"La sexualidad es una forma de comunicación y placer"
Jaime Millas | El País, 1979-02-10
https://elpais.com/diario/1979/02/11/sociedad/287535601_850215.html
Jaime Millas | El País, 1979-02-10
https://elpais.com/diario/1979/02/11/sociedad/287535601_850215.html
El Moviment d'Alliberament Sexual del País Valenciá (MASPV) aparece públicamente a raíz de las acciones de solidaridad con dos trabajadoras despedidas en el ramo del textil bajo la acusación de mantener relaciones lesbianas. Una convocatoria de manifestación escasamente difundida con veinte carteles congregó, sin embargo, a un millar de personas en apoyo con las despedidas y por la libertad sexual. Después, el MASPV participó en la manifestación de CCOO y UGT contra los topes salariales con una pancarta a favor de la «reducción de la jornada laboral para tener mayor tiempo de desarrollar la afectividad» y se presenta oficialmente en un local de CCOO, con asistencia de representantes de diversos partidos y sindicatos.
El grupo embrionario está integrado por unas cuarenta personas. Proporcionalmente, los trabajadores son mayoría frente a un índice más bajo de estudiantes, y está abierto a homosexuales, heterosexuales y lesbianas. «El movimiento gai está en crisis -afirma José Manuel Jaén, uno de los dirigentes del MASPV-. A las organizaciones homosexuales se les ha planteado salir de su ‘ghetto’ y dar alternativas conjuntamente con los heterosexuales para encontrar su liberación sexual y, así, insertar el movimiento en la realidad social. No se trata de que la homosexualidad es un camino castrado y la heterosexualidad un camino de rosas. Todas estas conductas son sólo parte de una sensualidad más global que hay que analizar y difundir entre los partidos, sindicatos y asociaciones de base.»
Los militantes del MASPV reconocen que la presencia de las mujeres en la gestación del movimiento ha sido determinante para la propuesta de liberación sexual amplia. «Entre la opresión de la mujer y de los homosexuales incide la misma presión ideológica de una moral y organización machistas. Las mujeres tienen una lucha ideológica común para cargarse la falocracia imperante. Por eso pensamos que era evidente llegar a un movimiento común y abierto a heterosexuales, ya que la mayoría de las mujeres del MASPV no son lesbianas.» Algunos proceden del FAHPV (Front d'Alliberament Homosexual del País Valenciá), extinguido, entre otras razones, por la no clarificación de un frente común de ambos sexos y por reducirse el campo de la liberación personal.
«No excluimos los movimientos feministas. El feminismo es exclusivo de las mujeres, y no somos los hombres quienes tenemos que opinar en esto -puntualizan-. El feminismo es una tarea propia de las mujeres, aunque podemos colaborar en las tareas que nos marquen. Pero nosotros nos preocupamos de los problemas que afectan a la persona, no sólo a la mujer o al hombre. De todas formas, no hemos discutido todavía cómo se relacionan los grupos feministas y homosexuales.» Afirman que la lucha feminista y de los homosexuales apareció históricamente en la misma época, para ser reprimidos, posteriormente, por la concepción estrecha del puritanismo.
«Estarnos más en una tendencia revolucionaria que reformista, porque no se trata de recoger en las leyes el derecho democrático a ser homosexual -agrega Jaén- La sexualidad es una forma de comunicación y placer, y no tiene por qué estar reglamentada por las leyes. Nuestra lucha es diferente a la Internacional Gai, aunque participamos en la coordinadora estatal. No buscamos una liberación de élites al margen del proceso político de la clase obrera.» Según el MASPV, no puede darse una revolución social sin la revolución cultural. «Los partidos y sindicatos no favorecen el debate sexual y separan la vida política de la cotidiana. El pasotismo quizá sea la expresión más clara. No pretendemos ser ni sustitutos, ni aprendices de ninguno de ellos, sino sólo incidir con nuestros análisis en estas organizaciones, y por medio de ellos pedir los cambios legales.
En su agenda se encuentra la campaña por la legalización del aborto y por la libre utilización de anticonceptivos del 8 de marzo, junto a la creación de vocalías de sexualidad en asociaciones y sindicatos. «Queremos estar en las instancias representativas para no marginarnos. Se abre un campo global; ya veremos qué incidencia tenemos.»
El grupo embrionario está integrado por unas cuarenta personas. Proporcionalmente, los trabajadores son mayoría frente a un índice más bajo de estudiantes, y está abierto a homosexuales, heterosexuales y lesbianas. «El movimiento gai está en crisis -afirma José Manuel Jaén, uno de los dirigentes del MASPV-. A las organizaciones homosexuales se les ha planteado salir de su ‘ghetto’ y dar alternativas conjuntamente con los heterosexuales para encontrar su liberación sexual y, así, insertar el movimiento en la realidad social. No se trata de que la homosexualidad es un camino castrado y la heterosexualidad un camino de rosas. Todas estas conductas son sólo parte de una sensualidad más global que hay que analizar y difundir entre los partidos, sindicatos y asociaciones de base.»
Los militantes del MASPV reconocen que la presencia de las mujeres en la gestación del movimiento ha sido determinante para la propuesta de liberación sexual amplia. «Entre la opresión de la mujer y de los homosexuales incide la misma presión ideológica de una moral y organización machistas. Las mujeres tienen una lucha ideológica común para cargarse la falocracia imperante. Por eso pensamos que era evidente llegar a un movimiento común y abierto a heterosexuales, ya que la mayoría de las mujeres del MASPV no son lesbianas.» Algunos proceden del FAHPV (Front d'Alliberament Homosexual del País Valenciá), extinguido, entre otras razones, por la no clarificación de un frente común de ambos sexos y por reducirse el campo de la liberación personal.
«No excluimos los movimientos feministas. El feminismo es exclusivo de las mujeres, y no somos los hombres quienes tenemos que opinar en esto -puntualizan-. El feminismo es una tarea propia de las mujeres, aunque podemos colaborar en las tareas que nos marquen. Pero nosotros nos preocupamos de los problemas que afectan a la persona, no sólo a la mujer o al hombre. De todas formas, no hemos discutido todavía cómo se relacionan los grupos feministas y homosexuales.» Afirman que la lucha feminista y de los homosexuales apareció históricamente en la misma época, para ser reprimidos, posteriormente, por la concepción estrecha del puritanismo.
«Estarnos más en una tendencia revolucionaria que reformista, porque no se trata de recoger en las leyes el derecho democrático a ser homosexual -agrega Jaén- La sexualidad es una forma de comunicación y placer, y no tiene por qué estar reglamentada por las leyes. Nuestra lucha es diferente a la Internacional Gai, aunque participamos en la coordinadora estatal. No buscamos una liberación de élites al margen del proceso político de la clase obrera.» Según el MASPV, no puede darse una revolución social sin la revolución cultural. «Los partidos y sindicatos no favorecen el debate sexual y separan la vida política de la cotidiana. El pasotismo quizá sea la expresión más clara. No pretendemos ser ni sustitutos, ni aprendices de ninguno de ellos, sino sólo incidir con nuestros análisis en estas organizaciones, y por medio de ellos pedir los cambios legales.
En su agenda se encuentra la campaña por la legalización del aborto y por la libre utilización de anticonceptivos del 8 de marzo, junto a la creación de vocalías de sexualidad en asociaciones y sindicatos. «Queremos estar en las instancias representativas para no marginarnos. Se abre un campo global; ya veremos qué incidencia tenemos.»
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