MAS / Susana Font // |
“La relación entre el feminismo y el mundo gay siempre ha sido complicada”
Entrevista con Susana Font, fundadora de Ambiente G
Marina Dorado | MAS · Mujeres a seguir, 2019-02-07
https://www.mujeresaseguir.com/social/noticia/1120310048615/relacion-feminismo-y-mundo-gay-siempre-sido-complicada.1.html
Susana Font tiene una larga trayectoria como activista LGBTI. En 1995 empezó a trabajar en la Coordinadora Gay Lesbiana y una década después puso en marcha Ambiente G, uno de los principales medios en español dirigidos al colectivo. Desde entonces ha compatibilizado su papel como directora de la publicación con su trabajo en el mundo del marketing online. Recientemente se ha incorporado a The Collider, un programa de innovación de Mobile World Capital Barcelona que conecta el talento empresarial con el investigador para crear ‘startups’ tecnológicas que den respuesta a los retos que plantea la sociedad actual. El mes que viene será una de las ponentes de LB Talks, una jornada promovida por mujeres lesbianas, bisexuales y personas aliadas de la diversidad que tendrá lugar en la Ciudad Condal el próximo 16 de marzo y en el que también participará ‘Mujeres a Seguir’. Font, que forma parte de la junta de LB Talks, hablará sobre la homosexualidad en los videojuegos, un mundo que conoce bien porque durante años ha trabajado en el sector de los esports.
¿Cómo pasa una de estudiar Física al marketing y a dirigir un medio sobre temas LGTBI?
Empecé estudiando Física, pero pronto me pasé a Cine en la ESCAC. Cuando acabé la universidad, comencé a hacer colaboraciones en prensa aparte de mi trabajo de aquella época. Y esto me llevó a trabajar en Weblogs, la gente que hace Xataka. Empecé a colaborar con ellos cuando empezaban, y estuve casi diez años. Ahí cogí experiencia en el lanzamiento de medios.
Ha llovido desde que Ambiente G naciera allá por 2006. En internet eso es una vida. ¿Habéis cambiado mucho en este tiempo?
Sí, nos hemos hecho mayores y el medio también. El núcleo de editores del blog es prácticamente el mismo desde el principio, aunque se ha unido gente más joven. Nosotros nos hemos hecho mayores y eso hace que tus intereses y lo que te apetece publicar evolucione. Efectivamente, doce años en internet es una vida entera y te tienes que adaptar a los cambios en el medio. Creo que lo hemos conseguido, si no, no seguiríamos aquí. Internet es un poco como cualquier otra industria, aunque se mueve más rápido en algunos aspectos. Simplemente es cuestión de adaptarse.
Unos meses antes, en 2005, se había aprobado el matrimonio homosexual. ¿Cómo ha cambiado la visión de la sociedad española sobre el colectivo desde entonces?
En ese momento todos teníamos muy claro que había que seguir luchando. Ya nos podíamos casar, pero eso no era el fin, solo habíamos ganado una batalla. Ahora hay una generación de gente joven, adolecente diría yo, que han crecido con la posibilidad del matrimonio y en familias que les han ayudado a vivir su homosexualidad sin discriminaciones. Teniendo una infancia y adolescencia tan normales como las de la gente heterosexual. No es el caso de todos, pero sí de una buena parte. Nosotros luchamos para que fuera así, y es un éxito. Pero también hemos notado que al haberlo vivido todo con tanta normalidad, no ven la necesidad de seguir luchando. Y hay que hacerlo. En España estamos en torno al 70% de aceptación, es uno de los países con los porcentajes más altos, pero hasta que no consigamos el 100% queda mucho por hacer. Solo hay que fijarse en los ataques homófobos que hay continuamente.
Además de cubrir la actualidad, uno de vuestros objetivos es dar visibilidad a referentes LGTBI. ¿Es más fácil ahora que la gente hable claramente sobre su identidad o su orientación sexual?
Es algo que también hemos notado, hay varias cosas que lo incentivan. Sobre todo, que cada vez hay más representación en la ficción y más famosos que se atreven a decirlo públicamente. Esto anima a que la gente también se sienta más cómoda al hablar en sus círculos, y esta gente también se lo pone más fácil a los demás. Funciona como una onda expansiva. Pero aún quedan ámbitos en los que es más complicado. Uno de los más problemáticos sigue siendo el laboral. Hay mucha gente que todavía no se atreve a decirlo abiertamente y mide sus palabras al máximo. Hasta que todos nos sintamos libres de comentar como hacen los heterosexuales que, por ejemplo, hemos pasado el fin de semana con nuestra pareja o hijos, no habrá igualdad.
¿De qué estereotipo, comentario o prejuicio que sigues escuchando estás más harta?
Los bisexuales son los que se llevan la peor parte. Muchas veces son tratados de ‘traidores’ por ambas partes, tanto heterosexuales como homosexuales. Se quejan de que si están en una relación homosexual se les ve como homosexuales y si están en una relación heterosexual se les ve como heterosexuales, cuando ellos son siempre bisexuales, independientemente de su relación. Luego está el Orgullo, que cada año supone un dolor de cabeza importante. Hay gente que se queja de que no les representa porque le falta seriedad. Y sí, la imagen que dan los medios es siempre lo más escandaloso, lo más estrafalario. Pero mi punto de vista es que si no te representa es porque no vas ni tú ni los que son como tú. Tienes que ir y hacer que te represente. Lo interesante del Orgullo es que reúne gente muy diferente con intereses muy diferentes y vidas muy diferentes, pero todos unidos luchando por una causa común: por la libertad para ser uno mismo.
¿Cómo ves la relación entre el feminismo y el mundo gay? Son movimientos que han ido históricamente de la mano, pero parece que en los últimos tiempos han surgido algunas discrepancias por cuestiones como los vientres de alquiler.
Creo que estas discrepancias han existido siempre. A lo mejor no tan evidentes como ahora, pero siempre ha sido una relación complicada. Recuerdo que hace veinte años también existían tiranteces entre gays y lesbianas y feministas. Pero siempre había un punto en común, una lucha que era igual para todos, y todos empujaban en esa dirección. Creo que ahora pasa lo mismo. Hay diferencias sobre un tema, la gestación subrogada, y es normal que las haya. Si es complicado que dos personas se pongan de acuerdo sobre él, imagina dos colectivos con los millones de opiniones que representan. Es sano que exista el debate, incluso cuando escucho a gente con opiniones que me estremecen. Pero creo que en ese debate se está obviando algo importante. Hay gente que da por hecho que tiene derecho a tener hijos. Yo no lo tengo tan claro. Creo que más bien son los niños los que tienen derecho a tener un progenitor que les quiera. En cualquier caso, estoy segura de que tarde o temprano la ciencia nos dará la posibilidad de gestar bebés fuera del útero y entonces el debate será otro.
Siempre has compatibilizado Ambiente G con otros trabajos. Háblanos de tu último proyecto, The Collider.
Es un programa de transferencia tecnológica del Mobile World Capital. Lo que hacen es coger estudios científicos universitarios y unen al equipo que está detrás con un equipo emprendedor para comprobar su viabilidad empresarial, si sería rentable comercialmente hacer algo con él. Y en caso de que así sea, llevarlo al mercado. Yo me estoy dedicando a analizar la viabilidad de estos proyectos.
¿Cómo pasa una de estudiar Física al marketing y a dirigir un medio sobre temas LGTBI?
Empecé estudiando Física, pero pronto me pasé a Cine en la ESCAC. Cuando acabé la universidad, comencé a hacer colaboraciones en prensa aparte de mi trabajo de aquella época. Y esto me llevó a trabajar en Weblogs, la gente que hace Xataka. Empecé a colaborar con ellos cuando empezaban, y estuve casi diez años. Ahí cogí experiencia en el lanzamiento de medios.
Ha llovido desde que Ambiente G naciera allá por 2006. En internet eso es una vida. ¿Habéis cambiado mucho en este tiempo?
Sí, nos hemos hecho mayores y el medio también. El núcleo de editores del blog es prácticamente el mismo desde el principio, aunque se ha unido gente más joven. Nosotros nos hemos hecho mayores y eso hace que tus intereses y lo que te apetece publicar evolucione. Efectivamente, doce años en internet es una vida entera y te tienes que adaptar a los cambios en el medio. Creo que lo hemos conseguido, si no, no seguiríamos aquí. Internet es un poco como cualquier otra industria, aunque se mueve más rápido en algunos aspectos. Simplemente es cuestión de adaptarse.
Unos meses antes, en 2005, se había aprobado el matrimonio homosexual. ¿Cómo ha cambiado la visión de la sociedad española sobre el colectivo desde entonces?
En ese momento todos teníamos muy claro que había que seguir luchando. Ya nos podíamos casar, pero eso no era el fin, solo habíamos ganado una batalla. Ahora hay una generación de gente joven, adolecente diría yo, que han crecido con la posibilidad del matrimonio y en familias que les han ayudado a vivir su homosexualidad sin discriminaciones. Teniendo una infancia y adolescencia tan normales como las de la gente heterosexual. No es el caso de todos, pero sí de una buena parte. Nosotros luchamos para que fuera así, y es un éxito. Pero también hemos notado que al haberlo vivido todo con tanta normalidad, no ven la necesidad de seguir luchando. Y hay que hacerlo. En España estamos en torno al 70% de aceptación, es uno de los países con los porcentajes más altos, pero hasta que no consigamos el 100% queda mucho por hacer. Solo hay que fijarse en los ataques homófobos que hay continuamente.
Además de cubrir la actualidad, uno de vuestros objetivos es dar visibilidad a referentes LGTBI. ¿Es más fácil ahora que la gente hable claramente sobre su identidad o su orientación sexual?
Es algo que también hemos notado, hay varias cosas que lo incentivan. Sobre todo, que cada vez hay más representación en la ficción y más famosos que se atreven a decirlo públicamente. Esto anima a que la gente también se sienta más cómoda al hablar en sus círculos, y esta gente también se lo pone más fácil a los demás. Funciona como una onda expansiva. Pero aún quedan ámbitos en los que es más complicado. Uno de los más problemáticos sigue siendo el laboral. Hay mucha gente que todavía no se atreve a decirlo abiertamente y mide sus palabras al máximo. Hasta que todos nos sintamos libres de comentar como hacen los heterosexuales que, por ejemplo, hemos pasado el fin de semana con nuestra pareja o hijos, no habrá igualdad.
¿De qué estereotipo, comentario o prejuicio que sigues escuchando estás más harta?
Los bisexuales son los que se llevan la peor parte. Muchas veces son tratados de ‘traidores’ por ambas partes, tanto heterosexuales como homosexuales. Se quejan de que si están en una relación homosexual se les ve como homosexuales y si están en una relación heterosexual se les ve como heterosexuales, cuando ellos son siempre bisexuales, independientemente de su relación. Luego está el Orgullo, que cada año supone un dolor de cabeza importante. Hay gente que se queja de que no les representa porque le falta seriedad. Y sí, la imagen que dan los medios es siempre lo más escandaloso, lo más estrafalario. Pero mi punto de vista es que si no te representa es porque no vas ni tú ni los que son como tú. Tienes que ir y hacer que te represente. Lo interesante del Orgullo es que reúne gente muy diferente con intereses muy diferentes y vidas muy diferentes, pero todos unidos luchando por una causa común: por la libertad para ser uno mismo.
¿Cómo ves la relación entre el feminismo y el mundo gay? Son movimientos que han ido históricamente de la mano, pero parece que en los últimos tiempos han surgido algunas discrepancias por cuestiones como los vientres de alquiler.
Creo que estas discrepancias han existido siempre. A lo mejor no tan evidentes como ahora, pero siempre ha sido una relación complicada. Recuerdo que hace veinte años también existían tiranteces entre gays y lesbianas y feministas. Pero siempre había un punto en común, una lucha que era igual para todos, y todos empujaban en esa dirección. Creo que ahora pasa lo mismo. Hay diferencias sobre un tema, la gestación subrogada, y es normal que las haya. Si es complicado que dos personas se pongan de acuerdo sobre él, imagina dos colectivos con los millones de opiniones que representan. Es sano que exista el debate, incluso cuando escucho a gente con opiniones que me estremecen. Pero creo que en ese debate se está obviando algo importante. Hay gente que da por hecho que tiene derecho a tener hijos. Yo no lo tengo tan claro. Creo que más bien son los niños los que tienen derecho a tener un progenitor que les quiera. En cualquier caso, estoy segura de que tarde o temprano la ciencia nos dará la posibilidad de gestar bebés fuera del útero y entonces el debate será otro.
Siempre has compatibilizado Ambiente G con otros trabajos. Háblanos de tu último proyecto, The Collider.
Es un programa de transferencia tecnológica del Mobile World Capital. Lo que hacen es coger estudios científicos universitarios y unen al equipo que está detrás con un equipo emprendedor para comprobar su viabilidad empresarial, si sería rentable comercialmente hacer algo con él. Y en caso de que así sea, llevarlo al mercado. Yo me estoy dedicando a analizar la viabilidad de estos proyectos.
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