1986/01/20

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | CONDENA DE 11 AÑOS DE PRISIÓN PARA EL GUARDIA CIVIL QUE MATÓ A LA TRANS ERIKA

El guardia que mató a un travestido, condenado a 11 años de prisión.
Ferran Sales | El País, 1986-01-20

https://elpais.com/diario/1986/01/21/sociedad/506646005_850215.html 

La Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona ha condenado a 11 años de prisión al guardia civil José Antonio Sánchez García por un delito de homicidio doloso, cometido el 14 de abril de 1985, al dar muerte al travestido Eduardo Sigfrido Pérez Llamas, Erika.

La sentencia no recoge la atenuante alegada por la defensa según la cual el procesado se encontraba psíquicamente desequilibrado por las experiencias vividas en el País Vasco, bautizadas por los forenses como ‘síndrome del Norte’. Sin embargo le aplica la atenuante muy calificada de embriaguez no habitual. En la resolución se le condena también a pagar una indemnización de cinco millones a los familiares de la víctima.

El abogado defensor, Juan Antonio Roqueta, anuncia un recurso ante el Supremo, por lo que el acusado continuará en una prisión militar hasta que el fallo no sea firme. En la actualidad se encuentra internado junto con otros siete militares en el castillo de San Fernando en Figueres (Alt Empordá).

La misma sala ha absuelto a José Antonio Sánchez de un delito continuado de falsificación, al no quedar probado que utilizase una tarjeta de crédito ajena.

1986/01/17

DOCUMENTACIÓN | VIOLENCIA | ALEGAN EL 'SÍNDROME DEL NORTE' EN EL TRANSFEMINICIDIO DE ERIKA

La defensa de un guardia civil que mató a un travestido alega que actuó bajo el 'síndrome del Norte'.
Ferran Sales | El País, 1986-01-17

https://elpais.com/diario/1986/01/18/sociedad/506386806_850215.html 

El fiscal de la Audiencia de Barcelona solicitó ayer que se impusieran 24 años de prisión al guardia civil José Antonio Sánchez García por un presunto delito de, asesinato, cometido en la madrugada del 14 de abril de 1985, al dar muerte al travestido Eduardo Sigfrido Pérez, 'Erika', durante una discusión sobre el pago de un servicio sexual. La defensa calificó los hechos como imprudencia con el resultado de muerte y pidió un año de cárcel. El abogado alegó en defensa del guardia civil que éste se encuentra emocionalmente desequilibrado por sus vivencias durante el tiempo en que estuvo destinado en el País Vasco y que los psicólogos han bautizado con el nombre de síndrome del Norte.

El procesado explicó que en la noche del 13 de abril de 1984, después de recorrer diversos establecimientos nocturnos e ingerir numerosas bebidas alcohólicas, se dirigió a la rambla de Catalunya con la intención de contratar los servicios sexuales de una mujer, pero, al descubrir que la persona que había hecho subir al coche era un travestido, le invitó a descender del vehículo, a lo que éste se negó, si no le pagaba. José Antonio Sánchez reconoció que desenfundó la pistola, cuando en la discusión vio que el travestido sacaba un objeto brillante del bolso. El arma se disparó al recibir un golpe en la mano. "Se desplomó como cuando a un toro le dan una puntilla", explicó el acusado. Añadió que en aquel momento se sintió desorientado y sin saber qué hacer. En un primer momento se dirigió al cuartel para entregarse. Pero la vergüenza de que se supiera que había mantenido relaciones con un travestido, le hizo reconsiderar la decisión de entregarse y trasladó el cadáver a su casa.

El asesinato se descubrió por el reguero de sangre que siguió la policía y que la condujo de un descampado en el que había arrojado el cadáver al piso del acusado. Un testigo excepcional fue el guarda de seguridad Fermín Estivill, que oyó el disparo cuando pasaba con su vehículo junto al coche del guardia civil, y siguió al acusado por las calles, hasta que lo perdió.

El fiscal, Carlos Ganzermüller, hizo hincapié en las contradictorias explicaciones que, en relación a la discusión en el automóvil, había dado el acusado y especuló sobre que no hubiera existido el arma del travestido.

El defensor, Juan Antonio Roqueta, centró sobre todo sus preguntas en torno a los especiales trastornos psíquicos que afectan al acusado a raíz de un incidente ocurrido durante su destino en el País Vasco, cuando un compañero murió, junto a él, en un atentado terrorista. Este tipo de trastornos ha sido bautizado como ‘síndrome del Norte’.

El guardia civil fue también juzgado ayer, en la misma causa, por un delito continuado de falsificación al utilizar en diversas ocasiones una tarjeta de crédito que el acusado había encontrado en una discoteca. Por estos hechos el fiscal pidió que se le impusieran tres años de cárcel y 90.000 pesetas de multa.

1986/01/05

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | CHRISTOPHER ISHERWOOD, 'EL ESPÍRITU DE LOS AÑOS TREINTA', FALLECIÓ EN CALIFORNIA

Christopher Isherwood, 'el espíritu de los años treinta', falleció en California.
Bernd Dietz | El País, 1986-01-05

https://elpais.com/diario/1986/01/06/cultura/505350007_850215.html 

El escritor británico, nacionalizado estadounidense, Christopher Isherwood, cuyo libro ‘Adiós a Berlín’ fue llevado al cine en la película 'Cabaret', falleció ayer, a los 81 años, víctima de un cáncer, en su casa de California (Estados Unidos). Me temo que cuantos le recuerden ahora seguirán pensando en él como en un escritor del espíritu de los años treinta, una de las figuras prototípicas de esa década prodigiosa, los ‘thirties’, que da nombre a todo un período de la literatura inglesa contemporánea. Ello no carece por entero de fundamento, por mucho que su obra ulterior haya sido copiosa y rica en nuevos matices ya disociados del universo ideológico y estético de los tiempos de entreguerras. Y es que fueron tantas, y de un sesgo tan peculiar, las innovaciones introducidas por Isherwood y sus compañeros de grupo en la sensibilidad literaria anglosajona, que difícilmente volverían a sentir y a escribir con la misma intensidad después de que la guerra civil española desembocara en la II Guerra Mundial, y el mundo que ellos habían conocido dejara de existir para siempre.

El azar de estudiar en la universidad de Cambridge y no en la de Oxford hizo que Isherwood no fuera un miembro oficial del llamado ‘Oxford Group’, a la sazón compuesto por Auden, Spender, Bay Lewis y MacNeice. Básicamente, sin embargo, Isherwood tuvo un espíritu semejante al del primer W. H. Auden, al que conocía desde los tiempos de la escuela preparatoria y con quien firmaría algunos de los libros más característicos de la década de los treinta, desde piezas teatrales en verso como ‘The dog beneath the skin’ (1936), ‘The ascent of F6’ (1937) y ‘On the frontier’ (1939), hasta ‘Journey to a war' (1939), una suerte de diario literario sobre la guerra chino-japonesa basado en una visita al lugar de los hechos. Como Auden, nuestro autor fue uno de esos jóvenes que despertaron a la madurez en un momento de crisis y con unas expectativas de cambio desmesuradas. Y al igual que él, quiso hacer su particular ajuste de cuentas con el conservadurismo y el puritanismo de su medio social abrazando el comunismo y la homosexualidad como vías de acceso a la libertad. 

Ruptura
Las primeras novelas de Isherwood, como ‘All the conspirators’ (1928) o ‘The Memorial’ (1932) evidencian aún el magisterio de escritores mayores que él, cuales son E. M. Forster o Virginia Woolf. Pero es sobre todo su residencia en Berlín, ciudad a la que se traslada en 1929 la que abre las puertas de una creatividad más personal. La ruptura es tanto humana como literaria, pues implica dejar atrás la seguridad de unos valores familiares para sustituirlos por una vida más austera e independiente y, sobre todo, henchida de una libertad sexual apocalíptica que era inimaginable en Gran Bretaña. Los protagonistas de sus tres novelas berlinesas, ‘Mr. Norris cambia de trenes’ (1935), ‘Sally Bowles’ (1937) y ‘Adiós a Berlín’ (1939), que originalmente fueron concebidas como fragmentos de una obra mayor que nunca llegó a terminar, tienen bastante que ver con la peripecia personal del propio autor. Si han sido admiradas como fascinantes descripciones de un mundo en lujosa decadencia, no podemos tampoco dejar de leerlas como jalones de una introspección personal, aun cuando las versiones cinematográficas que se hicieran de ellas tiendan necesariamente a desdibujar tal dimensión.

Pero el viajero emprendedor y el exiliado permanente que era Isherwood no podía prolongar su estancia en Europa una vez que comprende el desmoronamiento de los ideales por los que él y sus amigos habían luchado hasta 1939, y ese mismo año acompaña a Auden a los Estados Unidos, adquiriendo como éste la nacionalidad norteamericana en 1946.

Para mí, el resto de su trayectoria literaria y humana reviste un atractivo bastante mayor que el de su camarada. Mientras Auden hace tabla rasa de su pasado y se transmuta en un poeta neoclásico y sustancialmente superficial, en cuya producción apenas habrá ya cabida para lo heterodoxo, Isherwood continúa siendo un escritor inquieto, lleno de curiosidad por lo desconocido y siempre decidido a orientar sus libros en nuevas direcciones.

En este sentido, guarda cierto paralelismo con Aldous Huxley, por el que se sentiría influido y con quien compartiría un interés mucho más que circunstancial por las filosofías orientales. Después de fijar su hogar en California, muy cerca de Hollywood, Christopher Isherwood publicará libros como ‘Vedanta for the Western' World’ (1945), llegando a traducir al inglés, en colaboración, el ‘Bhagavad-gita’ y diversos clásicos del hinduismo.

Tampoco abandona el ámbito de la ficción en su etapa norteamericana, dando a la imprenta novelas como ‘Down there on a visit’ (1962) o ‘A single man’ (1964). Y, siguiendo fiel a ese componente de exploración autobiográfica que latió siempre en su labor literaria, dedicaría algunos de sus últimos libros a su esfera más íntima. Así, Kathleen and Frank (1972) versa directamente sobre sus padres, en tanto que ‘Christopher and his kind’ (1976) –‘Christopher y los suyos’- aborda las vivencias homosexuales de su juventud con honestidad y garra.

Bernd Dietz es director del departamento de Filología Inglesa de la Universidad de La Laguna (Tenerife).

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...