Ocurrió hace 19 años. Cuando el Ayuntamiento de Málaga vetó a Cela por sus declaraciones contra los homosexuales.
El pleno de la corporación, cuya alcaldesa era Celia Villalobos, acordó no invitar al escritor a actos culturales o protocolarios por unas polémicas declaraciones que hizo.
José Manuel Alday | Diario Sur, 2017-07-02
https://www.diariosur.es/malaga-capital/veto-ayuntamiento-malaga-20170630113004-nt.html
El pleno de la corporación, cuya alcaldesa era Celia Villalobos, acordó no invitar al escritor a actos culturales o protocolarios por unas polémicas declaraciones que hizo.
José Manuel Alday | Diario Sur, 2017-07-02
https://www.diariosur.es/malaga-capital/veto-ayuntamiento-malaga-20170630113004-nt.html
Sucedió un 2 de julio de 1998, hace ahora 19 años. El pleno del Ayuntamiento de Málaga, cuya alcaldesa era entonces Celia Villalobos, acordó vetar al escritor Camilo José Cela por unas declaraciones realizadas contra los homosexuales. El pleno acordó no invitar al escritor y premio Nobel a actos culturales o protocolarios que se celebraran en la ciudad. El origen de esta situación se produjo días antes, cuando el premio Nobel de Literatura y premio Cervantes, con ocasión de la presentación de la donación de una obra de arte a la fundación que lleva su nombre, al ser preguntado por su opinión acerca de los actos que se estaban desarrollando ese año para conmemorar el centenario del nacimiento de Federico García Lorca, manifestó que si él recibiera un homenaje dentro de cien años esperaba que éste fuera «más sobrio y sin el apoyo de los colectivos gays».
Esas declaraciones fueron ampliamente contestadas por distintos colectivos, escritores y partidos políticos, e Izquierda Unida anunció su intención de presentar una moción para declarar a Cela persona «non grata» en Málaga. La moción de Izquierda Unida fue defendida por la concejala Montserrat Martín, que argumentó que las declaraciones de Cela llevaban a una «generalización discriminatoria del colectivo homosexual», y habían levantado ampollas en amplios sectores de la sociedad, «no sólo porque utilizó un lenguaje soez e impropio de un hombre de letras, sino porque pretende dañar gravemente la imagen de uno de nuestros máximos embajadores de la cultura española del siglo XX». La concejala argumentó que pretender el amparo del derecho a la libre expresión en aquel caso «no es de recibo para justificar semejante exabrupto que atenta precisamente contra ellos».
Málaga se había declarado ese año 'Ciudad de la tolerancia', y de esta forma, el ser tolerante hasta con los intolerantes fue el argumento que llevó a los grupos municipales a descartar, tras un breve debate, la segunda parte de la moción de Izquierda Unida, en la que se proponía la declaración de Camilo José Cela como persona 'non grata' en Ja ciudad.
Antonio Garrido, concejal de Cultura aquellos años, se refirió a las declaraciones de Cela tachándolas de «inadmisibles, impresentables e inaceptables», pero, al mismo tiempo, dijo que todo este tipo de propuestas lo único que hacían era «mantener a Cela en el candelero, que se siga hablando de él y siga vendiendo libros, que en el fondo es lo que pretende alentando este tipo de polémicas». Además, explicó que la aversión mostrada por Cela contra los homosexuales con esas declaraciones no era nueva ya que era casi una constante en la literatura del premio Nobel.
Tras el debate, IU aceptó modificar el punto relativo a su declaración de persona «non grata» por el veto a participar en actos promovidos por el Ayuntamiento.
Todos los grupos aprobaron por unanimidad el rechazo a las manifestaciones de Cela, mientras que PSOE, IU y grupo mixto apoyaron impedir su participación en actos culturales en la ciudad.
Esas declaraciones fueron ampliamente contestadas por distintos colectivos, escritores y partidos políticos, e Izquierda Unida anunció su intención de presentar una moción para declarar a Cela persona «non grata» en Málaga. La moción de Izquierda Unida fue defendida por la concejala Montserrat Martín, que argumentó que las declaraciones de Cela llevaban a una «generalización discriminatoria del colectivo homosexual», y habían levantado ampollas en amplios sectores de la sociedad, «no sólo porque utilizó un lenguaje soez e impropio de un hombre de letras, sino porque pretende dañar gravemente la imagen de uno de nuestros máximos embajadores de la cultura española del siglo XX». La concejala argumentó que pretender el amparo del derecho a la libre expresión en aquel caso «no es de recibo para justificar semejante exabrupto que atenta precisamente contra ellos».
Málaga se había declarado ese año 'Ciudad de la tolerancia', y de esta forma, el ser tolerante hasta con los intolerantes fue el argumento que llevó a los grupos municipales a descartar, tras un breve debate, la segunda parte de la moción de Izquierda Unida, en la que se proponía la declaración de Camilo José Cela como persona 'non grata' en Ja ciudad.
Antonio Garrido, concejal de Cultura aquellos años, se refirió a las declaraciones de Cela tachándolas de «inadmisibles, impresentables e inaceptables», pero, al mismo tiempo, dijo que todo este tipo de propuestas lo único que hacían era «mantener a Cela en el candelero, que se siga hablando de él y siga vendiendo libros, que en el fondo es lo que pretende alentando este tipo de polémicas». Además, explicó que la aversión mostrada por Cela contra los homosexuales con esas declaraciones no era nueva ya que era casi una constante en la literatura del premio Nobel.
Tras el debate, IU aceptó modificar el punto relativo a su declaración de persona «non grata» por el veto a participar en actos promovidos por el Ayuntamiento.
Todos los grupos aprobaron por unanimidad el rechazo a las manifestaciones de Cela, mientras que PSOE, IU y grupo mixto apoyaron impedir su participación en actos culturales en la ciudad.
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