Con H de urinario.
Lola Leonardo · Mis tripas, corazón | El Norte de Castilla, 2016-04-06
https://blogs.elnortedecastilla.es/lolaleonardo/2016/04/06/con-h-de-urinario/
Lola Leonardo · Mis tripas, corazón | El Norte de Castilla, 2016-04-06
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Ya hace casi dos décadas un académico, además de Nobel y marqués, consiguió “desacreditar de un solo golpe sus tres títulos y, al mismo tiempo, el concepto de hombre de cultura”. Así hablaba Terenci Moix de Camilo José Cela en su artículo ‘El Nobel, en la letrina’ tras los ataques del gallego a los homosexuales, a los que reiteradamente llamaba “maricones”.
Después de leer las opiniones que vierte en una entrevista al académico de la RAE Félix de Azúa sobre Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, de quien dice que “debería estar vendiendo en un puesto de pescado”, podemos titular de la siguiente forma: ‘El de la H, en el urinario’ [Félix de Azúa es elegido para ocupar la silla H de la RAE el 18 de junio de 2015]. Basándose en sus declaraciones algunos podrían deducir que la Academia vende besugos.
Tras meterse con la edil y con los tenderos, se despachó a sus anchas con millones de votantes sobre los que cree que van (vamos) “borrachos” a las urnas. Y me da por pensar que en la Academia venden merluzas.
Tuvo tiempo también en la entrevista para arremeter contra los dirigentes del partido morado: “Lo que ha salido de la facultad de Política de la Complutense es lo más ignorante del país”. Atiza así a todo el alumnado y, por supuesto, al profesorado. Podríamos suponer que la Academia vende salmonetes de fango.
Ante este panorama, cualquiera que desconozca la función de la Academia podría deducir que es un puesto de pescado del maravilloso Mercado de la Boquería, o mismamente del Campillo, y cuyos artículos más demandados son las múltiples formas de peces que es capaz de adoptar el nuevo académico con solo abrir la boca.
Pero la RAE es otra cosa y bien haría en deshacerse del género en mal estado.
Tiene Azúa un poema titulado ‘El hombre hace por parecerse al hombre’ y algunos de sus versos son: “... Mira a su alrededor y gime y se golpea la boca con los pies (esto lo podría haber escenificado el escritor durante su entrevista) pero el hada (y no fue la Colau sin h) le dice: Tú, miserable, que has visto perecer tu contorno... (etcétera, ya que no puedo seguir por razones de higiene mental). Y mira por dónde que el título se va transformando a mi antojo hasta ser ‘El hombre hace por parecerse al marrajo’.
Volviendo al añorado Terenci, en un sano ejercicio de decencia decidió tirar los libros del marqués de Iria Flavia y sustituirlos por los de Pier Paolo Pasolini.
El detective Pepe Carvalho de madrugada, tras la cena, quemaba libros porque consideraba que la cultura le había separado de la vida, algo así como ‘la cultura me persigue pero yo corro más rápido’, o mejor: con académicos como éstos ¿quién quiere enemigos?
Como hicieron el gran Terenci con los libros del censor y el personaje de Vázquez Montalbán con los mismos y el resto, voy a proceder a quemar las obras de Azúa que tenga por casa. Puf, no he encontrado ninguna suya; creí que estaban en la A, al lado de Australopithecus.
Un poco de silencio, señor Azúa, para que todo esto sea silencio.
Después de leer las opiniones que vierte en una entrevista al académico de la RAE Félix de Azúa sobre Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, de quien dice que “debería estar vendiendo en un puesto de pescado”, podemos titular de la siguiente forma: ‘El de la H, en el urinario’ [Félix de Azúa es elegido para ocupar la silla H de la RAE el 18 de junio de 2015]. Basándose en sus declaraciones algunos podrían deducir que la Academia vende besugos.
Tras meterse con la edil y con los tenderos, se despachó a sus anchas con millones de votantes sobre los que cree que van (vamos) “borrachos” a las urnas. Y me da por pensar que en la Academia venden merluzas.
Tuvo tiempo también en la entrevista para arremeter contra los dirigentes del partido morado: “Lo que ha salido de la facultad de Política de la Complutense es lo más ignorante del país”. Atiza así a todo el alumnado y, por supuesto, al profesorado. Podríamos suponer que la Academia vende salmonetes de fango.
Ante este panorama, cualquiera que desconozca la función de la Academia podría deducir que es un puesto de pescado del maravilloso Mercado de la Boquería, o mismamente del Campillo, y cuyos artículos más demandados son las múltiples formas de peces que es capaz de adoptar el nuevo académico con solo abrir la boca.
Pero la RAE es otra cosa y bien haría en deshacerse del género en mal estado.
Tiene Azúa un poema titulado ‘El hombre hace por parecerse al hombre’ y algunos de sus versos son: “... Mira a su alrededor y gime y se golpea la boca con los pies (esto lo podría haber escenificado el escritor durante su entrevista) pero el hada (y no fue la Colau sin h) le dice: Tú, miserable, que has visto perecer tu contorno... (etcétera, ya que no puedo seguir por razones de higiene mental). Y mira por dónde que el título se va transformando a mi antojo hasta ser ‘El hombre hace por parecerse al marrajo’.
Volviendo al añorado Terenci, en un sano ejercicio de decencia decidió tirar los libros del marqués de Iria Flavia y sustituirlos por los de Pier Paolo Pasolini.
El detective Pepe Carvalho de madrugada, tras la cena, quemaba libros porque consideraba que la cultura le había separado de la vida, algo así como ‘la cultura me persigue pero yo corro más rápido’, o mejor: con académicos como éstos ¿quién quiere enemigos?
Como hicieron el gran Terenci con los libros del censor y el personaje de Vázquez Montalbán con los mismos y el resto, voy a proceder a quemar las obras de Azúa que tenga por casa. Puf, no he encontrado ninguna suya; creí que estaban en la A, al lado de Australopithecus.
Un poco de silencio, señor Azúa, para que todo esto sea silencio.
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