1979/12/14

PELÍCULAS | Bertolucci, Bernardo | La luna

Bertolucci, Bernardo (Director) (1979). La luna. Fiction Cinematografica S.p.a ; 20th Century Fox. 

La luna. 1979. Italia. Estreno en España: 1979-12-14. 142 min. Dirección: Bernardo Bertolucci. Guion: Clare Peploe, Bernardo Bertolucci, Giuseppe Bertolucci. Reparto: Jill Clayburgh, Matthew Barry, Veronica Lazar, Renato Salvatori, Fred Gwynne, Alida Valli, Elisabetta Campeti, Franco Citti, Roberto Benigni, Carlo Verdone, Tomas Milian, Laura Betti. Coproducción Italia-Estados Unidos ; Fiction Cinematografica S.p.a ; 20th Century Fox.

A pesar de la repentina e inesperada muerte de Douglas, su viuda Catherina no puede anular una importante gira. La famosa cantante de ópera tiene que dar un concierto en Italia y toma la decisión de llevarse consigo a su hijo. Decisión que le cambiará la vida por completo.

'La luna': amor edípico
Más allá del escándalo, Bertolucci firmó un tratado sobre la necesidad de amar con ademanes de ópera total
Guillermo Balbona | El Correo, 2016-05-26
https://www.elcorreo.com/pantallas/201605/27/luna-amor-edipico-20160526133556-rc.html

El rastro de una tiza sobre los muros. La huella de la droga sobre la piel. El amor furtivo con Marilyn al fondo. La luna asomando como una señal, un conjuro, una muesca de hechizo en el cielo protector de las emociones desnudas. Más allá del escándalo, el filme de Bernardo Bertolucci es un hermoso, culturalista, sensual, elegante y lúcido tratado sobre la necesidad de amar. Este cuento lírico, entre bambalinas de ópera, melómano y, a veces, también megalómano, íntimo y desmesurado en su sensualidad abierta, posee un magnetismo especial que se aferra a la mirada. Quizás sea esa textura de Vittorio Storaro, director de fotografía fetiche del cineasta italiano, o la melancolía inherente al tempo de este aria edípica que vocaliza lo oculto y canta la desgarradura.

El director de 'El último tango en París' y 'Novecento' confesaba hace unos años: "Una de mis obsesiones era no repetirme a mi mismo. Mi ojo es mi ojo, siempre estará mi huella dactilar, pero repetir estilo es aburrido. Mi ansiedad por no hacer lo mismo me ha llevado a rodar filmes políticos, de sexo, épicos, pequeños...".

Bertolucci rodó en 1979 esta historia de dependencias, cantante/ópera, joven/ heroína, madre /hijo... que confluyen en un estado emocional, entre la belleza latente, el dolor, las pérdidas y Verdi o Mozart como un narrador sonoro, cómplice de este cine adictivo que discurre por las venas de este relato de sueños, frustraciones, deseos y restos de infancia.

Jill Clayburgh, en un reparto extraño, en el que iba a estar presente Marlon Brando, destaca como la sintonía humana de este hermoso filme mientras suena el aria de 'Leonora', 'Tacea la notte placida', o 'D'amor sull'ali rosee de Il Trovatore' o los ensayos de 'Un ballo in maschera'.

Lejos de la fácil lectura del psicoanálisis, del incesto y la droga, 'La luna' es una ensoñación con carga autobiográfica, con recuerdos fundidos en un montaje de vida y sueño, símbolo del propio cine. Al contrario que otros cineastas Bertolucci acota las explicaciones, interpreta, despeja incógnitas y evita los equívocos. De 'La luna' dijo que nunca abordó la pérdida del sistema de valores de la sociedad occidental (algo nada ajeno a su cine generacional y marcado por el 68), ni describió un mero conflicto juvenil. "La película se refiere a una madre y su hijo". Y la contundencia de la afirmación se revela y refleja en las imágenes, en ese vínculo emocional de afectos, de invalidez y miedos primarios. El director de 'El último emperador' utilizó sus propias casas como decorado de mucha escenas y eligió como escenario una villa ya utilizada en 'Novecento'.

El filme provocó una polémica encendida y fue denunciado por obscenidad en lugares como Palermo (Sicilia) donde se rodó gran parte. Ironía y autobiografía se agitan en torno a un melodrama delicado que solo en su superficie parece discurrir ajeno al mundo de Bertolucci. Donde muchos quisieron ver un guión mal cosido con golpes de efecto hay en realidad la fascinante visualización de un cordón umbilical entre criaturas necesitadas, donde reina la sugestión y la fantasía. La envoltura operística enmarca con mirada culta pero también con juego de representaciones solapadas, la historia de secretos desvelados y juegos ocultos, pero sin afectación ni retórica.

Posee muchos paralelismos con 'El soplo en el corazón' , de Louis Malle, aunque la humanidad y el humor son más patentes en el cineasta francés y Bertolucci se muestra más sofisticado y esteticista. La luz mediterránea alumbra las primeras escenas de 'La luna'. La belleza formal del director italiano se mantiene a lo largo del filme que busca un extraño equilibrio y diálogo interno entre los sucesos dramáticos y los conflictos interiores de los protagonistas y el clímax de las diversas referencias líricas que se suceden como trasfondo y como coda musical.

No es un mero adorno sino un factor en la sombra que va entrelazando, por ejemplo, 'La Traviata' con la protagonista en su paseo callejero; o el Mozart que asoma cuando el personaje que encarna Clayburgh visita a su viejo profesor de canto, quien entonará un fragmento de 'Così Fan Tutte'.

Con un reparto equilibrado en el que asoman rostros fieles a Bertolucci, como Veronica Lazar, Alida Valli y aflora el aún desconocido Roberto Benigni, 'La luna' es en sí misma un escenario que implica al espectador a través de una sutil puesta en escena de detalles, gestualidad y referencias culturales. Lo maternal, la autoridad, lo sensual, lo revelador son factores que emanan de las diversas fases (lunares) sentimentales y de conocimiento por las que discurre la relación madre-hijo.

Censurada en muchos países la cinta es un ejemplo de ejercicio de sensibilidad estética, subrayada por una intensa capacidad simbólica. Un retrato intimista llevado al extremo de lo anticonvencional y de los prejuicios sociales mediante una sencillez empática recordando que cada uno de nosotros formamos parte de una ópera majestuosa y banal, conocida y misteriosa, hecho de pequeños gestos e inabarcable.

1979/12/12

DOCUMENTACIÓN | ACTIVISMO | LA SEXUALIDAD Y LA LUCHA DE CLASES, TEMAS CLAVE EN LAS JORNADAS FEMINISTAS DE GRANADA

La sexualidad y la lucha de clases, temas clave en las jornadas feministas de Granada
Joaquina Prades | El País, 1979-12-12

https://elpais.com/diario/1979/12/13/espana/313887623_850215.html

Entre los muchos temas que las feministas trataron el pasado fin de semana en Granada durante las II Jornadas Estatales de la Mujer, dos cuestiones han acaparado la atención de la mayoría de las 3.000 participantes: la vinculación entre la liberación de la mujer y la transformación de la sociedad capitalista en otra de modelo socialista, y todos los aspectos relacionados con la sexualidad femenina.

En lo que se refiere al primer apartado, todas las corrientes feministas integradas en este grupo (sean vinculadas a los partidos políticos PCE, PTE, ORT, LCR, MCE o sin adscripción política concreta, como el Frente de Liberación de la Mujer) afirman que «sólo en un sistema social de igualdad económica podremos plantearnos consecuentemente la tarea de acabar con la ideología machista». Todas ellas parten del supuesto común de que dentro de la misma clase obrera o trabajadora el machismo es «una dura realidad con la que las mujeres tenemos que enfrentarnos cada día».

Tal vez la diferencia ideológica que se desprende de sus ponencias (la diferencia práctica habría que buscarla en los hechos concretos) sea el grado de ‘presión interna’ en esas corrientes políticas a que están adscritas. Así, el Frente de Liberación insiste repetidas veces en que el movimiento feminista no debe conformarse con rechazar el papel de correa de trasmisión de los partidos, sino que debe ir más allá. «A las mujeres nos corresponde», afirman, «establecer las prioridades y el ritmo de la lucha feminista.»

Para las mujeres de Comisiones Obreras que acudieron a las Jornadas, «el machismo de nuestros compañeros trabajadores nos relega a veces a un trato insultante y discriminatorio», pero al mismo tiempo recuerdan que «cada vez son más los trabajadores que recogen nuestras reivindicaciones y luchan codo a codo con nosotras». Esta afirmación provocó diversas intervenciones en los debates del pasado sábado, en las que se cuestionó si esta lucha codo a codo no respondería más bien a intereses electoralistas, dado que la presencia de las mujeres organizadas es cada día más exigente y numerosa, o si, por el contrario, cabría albergar esperanzas de que realmente asistimos a una lenta transformación ideológica del machismo del hombre, por muy obrero que éste sea. Esta última parte de la cuestión, defendida por algunas de las ponentes de CCOO de cara a la galería, fue puesta en entredicho en conversaciones de pasillos.

A fin de cuentas, ellas manifiestan que su labor, aun admitiendo los visos de utopía que tal transformación conlleva, seguía siendo necesaria porque -se preguntaron-, ¿no sería aún peor que dejásemos de presionar desde dentro a los dirigentes varones de nuestros partidos?

Revolucionarios machistas

Más crítica en sus observaciones a los hombres de la clase obrera fue la ponencia de Empar Pineda, del Movimiento Comunista de España, quien afirmó: «Los hombres del pueblo son también nuestros opresores y contra ellos tenemos que luchar. Son esos padres despóticos; esos maridos que ven con suma indiferencia como perecen nuestras ilusiones entre las cuatro paredes de la casa; esos compañeros de fatigas a los que no conmueven sino sus propias fatigas y desprecian las nuestras; esos esclavos aristócratas a quienes su dignidad de hombres les impide colaborar en las faenas de la casa, aunque nos vean llegar tan baldadas como ellos, esos piropeadores baratos, esos sobones de autobús, esos trabajadores que ven nuestra presencia en las fábricas como una amenaza a sus puestos de trabajo; esos pésimos y apresurados amantes..., esos hombres revolucionarios, cuyo progresismo acaba donde empieza su machismo.» «Nuestra situación», concluye Empar, «es ciertamente complicada. Nos esclavizan los poderosos y, al propio tiempo, nos esclavizan los oprimidos. De aquí las polémicas, a veces acaloradas, que surgen entre las propias mujeres. ¿Contra quién nos enfrentamos? Para mí, la polémica no tiene sentido: contra ambos, contra el capitalismo y contra los hombres. Contra los primeros, guerra sin cuartel. Nada nos une. Contra los segundos, lucha para que abran los ojos y abandonen su machismo, y también unidad, porque muchas cosas nos unen.»

Junto a esta corriente coexiste la defendida por el Partido Feminista (PF), única entidad que se presenta como tal en nuestro país. Para el PF la única manera de evitar que las distintas concepciones políticas integradas en la corriente anterior dividan a las mujeres es considerar el feminismo como una opción política, a la mujer como una clase social en sí misma (la división entre mujeres burguesas y proletarias es para ellas una falacia; éstas no son ni una cosa ni otra, adquieren ese status al contraer matrimonio con un proletario o con un burgués), y, consecuentemente, marcarse como objetivo final la toma del poder por la clase mujer.

Mención aparte merece la ponencia presentada por Gretel Ammann. Esta mujer, integrada en varios colectivos feministas catalanes, realiza una profunda crítica a las dos posturas anteriores y ofrece una serie de alternativas propias. Su análisis tiene como punto de partida la negativa a emplear la terminología y el método de análisis marxista para aplicarlo a la causa de las mujeres. La contradicción entre las clases hombre-mujer no existe. Sí existe ‘la diferencia’. Y su razonamiento es el siguiente: «La mujer es diferente al hombre. Por tanto, no hay que reivindicar la igualdad con él, sino buscar caminos propios. No vamos a ocupar el terreno de los hombres, puesto que al ser diferentes no nos sirve de nada su terreno. La toma de poder no sirve para nada y sólo es una reproducción de los métodos del hombre, que a mí, personalmente, no me satisfacen. Por ello, no sirve de nada convencer a las mujeres desde fuera, sino que debe madurar dentro de ellas el momento consciente de reivindicar su diferencia. Tenemos que separarnos de los hombres (y esto no debe interpretarse necesariamente como lesbianismo), sino en el sentido de que debemos alejarnos de su dependencia ideológica, social y económica.»

«No creemos en revoluciones de futuro prometidas, abstractas, engañosas», dice finalmente, «sino que cada día debemos imponer nuestro cambio y nuestra diferencia, hasta haber conseguido el terreno que es nuestro y que nos corresponde.»

Las posturas radicales en torno a este tema se resumieron en las ponencias debatidas el pasado sábado, más la del Partido Feminista, no expuesta ese día, al retirarse sus representantes en protesta por los enfrentamientos que se produjeron (véase El País del pasado domingo). En síntesis, esta corriente de mujeres rechaza la sexualidad-penetración, desmitifica la función del pene como proporcionador de placer para la mujer y reivindica en su lugar el clítoris, la masturbación y el lesbianismo.

Para ellas, que se apoyan en los estudios de Kinsey, Masters y Johnson, Ann Koedt y Shere Hite, la gran mayoría de las mujeres no experimenta el llamado orgasmo vaginal, y a partir de ahí, «para la mujer no debería haber ninguna motivación para el coito» (Partido Feminista). «Si la mujer acepta el coito», añaden, «es porque se han enseñado a desempeñar el papel de hembra, pasiva, dócil y resignada.»

Como la mujer no sólo no obtiene orgasmo en la relación coital -siempre según sus, argumentos-, sino que además le perjudica gravemente la utilización de hormonas y objetos extraños a su cuerpo, como anticonceptivos, la alternativa es «no a la penetración», y se resuelven de esta manera los dos problemas al mismo tiempo.

También estas tesis han tenido contestación dentro del movimiento feminista, aunque no durante las jornadas, porque sus representantes abandonaron la mesa. Así, para el grupo catalán DAIA (Mujeres por el Autoconocimiento y la Anticoncepción) hay que evitar a toda costa «que la liberación de la mujer sea una especie de nueva religión con dogmas tales como: amarás a las mujeres por encima de todo; elevarás el clítoris al órgano fundamental de la mujer; la penetración es una práctica sexual de la que ‘pasarás’ la mayor parte de veces que puedas; darás fe públicamente de tu liberación e independencia, aunque en ciertos momentos no te sientas libre independiente, etcétera...». Su alternativa frente a estos supuestos dogmas es la de ‘sentir’, pero sentir como a cada mujer le sea conveniente, con la aceptación del propio cuerpo, con la relación sexual que a cada cual más le gratifique, con el sexo que elija, con autonomía y plena libertad, en suma.

Revisión del "código feminista"
La autocrítica sin paliativos también fue protagonizada por Gretel Ammann, en esta ocasión desde su vivencia como lesbiana. Gretel planea una primera contradicción: «La mujer de antes reprimía su sexualidad porque estaba mal visto, y dejaba ver sólo su lado afectivo. La mujer llamada ‘progre’ o ‘liberada’ reprime ahora su afectividad, porque esto es "romanticismo mojigato y trasnochado", y sólo expresa su lado sexual. El resultado, dentro del corsé de un código, es obvio para Gretel Ammann: un empobrecimiento y una miseria total de la sexualidad.

También cuestiona el ‘slogan’ supuestamente feminista de ‘no a la pareja’. «Con estas palabras», explica, «nos referíamos exclusivamente a un tipo muy determinado que se da entre algunos hombres y algunas mujeres y también, por mimetismo, entre las homosexuales. Bajo esta premisa se han acribillado y destruido muchas relaciones enriquecedoras. («Si eres lesbiana o ‘liberada’, ¿cómo te limitas exclusivamente a la pareja?») Se ha dado más importancia al número que al tipo de vinculación/relación que existía. Se ha confundido lo que se entendía por pareja (relación de poder, sumisión..) con la relación dual.

La conclusión final de Gretel es una llamada a las mujeres para ‘desencorsetar’ el movimiento y no por ello poner en peligro la unidad del movimiento. «Ya es hora», finaliza, «de que rompamos la moralidad feminista y empecemos a ser sinceras, a atrevernos a decir cada una lo que estamos viviendo y sintiendo. En Barcelona lo hemos hecho y nos hemos sentido muy bien.»

1979/12/06

DOCUMENTACIÓN | ACTIVISMO | LAS II JORNADAS ESTATALES DE LA MUJER EN GRANADA: ENFRENTAMIENTOS Y ABANDONOS

Las II Jornadas Estatales de la Mujer comienzan hoy en Granada
Eduardo Castro | El País, 1979-12-06

https://elpais.com/diario/1979/12/07/espana/313369221_850215.html 

Hoy comienzan en Granada las II Jornadas Estatales de la Mujer, cuyas sesiones de trabajo se prolongarán hasta la tarde del domingo, con asistencia de unas 1.200 participantes de toda España y representaciones feministas de Francia, Italia, Portugal y Nicaragua.
 
Las sesiones de trabajo serán intensivas, en turnos de mañana y tarde, y en las mismas no se permitirá la presencia de ningún hombre. A lo largo de las tres jornadas se discutirán un total de 32 ponencias y numerosas comunicaciones, preparadas y presentadas por los distintos colectivos y organizaciones feministas participantes. Los temas a debatir comprenden prácticamente la totalidad de los problemas que en la actualidad preocupan a la mujer, tales como maternidad, mujer joven, matrimonio y familia, mujer y educación, medios de comunicación, feminismo y lucha de clases, centros de mujeres, mujer y trabajo, aborto, sexualidad y reforma del Código Penal, entre otros.

Entre otras conocidas feministas, participarán en los debates Simone de Beauvoir, Pilar Brabo, María Dolores Calvet, Lidia Falcón, Amparo Pineda y Montserrat Roig, así como las cantantes Elisa Serna, Marina Rosell y Aurora Moreno.

Como ya pasó en las primeras jornadas, celebradas en Madrid en 1975, el objetivo de estas reuniones no es otro que «confrontar, a través de la discusión, los distintos campos y opciones por los que hoy se mueve el feminismo», según dijeron ayer, en el curso de una conferencia de prensa, miembros de la Asamblea de Mujeres de Granada, que se ha encargado de la organización.

Las jornadas se clausurarán el domingo, a partir de las cinco de la tarde, con una fiesta popular y pública abierta tanto a mujeres como a hombres, que se celebrará en la facultad de Filosofía y Letras, y en la que participarán, junto a las citadas cantantes feministas, la flamenca granadina Curra Arroyo.

Enfrentamientos y abandonos en las II Jornadas Feministas
Joaquina Prades | El País, 1979-12-08

https://elpais.com/diario/1979/12/09/espana/313542024_850215.html

Los enfrentamientos entre las dos corrientes que, a grandes rasgos, conforman el movimiento feminista español estuvieron ayer a punto de acabar con las II Jornadas Estatales sobre la Mujer, que se están celebrando en Granada desde el pasado viernes.

A propósito de los debates de las potencias relacionadas con la lucha feminista y su relación con la lucha de clases (se presentaron hasta un total de nueve), la mañana de ayer concluyó con un tenso enfrentamiento entre las dos posturas que parecen irreconciliables: las mujeres cuya concepción de lucha se basa en la necesidad de transformar la sociedad capitalista en otra de modelo socialista y, a partir de ahí, plantearse de manera exclusiva la lucha específica de la mujer -normalmente identificadas por su condición de doble militancia, una en un partido político y otra en una entidad feminista- y las que suelen denominarse radicales, aquellas que piensan que los problemas de la mujer son específicamente de ésta en cuanto tal y de su opresión esencialmente por el hombre, ya sea éste proletario o burgués, y que recelan además del grupo contrario, por considerar que su vinculación con los partidos políticos condiciona su actuación en el movimiento feminista.

Tras un intenso debate, en el que se produjeron numerosas intervenciones en favor de una y otra corriente, finalizaron las sesiones de la mañana, en las que estuvieron presentes alrededor de 3.000 mujeres.

Durante la hora del almuerzo, un grupo formado por doscientas mujeres celebró una improvisada asamblea, a cuyo término redactaron un comunicado que, en síntesis, dice lo siguiente: «Nosotras, que nos consideramos mujeres independientes, queremos hacer pública nuestra decepción sobre el desarrollo de las jornadas, porque, sin identificarnos por completo con ninguna de las dos corrientes, creemos que durante estos tres días deberíamos haber discutido los problemas cotidianos que se nos presentan a nuestro alrededor por el hecho de ser mujeres. Nos negamos a firmar un cheque en blanco a los partidos obreros y no nos sentimos representadas en estas jornadas.» Es necesario destacar que una de las características de esta asamblea estatal ha sido la notable asistencia de mujeres feministas no organizadas, como apuntó, en conversaciones de pasillo, la candidata comunista Juana Doña.

Una portavoz de este grupo de doscientas mujeres planteó ante la asamblea de la tarde la necesidad de que los debates se produjesen también en los plenos -tal y como están organizados los debates, sólo se permite en las comisiones de trabajo-, para intentar evitar así la supuesta manipulación de que ellas creen que están siendo objeto. Esta propuesta, rechazada a priori por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas y, según palabras de la Asamblea de Mujeres de Granada, organizadora de la infraestructura de estas jornadas, obedece fundamentalmente a cuestiones prácticas, pues, de aceptarse los debates en los plenos, éstos serían -en su opinión- interminables.

En medio de un acusado malestar, la propuesta se sometió a votación. Fue entonces cuando se produjo el momento más tenso de la jornada. La mesa, al leer ambas propuestas (la de que si debía haber o no debate en los plenos), interpretó la posición de las doscientas mujeres como un rechazo al modo en que la asamblea de mujeres de Granada había organizado las jornadas, llegándose incluso a hablar de dimisión. Las independientes, tras corear durante varios minutos la frase de Ortega y Gasset de «no es esto, no es esto», abandonaron la sala en bloque.

"Sexualidad y lesbianismo"
Con casi dos horas de retraso comenzaron los debates sobre el tema «Sexualidad y lesbianismo». Previamente, el Partido Feminista y el Grupo DAIA (Dones per l'Autoconeximent i l'Anticoncepció) retiraron sus ponencias, en señal de solidaridad.

Entre las mujeres que quedaron para debatir el tema (alrededor de mil) se expusieron las siguientes consideraciones: 
  • «El sistema vigente ha destruido la sexualidad femenina, porque piensa que la mujer es sólo un objeto destinado a parir hijos y a proporcionar placer a los hombres, haciéndonos creer que la mujer no tiene derecho al placer, ni a las relaciones homosexuales, ni a la masturbación.»
  • «Reivindicamos el clítoris como receptor del placer de la mujer y cuestionamos desde aquí el mito de la sexualidad-penetración, porque», y estas palabras corresponden a la ponente María Jesús Izquierdo, «la introducción del pene en la vagina se presenta tan inútil para nuestro placer como utilizar una sartén para hacer punto de ganchillo». 
  • «También hemos descubierto que la píldora es especialmente útil para los muchachitos liberados por Wilhelm Reich, la píldora les ha sido muy útil para evitar que el grito guerrillero "Vente a la cama conmigo, pequeña, y nos liberaremos de la neurosis del fascismo" quedara truncado al cabo de poco tiempo, cuando la "pequeña" se presenta ante su liberador con un bombo que no hay modo de disimular.»
  • «Asimismo, desmitificamos la sexualidad colectiva como alternativa real ante la frustración sexual. Creemos que a nivel personal o de pareja se puede luchar contra la opresión general.»
Finalmente, las lesbianas manifestaron que su relación sexual era tan normal y digna como la heterosexual, y protestaron ante el desprecio de que son objeto.

1979/12/01

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | HA MUERTO EDUARDO BLANCO AMOR

Ha muerto Eduardo Blanco Amor.
El escritor gallego falleció en Vigo.
José Luis Platero | El País, 1979-12-01
https://elpais.com/diario/1979/12/02/cultura/312937203_850215.html

Eduardo Blanco Amor, el último representante señero de la Xeneracion Nos -movimiento cultural gallego al que pertenecieron Otero Pedrayo, Risco, Castelao y Bóveda, entre otros, y que tuvo una influencia determinante en el renacimiento cultural de Galicia-, falleció en Vigo, a primeras horas de la madrugada del pasado viernes, a consecuencia de una embolia cerebral.

Blanco Amor había nacido el 14 de septiembre de 1897, aunque quería pasar como nacido en el siglo, pues aseguraba: «Mi edad biológica no coincide con mi edad biográfica... Soy mucho más joven, incluso como estilo literario.» El mayor de tres hermanos, a los que sobrevive Marina, residente en Barcelona, emigró a los doce años a América y, después de desempeñar varios oficios, comenzó muy joven una fecunda actividad periodística en la revista ‘Celtiga’, que dirigió, para pasar a continuación al periódico de la Federación de Sociedades Gallegas y continuar luego su actividad periodística en ‘La Nación’, como enviado especial en España, del año 1929 al 1931.

Para el desaparecido fotógrafo de la misma generación José Suárez, Blanco Amor «enseñó a leer a los emigrantes en Argentina», en el sentido de que hasta que comenzó su labor en el centro gallego de Buenos Aires con Rafael Dieste y el pintor Carlos Maide no hubo una verdadera actividad cultural. También se le califica de indiano de la cultura, por el trasvase que hizo de fenómenos culturales americanos a España, si bien su centro fue siempre Orense, ciudad a la que elevó a mito literario en toda su obra narrativa. Como narrador fundamentalmente lo califica el escritor orensano José Luis López Iglesias, aun reconociendo su actividad múltiple en la poesía y en el ensayo.

De 1933 a 1935 estuvo encargado en Madrid de la redacción de la revista ‘Ciudad’, con Víctor de la Serna, donde colaboraron Alberti y Lorca, entre otros. Con Lorca le une en esta época una entrañable y profunda amistad. Como poeta, su actividad comienza tempranamente con los romances ‘galegos’, de influencia modernista, en 1928, ‘Poema en cuatro tempos’, de 1931, se considera como su obra poética más destacada en gallego. En 1941 publica en castellano ‘En soledad amena’, y entre 1956 y 1961 ‘Cancioneiro’, en gallego, y ‘Horizonte evadido’, en castellano.

Su primera obra narrativa está hecha en gallego y publicó tres capítulos de ella en la revista Nos. Se trata de la obra ‘A escadeira de Jacob’. Su obra más importante, y en la que hace profesión de su orensanismo, es ‘La catedral y el niño’, publicada en Buenos Aires en 1959, que tiene por protagonista a esta ciudad gallega. Su primera obra completa en gallego es publicada en 1959, ‘A esmorga’, y traducida al castellano, en 1972, con el título ‘La parranda’. Escribe luego una serie de cuentos que recoge en ‘Os biosbardos’, concurre al Nadal en 1963 con ‘Los miedos’, y ‘Xente ao lonxe’ es su última obra, publicada en 1972.

Al volver a España se encuentra con una ciudad que no era la que soñó en su libro. Un Orense que desconocía incluso su existencia, lo que le hace sufrir mucho. Sin embargo, fue entre los jóvenes donde encontró mejor acogida. De él mismo decía que era un anciano «con alma de neno». Recientemente, los alumnos de un instituto de Vigo habían pedido para él el título de doctor ‘honoris causa’ de la Universidad gallega, y en trámite por el Ayuntamiento orensano estaba el expediente para su designación como hijo adoptivo de Orense. También ha sido colaborador habitual de El País, durante los últimos años.

También Blanco Amor contribuyó al género ensayístico con trabajos sobre Chile, el padre Feijoo, Ortega y Gasset, y publicó antologías sobre Rosalía y Lamas Carvajal. Igualmente cultivó el teatro, y en 1953 aparece la primera edición de ‘Farsas’, que contiene tres piezas. Posteriormente hay una segunda edición en México, y, otra en España, en 1973.

El entierro de Blanco Amor tendrá lugar hoy, a las once de la mañana, desde la capilla ardiente, instalada en el Hospital Provincial, a donde fue trasladado su cadáver en la mañana de ayer desde el depósito municipal de Vigo. Los funerales se celebrarán a las doce de la mañana del lunes día 3.

Un doble exilio, de la patria y de la lengua.
Rafael Conte | El País, 1979-12-01

https://elpais.com/diario/1979/12/02/cultura/312937201_850215.html

Xeoane, Varela, Celso Emilio.., y ahora, Eduardo Blanco Amor. El año 1979 ha sido funesto para las letras gallegas. Y hasta el resurgir autonómico se ha cubierto de nubes ambiguas en el caso galaico, en este año de ‘meigas’ desencadenadas. Eduardo Blanco Amor era el viejo más joven de la literatura española y gallega, el que con más contundencia, sarcasmo y gallardía sobrellevaba los mismos años que el siglo, unos años que, al fin y al cabo, se han salido con la suya por sorpresa. Eduardo Blanco Amor sufrió el exilio por español y por intelectual, pero además lo sufrió, como gallego, por partida doble. Al exilio sociológico de la emigración -por gallego- se unió el político. Al de la geografía, el de la lengua natal: el gallego. Su emigración a Latinoamérica fue en 1919; pero en los años republicanos ya estaba en España como periodista y corresponsal. Ya había publicado sus primeros poemas en gallego, ‘Romances galegos’ (1928), a los que seguirían ‘Poema en catro tempos’ (1931) y ‘Cancioneiro’ (1956). Pero ya se sabe que la poesía admite y exige la lengua minoritaria, por natal que sea. Profesor en Chile, Uruguay y Argentina, periodista siempre, creó sus obras teatrales entre 1937 y 1953, recogidas después, en gallego, en ‘Farsas para títeres’ y ‘Teatro para a xente’. Como autor teatral superó su poesía y como narrador llegaría a las máximas cotas. Llegó tarde a la novela, y en castellano forzosamente. La primera, publicada en Chile en 1948, ‘La catedral y el niño’, pasó inadvertida, salvo excepciones. En 1961 fue tercero en el Premio Nadal, con ‘Los miedos’ (1963), su mejor novela, en mi opinión. Él prefería los relatos de ‘Os biosbardos’ (‘Las musarañas’, 1962), pero fue ‘A esmorga’ (‘La parranda’, 1959) quien lo convirtió en autor conocido. La más reciente, ‘Xente ao lonxe’ (‘Aquella gente’, 1972), ha sido también la más ambiciosa.

El mismo se traducía del castellano al gallego, y al revés. Dijo en alguna ocasión que en el gallego hacía «ejercicios de estilo». Así superó su doble exilio, con talento crítico, y sentido del riesgo, del inconformismo y la aventura.

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // Este trabajo, no podría ser de otra manera, está dedicado e...