2018/10/21

DOCUMENTACIÓN | IGUALDAD | LAS DOS CARAS DE LA MUJER EN EL EJÉRCITO

Las dos caras de la mujer en el Ejército.
Mientras el Ministerio de Defensa se vuelca en la celebración del 30 aniversario de la incorporación de las mujeres a las fuerzas armadas, la realidad de la situación de las féminas en los ejércitos —que constituyen apenas un 12,7% del total de miembros— es variada según a quién preguntes.
P. Romero | Público, 2018-10-21
https://www.publico.es/espana/30-anos-caras-mujer-ejercito.html

Hace ya 30 años de la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas, un hito en la modernización del país que el Gobierno —el socialista, pero también el del PP— han ido celebrando a lo largo del año. No es para menos. Sin embargo, el entusiasmo del Ejecutivo choca con varias situaciones reales que matizan el discurso oficial.

El Real Decreto 1/1988, de 22 de febrero, supuso el primer paso —de gigante— para la incorporación de la mujer a la milicia española. Aunque no se reguló el principio de igualdad en las Fuerzas Armadas "con todas sus consecuencias" hasta el año siguiente, se culminaba de alguna manera un cambio iniciado en 1985, con las primeras modificaciones normativas para que las mujeres pudiesen aspirar a desarrollar una carrera militar.

En 1989 se abrió el acceso de las mujeres a las academias generales y a todas las armas, cuerpos y escalas, y en 1990 se abrió la posibilidad de que pudiesen aspirar a ser soldados voluntarios.

A lo largo de 2018 se han sucedido iniciativas, celebraciones, gestos y conmemoraciones de esta auténtica conquista por la igualdad. Mujeres como Patricia Ortega, quien fue la primera mujer en alcanzar el rango de coronel de la historia de España, o las pioneras Rosa María García-Malea —comandante y primera mujer en pilotar un caza de combate— y Esther Yáñez —capitana de fragata, y primera mujer al mando de un buque militar—, han abierto caminos que hace tres décadas eran casi impensables.

No obstante, el recorrido de esas sendas no ha sido fácil. Los recuerdos de Letizia Prieto, comandante auditora de las Fuerzas Armadas en excedencia, dan una pincelada de las dificultades de lo que supone ser pionera en un mundo tradicionalmente tan masculino. "La decisión del PSOE de abrir el Ejército a las mujeres fue valiente, hay que reconocerlo, pero se quedó todo en eso: abrieron las puertas y nos dejaron allí", rememoraba recientemente en un encuentro al que asistió Público.

"Al principio fue difícil, y creo que nos sentíamos muy solas", añade, al recordar que en la asesoría legal del Cuartel del Ejército del Aire en Madrid ella era la única fémina. Prieto se sincera: jamás vio una situación de acoso, porque "no lo hubiera consentido, además", afirma. Y apunta que el trato que recibió no llegó a ser de acoso pero sí irritante, paternalista. "Eran peores los mandos mayores que, de repente, se encontraron con mujeres formadas, que sabían mejor que ellos de casi todo", confiesa.

Rosa [nombre ficticio, para proteger su identidad] es soldado de logística y está visiblemente orgullosa de ser militar. Pese a que no quiere hablar por nadie más, no puede evitar exclamar: "El Ejército es nuestra vida". Sin embargo, cuando cumpla 45 años finalizará su vinculación con las Fuerzas Armadas en virtud de la Ley 8/2007, y pasará a ser Reservista de Especial Disponibilidad (RED). "Para nosotras supone ir a la lista del paro, tendremos que ir a los servicios sociales", lamenta.

Ella pide anonimato porque sabe que se expone a ser expedientada, incluso expulsada del trabajo de su vida, por el mero hecho de criticar situaciones en público.

El acoso, esa lacra
"¿Qué se está haciendo para facilitar la complicada conciliación familiar y laboral? ¿Guarderías en cuarteles?", ironiza, y prosigue: "¿Por qué, en este caso, tenemos menos puntuación que una mujer oficial? ¿Soy menos madre por ser soldado y temporal?". Entre ellas también hay diferencias que no ayudan a paliar situaciones discriminatorias, no sólo por sexos.

El acoso existe en las Fuerzas Armadas porque existe en la sociedad, eso es un hecho. Sin embargo, en los Ejércitos el asunto es especialmente delicado en tanto que los mecanismos de denuncias son propios, internos, e implican un extra de valentía por parte de la víctima.

"No lo he vivido, pero sí conozco casos cercanos", apunta Rosa, que asegura que en los casos de denuncia de este tipo de situaciones "hay un aislamiento de tus propios compañeros y mandos tras una denuncia: pasas de ser la mejor soldado con el mejor expediente a ser lo peor de lo peor".

"Te van a buscar las vueltas de tal forma que terminas de baja psicológica", comenta, y añade: "Se machaca a la víctima, impera la ley del miedo, del 'por mis cojones'; y al final la víctima ha de cargar con esa carga psicológica de serlo y de que te endosen culpas que no son tuyas", como sucede a veces: una mujer denuncia acoso de un superior, el tribunal militar lo exonera y declara que es denuncia falsa, y al final es ella quien es castigada.

Cuestión de rango
Letizia Prieto también reconoce que aunque sí le llegaron a "levantar la voz alguna vez" nunca vio situaciones de acoso sexual, pero asegura que "no lo hubiera consentido".

"No es que no existiera, pero es que no la vi". Eso sí, confiesa que "existe un divorcio terrible, casi como una lucha de clases, entre la tropa, los suboficiales y —en la estratosfera—, los oficiales". "Y yo era la única mujer oficial del cuartel", recuerda, y reconoce: "No hubiera visto el acoso, ya que nunca tuve contacto con la tropa". Si eres soldado o marinera, estás perdida.

Según su experiencia, "la mujer se encuentra en un mundo muy masculino, muy patriarcal y muy jerárquico: tu palabra vale lo que vale tu rango". A todo ello se añade "la tortura psicológica" al denunciar cualquier situación, especialmente de acoso contra la mujer. "Y hay una cierta falta de compañerismo entre mujeres en el Ejército", añade, "al haber pocas mujeres a veces acaban asumiendo los roles del hombre porque una quiere estar en una posición de privilegio y protegerse".

"Yo creo", apunta Prieto, "que son más valientes las soldadas y las marineras que nosotras, las oficiales, que somos privilegiadas". "Ellas son temporales, son más precarias, y pese a todo hablan y se defienden", concluye: "Son más valientes".

Ella tiene claro que muchas de estas situaciones se pueden solucionar si hay voluntad política. "No se pueden pedir héroes, sino pedir voluntad para cambiar dos o tres normas que mejorarían la vida de las mujeres en el Ejército de forma sustancial", afirma.

Para esta jurista, capitana en la excedencia, "hay que eliminar el conducto oficial para denunciar acoso y hay que cercenar el Código Penal Militar, para dejarlo exclusivamente para lo que debería ser", es decir, para delitos que sólo puedan cometerse desde la condición de militar del reo. "¿Por qué está tardando tanto la ministra Margarita Robles en revisar todas estas normas en los casos de acoso y discriminación? Esos delitos necesitan ir por la vía ordinaria", concluye.

2018/10/20

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | "HÁGASE LA CIEGA, SORDA Y MUDA. ES LO MEJOR"

“Hágase la ciega, sorda y muda. Es lo mejor.”
Un libro analiza las cartas del consultorio de Elena Francis, la policía moral del franquismo para reeducar a mujeres tras la República.
Natalia Junquera | El País, 2018-10-20
https://elpais.com/cultura/2018/10/18/actualidad/1539855489_006243.html

Sobre una montaña de polvo, humedad y bichos, repartidas por todas las estancias de una masía abandonada en Cornellà (Barcelona), aparecieron, en 2005, más de un millón de cartas con una única destinataria: Elena Francis. El Archivo Comarcal del Baix Llobregat asumió la custodia de 100.000 y quemó el resto. Rosario Fontova y Armand Balsebre han analizado 4.325 escritas entre 1950 y 1972, así como las respuestas enviadas por un equipo de contestadores (se guardaba copia) y los guiones del consultorio radiofónico. El resultado es un libro (‘Las cartas de Elena Francis, una educación sentimental bajo el franquismo’, editorial Cátedra), que retrata al personaje de ficción —“una policía moral”— y a sus atormentadas seguidoras —mujeres de carne y hueso a las que la dictadura alejó de las cotas de libertad alcanzadas en la República—.

La audiencia compartía en el consultorio sus problemas y su frustración. Una madre con cuatro hijos confiesa la infidelidad de su marido. Elena Francis le da el siguiente consejo: “Es mucho mejor que se haga la ciega, sorda y muda. Procure hacer lo más grato posible su hogar, no ponga mala cara cuando él llegue”. La receta es parecida para otra mujer que se presenta como “esposa desgraciada” y habla de las palizas que le da su marido en presencia de su hija de diez años: “Sea valiente, no descuide un solo instante su arreglo personal. Y cuando él llegue a casa, esté dispuesta a complacerlo en cuanto le pida”.

“Pertenecemos a una generación que nació después de la creación del consultorio (la primera emisión fue en noviembre de 1950) y antes de sumergirnos en las cartas nos parecía algo ridículo, tontorrón, pero Elena Francis fue el personaje más importante de la radio española durante el franquismo”, explica Fontova. “Al leerlas, puedes pensar: ‘estas mujeres eran un poco tontas’, pero no eran tontas porque sí. Eran tontas porque las querían tontas. La estructura de Falange, la Iglesia, y el franquismo quiso que estuvieran en la cocina. Y estas cartas reflejan cómo la dictadura les arrebató cualquier posibilidad de autonomía”. Elena Francis, añade Balsebre, “fue un instrumento legitimador del franquismo. Y así como las 'Cartas a la Pirenaica' [su anterior libro, donde analizan la correspondencia enviada a la radio clandestina por los vencidos en la Guerra Civil], son la memoria del antifranquismo, las cartas a Elena Francis son la memoria del franquismo, de esa amnesia mental a la que se sometió a las mujeres”. Las dos Españas en dos epistolarios coetáneos, pero radicalmente diferentes.

Los empleados del Instituto Francis tenían obligación de guardar el secreto sobre el personaje al que decenas de miles de mujeres escribieron durante 33 años convencidas de que no solo era real, sino un pozo de sabiduría. Con los años, explica Balsebre, “la mayoría de la gente creyó que Elena Francis era, en realidad, un hombre por su último guionista, Juan Soto Viñolo, que escribió un libro sobre el programa. Pero para nosotros la creadora del personaje fue su primera guionista, Angela Castells, que sentó las bases narrativas para los contestadores de cartas”. Castells pertenecía a la sección femenina de Falange y al Patronato de Protección de la mujer, que, entre otras cosas, hacía informes con los datos recogidos por un organismo llamado Liga Española contra la Pública Inmoralidad.

No todas las cartas se radiaban, pero casi todas se contestaban, porque el Instituto Francis entendió que esa era la forma de fidelizar a la audiencia y vender los productos de belleza que se anunciaban en el programa. En algunos sobres, el equipo de contestadores anotó un asterisco. Era la señal que indicaba que el contenido de la misiva era delicado: amenazas de suicidio o incluso violaciones, y rara vez llegaban a la antena, porque había una censura doble: política y religiosa (la radio tenía un sacerdote en nómina para ese cometido). La palabra “violación” no aparece en ninguna carta, pero las víctimas, que no son conscientes de que lo son, la describen con eufemismos (“Hizo lo que quiso de mí”; “Me hago la dormida y mi hermano hace lo que quiere...”). Una madre cuenta que un vecino ha dejado embarazada a su hija de 15 años. Elena Francis le sugiere que dé al bebé en adopción. El Código penal franquista de 1944 castigaba el estupro de una “doncella” mayor de 12 años y menor de 23 o mayor de 16 y menor de 23 si no era “doncella”.

La mayoría de mujeres que escribían al consultorio trabajaban en el servicio doméstico o de modistas —empleos que permitían oír la radio mientras se trabajaba—. Muchas habían emigrado del campo a la ciudad. Y eran muy ingenuas. Una de ellas admite en su carta que ha “deformado” su letra para que nadie la reconozca. Eran habituales los pseudónimos: “Admiradora de morfeo”; “Campesina”; “Cuatro preocupadas y una enamorada”; “Desgraciada sin remedio”; “Doña manchas”; “Fierecilla”; “Corazón Triste”; “La Fea”; “Una casada amargada”; “Una golondrina del Pacífico”; “Una que ha sido descubierta”…

Tras la muerte de Franco, el consultorio trató de adaptarse a los nuevos tiempos —en 1978 se legalizó la píldora anticonceptiva; en 1981, llegó la ley del divorcio—, pero era luchar contra su propia naturaleza. “Ninguna corriente liberalizadora justifica el libertinaje que, como se habrá escuchado en este consultorio, muchas veces solo produce madres solteras, hijos ilegítimos e intentos de suicidio”, sonó en la antena en 1977. El consultorio cerró sus puertas en 1984.

Y TAMBIÉN…
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Elena Francis, consejos para la mujer sumisa

Durante 36 años su consultorio diseñó a la mujer, madre y esposa del franquismo. Un estudio rememora la figura de la 'coach' sentimental más popular de la historia de España.
Rita Abundancia | S Moda, El País, 2014-11-04
http://smoda.elpais.com/articulos/elena-francis-consejos-para-la-mujer-sumisa/5510
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Muere el escritor que inventó el mítico consultorio de Elena Francis

Juan Soto Viñolo, guionista durante 14 años del famoso programa, falleció a los 83 años en Tarragona.
Crónica Global, El Español, 2017-02-12
http://cronicaglobal.elespanol.com/creacion/muere-el-escritor-que-invento-a-la-mitica-elena-francis_68016_102.html
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Los tremendos consejos de Elena Francis a mujeres maltratadas o violadas

Un libro habla sobre qué se esconde detrás de este famoso personaje de ficción del franquismo que tenía por objetivo, además de publicitar, reeducar a la mujer tras la República.
Lara Gómez Ruiz | La Vanguardia, 2018-11-12
https://www.lavanguardia.com/cultura/20181112/452813089211/tremendos-consejos-elena-francis-mujeres-maltratadas-violadas.html

2018/10/18

DOCUMENTACIÓN | MÚSICA | 'DESCANSO DOMINICAL' DE MECANO: 'MUJER CONTRA MUJER' FRENTE A LA MARICONEZ DE 'QUÉDATE EN MADRID'

Ana Torroja, abucheada por el público de ‘OT’.
La gala de esta noche está marcada por la polémica del término 'mariconez' del tema de Mecano 'Quédate en Madrid', que la concursante María Villar pidió no cantar.
El País, 2018-10-18
https://elpais.com/cultura/2018/10/17/television/1539809379_980522.html

Ana Torroja ha sido abucheada esta noche por el público de ‘Operación Triunfo’ a su entrada en plató. La cantante, miembro del jurado de este ‘OT 2018’, ha tenido que escuchar gritos de desaprobación tras la polémica suscitada por la palabra "mariconez" en la letra de la canción ‘Quédate en Madrid’, que Mecano publicó en 1988 dentro del álbum ‘Descanso dominical’, y que ahora, en la edición del concurso musical de TVE una de las concursantes pidió no cantar. María Villar, participante en Operación Triunfo, justificó su negativa porque ‘mariconez’ es "un insulto muy homófobo" y pidió sustituir esa palabra por "gilipollez", algo que la dirección del concurso autorizó en un principio a hacer.

"En la canción dice 'me han parecido una mariconez'. Y yo he dicho que yo no voy a decir ‘mariconez’ porque es un insulto muy homófobo. Entonces han dicho que nos dejan que lo cambiemos y que pongamos 'gilipollez' en su lugar, que no ofende a nadie salvo a los que sean gilipollas", explicaba María Villar a otra de las concursantes. Más adelante, la dirección del concurso trasladó que Torroja dejaba que se sustituyera la palabra por "estupidez", aunque finalmente la cuenta de Twitter de OT rectificó horas después y aseguró que finalmente se cantaría la versión original de la letra. "José María Cano no nos permite cambiar esa palabra", les dijo Noemí Galera, directora de la academia, a los concursantes.

Torroja, por su parte, había dado su punto de vista en las redes sociales, donde justificó la letra y también se mostró contraria a la modificación de la letra: "Mecano, tanto como grupo, como cada uno por separado, siempre ha defendido la diversidad, el amor libre, la libertad de expresión y un largo etcétera, y además tiene uno de los himnos más bellos escritos nunca defendiendo el amor homosexual: 'Mujer contra mujer'. No confundamos insulto homófobo con expresión coloquial. Cuando la expresión dice: 'siempre los cariñitos me han parecido una mariconez', quiere decir que siempre los cariñitos le han parecido una tontería, bobada, estupidez y hasta cursilería".

En la gala de esta noche, el público esperaba la actuación de María Villar junto a su compañero Miki. Finalmente entonaron la palabra de la polémica, "mariconez". Al final de la interpretación, el público coreó "estupidez" y se escuchó una fuerte ovación. Previamente, Torroja opinó: “Realmente el debate es sano siempre, y la libertad de expresión. Yo la canto orgullosa como fueron siempre escritas”.
 

Y TAMBIÉN...
La 'mariconez' de Mecano: dejad de decir que los millennials censuramos.

Que a esta propuesta y esta discusión generada sobre el uso del lenguaje se le llame "censura" o "doctrina" siempre me ha parecido una ridiculez, si se me permite el juego de palabras cutre.
Paula Cantó | El Confidencial, 2018-10-17
https://blogs.elconfidencial.com/cultura/chicas-malas/2018-10-17/mecano-mariconez-ot-ana-torroja-censura_1631184/

2018/10/17

DOCUMENTACIÓN | MEMORIA | ELOY DE LA IGLESIA, EL OLVIDADO

Eloy de la Iglesia, el olvidado.
Han tenido que pasar 12 años de su muerte y 40 del estreno de 'El diputado' para que comience a reconocerse la importancia de este director.
Diego Galán | El País, 2018-10-17
https://elpais.com/cultura/2018/10/17/actualidad/1539796280_268279.html 

Han tenido que pasar 12 años de su muerte y 40 del estreno de uno de sus grandes éxitos populares como fue ‘El diputado’ para que comience a reconocerse la importancia como director de cine de Eloy de la Iglesia. En San Sebastián, bajo los auspicios de la Filmoteca Vasca, el fotógrafo Pedro Usabiaga ha comisariado una magna exposición fotográfica de Eloy y sus películas –‘Oscuro objeto de deseo’-, y ahora, la Academia de Cine quiere celebrar el 40 aniversario de ‘El diputado’ con una proyección extraordinaria, quizás para paliar en parte el escándalo que suscitó su estreno, especialmente entre los camaradas del Partido Comunista, al que Eloy pertenecía, y también en buena parte de la entonces crítica joven. Porque sus películas no eran neutras sino que incidían en temas candentes -–la represión policial, el auge de la droga, la delincuencia juvenil, y especialmente la homosexualidad por cuya normalización social batalló tanto en su cine como fuera de él...--, fechando cada película en el momento en que la rodaba, con lo que su filmografía acaba componiendo una suerte de historia de la Transición.

Es de celebrar que la Academia se interese por la obra de este cineasta singular al que, por otra parte, ninguna televisión pública o privada y ni siquiera productoras ni plataformas ha prestado la atención que merece. Al menos es lo que se deduce del pertinaz rechazo del proyecto de un documental que presentamos con el aval del montador José Salcedo, admirador de Eloy de la Iglesia a quien quiso rendir homenaje, pero su fallecimiento hace ahora un año dejó desgraciadamente en puro sueño.

No es mala idea haber elegido ‘El diputado’ como película representativa del cine del autor, que significó una denuncia osada en 1978 (un diputado socialista homosexual enamorado de un jovenzuelo es acosado por un grupo de extrema derecha creando un ambiente de irrespirable violencia) y que hoy es solo recuerdo de una etapa insufrible que esperemos no vuelva jamás, como preveía con optimismo el cine de Eloy de la Iglesia.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...