lesbianas reivindicaba a
la clase obrera mientras que la organización del mitin –Cambrollé–
regañaba a dos partidos de extrema izquierda: el PTE, por colocar sus
pancartas por encima de la del MHAR y la ORT, por descolgarse del acto
con el argumento de que la homosexualidad «es fruto de la decadencia del
capitalismo». También pronunció las palabras por las que optó titular
el director del periódico de entonces: «Somos peligrosos porque
subvertimos al poder establecido. Subversivos son aquellos que evaden
capitales y provocan el paro».
Dos Orgullos incompatibles.
Sevilla celebra hoy dos movilizaciones gays mientras sus organizadores se critican mutuamente.
Francisco Veiga | El Correo de Andalucía, 2018-06-22
https://elcorreoweb.es/sevilla/dos-orgullos-incompatibles-ML4296428
Los
LGTBI de Sevilla podrán escoger entre dos eventos para reivindicar el
Día del Orgullo. La conmemoración oficial, que se desarrollará entre la
Diputación y la Alameda, y el Orgullo Crítico –contra el pretendido
carácter mercantil del oficial– en sentido contrario: del Parlamento a
los jardines del Valle. Los organizadores de cada marcha reivindican que
su movilización es más representativa, menos comercial y menos
politizada que la rival.
Por un lado, defendiendo el Orgullo
oficial, el presidente de la asociación Adriano Antinoo, Pablo
Morterero, explica que el recorrido de su marcha –«No la llame fiesta,
es una reivindicación»– acabará en la Alameda de Hércules, «epicentro»
del mundo y del movimiento primero denominado simplemente gay y más
modernamente LGTBI (para incluir a todas las identidades y orientaciones
dejadas al margen por la moral dominante) de Sevilla.
Después
explicó que son las asociaciones de este movimiento «quienes decidimos
su contenido» y considera una «intromisión» que grupos políticos como
Participa Sevilla o IU hayan marcado directrices en ese sentido. Pero
para acabar, alude a que este Orgullo «no acaba en una barra y si hay
fiesta después, bienvenida», aunque entre los organizadores del hoy
Orgullo Crítico y antimercantilista critica que esté «la introductora,
en 2008, del modelo de carrozas de Madrid», en un dardo directo a Mar
Cambrollé, figura histórica y pionera de la reivindicación LGTBI en
Sevilla y factótum del Orgullo Crítico.
Los dardos de Morterero
también se dirigen a las subvenciones que asegura que percibe la
organización de Cambrollé, la Asociación de Transexuales de Andalucía.
Y
un detalle simbólico no menor: el eje de la conmemoración se centra en
los 40 años de la retirada de las referencias a la homosexualidad de la
franquista Ley de Peligrosidad Social,
entre diciembre de 1978 y enero de 1979. La propia ley, una vuelta de
tuerca a la de Vagos y Maleantes, no fue derogada hasta 1995.
Por
contra, los promotores del Orgullo Crítico ponen el énfasis –y el
cartel– en la primera manifestación gay que hubo en Sevilla, organizada
el 25 de junio de 1978 y que, consideran, fue la palanca para la
derogación legal ocurrida cinco meses después.
Gonzalo de las
Heras, coordinador de la Asociación Arcoíris, integrante del Orgullo
Crítico, hace prácticamente las mismas acusaciones, pero en sentido
contrario: esta marcha reivindica a los «14 supervivientes» de la
manifestación de 1978, y cualquier cartel y pancarta que no los recuerde
es una «desfachatez»: «En esos momentos manifestarse como homosexual
era ilegal. Podrían haberlos llevado a todos a la Gavidia, haberlos
torturado y después haber cumplido condena en una cárcel donde con
electroshocks para curarlos». Ahí destaca De las Heras el valor y
compromiso de la entonces adolescente (19 años) Cambrollé.
Y por
supuesto, como si fuera un espejo de críticas y reproches entre las dos
marchas por los derechos de las personas LGTBI, los promotores del
Orgullo Crítico, con «barra a precios populares para que nadie se
enriquezca con los gais» condenan el «espíritu comercial» del orgullo
oficial y su «incapacidad» por cercanía política «al PSOE» de criticar
repuntes homófobos en Sevilla o de apretar en la tramitación
parlamentaria de leyes como la que persigue la LGTBIfobia en Andalucía a
cambio de «subvenciones».
También reivindican que los más
representativos son ellos, «con 40 asociaciones que nos respaldan»,
apostilla De las Heras. Pese a ello, lamenta, el Ayuntamiento ha
«retrasado» los permisos para celebrar la concentración y el escenario,
queja de la que se han hecho eco IU y Participa.
El punto
crítico entre las dos maneras de entender la reivindicación LGTBI se
produjo en el Orgullo de 2012. El entorno del Orgullo oficial siente que
entonces Cambrollé tuvo un gesto con el PP –que gobernaba Sevilla– en
un momento inadecuado: estaba vivo el recurso conservador al
Constitucional al matrimonio igualitario de Zapatero.
Sea la
política, la lucha por las subvenciones o incluso egos, la
reivindicación gay en la ciudad está dividida y eso no va a jugar a
favor de los LGTBI, que todavía se enfrentan a episodios de rechazo e incluso violencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.