'Fresa y chocolate' enfrenta a las dos Cubas
Cabrera Infante y Andy García niegan las acusaciones del realizador Gutiérrez Alea
El País, 1994-05-03
https://elpais.com/diario/1994/05/04/cultura/768002404_850215.html
Cabrera Infante y Andy García niegan las acusaciones del realizador Gutiérrez Alea
El País, 1994-05-03
https://elpais.com/diario/1994/05/04/cultura/768002404_850215.html
Esta es una historia de tres cubanos, dos en el exilio y el tercero dentro del orden constituido en la isla. El realizador cubano Tomás Gutiérrez Alea, en declaraciones a El País, informaba que ‘Fresa y chocolate’ había sido comprada por una distribuidora estadounidense. "En los sectores más duros del exilio", señalaba, "ha despertado las protestas de personajes como Cabrera Infante y Andy García, quienes han escrito una carta al presidente de la Motion Picture Association of America, exigiendo que impida su distribución". Los implicados lo niegan tajantemente.
Guillermo Cabrera Infante, desde Londres, y a través de una larga carta, señala que "como parte de su campaña publicitaria a su película el director Gutiérrez Alea ha difundido en toda la prensa española y en la agencia de noticias el infundio de que yo he escrito una carta a la Motion Picture Association of America tratando de impedir la exhibición de su película en territorio americano. Esta es una falsedad mayúscula que puede confundir a los lectores españoles. Emplazo a Gutiérrez Alea a que muestre, públicamente, la falsa carta con mi falsa firma".
"Como sabe todo el que me conozca, nunca he prohibido nada ni en Cuba ni en el exilio. Es el Gobierno de Castro el que emite prohibiciones: a autores, a libros y a películas, desde ‘PM’ en 1961, hasta ‘Alicia en el pueblo de las maravillas’ en 1991, o treinta años de censura previa. Es Fidel Castro, el amo, quien prohíbe, ayudado por su secuaz Alfredo Guevara, presidente del Instituto del Cine (ICAIC), y apoyado por Gutiérrez Alea, su primer propagandista y autor de la abyecta declaración 'humillar a Fidel es humillar a Cuba'".
Andy García, actor y realizador de origen cubano, también envió un texto a El País desde Los Ángeles, su residencia habitual, en el que sale al paso de las declaraciones de Tomás Gutiérrez Alea: "Primero: les pido a esos que han visto la carta que la hagan pública y muestren mi firma, sin duda falsificada. No he firmado tal carta. Ni siquiera la he visto. Tampoco la ha visto el señor Jack Valenti, con quien hablé hoy, 2 de mayo de 1994. Nunca recibió el señor Valenti ninguna carta protestando por esta película y cuestionó la validez de estas declaraciones".
"Segundo: ¿Cómo puedo protestar por la distribución de una película que nunca he visto? He sido exiliado en EE UU desde 1961, porque mi padre quería que yo tuviera la posibilidad de poder formular, expresar y ejecutar mis opiniones sin represión, opresión ni prohibición. Por tanto mi oposición a la exhibición de una película -no importa la opinión que pueda tener de su contenido- es contraria a las libertades democráticas que mi familia y yo gozamos".
"Me parece que esta acusación no es más que un truco publicitario para crear controversias alrededor de la película a estrenar aquí. Además creo que si esa carta hubiera llegado a las oficinas del señor Harvey Weinstein, cofundador de Miramax Pictures, distribuidores americanos de la película, colega y amigo mío, él me lo hubiera dicho. No lo ha hecho. Lo que sí me dijo anteriormente es que había conseguido la distribución de dicha película. Y el mismo señor Weinstein puede confirmar que nunca me opuse. Aunque sí le sugerí que viera el excelente documental del fallecido Néstor Almendros, ‘Conducta impropia’, que trata de las atrocidades impuestas a la comunidad homosexual de Cuba".
Puestos al habla con el director Gutiérrez Alea declaró que "recibí una copia de una carta enviada supuestamente a Jack Valenti y firmada, entre otros, por Andy García, Guillermo Cabrera Infante y Natalio Cheiak, director del Festival de Cine de Miami, en la cual se le pregunta a Valenti si la Motion Picture Association of America no va a hacer nada frente al hecho de que en Cuba se piratean películas americanas y, al mismo tiempo, Miramax Filins está comprando ‘Fresa y chocolate’. Ese es escuetamente el contenido de la carta. Yo lo comenté con un periodista el cual de alguna manera lo hizo público en una entrevista. Coincide la carta con las declaraciones de Natalio Cheiak publicadas en el ‘Nuevo Herald’, de Miami de 25 de marzo pasado, donde dice, entre otras cosa, "lo irónico de este asunto es que Cuba durante más de tres décadas exhibe películas de Estados Unidos sin pagar los derechos a nadie y ahora una compañía norteamericana se atreve a pagar por distribuir una película cubana".
"Corno ve se trata de una reacción hostil hacia la película ‘Fresa y chocolate’. Si la carta que llegó a mis manos es espúrea me dará una gran satisfacción pues pienso que ese tipo de declaraciones es una agresión injustificada."
Guillermo Cabrera Infante, desde Londres, y a través de una larga carta, señala que "como parte de su campaña publicitaria a su película el director Gutiérrez Alea ha difundido en toda la prensa española y en la agencia de noticias el infundio de que yo he escrito una carta a la Motion Picture Association of America tratando de impedir la exhibición de su película en territorio americano. Esta es una falsedad mayúscula que puede confundir a los lectores españoles. Emplazo a Gutiérrez Alea a que muestre, públicamente, la falsa carta con mi falsa firma".
"Como sabe todo el que me conozca, nunca he prohibido nada ni en Cuba ni en el exilio. Es el Gobierno de Castro el que emite prohibiciones: a autores, a libros y a películas, desde ‘PM’ en 1961, hasta ‘Alicia en el pueblo de las maravillas’ en 1991, o treinta años de censura previa. Es Fidel Castro, el amo, quien prohíbe, ayudado por su secuaz Alfredo Guevara, presidente del Instituto del Cine (ICAIC), y apoyado por Gutiérrez Alea, su primer propagandista y autor de la abyecta declaración 'humillar a Fidel es humillar a Cuba'".
Andy García, actor y realizador de origen cubano, también envió un texto a El País desde Los Ángeles, su residencia habitual, en el que sale al paso de las declaraciones de Tomás Gutiérrez Alea: "Primero: les pido a esos que han visto la carta que la hagan pública y muestren mi firma, sin duda falsificada. No he firmado tal carta. Ni siquiera la he visto. Tampoco la ha visto el señor Jack Valenti, con quien hablé hoy, 2 de mayo de 1994. Nunca recibió el señor Valenti ninguna carta protestando por esta película y cuestionó la validez de estas declaraciones".
"Segundo: ¿Cómo puedo protestar por la distribución de una película que nunca he visto? He sido exiliado en EE UU desde 1961, porque mi padre quería que yo tuviera la posibilidad de poder formular, expresar y ejecutar mis opiniones sin represión, opresión ni prohibición. Por tanto mi oposición a la exhibición de una película -no importa la opinión que pueda tener de su contenido- es contraria a las libertades democráticas que mi familia y yo gozamos".
"Me parece que esta acusación no es más que un truco publicitario para crear controversias alrededor de la película a estrenar aquí. Además creo que si esa carta hubiera llegado a las oficinas del señor Harvey Weinstein, cofundador de Miramax Pictures, distribuidores americanos de la película, colega y amigo mío, él me lo hubiera dicho. No lo ha hecho. Lo que sí me dijo anteriormente es que había conseguido la distribución de dicha película. Y el mismo señor Weinstein puede confirmar que nunca me opuse. Aunque sí le sugerí que viera el excelente documental del fallecido Néstor Almendros, ‘Conducta impropia’, que trata de las atrocidades impuestas a la comunidad homosexual de Cuba".
Puestos al habla con el director Gutiérrez Alea declaró que "recibí una copia de una carta enviada supuestamente a Jack Valenti y firmada, entre otros, por Andy García, Guillermo Cabrera Infante y Natalio Cheiak, director del Festival de Cine de Miami, en la cual se le pregunta a Valenti si la Motion Picture Association of America no va a hacer nada frente al hecho de que en Cuba se piratean películas americanas y, al mismo tiempo, Miramax Filins está comprando ‘Fresa y chocolate’. Ese es escuetamente el contenido de la carta. Yo lo comenté con un periodista el cual de alguna manera lo hizo público en una entrevista. Coincide la carta con las declaraciones de Natalio Cheiak publicadas en el ‘Nuevo Herald’, de Miami de 25 de marzo pasado, donde dice, entre otras cosa, "lo irónico de este asunto es que Cuba durante más de tres décadas exhibe películas de Estados Unidos sin pagar los derechos a nadie y ahora una compañía norteamericana se atreve a pagar por distribuir una película cubana".
"Corno ve se trata de una reacción hostil hacia la película ‘Fresa y chocolate’. Si la carta que llegó a mis manos es espúrea me dará una gran satisfacción pues pienso que ese tipo de declaraciones es una agresión injustificada."
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