Google Imágenes / Una fiesta Matrix // |
Problemas de aforo y 'avalancha' en la última fiesta de Miguel Ángel Flores.
La fiesta, en la que según testigos había un claro sobreaforo, se celebró en un local presuntamente sin licencia para albergar este tipo de eventos.
Javier Negre | El Mundo, 2017-01-18
http://www.elmundo.es/madrid/2017/01/18/587e7a3ee5fdea4e258b45e6.html
Seis menos diez de la madrugada del domingo. Cientos de jóvenes descamisados se agolpan en la cola del ropero de una conocida sala. Uno de ellos asegura que empieza «a formarse una avalancha» y escucha a un portero gritar: «La Policía está fuera y estamos en sobreaforo, tenemos que sacar a la gente como sea».
No es un testimonio inédito de lo que ocurrió la noche del Madrid Arena, en la que fallecieron cinco adolescentes. Son las palabras de uno de los asistentes a la última fiesta organizada por Miguel Ángel Flores y sus promotores de confianza, el pasado sábado, en la fiesta Matrix de la sala Lab.
En este espacio, donde él tuvo a su nombre Macumba, se vienen celebrando fiestas discotequeras desde diciembre. «Hubo un sobreaforo clarísimo y las imágenes hablan por sí solas», asegura este testigo, que grabó un vídeo de aquella noche al que ha accedido El Mundo. En él se puede contemplar cómo se forma un tapón de cientos de personas esperando a recoger sus prendas del ropero.
Habían estado desde la medianoche bailando música electrónica en una sesión gay. Estaban sudorosas y descontentas por el descontrol. «El caos organizativo se sufrió desde las 23.00, cuando se supone que se abrían las puertas. Al final se abrieron a las 23.40 h. Había una cola única para entrar, cola de ropero de una hora, baños inundados con el agua cortada», comenta este cliente.
El espacio Lab tiene una licencia de restaurante-espectáculo que no autoriza a albergar este tipo de eventos. También lo prohíbe Adif en el contrato de alquiler del recinto público que suscribió con el Grupo Alonso para el que Flores trabaja.
Fuentes del Ayuntamiento explican que no pueden precintar la sala hasta que no haya una denuncia de la Policía. «Son los agentes los que tienen que decirnos si la actividad que se está realizando no corresponde a la que están autorizados», sostienen. La Policía Local sí se personó en Lab para realizar una inspección y levantó acta de ello. No era la primera, según fuentes municipales. Este último informe policial aún no ha llegado a la Agencia de Actividades del Ayuntamiento de Madrid, que es la encargada de decidir si precinta o no el local.
Desde el Grupo Alonso explican que el espacio no está funcionando como discoteca. Sin embargo, el próximo viernes ya tienen programada la sesión Premier y el domingo, la fiesta del Kamasutra.
No es un testimonio inédito de lo que ocurrió la noche del Madrid Arena, en la que fallecieron cinco adolescentes. Son las palabras de uno de los asistentes a la última fiesta organizada por Miguel Ángel Flores y sus promotores de confianza, el pasado sábado, en la fiesta Matrix de la sala Lab.
En este espacio, donde él tuvo a su nombre Macumba, se vienen celebrando fiestas discotequeras desde diciembre. «Hubo un sobreaforo clarísimo y las imágenes hablan por sí solas», asegura este testigo, que grabó un vídeo de aquella noche al que ha accedido El Mundo. En él se puede contemplar cómo se forma un tapón de cientos de personas esperando a recoger sus prendas del ropero.
Habían estado desde la medianoche bailando música electrónica en una sesión gay. Estaban sudorosas y descontentas por el descontrol. «El caos organizativo se sufrió desde las 23.00, cuando se supone que se abrían las puertas. Al final se abrieron a las 23.40 h. Había una cola única para entrar, cola de ropero de una hora, baños inundados con el agua cortada», comenta este cliente.
El espacio Lab tiene una licencia de restaurante-espectáculo que no autoriza a albergar este tipo de eventos. También lo prohíbe Adif en el contrato de alquiler del recinto público que suscribió con el Grupo Alonso para el que Flores trabaja.
Fuentes del Ayuntamiento explican que no pueden precintar la sala hasta que no haya una denuncia de la Policía. «Son los agentes los que tienen que decirnos si la actividad que se está realizando no corresponde a la que están autorizados», sostienen. La Policía Local sí se personó en Lab para realizar una inspección y levantó acta de ello. No era la primera, según fuentes municipales. Este último informe policial aún no ha llegado a la Agencia de Actividades del Ayuntamiento de Madrid, que es la encargada de decidir si precinta o no el local.
Desde el Grupo Alonso explican que el espacio no está funcionando como discoteca. Sin embargo, el próximo viernes ya tienen programada la sesión Premier y el domingo, la fiesta del Kamasutra.
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