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2019/03/03

DOCUMENTACIÓN | TESTIMONIOS | ABEL AZCONA: "LA SEXUALIDAD LATE EN MI OBRA SIEMPRE DESDE EL ESPÍRITU CRÍTICO"

Abel Azcona: “La sexualidad late en mi obra siempre desde el espíritu crítico”.
“La prostitución está presente en mi vida y en mi obra como ejercicio de empatía con mi madre biológica” / “El terror al placer anal es uno de los hándicaps de la heterosexualidad, condición ya caduca”.
Lorena G. Maldonado | El Español, 2019-03-03
https://www.elespanol.com/cultura/20190303/abel-azcona-izquierdas-folladores-discurso-liberal-racional/380212541_0.html 

Esta entrevista empieza en el segundo vermú, como las expiaciones dialécticas. Abel Azcona es un artista extremo y herido de vida, por eso expresa el mundo en su versión más descarnada y honesta: se le nota hasta en la forma de alzar los ojos, de entrelazar los dedos, de desnudarse verbalmente. Se despioja de dolores, se estudia, se escruta, se expone, se aprende. Hijo de prostituta y prostituto travestido -en ejercicio trans para entender a su madre-, niño abusado, adolescente brillante e incómodo que arrastraba viejos patrones, adulto consciente de sí mismo, creador punzante y sangrante como una raspa en el ojo.

Charlamos sobre sexo con el hombre que denuncia hilvanando hostias consagradas -y construye la palabra “pederastia”-, el ateo insoslayable, el ser extraño y lúcido que sólo sabe nadar a contracorriente, que sólo sabe vivir en el filo.

¿Qué es el sexo para Abel Azcona y qué importancia tiene en la vida?
Ha sido algo que he tenido que trabajar durante años, porque fue algo muy negativo en mi experiencia vital. He tenido que empoderarme, trabajar mucho personalmente y hacer un proceso de larga duración con una temporada totalmente asexual por “miedo a”. Ha llegado un momento en el que he aprendido a conocerme, a hacerme fuerte y a utilizar la sexualidad de forma positiva, incluso placentera.

Háblame de esas experiencias malas que tuviste.
Estoy marcado por el abuso sexual infantil que sufrí de los 3 a los 5 años. No algo explícito: era una persona que te humillaba, te tiraba del pene; una prostituta del entorno intrafamiliar. A partir de ahí detecté en mí un diagnóstico: la repetición de patrones a través de historias adversas. Entonces lo que yo hacía con 8, 13, 15 años, era irme a sitios donde sabía que había “vicio” y repetir patrones de abuso. Por ejemplo, a los 14 años me iba a zonas de cruising y me dejaba tocar por viejos de 70. Ahora por suerte controlo más la situación, pero también sé que aquello era abuso sexual infantil por mucho que yo me dejara y yo fuese voluntariamente: era un niño. Esas repeticiones del patrón me ha costado mucho dejarlas. Tengo una familia de adopción que lo ha negado siempre todo. De hecho, hace poco, en una conversación con mi madre adoptiva por teléfono, me reconoció que sabía algunas cosas que nunca me había dicho. Fue como que vi la luz, porque siempre ha sido como...

Lo has vivido de alguna manera solo, en tu cabeza.
Sí. Y tenía terrores nocturnos de niño. Soñaba con abusos sexuales siendo niño y luego, al día siguiente, pensaba que lo había vivido de verdad. Tenía que estar con medicación. Fue muy jodido.

¿Cuáles eran tus pensamientos entonces y cuáles lo son ahora respecto a ese drama? ¿Cómo te lo explicas a ti mismo?
Cuando hacía esas repeticiones era muy complicado, porque me dejaba totalmente tocado. Yo vivía en la performance como vivo ahora: me hacía daño a mí mismo para luego intentar colocar, pero no colocaba las cosas del todo, porque evidentemente no tenía los conocimientos necesarios, ni las aptitudes, ni los recursos. Ahora tengo la suerte o la desgracia de que trabajo con el sexo públicamente en la performance y mucha gente de mi entorno está concienciada con el tema. Creo que he conseguido crear una especie de equilibrio afectivo-sexual medianamente estable.

Todos somos un poco inestables.

Sí, y yo el primero, pero en las relaciones personales afecta mucho lo sexual. Uno de mis mayores problemas durante años con mis parejas ha sido que el sexo sólo me gusta los primeros meses. Luego hay un momento en el que no quiero.

¿Rechazo?
Sí, por la repetición del patrón, siento que es abuso de nuevo. Con todas mis parejas me pasa a los nueve o diez meses del comienzo de la relación. Al año dejo de tener sexo y se acaba rompiendo la pareja. Me ha pasado como 16 veces.

¿Hay algún método para que eso no suceda?
Romper la pareja. Yo no tengo problema, porque no tengo necesidad de tener pareja. No creo en las parejas, de hecho, no creo en el concepto del amor romántico, me parece dañino, me parece muy de Vox. Pero claro, lo que me pasa es que no tengo padre, no tengo madre, no tengo nada, y al no tener nada llega un momento en el que busco un vínculo de alguna forma. Tengo conexiones insanas con mis parejas, porque creo que las convierto en algo más de lo que debe ser una pareja. Obviamente, aunque no crea en el amor romántico, tengo relaciones tóxicas como todo el mundo. Tengo un discurso y unas ideas hiperfeministas pero la propia experiencia me hace decirme “si necesitas alguien al lado es porque respondes a patrones que tienen que ver con el daño psicoafectivo”. Por eso antes de empezar con una persona saco toda mi mierda: siempre aviso y explico todos mis procesos, y a todo el mundo le parece una pasada, pero claro, cuando se meten dentro no es tan fácil.

¿No sigues enamorado de alguna de esas relaciones?

Enamorado no. Yo no me he enamorado nunca.

¿Nunca?
No. ¿Qué es el amor?

Dímelo tú.
Para mí el amor es un trastorno del apego. Es una forma más de expresar que la vida es muy complicada y tenemos un montón de taras. Por eso llega un momento en el que encuentras a una persona en la que sientes que puedes arraigarte y transmitir todas esas taras mutuamente y hacer una especie de mejunje ahí chungo. Es un trastorno porque se nos ha vendido como algo ideal, como algo perfecto, y hemos construido una sociedad capitalista y patriarcal que tiene que ser edificada en pareja, porque si no eres un paria. Esto no funciona. De hecho, ahora somos muy rápidos. Las parejas se separan enseguida y el 80% se divorcia.

¿Qué importancia tiene la belleza?
Yo creo que la belleza es como el amor en ese sentido, pertenece a una subjetividad. Y es lo más bonito, que las cosas sean subjetivas. La belleza es absolutamente subjetiva. De hecho, yo tengo unos cánones de belleza muy particulares. Lo que a mí me gusta para la mayor parte de mi entorno no sería bello, pero quizá esa es la gracia que le encuentro. Tengo unas filias un poco complejas.

Pero tú eres canónico.
Eso ya no lo sé, no me voy a meter, que bastante complejos he tenido.

¿Cuáles son tus cánones?

Tengo temporadas muy raras. Por ejemplo, cuando viví en Brooklyn me gustaban las mujeres negras y gordas. Me encantaban. Con cuatro copas me atrae casi todo. No hay mayor problema: me he ido de borrachera, y si me gusta alguien lo subo a casa, y si me apetece follo y si no, no, si ese día tengo movidas mentales en la cabeza igual no puedo. A veces me apetece y me deja de apetecer. Tengo la cabeza loca, y a veces no gozo. Yo soy la típica persona que nunca me llevaría a casa.

¿Cómo afectan las drogas al sexo?

Pues depende. Si vas drogado desde las siete de la tarde y acabas ligando a las siete de la mañana no se te va a levantar. A mí me pasa mogollón lo de ir a hoteles y que luego no se me levante. Pero bueno, ya que estás te quedas a dormir y ya echas el mañanero, que siempre funciona.

¿Cuál fue tu primera experiencia sexual consentida y deseada?
Con 19, que supongo que es tarde. Con 14 y 15 había hecho cosas, sexo oral, etc., pero la penetración fue un día antes de cumplir los 19 con una pareja que tenía. Su abuela estaba en una residencia y fuimos a su casa, que era la típica casa medio abandonada con los muebles tapados con sábanas, era horrible, me acordaré siempre de ese lugar.

¡Es teatral!

Si, pero... (risas). También recuerdo una experiencia con 16. Mi familia adoptiva me había comprado una cama-barco y la chica estaba arriba esperándome, pero yo estaba muy nervioso, me ponía el condón y cuando subía ya se me había bajado. ¿Sabes esas camas que subes por una escalera y bajas por un tobogán? Ella estaba tumbada en plan estrellita... yo muy torpe. Así que después de la quinta pensada lo dejé para más adelante.

¿Qué carencias ves en la educación sexual de los niños?
Mira, dimos unas conferencias en Suiza a favor de hablar de la violencia sexual también a los niños. Yo creo que un niño desde los 6 o 7 años ya tiene derecho a conocer lo que es el abuso sexual, para protegerse. A un niño se le puede explicar perfectamente que tenemos penes, vaginas, que se lubrica, que se da a luz, porque la carga sucia del sexo la ponemos nosotros. El sexo no es enfermo ni vergonzoso. Los niños ven los Simpsons: ven borrachos, ven sexo, ven de todo. Es mejor que esa información le llegue de manera adecuada por parte de los adultos.

¿Cuánto en el sexo es política?
Es complicado, porque yo creo que todo es política. Hasta la imbecilidad es política. Si eres tonto o imbécil hay ahí un trasfondo político para que hayas llegado a ser tan ignorante o mediocre. En el momento en el que nací de una prostituta que intentó abortar, nací como sujeto político. Mi vida es política. El sexo es política porque vivimos en una sociedad en la que la sexualidad se ha visto como algo malo, tenemos influencias muy fuertes de la iglesia católica, que se basa un poco en jodernos el placer, en decir que la mujer es el demonio, etc. La culpa que nos ha dado la religión conlleva muchas cosas nocivas: tenemos que crear morbos sanos, quitarnos toda esa herencia de mierda.

¿Y en cuánto a la problemática de la prostitución: eres abolicionista o regulacionista? Tú que la has vivido tan de cerca...
Soy absolutamente abolicionista. Me atacan mogollón pero he sido hijo de una prostituta y también prostituto. He trabajado en el arte con la prostitución, conozco mogollón de gente en mi entorno que ha vivido eso y sé que es una herencia de algo que si se hubiese trabajado bien, no ocurriría. Si no hubiese este catolicismo, este machismo, si no se usase a la mujer como objeto... no estaríamos en una situación como ésta. Si no fuese por este capitalismo tan voraz no se podría codificar así el cuerpo.

¿La prostitución es síntoma de una sociedad enferma?

Sí. Conozco prostitutas que se sienten empoderadas y según ellas están muy felices, dicen que quieren ser prostitutas, etc. Pero en cuanto rascas un poco el discurso chorrea, siempre son las mismas frases y los mismos códigos. Conozco a Amarna Miller, y ella ya, por ejemplo, ha salido del porno y va cambiando el discurso. Al final todas quieren salir, van abriendo los ojos.

En cierto momento crees que van despertando.
Sí, estás metido ahí hasta la cocina... llega un momento en el que te empoderas hasta en eso, pero claro. A ver, si esa persona considera que eso es sano y que quiere utilizar su cuerpo como le dé la gana, adelante, pero también hay pederastas que piensan que es sano violar niños, porque están empoderados en eso. Uno es un factor personal y otro u factor externo, no es lo mismo, pero la prostitución no deja de ser un abuso sexual. Yo ahora cojo y violo a una persona y le puedo poner mil euros o una pistola, hay muchas formas de coacción. El capitalismo ha hecho que parezca mejor poner los mil euros que la pistola. pero si necesitas esos mil euros es porque el sistema ha hecho que estés en una situación de precariedad, de vulnerabilidad. Seguro que si una prostituta tiene dos mil euros al mes en el banco no hace eso ni de coña. Evidentemente, el sistema tiene que cambiar por otro lado.

¿Cuál fue tu experiencia como prostituto?
Fue en Colombia. Intento contarlo siempre desde la humildad porque soy consciente de que mi situación es una situación de poder. Al final soy un hombre blanco y hetero, y eso es una puta mierda, porque intento plantear un discurso muy subversivo y tal, pero al final la vida te lleva por unos caminos que no sabes.

Ya, pero tú no puedes evitar ser lo que eres. Lo importante es que hagas un buen trabajo desde ese lugar.

Ya, pero si yo soy una prostituta transexual y me empodero, pero la gente no sabe lo que eres, tienes una situación de poder: te puedes ir a casa, puedes decir “no” cuando quieras, tienes dinero en el banco... desde esa humildad yo quería una vivencia. No fue exactamente un proceso de transexualidad ni de prostitución: fue más bien un trabajo de empatía con mi madre, porque es lo que conozco y de lo que puedo hablar. Ese proceso ‘trans’ no es trans a mujer, es trans a mi madre. Yo tenía su nombre de prostituta: Vicky, Victoria. Era lo que yo buscaba. Aluciné mucho en Colombia, vi que muchos hombres se iban con prostitutas trans y te pedían que fueras hiperfemenino, pero luego me pedían que me quitara la peluca. Esas situaciones son estudios sociológicos que hago en primera persona, me empodero en ellos y aprendo, ya que estoy tan pasado de rosca y soy capaz de meterme ahí. A veces me quedo peor de lo que estoy, pero ya sé vivir en esta especie de limbo y ahí funciono.

Hablemos de tu performance mítica sobre la pederastia. ¿Molestó a gente que tú quisieras?
El juez me dice “no, es que querías ofender”. Y yo pienso: “Igual sí”. Pasolini decía esta frase maravillosa: “Ofender es un derecho, ser ofendido es un placer”. Yo lo pienso así, y eso se traslada a lo sexual: hay morbo en la ofensa. Hay cosas en el sexo que te ponen porque te ofenden. La fuerza, las palabras, las situaciones de poder, el daño (un poquito o un mucho)... siempre que sea consensuado, lo que sea.

Pero, ¿no se ofendió entonces alguien que tú amases?
Es que yo no amo a casi nadie, casi ni a mí. En ese sentido yo lo entendía como parte de la pieza. Pero vi dos mil personas en la calle echándome agua bendita, con cruces de madera... “Abel, vuelve, dios te ama”. Era una situación onanista. Eyaculaba conmigo mismo. Me parecía arte puro todo. Yo soy un performer de mierda al lado de ellos. Moló.

¿Qué es lo que los hombres heterosexuales desconocen del placer femenino?
Es que si te defines como hombre heterosexual ya no es que desconozcas el placer femenino, es que desconoces la vida, en general. Los hombres nuestro mayor placer lo tenemos en un sitio al que los hetero tienen pánico: el placer anal. Yo puedo hacer que un hombre hetero eyacule en un minuto, sin el pene duro, sólo tocándole en cierto sitio y haciendo un pinzamiento. Ese orgasmo es increíble, es un orgasmo con profundidad, dicen los sexólogos. Es una calentura que empieza a vibrarte el cuerpo, eso con el pene no sucede.

¿Hay algo homofóbico en ese rechazo al ano?

Evidentemente homofóbico, tardofranquista, cristiano y un montón de términos. El ano es el pozo del demonio. Tengo suerte de que en mi entorno de amigos heterosexuales hay mentalidades muy abiertas.

¿Cuál es la diferencia sustancial entre tener sexo con una mujer y tener sexo con un hombre?
La mente. Tu construcción.

¿Se ha sacralizado mucho la penetración?
Sí. Yo el tema del pene lo he intentado trabajar de forma diferente. En un libro digo que yo tengo un vagina alargada. Siempre he intentado deconstruirlo: yo por ejemplo no tengo un pene grande, tampoco te voy a decir pequeño, pero entre pequeño y grande, más bien pequeño. Pero es curvo y va directamente al clítoris. En España parece que no puedes oír a un hombre decir que tiene el pene pequeño. Hay un discurso muy aprendido. Yo en este sentido siempre he sido muy público. De hecho se liga más diciendo que tienes el pene pequeño que diciendo que lo tienes grande: lo tengo comprobado.

¿Hay diferencia entre la forma de practicar sexo de las personas de derechas y las de izquierdas?
Hombre, sí. Yo cuando más salido he estado siempre me he follado a gente de derechas. A los de nuevas generaciones de Pamplona me los he tirado a todos. Eran quince, pues a los quince. Y a dos parlamentarios del UPN del Opus. Al europarlamentario del PP. Los más fachas, fachas, del Opus de Pamplona son prácticamente todos homosexuales. Todos casados y con hijos. Todos me odian pero me ven en un bar y se toman cuatro vinos criticándome, y yo voy borracho y me los tiro. Son así. Me da morbo. Ahí la conducta es mucho más animal: como su raciocinio es contrario a lo que están haciendo, les sale la parte más primitiva. Y si eso lo sabes controlar puede dar frutos. Hay algo de abuso sexual, tal y como lo manejan ellos. Lo viven de una forma muy animal, muy chunga.

¿Y la gente de izquierdas?
Son bastante malos folladores. Cuando el discurso es muy liberal, el sexo es muy racional, demasiado atado. Muy típico, muy respetuoso. Y el sexo tiene que ser consensuado pero se debe perder un poquito el control.

Que no parezca esto un examen de álgebra.
Exacto. Evidentemente hay que preguntar y tiene que estar consensuado, pero se tiene que ir un pelín. Con gente conocida, claro.

¿Cuál es el/los mayores tabúes sexuales que perviven en la España de 2019?
Yo me muevo en un entorno muy liberal y no me he encontrado muchos tabúes. Tengo la suerte o la desgracia de que tengo un posicionamiento muy claro y público. Esto ha hecho que tenga un entorno comprensivo. Pero sí: el terror anal, el terror al placer, la filia trans, la mujer sumisa, un montón de cosas. Yo he tenido dos parejas trans, y me parece que con todo genital te lo puedes pasar de puta madre. Con todo te lo puedes pasar bien, pero te tienes que deconstruir. Le damos una potencialidad a los genitales que no tienen. El morbo es externo.

2016/01/06

DOCUMENTACIÓN | POLÍTICA | MICHEL FOUCAULT EN TIEMPOS VIOLENTOS

Michel Foucault en tiempos violentos.
La Biblioteca canónica de la Pléiade reedita los trabajos esenciales del filósofo.
Patricia de Souza | El País, 2016-01-06
https://elpais.com/cultura/2016/01/05/babelia/1452011590_305374.html 

Michel Foucault muere en el hospital parisino de la Salpetrière. Estamos en 1984 y los primeros indicios sobre su fallecimiento son dudosos, más tarde se confirmará que ha muerto de una enfermedad hasta entonces poco conocida, el Sida.

Militante, agitador de masas, vive hasta entonces bajo la máxima de que no basta con pensar, hay que pasar a la acción, y él, como filósofo, lo hace convertido en esa “caja de herramientas” de la que hablaba Deleuze, dispuesto a apoyar los movimientos de rebelión que se sublevan contra la maquinaria estatal que asfixia al individuo.

Foucault, cuyos trabajos esenciales reedita ahora la Biblioteca canónica de la Pléiade, se va a instalar en el centro de un debate filosófico por la libertad, el cuerpo y la persona. O el cuerpo y el deseo. Este debate se desarrollará en medio de la sociedad “bien pensante” de su época exponiendo a los sistemas políticos a un análisis sobre el abuso de poder y el exceso de vigilancia.

Con ‘Vigilar y castigar’ (1975), esta reflexión abarca los sistemas penitenciarios y la prisión como un “dispositivo”, una tecnología política que domina el cuerpo a la sombra de los reglamentos. Hay que tener en cuenta de que una de las ideas principales de Foucault fue mostrar lo que llamó “juegos de verdad”, que serían los entramados en torno a lo que es una “subjetivación”, la construcción de un sujeto a través de las diferentes técnicas de objetivación, que sean discursos, supersticio8nes o costumbres.

Justamente, mucho se le ha reprochado a Michel Foucault el hecho de renunciar a la verdad al mostrar un sujeto alienado, de diferentes máscaras, sometido a esa historia de los sistemas y de pensamiento como una historia del poder. Es cuando empieza ese deseo de construir desde los “restos”, como un arqueólogo que interroga los valores de verdad y falsedad, y a través del vagabundeo de la verdad que simboliza la fragilidad de la propia existencia, que empieza a construir lo que el llamó “episteme”, relación entre distintos discursos científicos de una época.

Para Foucault el saber es una voluntad no separada del deseo. Es también ese traqueteo de la batalla con las palabras, de su necesidad de identidad con las cosas, comprendiendo quizás que hay una relación imposible de resolver: al pensar representamos el mundo, pero nunca dejamos de ser “ese mundo”. Esa posesión, que es como el ruido de batalla, es constante. Empieza la construcción de una nueva subjetividad, más honesta y menos totalitaria.

Ya en su primer libro más conocido, la ‘Historia de la locura en la edad clásica’ (1961), toca la evolución de los sistemas de vigilancia e instala la duda sobre la noción de lo que se considera como "normal" y los escenarios donde ciertas nociones son tomadas como verdades duraderas. Este libro es también una dura crítica al funcionamiento de las instituciones médicas y el uso del saber médico como instrumento de poder.

En ‘Las palabras y las cosas’ el análisis del lenguaje lo lleva a hacer una epistemología de iconos y símbolos, el lenguaje constituido en una problemática frente al deseo (el centro de la reflexión de Jacques Lacan), la liberación y la valorización de la palabra de los oprimidos, inversión de poderes para extraerlos a su mudez irremediable. "El trabajo de un intelectual", nos dice Foucault, "no es modelar la voluntad política de los otros, es, a través de los análisis que hace en los campos que son los suyos, interrogar las evidencias y los postulados, sacudir los hábitos, las formas de hacer y de pensar, disipar las familiaridades adquiridas, retomar la medida de las reglas y de las instituciones, y a partir de esa re-problematización (donde se juega su oficio de intelectual) participar en la formación de una voluntad política".

No hay nada más apasionante que leer la ‘Historia de la sexualidad’ (1976) para ir descubriendo cómo, a partir del siglo XVIII, ésta se convierte en el principal interés de una gobernabilidad bio-política. Un ejemplo, los diferentes términos que se usaron para designar la homosexualidad, inscrita por K.H Ulldirchs, jurista de Hanovre, en el registro médico de las perversiones y en el marco de una medicina social. La categoría de “homosexual” fue inventada tardíamente, después de considerarla como “un cierto tipo de prácticas sexuales” (la sodomía), condenables. Pero, el individuo homosexual, no existía como tal.

El análisis de estos distintos discursos en torno al tema del cuerpo han sido el nicho para la Teoría de género, el género como ‘perfomance’ del propio cuerpo (como escenario), forma de actuación social que se toma de los modelos que la sociedad propone como normales. La sexualidad será un objeto de control demográfico en medio de la economía capitalista que surge a comienzos del siglo XIX, la que considera al cuerpo como valor de producción y fuerza de trabajo. Hay que leer este libro para entender cómo los asilos son también templos arquitectónicos de modelos morales.

Al poner el cuerpo biológico en el seno de la práctica histórica, Foucault abre la vía a una forma de historia de la resistencia y de la subjetivación, una forma fenomenológica que abarca el momento histórico y las condiciones de vida del individuo: “…la locura simboliza una inquietud mayor en el horizonte de la cultura europea, hacia finales de la edad media. La locura y el loco se convierten en personajes mayores en su ambigüedad: amenaza y burla, vertiginosa burla del mundo, y lamentable ridículo de los hombres”. El Quijote sería una figura emblemática de la sinrazón como la aventura de la comunidad humana. Además de haber interrogado la razón a través de la locura, interrogó también nuestros sistemas de vigilancia a través de la tipología del crimen, lo que es marginal, inquietante y misterioso.

El crimen (o la criminalidad supuesta) es un tema importante en nuestro tiempo, puesto que el discurso sobre la seguridad y la vigilancia se agudiza debido a una explosión demográfica, o la reciente crisis de los refugiados. ¿Hasta qué punto todos estos discursos sobre el peligro que representan los emigrantes, tan seductores para el discurso político, no se apropian de algunos dispositivos que circulan en el ambiente?

Foucault, que siempre decía que se desplazaba como un cangrejo, sin seguir la linealidad del discurso cartesiano, descubrió siempre esos “momentos de una verdad”, sus condiciones sociales y sus limitaciones, tal como lo dijo en su historia de la sexualidad: “Cada configuración de ésta (que sea historia de la sexualidad, de la enfermedad, o de la locura) dotada de conceptos e instrumentos de sistemas de pensamiento específicos que mantienen relaciones con instancias políticas, económicas y sociales”.

Hay también mucha poesía en Foucault, porque ese hombre que frecuentaba el mundano ruido del París (bares y discotecas libertinas) y que se desplazaba en bicicleta hasta la biblioteca nacional de la calle Richelieu, nos ha hecho ver aquella ‘Nave de los locos’, “extraño barco ebrio que corre por las aguas calmas del río, con sus figuras insensatas y burlescas”, como un maestro del claroscuro, a manera de un cuadro de Goya, donde la razón produce sus monstruos.

Con un discurso político sobre la sexualidad de plena actualidad, el matrimonio homosexual es uno de ellos, el pensamiento de Foucault vuelve a cobrar vigencia, pero no en el sentido quizás que él esperaba, la sexualidad como una forma de utopía, proyecto individual de libertad fuera de las normas, sino como un discurso conformista donde se indexa el poder. La pregunta más importante concierne a la idea actual de qué es la libertad en un mundo dominado por la guerra y la amenaza climatológica, la renuncia a la acción política (el apolitismo de los jóvenes) y una forma de poder ideológico globalizado: el consumo. El tema de las libertades individuales, del compromiso de los intelectuales, de sus alcances y sus límites, etc., es ese ángel oscuro que abre sus alas mientras dormimos.

2015/05/24

DOCUMENTACIÓN | LITERATURA | LA (HOMO)SEXUALIDAD EN 'PARADISO'

La (homo)sexualidad en ‘Paradiso’.
Leonardo Venta | Desde mi Belvedere, 2015-05-24

https://poetahabanero.blogspot.com/2015/05/la-homosexualidad-en-paradiso.html 

‘Paradiso’, de José Lezama Lima, chasquea un sosegado clamor erótico-transgresor, por lo que merece un minucioso análisis en ese apartado. No obstante, nos limitaremos a analizar la (homo)sexualidad en esta obra desde una perspectiva someramente literaria.

En la única novela publicada en vida por "el etrusco habanero", el personaje de Foción es condenado por su homosexualidad. Oponiéndonos a lo expresado por Eloísa Lezama Lima, hermana del autor, cuando apunta que José Cemí, el protagonista, a pesar de exponerse a la maldad fuera del hogar, siempre conserva su "pureza" –¿qué es en realidad la pureza?– sostenemos que Foción, veladamente, constituye una proyección de la homosexualidad reprimida de Cemí, trasunto de Lezama, sugerida a partir de imágenes que denuncian el carácter defectivo de la relación erótica con individuos del mismo sexo.

La relación entre Cemí, Foción y Fronesis, que paradójicamente evoca a la trinidad cristiana, desde un innegable matiz de emanación transgresora, ubica al primero entre Fronesis, el ideal de la virtud del pensamiento moral –ostensiblemente inalcanzable–, habitualmente relacionado con la sabiduría, y a Foción, la proyección maldita del propio Cemí.

Fronesis, a pesar de ser un prototipo de virtudes para Cemí, confronta dificultades a la hora de materializar la cópula heterosexual. El que haya tenido que valerse de abrir un agujero en la camiseta “que tapaba el resto del sexo de Lucía, que se escondía detrás del círculo protector” para penetrarla, determina, dentro de todo un especulativo mecanismo simbólico, una palmaria freudiana limitación de su supuesta heterosexualidad.

En tanto, Foción es un personaje maldito; arrastra el anatema de una abierta orientación sexual diferenciada de la norma. El resto de la triada enarbola sospechas de inclinaciones homoeróticas. César López, en su estudio “Sobre Paradiso”, sugiere la misteriosa fusión de Cemí y sus dos amigos: "Cemí, Fronesis y Foción no tienden más que a la unidad, a ser uno solo, a desarrollarse en una trinidad naturalmente misteriosa que se apoya en el verbo (…). A la manera de Jung, el héroe (en una especie de ascensión simbólica a la poesía) trata de llegar a la mismidad integrando la voz de los arquetipos, moviéndose hacia los imagos parentales. Listos, al mismo tiempo, para asimilar el resto de lo circunvecino".

A ‘Paradiso’ le caracteriza la teatralidad, con sus máscaras. La realidad se oculta tras el velo de la sintaxis, de la imagen compleja, del hermetismo, de la burla que no podemos determinar hasta qué punto es burla, crisis, carencia o evasión. Las alusiones sexuales se lían, se imbrican enérgicamente; de igual forma, el placer del texto, la sensualidad de las palabras, a las que se refiere Severo Sarduy en ‘Escrito sobre un cuerpo’, precisan y orientan su erotismo.

El homosexualismo, como parte de dicho erotismo, sufre rechazo. En cada acotación, paródica o no, en que fluyen tonalidades homosexuales, subyace un agudo conflicto, un temor irreconciliable, una acusación, un fatídico resoplo existencial, que aprehende la soledad, el desamor, el vacío, especie de esterilidad, muerte en vida que apunta hacia un complejo de culpabilidad.

Dicho supuesto "desvío" alcanza su manifestación más visible en la crisis del personaje Foción. Su locura alude a un hondo pesimismo neobarroco en la esfera filosófico-ética moral de la novela. Sin embargo, en calidad de fastuoso oxímoron, la maldición de Foción se funde con la pureza de José Cemí, en dirección a la amistad.

El conflicto homosexual merodea el horizonte de Fronesis, modelo de los valores éticos e intelectuales, hacia quien ni Cemí ni el propio hablante narrativo pueden ocultar su admiración. En diálogo con Cemí, Fronesis, al referirse a la incapacidad de Foción para “recorrer el puente trazado entre el abrazo y la penetración de la mujer”, confiesa, sin admitirlo, su propio dilema: “(…) con Lucía, me pasó, cierto que tan sólo un instante, lo mismo que a Foción”.

El yo narrativo, a pesar de regodearse al describir voluptuosas escenas sexuales, las califica –ya sea en su aspecto homoerótico o proyectado hacia el sexo opuesto– con cierta connotación diabólica. Al referirse al descomunal miembro del guajiro Leregas, establece: “Un adolescente con un atributo germinativo tan tronitonante tenía que tener un destino espantoso, según el dictado de la pitia délfica”; en la descripción de la aventura sexual entre Farraluque y la cuarentona casada, el narrador afirma: “(…) ahora entraba en el reino de la sutileza y de la diabólica especialización”. Así como, al relatar el encuentro homosexual entre Farraluque y Adolfito, sentencia: “(…) mostrando [Adolfito], al final del combate su espalda y sus piernas de nuevo diabólicamente abiertas, mientras rotando de nuevo friccionaba con las sábanas su pecho inundado de una savia sin finalidad”. Nótese cómo el semen derramado sobre el pecho de Adolfito es para el narrador “savia sin finalidad”.

En otra de las aventuras de Farraluque, esta vez con un enmascarado hombre maduro, en una carbonería, distintivo de suciedad, la voz narrativa llama “Bafamento” al segundo, es decir, diablo andrógino, y califica su ímpetu al realizar el coito de “maldito furor”.

‘Paradiso’, como literatura del inusitado barroco nuestro, recorre el concepto de "la otredad", como una especie de religión de lo intangible. No debemos olvidar que la caracterización de cada personaje y su interrelación con el resto de la trama es voluntad de un autor. Inmerso en los complejos trastornos emocionales de Foción, su oprimente esterilidad, ambigüedad, soledad, así como trágico sino –la locura–, se ahoga un ontológico entrañable alarido existencial que reclama un espacio regenerador para la homosexualidad rechazada.

1988/09/11

DOCUMENTACIÓN | OFENSIVAS | EL 50% DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA CREE 'CONDENABLE' LA HOMOSEXUALIDAD, SEGÚN UNA ENCUESTA DEL CIS

El 50% de los españoles cree "condenable" la homosexualidad, según una encuesta del CIS.
El País, 1988-09-11

https://elpais.com/diario/1988/09/12/sociedad/590018407_850215.html 

El 50% de los españoles considera "condenable" tanto las relaciones homosexuales entre hombres como entre mujeres, mientras que un 28% se muestra "indiferente" y sólo un 16% juzga este tipo de relaciones "aceptable". Los datos son de una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas realizada hace un año. Los españoles, a tenor de la encuesta, se muestran más tolerantes respecto de vivir juntos sin estar casados. Un 44% ve aceptable esta relación, un 29% se muestra indiferente y existe un 24% que no duda en tacharla de "condenable".

Los entrevistados muestran sesgos de tipo sexista al enjuiciar cuándo creen correcto que un hombre o una mujer tenga relaciones sexuales. Si un 23% cree que el hombre puede tenerlas "siempre que le apetezca", esto es válido sólo en un 21% respecto a la mujer.

Los entrevistados también creen más exigible a la mujer la condición de tener relaciones sexuales "sólo en el matrimonio" (23%) que al hombre (21%). Sin embargo, en otras respuestas, "sólo cuando haya verdadero amor" o "cuando, además del amor, exista proyecto de matrimonio", las respuestas se igualan para ambos sexos, con unos porcentajes, respectivamente, de 24% y 77%.
 
Cierto cariño
En suma, al 67% no le vale que el hombre o la mujer tenga relaciones "siempre que le apetezca", sino que considera necesario que "haya cierto cariño", que "exista verdadero amor", "amor y proyecto de matrimonio" o que la relación sea dentro del matrimonio. La encuesta también interroga sobre las razones que influyen en que las parejas contraigan matrimonio. El motivo al que los entrevistados atribuyen un mayor peso, por entender que influye "mucho" o "bastante", no deja lugar a dudas: "va en interés de los hijos". Así lo cree el 69% de los encuestados, que conceden similar importancia a las "presiones familiares" (67%). Menor peso se atribuye a factores como "dar a la pareja una mayor estabilidad y seguridad" (el 60% considera que influye mucho o bastante), "es lo legal" (58%), "razones religiosas" (53%), "presiones sociales" (48%) o comodidad de la pareja (45%).

La encuesta, por otra parte, revela que un 63% de los entrevistados tienen a su pareja como confidente habitual de sus problemas y preocupaciones personales. Un 12% prefiere confiarse a los amigos; un 8% lo hace con sus hijos; un 5% con la madre; un 4% con los hermanos y, en último término, con el padre (2%).

El 72% de los entrevistados considera "muy buena" o "bastante buena" su relación de pareja, el 2% la califica de "regular" y un 23% se escuda en la respuesta "no procede".

1988/06/05

DOCUMENTACIÓN | JORNADAS | CONGRESO DE LESBIANAS "PARA SALIR DE UNA SITUACIÓN VERGONZANTE"

700 mujeres asistieron al congreso de lesbianas "para salir de una situación vergonzante".
Emma Roig | El País, 1988-06-05

https://elpais.com/diario/1988/06/06/sociedad/581551208_850215.html 

Unas 700 lesbianas de toda España se reunieron durante el pasado fin de semana en Madrid para celebrar sus terceras jornadas nacionales con el fin de "salir de la situación vergonzante a que nos someten", según dijo la dirigente feminista Empar Pineda. "Muchísimas mujeres son lesbianas sin saberlo o sin quererlo reconocer, y yo conozco muchos casos de mujeres que, después de oírnos hablar, se han dado cuenta de sus auténticas inclinaciones sexuales", añadió.

Las jornadas concluyeron "con enorme satisfacción por la defensa del lesbianismo del movimiento feminista y por la constatación de que cada vez hay más grupos de lesbianas", según una de las asistentes. En la actualidad existen 15 grupos de mujeres homosexuales en España. Sin embargo, las asistentes reconocieron que el lesbianismo sigue siendo “el tabú de los tabúes”. En las jornadas se ha debatido la situación de las madres lesbianas, la ausencia de lesbianas en la creación artística, los problemas laborales del colectivo y sus fantasías sexuales y la utilización del lesbianismo como acusación en los procesos de divorcio y separación. "Estamos ganando en existencia real; cada vez somos más lesbianas las que nos atrevemos a salir del silencio", explicó Empar Pineda, que resaltó la reacción positiva de los transeúntes que presenciaron ‘la gran besada’ en la que participaron 200 lesbianas el pasado sábado en la Puerta del Sol de Madrid.

Otra de las actividades organizadas fue un taller de defensa personal, que impartieron las lesbianas de Pamplona, para defenderse de las agresiones que sufren en la calle "por demostrar su amor o deseo", según explicó Empar Pineda. A las jornadas, celebradas en un centro escolar de la carretera de Colmenar Viejo (Madrid), asistieron representantes de Suiza, Perú y el Reino Unido.

Estas últimas participaron en un debate sobre la situación que ha creado en su país la aprobación de una ley que reprime la sexualidad de los homosexuales femeninos y masculinos.

Una parodia sobre todo lo debatido cerró las terceras jornadas que celebran las lesbianas en España. La primera edición se desarrolló en 1980, un año antes de que se constituyeran como grupo dentro del movimiento feminista. La dirigente feminista Empar Pineda resaltó que "la opción sexual es privada; pero organizar jornadas como éstas, en las que se sale del gueto, tiene el valor de ser un testimonio público, y eso es importante, porque la mayoría de las lesbianas vive una doble vida".

NOTA: En realidad debieron ser las segundas jornadas, tal y como aparece en diversas fuentes. En el Centro de Documentación de Mujeres 'Maite Albiz' está toda la documentación, incluidas las notas de prensa. La imagen del cartel de las Jornadas, organizadas por la Coordinadora de Organizaciones Feministas del Estado Español (COFEE) está basada en una imagen de una besada realizada como protesta por el caso de la detención de dos mujeres que se dieron un beso en la Puerta del Sol.

1986/11/05

DOCUMENTACIÓN | OFENSIVAS | UNA CONDENA INMORAL

Una condena inmoral.
Gianni Gennar | El País, 1986-11-05

https://elpais.com/diario/1986/11/06/opinion/531615610_850215.html 

Lo que más me ha sorprendido del documento del cardenal Ratzinger sobre los homosexuales es su evidente inutilidad, puesto que no contiene novedad alguna. ¿Qué finalidad tiene publicar, dar a conocer un documento que no dice nada nuevo? Sólo puede servir para confirmar las dudas que engendrara el anterior y que éste no hace más que reiterar, y para confirmar certidumbres que, en algunos casos, se habían vuelto inciertas. Pero también puede servir, y éste es el caso, según mi parecer, para revelar una inseguridad de fondo, justamente, sobre lo que se acaba de reiterar. Es un poco lo que ocurre cuando en un grupo alguien que cree dirigirlo golpea el puño sobre la mesa y grita: ¡aquí mando yo!, lo que es muestra inequívoca de que allí no pinta nada. En la Iglesia católica está sucediendo precisamente esto en lo que respecta a la homosexualidad. Desde hace años ya, tal vez desde hace décadas, pero en los últimos tiempos con gran fuerza, se halla en aumento el número de creyentes católicos que son homosexuales y así lo manifiestan, y, simultáneamente, quieren continuar declarándose y siendo católicos. La auténtica novedad, está claro, no es la existencia de homosexuales creyentes, sitio el hecho de que éstos hagan explícita declaración de ambas realidades: de su homosexualidad y su fe. No ha sido, simplemente, un proceso espontáneo que se verificó sin razonamientos y apoyaturas teóricas. Detrás de este movimiento está no sólo la liberalización sexual que ha alcanzado Occidente, no sólo la comercialización del sexo que ha trivializado todo lo que a él se refiere, no sólo el fin de viejos tabúes y la quiebra de las tradicionales inhibiciones sociales. Todo esto podrá ser considerado respecto al fenómeno global de la homosexualidad en el mundo moderno, pero, en lo que respecta a la orientación de la Iglesia católica, a la condición de homosexual y a la profesión de fe, existen dos grandes revoluciones ya acaecidas y que no es posible ignorar, ni siquiera por parte del ex Santo Oficio. La primera es la revolución que afecta a la concepción fundamental del sexo heredada del pasado. Desde el momento en que Pío XII afirmara que el acto sexual no es un mal, sino un bien que se justifica incluso por sí mismo y que, por tanto, resulta lícito aun cuando no sea procreativo, ya por la avanzada edad de los cónyuges, ya porque tiene lugar en períodos naturalmente infecundos, se rompió un vínculo que hasta entonces había sido absolutamente indisoluble.

Pera la tradición cristiana, representada de manera clave y decisiva por san Agustín, quien recogiera las tradiciones culturales antiguas en esta materia y las insertara en el cuerpo del cristianismo histórico, la única justificación moral de la sexualidad era la procreación. Una sexualidad no procreativa era inconcebible. El acto sexual, para encontrarse justificado, tenía la necesidad de ser vuelto honesto por la voluntad procreativa; de otro modo era algo sucio y vergonzoso, impúdico. Si un acto sexual, si una práctica sexual no son ya sucios en sí mismos, incluso cuando no son procreativos, entonces las reglas para juzgar como moral o inmoral una práctica sexual determinada ya no podrán hacer referencia a la procreación y, por tanto, tampoco a la diferencia sexual, que es condición necesaria para la procreación. El sexo es un bien, incluso cuando no es procreativo; entonces la tradicional condena de la homosexualidad como no procreativa se torna inmoral al perder su motivación principal, y entonces, para juzgar una relación sexual, debe hacerse referencia a otros criterios.

Se trata de una orientación que, como veremos en seguida, se basa en un punto de vista que también puede ser rechazado, pero que, en vez de eso, es examinado y juzgado bajo la luz de las nuevas condiciones y de las nuevas convicciones, también teológicas y doctrinales.

Simultáneamente a esta revolución cultural y teológica, en la Iglesia católica tenía lugar otra, la de la interpretación histórica de los textos bíblicos. Resultaba ya claro y aceptado, luego de siglos de discusiones y décadas de condena, que los textos bíblicos no deben leerse automáticamente y sin interpretación alguna, como si fuesen directa y literal expresión de fe.

Los textos deben ser interpretados para así comprender la dinámica histórica, es decir, para comprender lo que hay en ellos de la cultura propia del tiempo en que fueron escritos y lo que hay, contrariamente, de expresa verdad de salvación y de fe. Este principio, primeramente contestado y condenado durante décadas, precisamente por el Santo Oficio, ha sido consagrado en el concilio e inaugura la posibilidad, también en lo que respecta a los textos sobre sexualidad y homosexualidad, de una interpretación diferente.

Es verdad que, por ejemplo, en el Antiguo Testamento hay textos que parecen durísimos contra la homosexualidad, pero es posible actualmente leerlos como expresión de la cultura procreativa y exclusivamente heterosexual del pueblo hebreo. Lo mismo puede hacerse también con textos análogos de san Pablo, que es el único autor del Nuevo Testamento que habla extensamente de este asunto. Jesucristo jamás habló de ello... Se trata de textos discutibles y discutidos, pero forman opinión y toman cuerpo, generando discusiones y debates.

Esto es válido para las iglesias protestantes y para la católica, que, respecto a este asunto, nunca ha abierto siquiera un mínimo resquicio, y ha avadado, en el transcurso de los siglos, marginaciones y feroces prácticas discriminatorias y punitivas contra los homosexuales.

En nuestros días comienza a afirmarse un razonamiento sobre la sexualidad que no excluye, quede bien claro, la dimensión procreativa que pueda tener la misma, pero considerándola como una de las factibles, y no necesariamente la característica de su ejercicio. En esta línea, y teniendo en cuenta que cada vez con mayor frecuencia las ciencias humanas sostienen que un cierto grado de homosexualidad puede ser innato a la fisiología de un individuo, se empieza a pensar que, como no todos los actos heterosexuales son moralmente idénticos, de igual manera, no lo son tampoco los homosexuales. De aquí se desprende, consecuentemente, la afirmación según la cual una relación homosexual que sea sinceramente respetuosa de la libertad y de la sinceridad en la comunicación, de la fidelidad y de la ternura, de la generosidad en la entrega y del compromiso, puede ser moralmente honesta, y, en realidad, más honesta que muchas relaciones heterosexuales, posiblemente bendecidas por el sacramento del matrimonio, pero basadas en el dinero, en la dominación, en la falta de afecto y de respeto, en la violencia y el engaño. Se trata innegablemente de un razonamiento nuevo que, cada vez, se afirma más, no obstante las condenas individuales de teólogos, de textos teológicos y de pastorales. Tengamos presentes las experiencias del suizo Pfurtner, del italiano Valsecchi y del libro estadounidense ‘La sexualidad humana. Nuevas orientaciones del pensamiento católico norteamericano’, que fueron condenadas dura, pero ineficazmente. Las ideas no se detienen con la censura. Con estas argumentaciones teóricas a la espalda y con la fuerza de la protesta de grupos cada vez más numerosos de homosexuales creyentes y practicantes, el problema se ha impuesto, cada vez más, a la atención de la Iglesia y se ha manifestado más acuciante.

Oficialmente, la respuesta fue un tímido indicio de diferenciación entre ‘comportamiento homosexual’, siempre declarado inmoral, y ‘orientación homosexual’, que, si no se convertía en comportamiento, no era en sí misma un mal. La distinción fue hecha, precisa y explícitamente, por el propio Juan Pablo II en un famoso discurso pronunciado en Filadelfia (Estados Unidos), pero el documento de Ratzinger reniega de la misma, haciendo abierta crítica al Papa al afirmar que también la orientación homosexual es en sí misma inmoral, en tanto que intrínsecamente perversa. ¿Se trata de una cerrazón provocada, como alguien escribió, por el miedo que provoca el SIDA? ¿Se trata de una maniobra de la derecha tradicionalista en busca de una revancha luego de la aventura ‘progresista’ de Asís, en la que la verdad cristiana corrió el riesgo de presentarse como una más entre tantas otras verdades religiosas y teniendo como cómplice de ello al mismo Juan Pablo II? ¿O se trata más bien de una desesperada tentativa por parte del Santo Oficio, para retomar el control de los obispos, decididos ya a andar cada uno por su propio camino pastoral?

Todo puede ser. Esto es cierto, pero hasta que no se afronte el verdadero nudo teológico del problema, es decir, el de la relación entre la concepción humana y cristiana de la sexualidad y su significado procreativo, los documentos así llamados pastorales, los pronunciamientos disciplinarios, las reprimendas dirigidas a los obispos y teólogos, carentes de indicios de profundidad, sin atisbos de bibliografía, faltos de una nota científica, no lograrán cambiar nada.

El nudo permanece intacto y el miedo no es sólo hacia la homosexualidad o al SIDA. Sobre el mismo nudo también está basada la cuestión de la ‘Humanae Vitae’, el documento de hace 18 años, con el que se pretendió resolver, bloqueándolo desde el principio, el problema, precisamente, de la relación entre sexualidad y procreación, entre moralidad y anticoncepción, entre naturalidad y artificialidad de los comportamientos sexuales.

Lo esencial en toda esta cuestión es que ninguno olvide que se trata de la carne viva de hombres y mujeres vivos, de la dimensión más profunda y más sentida de muchas personas.

Gianni Gennari es teólogo y escritor.

1979/12/12

DOCUMENTACIÓN | ACTIVISMO | LA SEXUALIDAD Y LA LUCHA DE CLASES, TEMAS CLAVE EN LAS JORNADAS FEMINISTAS DE GRANADA

La sexualidad y la lucha de clases, temas clave en las jornadas feministas de Granada
Joaquina Prades | El País, 1979-12-12

https://elpais.com/diario/1979/12/13/espana/313887623_850215.html

Entre los muchos temas que las feministas trataron el pasado fin de semana en Granada durante las II Jornadas Estatales de la Mujer, dos cuestiones han acaparado la atención de la mayoría de las 3.000 participantes: la vinculación entre la liberación de la mujer y la transformación de la sociedad capitalista en otra de modelo socialista, y todos los aspectos relacionados con la sexualidad femenina.

En lo que se refiere al primer apartado, todas las corrientes feministas integradas en este grupo (sean vinculadas a los partidos políticos PCE, PTE, ORT, LCR, MCE o sin adscripción política concreta, como el Frente de Liberación de la Mujer) afirman que «sólo en un sistema social de igualdad económica podremos plantearnos consecuentemente la tarea de acabar con la ideología machista». Todas ellas parten del supuesto común de que dentro de la misma clase obrera o trabajadora el machismo es «una dura realidad con la que las mujeres tenemos que enfrentarnos cada día».

Tal vez la diferencia ideológica que se desprende de sus ponencias (la diferencia práctica habría que buscarla en los hechos concretos) sea el grado de ‘presión interna’ en esas corrientes políticas a que están adscritas. Así, el Frente de Liberación insiste repetidas veces en que el movimiento feminista no debe conformarse con rechazar el papel de correa de trasmisión de los partidos, sino que debe ir más allá. «A las mujeres nos corresponde», afirman, «establecer las prioridades y el ritmo de la lucha feminista.»

Para las mujeres de Comisiones Obreras que acudieron a las Jornadas, «el machismo de nuestros compañeros trabajadores nos relega a veces a un trato insultante y discriminatorio», pero al mismo tiempo recuerdan que «cada vez son más los trabajadores que recogen nuestras reivindicaciones y luchan codo a codo con nosotras». Esta afirmación provocó diversas intervenciones en los debates del pasado sábado, en las que se cuestionó si esta lucha codo a codo no respondería más bien a intereses electoralistas, dado que la presencia de las mujeres organizadas es cada día más exigente y numerosa, o si, por el contrario, cabría albergar esperanzas de que realmente asistimos a una lenta transformación ideológica del machismo del hombre, por muy obrero que éste sea. Esta última parte de la cuestión, defendida por algunas de las ponentes de CCOO de cara a la galería, fue puesta en entredicho en conversaciones de pasillos.

A fin de cuentas, ellas manifiestan que su labor, aun admitiendo los visos de utopía que tal transformación conlleva, seguía siendo necesaria porque -se preguntaron-, ¿no sería aún peor que dejásemos de presionar desde dentro a los dirigentes varones de nuestros partidos?

Revolucionarios machistas

Más crítica en sus observaciones a los hombres de la clase obrera fue la ponencia de Empar Pineda, del Movimiento Comunista de España, quien afirmó: «Los hombres del pueblo son también nuestros opresores y contra ellos tenemos que luchar. Son esos padres despóticos; esos maridos que ven con suma indiferencia como perecen nuestras ilusiones entre las cuatro paredes de la casa; esos compañeros de fatigas a los que no conmueven sino sus propias fatigas y desprecian las nuestras; esos esclavos aristócratas a quienes su dignidad de hombres les impide colaborar en las faenas de la casa, aunque nos vean llegar tan baldadas como ellos, esos piropeadores baratos, esos sobones de autobús, esos trabajadores que ven nuestra presencia en las fábricas como una amenaza a sus puestos de trabajo; esos pésimos y apresurados amantes..., esos hombres revolucionarios, cuyo progresismo acaba donde empieza su machismo.» «Nuestra situación», concluye Empar, «es ciertamente complicada. Nos esclavizan los poderosos y, al propio tiempo, nos esclavizan los oprimidos. De aquí las polémicas, a veces acaloradas, que surgen entre las propias mujeres. ¿Contra quién nos enfrentamos? Para mí, la polémica no tiene sentido: contra ambos, contra el capitalismo y contra los hombres. Contra los primeros, guerra sin cuartel. Nada nos une. Contra los segundos, lucha para que abran los ojos y abandonen su machismo, y también unidad, porque muchas cosas nos unen.»

Junto a esta corriente coexiste la defendida por el Partido Feminista (PF), única entidad que se presenta como tal en nuestro país. Para el PF la única manera de evitar que las distintas concepciones políticas integradas en la corriente anterior dividan a las mujeres es considerar el feminismo como una opción política, a la mujer como una clase social en sí misma (la división entre mujeres burguesas y proletarias es para ellas una falacia; éstas no son ni una cosa ni otra, adquieren ese status al contraer matrimonio con un proletario o con un burgués), y, consecuentemente, marcarse como objetivo final la toma del poder por la clase mujer.

Mención aparte merece la ponencia presentada por Gretel Ammann. Esta mujer, integrada en varios colectivos feministas catalanes, realiza una profunda crítica a las dos posturas anteriores y ofrece una serie de alternativas propias. Su análisis tiene como punto de partida la negativa a emplear la terminología y el método de análisis marxista para aplicarlo a la causa de las mujeres. La contradicción entre las clases hombre-mujer no existe. Sí existe ‘la diferencia’. Y su razonamiento es el siguiente: «La mujer es diferente al hombre. Por tanto, no hay que reivindicar la igualdad con él, sino buscar caminos propios. No vamos a ocupar el terreno de los hombres, puesto que al ser diferentes no nos sirve de nada su terreno. La toma de poder no sirve para nada y sólo es una reproducción de los métodos del hombre, que a mí, personalmente, no me satisfacen. Por ello, no sirve de nada convencer a las mujeres desde fuera, sino que debe madurar dentro de ellas el momento consciente de reivindicar su diferencia. Tenemos que separarnos de los hombres (y esto no debe interpretarse necesariamente como lesbianismo), sino en el sentido de que debemos alejarnos de su dependencia ideológica, social y económica.»

«No creemos en revoluciones de futuro prometidas, abstractas, engañosas», dice finalmente, «sino que cada día debemos imponer nuestro cambio y nuestra diferencia, hasta haber conseguido el terreno que es nuestro y que nos corresponde.»

Las posturas radicales en torno a este tema se resumieron en las ponencias debatidas el pasado sábado, más la del Partido Feminista, no expuesta ese día, al retirarse sus representantes en protesta por los enfrentamientos que se produjeron (véase El País del pasado domingo). En síntesis, esta corriente de mujeres rechaza la sexualidad-penetración, desmitifica la función del pene como proporcionador de placer para la mujer y reivindica en su lugar el clítoris, la masturbación y el lesbianismo.

Para ellas, que se apoyan en los estudios de Kinsey, Masters y Johnson, Ann Koedt y Shere Hite, la gran mayoría de las mujeres no experimenta el llamado orgasmo vaginal, y a partir de ahí, «para la mujer no debería haber ninguna motivación para el coito» (Partido Feminista). «Si la mujer acepta el coito», añaden, «es porque se han enseñado a desempeñar el papel de hembra, pasiva, dócil y resignada.»

Como la mujer no sólo no obtiene orgasmo en la relación coital -siempre según sus, argumentos-, sino que además le perjudica gravemente la utilización de hormonas y objetos extraños a su cuerpo, como anticonceptivos, la alternativa es «no a la penetración», y se resuelven de esta manera los dos problemas al mismo tiempo.

También estas tesis han tenido contestación dentro del movimiento feminista, aunque no durante las jornadas, porque sus representantes abandonaron la mesa. Así, para el grupo catalán DAIA (Mujeres por el Autoconocimiento y la Anticoncepción) hay que evitar a toda costa «que la liberación de la mujer sea una especie de nueva religión con dogmas tales como: amarás a las mujeres por encima de todo; elevarás el clítoris al órgano fundamental de la mujer; la penetración es una práctica sexual de la que ‘pasarás’ la mayor parte de veces que puedas; darás fe públicamente de tu liberación e independencia, aunque en ciertos momentos no te sientas libre independiente, etcétera...». Su alternativa frente a estos supuestos dogmas es la de ‘sentir’, pero sentir como a cada mujer le sea conveniente, con la aceptación del propio cuerpo, con la relación sexual que a cada cual más le gratifique, con el sexo que elija, con autonomía y plena libertad, en suma.

Revisión del "código feminista"
La autocrítica sin paliativos también fue protagonizada por Gretel Ammann, en esta ocasión desde su vivencia como lesbiana. Gretel planea una primera contradicción: «La mujer de antes reprimía su sexualidad porque estaba mal visto, y dejaba ver sólo su lado afectivo. La mujer llamada ‘progre’ o ‘liberada’ reprime ahora su afectividad, porque esto es "romanticismo mojigato y trasnochado", y sólo expresa su lado sexual. El resultado, dentro del corsé de un código, es obvio para Gretel Ammann: un empobrecimiento y una miseria total de la sexualidad.

También cuestiona el ‘slogan’ supuestamente feminista de ‘no a la pareja’. «Con estas palabras», explica, «nos referíamos exclusivamente a un tipo muy determinado que se da entre algunos hombres y algunas mujeres y también, por mimetismo, entre las homosexuales. Bajo esta premisa se han acribillado y destruido muchas relaciones enriquecedoras. («Si eres lesbiana o ‘liberada’, ¿cómo te limitas exclusivamente a la pareja?») Se ha dado más importancia al número que al tipo de vinculación/relación que existía. Se ha confundido lo que se entendía por pareja (relación de poder, sumisión..) con la relación dual.

La conclusión final de Gretel es una llamada a las mujeres para ‘desencorsetar’ el movimiento y no por ello poner en peligro la unidad del movimiento. «Ya es hora», finaliza, «de que rompamos la moralidad feminista y empecemos a ser sinceras, a atrevernos a decir cada una lo que estamos viviendo y sintiendo. En Barcelona lo hemos hecho y nos hemos sentido muy bien.»

1979/12/06

DOCUMENTACIÓN | ACTIVISMO | LAS II JORNADAS ESTATALES DE LA MUJER EN GRANADA: ENFRENTAMIENTOS Y ABANDONOS

Las II Jornadas Estatales de la Mujer comienzan hoy en Granada
Eduardo Castro | El País, 1979-12-06

https://elpais.com/diario/1979/12/07/espana/313369221_850215.html 

Hoy comienzan en Granada las II Jornadas Estatales de la Mujer, cuyas sesiones de trabajo se prolongarán hasta la tarde del domingo, con asistencia de unas 1.200 participantes de toda España y representaciones feministas de Francia, Italia, Portugal y Nicaragua.
 
Las sesiones de trabajo serán intensivas, en turnos de mañana y tarde, y en las mismas no se permitirá la presencia de ningún hombre. A lo largo de las tres jornadas se discutirán un total de 32 ponencias y numerosas comunicaciones, preparadas y presentadas por los distintos colectivos y organizaciones feministas participantes. Los temas a debatir comprenden prácticamente la totalidad de los problemas que en la actualidad preocupan a la mujer, tales como maternidad, mujer joven, matrimonio y familia, mujer y educación, medios de comunicación, feminismo y lucha de clases, centros de mujeres, mujer y trabajo, aborto, sexualidad y reforma del Código Penal, entre otros.

Entre otras conocidas feministas, participarán en los debates Simone de Beauvoir, Pilar Brabo, María Dolores Calvet, Lidia Falcón, Amparo Pineda y Montserrat Roig, así como las cantantes Elisa Serna, Marina Rosell y Aurora Moreno.

Como ya pasó en las primeras jornadas, celebradas en Madrid en 1975, el objetivo de estas reuniones no es otro que «confrontar, a través de la discusión, los distintos campos y opciones por los que hoy se mueve el feminismo», según dijeron ayer, en el curso de una conferencia de prensa, miembros de la Asamblea de Mujeres de Granada, que se ha encargado de la organización.

Las jornadas se clausurarán el domingo, a partir de las cinco de la tarde, con una fiesta popular y pública abierta tanto a mujeres como a hombres, que se celebrará en la facultad de Filosofía y Letras, y en la que participarán, junto a las citadas cantantes feministas, la flamenca granadina Curra Arroyo.

Enfrentamientos y abandonos en las II Jornadas Feministas
Joaquina Prades | El País, 1979-12-08

https://elpais.com/diario/1979/12/09/espana/313542024_850215.html

Los enfrentamientos entre las dos corrientes que, a grandes rasgos, conforman el movimiento feminista español estuvieron ayer a punto de acabar con las II Jornadas Estatales sobre la Mujer, que se están celebrando en Granada desde el pasado viernes.

A propósito de los debates de las potencias relacionadas con la lucha feminista y su relación con la lucha de clases (se presentaron hasta un total de nueve), la mañana de ayer concluyó con un tenso enfrentamiento entre las dos posturas que parecen irreconciliables: las mujeres cuya concepción de lucha se basa en la necesidad de transformar la sociedad capitalista en otra de modelo socialista y, a partir de ahí, plantearse de manera exclusiva la lucha específica de la mujer -normalmente identificadas por su condición de doble militancia, una en un partido político y otra en una entidad feminista- y las que suelen denominarse radicales, aquellas que piensan que los problemas de la mujer son específicamente de ésta en cuanto tal y de su opresión esencialmente por el hombre, ya sea éste proletario o burgués, y que recelan además del grupo contrario, por considerar que su vinculación con los partidos políticos condiciona su actuación en el movimiento feminista.

Tras un intenso debate, en el que se produjeron numerosas intervenciones en favor de una y otra corriente, finalizaron las sesiones de la mañana, en las que estuvieron presentes alrededor de 3.000 mujeres.

Durante la hora del almuerzo, un grupo formado por doscientas mujeres celebró una improvisada asamblea, a cuyo término redactaron un comunicado que, en síntesis, dice lo siguiente: «Nosotras, que nos consideramos mujeres independientes, queremos hacer pública nuestra decepción sobre el desarrollo de las jornadas, porque, sin identificarnos por completo con ninguna de las dos corrientes, creemos que durante estos tres días deberíamos haber discutido los problemas cotidianos que se nos presentan a nuestro alrededor por el hecho de ser mujeres. Nos negamos a firmar un cheque en blanco a los partidos obreros y no nos sentimos representadas en estas jornadas.» Es necesario destacar que una de las características de esta asamblea estatal ha sido la notable asistencia de mujeres feministas no organizadas, como apuntó, en conversaciones de pasillo, la candidata comunista Juana Doña.

Una portavoz de este grupo de doscientas mujeres planteó ante la asamblea de la tarde la necesidad de que los debates se produjesen también en los plenos -tal y como están organizados los debates, sólo se permite en las comisiones de trabajo-, para intentar evitar así la supuesta manipulación de que ellas creen que están siendo objeto. Esta propuesta, rechazada a priori por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas y, según palabras de la Asamblea de Mujeres de Granada, organizadora de la infraestructura de estas jornadas, obedece fundamentalmente a cuestiones prácticas, pues, de aceptarse los debates en los plenos, éstos serían -en su opinión- interminables.

En medio de un acusado malestar, la propuesta se sometió a votación. Fue entonces cuando se produjo el momento más tenso de la jornada. La mesa, al leer ambas propuestas (la de que si debía haber o no debate en los plenos), interpretó la posición de las doscientas mujeres como un rechazo al modo en que la asamblea de mujeres de Granada había organizado las jornadas, llegándose incluso a hablar de dimisión. Las independientes, tras corear durante varios minutos la frase de Ortega y Gasset de «no es esto, no es esto», abandonaron la sala en bloque.

"Sexualidad y lesbianismo"
Con casi dos horas de retraso comenzaron los debates sobre el tema «Sexualidad y lesbianismo». Previamente, el Partido Feminista y el Grupo DAIA (Dones per l'Autoconeximent i l'Anticoncepció) retiraron sus ponencias, en señal de solidaridad.

Entre las mujeres que quedaron para debatir el tema (alrededor de mil) se expusieron las siguientes consideraciones: 
  • «El sistema vigente ha destruido la sexualidad femenina, porque piensa que la mujer es sólo un objeto destinado a parir hijos y a proporcionar placer a los hombres, haciéndonos creer que la mujer no tiene derecho al placer, ni a las relaciones homosexuales, ni a la masturbación.»
  • «Reivindicamos el clítoris como receptor del placer de la mujer y cuestionamos desde aquí el mito de la sexualidad-penetración, porque», y estas palabras corresponden a la ponente María Jesús Izquierdo, «la introducción del pene en la vagina se presenta tan inútil para nuestro placer como utilizar una sartén para hacer punto de ganchillo». 
  • «También hemos descubierto que la píldora es especialmente útil para los muchachitos liberados por Wilhelm Reich, la píldora les ha sido muy útil para evitar que el grito guerrillero "Vente a la cama conmigo, pequeña, y nos liberaremos de la neurosis del fascismo" quedara truncado al cabo de poco tiempo, cuando la "pequeña" se presenta ante su liberador con un bombo que no hay modo de disimular.»
  • «Asimismo, desmitificamos la sexualidad colectiva como alternativa real ante la frustración sexual. Creemos que a nivel personal o de pareja se puede luchar contra la opresión general.»
Finalmente, las lesbianas manifestaron que su relación sexual era tan normal y digna como la heterosexual, y protestaron ante el desprecio de que son objeto.

1979/04/18

DOCUMENTACIÓN | ESTUDIOS | "LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD NI UN DESORDEN GENÉTICO"

"La homosexualidad no es una enfermedad ni un desorden genético"
Juan González Yuste | El País, 1979-04-18

https://elpais.com/diario/1979/04/19/sociedad/293320811_850215.html

La homosexualidad no es una enfermedad física o psíquica, ni un desorden genético, sino una forma de «comportamiento aprendido», similar a la heterosexualidad. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio de los doctores norteamericanos Masters y Johnson, realizado durante los últimos quince años y que será publicado en forma de libro la semana próxima.

Titulado ‘La homosexualidad en perspectiva’, el libro está basado en el análisis del comportamiento sexual de trescientos homosexuales -hombres y mujeres- en el centro investigador de Saint Louis, dirigido por el conocido matrimonio de sexólogos. William Masters, un ginecólogo de 63 años, y su esposa, Virginia Johnson, una psicóloga de 54 años, han publicado cinco libros de los que han vendido millones de ejemplares en todo el mundo y de los que el más conocido es ‘Respuesta sexual humana’, que apareció en 1966. Otra de las conclusiones del estudio de Masters y Johnson sobre la homosexualidad es que no existe ninguna diferencia entre homo y heterosexuales en el proceso físico o biológico de respuesta a la estimulación sexual y que, por tanto, los homosexuales deben ser tratados en las consultas médicas como seres humanos normales.

El estudio indica asimismo que los problemas sexuales de los homosexuales, incluyendo el deseo de algunos de ellos de cambiar a un comportamiento heterosexual, pueden ser tratados con un notable porcentaje de éxito mediante una terapia intensiva. Las conclusiones del estudio de Masters y Johnson levantarán, sin duda, una polémica, porque desafían muchas de las creencias establecidas desde hace mucho tiempo sobre la homosexualidad. Los sexólogos norteamericanos trataron a 84 homosexuales -hombres y mujeres- que tenían problemas en su comportamiento sexual, principalmente de impotencia en los hombres y de imposibilidad de alcanzar el orgasmo en las mujeres, durante las relaciones homosexuales. Después de un tratamiento de dos semanas se registraron fallos en sólo un 12% de los casos.

Con un tratamiento psicoterapéutico similar, Masters y Johnson atendieron a 67 homosexuales -hombres y mujeres- que querían cambiar su comportamiento hacia la heterosexualidad. Un 35% de los pacientes no consiguió cambiar sus preferencias sexuales. El doctor Masters explicó que prefería dar los resultados en porcentajes de fracasos y no de éxitos, porque el fallo de una terapia es más fácilmente definible que el éxito y porque no se tienen aún los resultados a largo plazo. En cualquier caso, los resultados de estos dos tipos de terapia son los mejores de que se tiene noticias en los últimos años.

Según un resumen del libro publicado por el semanario Time, los doctores Masters y Johnson han formado en su instituto de Saint Louis a 7.000 terapeutas sexuales, observado durante sus estudios más de 10.000 orgasmos y tratados a 2.500 parejas con problemas sexuales, obteniendo un índice de éxito del 80%. El proyecto de investigación sobre la homosexualidad comenzó en 1964 y para publicarlo en forma de libro se ha condensado en 450 páginas.

En Estados Unidos se estima que hay más de veinte millones de homosexuales, prácticamente el 10% de la población, y que un hombre de cada tres y una mujer de cada cinco han tenido alguna vez en su vida una o más experiencias de tipo homosexual.

Entre las conclusiones del estudio de Masters y Johnson figura la de que entre las parejas homosexuales estables (más de un año viviendo juntos) existe un mejor y más relajado conocimiento de las necesidades sexuales mutuas que entre los heterosexuales casados o solteros, quizá porque es más sencillo entender al propio sexo que al contrario.

El informe indica también que el porcentaje de personas con imposibilidad para llegar al orgasmo es idéntico entre horno y heterosexuales: del 3%. Las fantasías sexuales aparecen con más violencia y sadismo entre los homosexuales que entre los heterosexuales, señala también el estudio.

Masters y Johnson llegan a la conclusión de que no existe la más mínima diferencia entre homo y heterosexuales en el proceso de lubricación, erección, eyaculación y orgasmo, y que la experiencia orgásmica completa es «indistinguible». Con esta conclusión, el matrimonio de sexólogos confia en que se llegará a una mejor atención médica a los homosexuales y que desaparecerá la excusa alegada por algunos doctores de que los problemas de aquéllos son «diferentes».

No existen diferencias en la respuesta sexual de hombres y mujeres a formas similares de estimulación, indica también el estudio, por lo que el concepto cultural de que el hombre es el experto sexual o el que tiene un funcionamiento más efectivo debe ser puesto en tela de juicio. «Los hombres no tienen una capacidad sexual mayor que las mujeres», declaró el doctor Masters, que pronosticó que en un futuro cercano la mujer será un compañero de igual a igual en las relaciones sexuales.

Posiblemente el aspecto que creará mayor polémica del importante estudio realizado por el doctor Masters y la doctora Johnson será el alto porcentaje de éxitos conseguidos por la «conversión» de homosexuales a heterosexuales, lo que se venía considerando «raro o imposible» entre la mayoría de los terapeutas sexuales.

Sin embargo, el matrimonio de sexólogos advirtió que buena parte de los éxitos conseguidos en la «conversión» de preferencias sexuales se debía a una cuidadosa selección de los pacientes, en la que se rechazó a todos aquellos que carecían de una fuerte motivación para cambiar o que presentaban síntomas serios de trastornos psicopatológicos.

Una parte del libro está dedicada al estudio de los «ambisexuales», personas que se sienten igualmente confortables en una relación sexual con una persona de su sexo o del sexo opuesto, y que son diferentes de los llamados «bisexuales», que generalmente muestran una preferencia mayor hacia un sexo.

1979/02/10

DOCUMENATCIÓN | ACTIVISMO | MASPV: "LA SEXUALIDAD ES UNA FORMA DE COMUNICACIÓN Y PLACER"

"La sexualidad es una forma de comunicación y placer"
Jaime Millas | El País, 1979-02-10

https://elpais.com/diario/1979/02/11/sociedad/287535601_850215.html 

El Moviment d'Alliberament Sexual del País Valenciá (MASPV) aparece públicamente a raíz de las acciones de solidaridad con dos trabajadoras despedidas en el ramo del textil bajo la acusación de mantener relaciones lesbianas. Una convocatoria de manifestación escasamente difundida con veinte carteles congregó, sin embargo, a un millar de personas en apoyo con las despedidas y por la libertad sexual. Después, el MASPV participó en la manifestación de CCOO y UGT contra los topes salariales con una pancarta a favor de la «reducción de la jornada laboral para tener mayor tiempo de desarrollar la afectividad» y se presenta oficialmente en un local de CCOO, con asistencia de representantes de diversos partidos y sindicatos.

El grupo embrionario está integrado por unas cuarenta personas. Proporcionalmente, los trabajadores son mayoría frente a un índice más bajo de estudiantes, y está abierto a homosexuales, heterosexuales y lesbianas. «El movimiento gai está en crisis -afirma José Manuel Jaén, uno de los dirigentes del MASPV-. A las organizaciones homosexuales se les ha planteado salir de su ‘ghetto’ y dar alternativas conjuntamente con los heterosexuales para encontrar su liberación sexual y, así, insertar el movimiento en la realidad social. No se trata de que la homosexualidad es un camino castrado y la heterosexualidad un camino de rosas. Todas estas conductas son sólo parte de una sensualidad más global que hay que analizar y difundir entre los partidos, sindicatos y asociaciones de base.»

Los militantes del MASPV reconocen que la presencia de las mujeres en la gestación del movimiento ha sido determinante para la propuesta de liberación sexual amplia. «Entre la opresión de la mujer y de los homosexuales incide la misma presión ideológica de una moral y organización machistas. Las mujeres tienen una lucha ideológica común para cargarse la falocracia imperante. Por eso pensamos que era evidente llegar a un movimiento común y abierto a heterosexuales, ya que la mayoría de las mujeres del MASPV no son lesbianas.» Algunos proceden del FAHPV (Front d'Alliberament Homosexual del País Valenciá), extinguido, entre otras razones, por la no clarificación de un frente común de ambos sexos y por reducirse el campo de la liberación personal.

«No excluimos los movimientos feministas. El feminismo es exclusivo de las mujeres, y no somos los hombres quienes tenemos que opinar en esto -puntualizan-. El feminismo es una tarea propia de las mujeres, aunque podemos colaborar en las tareas que nos marquen. Pero nosotros nos preocupamos de los problemas que afectan a la persona, no sólo a la mujer o al hombre. De todas formas, no hemos discutido todavía cómo se relacionan los grupos feministas y homosexuales.» Afirman que la lucha feminista y de los homosexuales apareció históricamente en la misma época, para ser reprimidos, posteriormente, por la concepción estrecha del puritanismo.

«Estarnos más en una tendencia revolucionaria que reformista, porque no se trata de recoger en las leyes el derecho democrático a ser homosexual -agrega Jaén- La sexualidad es una forma de comunicación y placer, y no tiene por qué estar reglamentada por las leyes. Nuestra lucha es diferente a la Internacional Gai, aunque participamos en la coordinadora estatal. No buscamos una liberación de élites al margen del proceso político de la clase obrera.» Según el MASPV, no puede darse una revolución social sin la revolución cultural. «Los partidos y sindicatos no favorecen el debate sexual y separan la vida política de la cotidiana. El pasotismo quizá sea la expresión más clara. No pretendemos ser ni sustitutos, ni aprendices de ninguno de ellos, sino sólo incidir con nuestros análisis en estas organizaciones, y por medio de ellos pedir los cambios legales.

En su agenda se encuentra la campaña por la legalización del aborto y por la libre utilización de anticonceptivos del 8 de marzo, junto a la creación de vocalías de sexualidad en asociaciones y sindicatos. «Queremos estar en las instancias representativas para no marginarnos. Se abre un campo global; ya veremos qué incidencia tenemos.»

MIKEL/A, AQUÍ ESTAMOS Y NO NOS OCULTAMOS

Mikel/a enseña cacho en la 2ª Gayakanpada de EHGAM, 27-29 agosto 1993, Muxika // STARS COFLHEE es un trabajo realizado por Julen Zabala Alon...