Lezama, víctima de la represión homófoba del castrismo.
M. A. Castañeda | El Diario Montañés, 2010-04-25
https://www.eldiariomontanes.es/v/20100425/opinion/articulos/lezama-victima-represion-homofoba-20100425.html
M. A. Castañeda | El Diario Montañés, 2010-04-25
https://www.eldiariomontanes.es/v/20100425/opinion/articulos/lezama-victima-represion-homofoba-20100425.html
Este año se conmemora el centenario del nacimiento de José María Andrés Fernando Lezama Lima, el gran poeta cubano, uno de los escritores más importantes en lengua española del siglo XX. Hace días, en estas mismas páginas, dos expertos en literatura, política y sociología cubana, Jesús Cabezón y Calixto Alonso, publicaron un excelente artículo que retrataba la vida y obra de Lezama Lima y le situaba en el parnaso de la literatura hispanoamericana.
Para entender mejor al 'poeta inmenso', como le llama Jesús Díaz entre la admiración y la ironía, es necesario sumergirse en la política cubana y en las aberraciones de una dictadura que marginó de forma injusta y deleznable a un escritor que ha creado 'Paradiso' una obra tan importante y simbólica para la lengua española como el 'Ulises' de James Joyce para el inglés.
La dictadura castrista marginó hasta extremos humillantes a Lezama, un hombre que jamás tuvo ninguna inquietud política, tan sólo por su condición homosexual y por su despego de todo lo que no fuera poesía, belleza y literatura. Muy pronto Fidel Castro marcó con claridad los límites a los intelectuales integrados en la revolución. Primero, censurando el documental 'P. M.' y más tarde con el denominado proceso Padilla donde quedó claro que cualquier creación intelectual debería estar dentro de la revolución y al servicio del régimen.
Tras el intento de derrocar el castrismo con el desembarco de un grupo de cubanos exiliados -con apoyo de la CIA- en Playa Girón, el castrismo se endureció más si cabe y se cerraron las ventanas por las que los escritores, pintores, músicos y cineastas se asomaban a la libertad, desde su apoyo al propio castrismo. Y así se inició la represión inmisericorde contra los homosexuales, comandada por Ernesto Guevara, un homófobo de libro. Se produjo una feroz represión de los gays, prostitutas y chulos, lo que se ha denominado «la noche de las tres pes: prostitutas, pederastas y proxenetas». La condición sexual de Lezama, su exquisita manera de vestir, su poesía culterana alejada de todo compromiso de clase o tendencia política le condenaron al ostracismo y durante años sus obras no se publicaron en Cuba y su figura pasó a un segundo plano.
Lezama vivió en su casa de la calle Trocadero, en el barrio Colón, cerca de la Habana Vieja, en una planta baja, húmeda y reducida que no era precisamente el lugar adecuado para una persona como él, aquejada de un asma crónica. Mientras Fidel Castro repartía casas de protocolo (magníficas residencias en lugares saneados casi todas procedentes de la incautación de los bienes de los exiliados) a Lezama le condenaron a vivir en la asfixia de su casa de Trocadero. La muerte de Lezama pasó completamente desapercibida en la Habana: Reinaldo Arenas, otro escritor perseguido por su condición homosexual, escribe en 'Antes que anochezca' sobre el óbito del poeta: «Se me acercó un día Amando López y me dijo: '¡Cómo se nos fue Joseíto!'. Y yo le pregunté: '¿Qué Joseíto?'. Y me dijo: '¿No te has enterado? Ayer murió Lezama Lima'. Entonces me mostró una pequeña nota que entre varias noticias insignificantes anunciaba en términos muy breves esta noticia: 'Efectuado el sepelio de José Lezama Lima'. No anunciaron la muerte sino su sepelio. Lo hicieron para evitar que sus tantos admiradores se reunieran en la funeraria».
Entre las lacras del comunismo caribeño hay que ubicar de forma adecuada esa persecución de los homosexuales, esa vesania desbocada contra quienes, como Franco en España, les consideraban enfermos, desviados o simplemente asociales.
Resulta, por esta razón, especialmente llamativo que colectivos de intelectuales, artistas y otros grupos que se han distinguido en España por su lucha a favor de los derechos de los gays, se coloquen sin rubor junto a la dictadura castrista. Ver a Zerolo en televisión española, máximo exponente de la lucha por la legalización del matrimonio gay, defender los cincuenta años de dictadura cubana, es un sangriento sarcasmo. Y lo hizo sin la más mínima alusión a la cacería de homosexuales protagonizada por los hermanos Castro, sin una referencia a la dictadura militar y homófoba que existe en Cuba.
Lezama Lima, escritor de culto, merece que este año 2010 no resulte una prolongación del silencio al que le sometió el comunismo caribeño. Su figura trasciende los límites de la isla y abarca todo el universo de la creación en lengua castellana. Este es el año del autor de 'Paradiso' y aunque en su tierra natal no se perciban indicios de acciones culturales en torno a la efemérides, es necesario recordar y poner en valor la poesía de uno de los más grandes líricos de nuestra lengua.
Para entender mejor al 'poeta inmenso', como le llama Jesús Díaz entre la admiración y la ironía, es necesario sumergirse en la política cubana y en las aberraciones de una dictadura que marginó de forma injusta y deleznable a un escritor que ha creado 'Paradiso' una obra tan importante y simbólica para la lengua española como el 'Ulises' de James Joyce para el inglés.
La dictadura castrista marginó hasta extremos humillantes a Lezama, un hombre que jamás tuvo ninguna inquietud política, tan sólo por su condición homosexual y por su despego de todo lo que no fuera poesía, belleza y literatura. Muy pronto Fidel Castro marcó con claridad los límites a los intelectuales integrados en la revolución. Primero, censurando el documental 'P. M.' y más tarde con el denominado proceso Padilla donde quedó claro que cualquier creación intelectual debería estar dentro de la revolución y al servicio del régimen.
Tras el intento de derrocar el castrismo con el desembarco de un grupo de cubanos exiliados -con apoyo de la CIA- en Playa Girón, el castrismo se endureció más si cabe y se cerraron las ventanas por las que los escritores, pintores, músicos y cineastas se asomaban a la libertad, desde su apoyo al propio castrismo. Y así se inició la represión inmisericorde contra los homosexuales, comandada por Ernesto Guevara, un homófobo de libro. Se produjo una feroz represión de los gays, prostitutas y chulos, lo que se ha denominado «la noche de las tres pes: prostitutas, pederastas y proxenetas». La condición sexual de Lezama, su exquisita manera de vestir, su poesía culterana alejada de todo compromiso de clase o tendencia política le condenaron al ostracismo y durante años sus obras no se publicaron en Cuba y su figura pasó a un segundo plano.
Lezama vivió en su casa de la calle Trocadero, en el barrio Colón, cerca de la Habana Vieja, en una planta baja, húmeda y reducida que no era precisamente el lugar adecuado para una persona como él, aquejada de un asma crónica. Mientras Fidel Castro repartía casas de protocolo (magníficas residencias en lugares saneados casi todas procedentes de la incautación de los bienes de los exiliados) a Lezama le condenaron a vivir en la asfixia de su casa de Trocadero. La muerte de Lezama pasó completamente desapercibida en la Habana: Reinaldo Arenas, otro escritor perseguido por su condición homosexual, escribe en 'Antes que anochezca' sobre el óbito del poeta: «Se me acercó un día Amando López y me dijo: '¡Cómo se nos fue Joseíto!'. Y yo le pregunté: '¿Qué Joseíto?'. Y me dijo: '¿No te has enterado? Ayer murió Lezama Lima'. Entonces me mostró una pequeña nota que entre varias noticias insignificantes anunciaba en términos muy breves esta noticia: 'Efectuado el sepelio de José Lezama Lima'. No anunciaron la muerte sino su sepelio. Lo hicieron para evitar que sus tantos admiradores se reunieran en la funeraria».
Entre las lacras del comunismo caribeño hay que ubicar de forma adecuada esa persecución de los homosexuales, esa vesania desbocada contra quienes, como Franco en España, les consideraban enfermos, desviados o simplemente asociales.
Resulta, por esta razón, especialmente llamativo que colectivos de intelectuales, artistas y otros grupos que se han distinguido en España por su lucha a favor de los derechos de los gays, se coloquen sin rubor junto a la dictadura castrista. Ver a Zerolo en televisión española, máximo exponente de la lucha por la legalización del matrimonio gay, defender los cincuenta años de dictadura cubana, es un sangriento sarcasmo. Y lo hizo sin la más mínima alusión a la cacería de homosexuales protagonizada por los hermanos Castro, sin una referencia a la dictadura militar y homófoba que existe en Cuba.
Lezama Lima, escritor de culto, merece que este año 2010 no resulte una prolongación del silencio al que le sometió el comunismo caribeño. Su figura trasciende los límites de la isla y abarca todo el universo de la creación en lengua castellana. Este es el año del autor de 'Paradiso' y aunque en su tierra natal no se perciban indicios de acciones culturales en torno a la efemérides, es necesario recordar y poner en valor la poesía de uno de los más grandes líricos de nuestra lengua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.