Grupos homosexuales acusan al concejal de Sanidad de mofarse de los sidosos.
"No se si me quedó alguno por saludar", se explica el concejal de Sanidad.
Joseba Elola | El País, 1994-06-30
https://elpais.com/diario/1994/07/01/madrid/773061880_850215.html
"No se si me quedó alguno por saludar", se explica el concejal de Sanidad.
Joseba Elola | El País, 1994-06-30
https://elpais.com/diario/1994/07/01/madrid/773061880_850215.html
El concejal de Sanidad de Madrid, Simón Viñals, fue abucheado por los asistentes a unas jornadas de lucha contra el sida. Sus comentarios, calificados de "homófobos" por algunos de los presentes, pusieron punto final a una tormentosa tarde de miércoles en el Ateneo. Saltaron chispas, pero el momento cumbre lo protagonizó Viñals al quejarse de los aplausos que los homosexuales (hombres y mujeres) brindaban a Manuel Trillo, del Comité Anti Sida. "Yo no pido aplausos, a mí me gustan las risas porque al fin y al cabo, los enfermos de sida sois vosotros", dijo a micrófono cerrado, según relata Trillo. "Nos vino a decir algo así como que nos jodamos porque nosotros somos los que tenemos la enfermedad", dice perplejo este miembro del Comité Anti Sida. "Y luego ni siquiera nos quiso dar la mano". El edil del PP niega esa versión y anuncia acciones jurídicas contra el Comité. "Yo no dije lo que Trillo me atribuye. Es absolutamente falso". El concejal del PP asegura que su intervención fue correcta y que se limitó a exponer la acción del Ayuntamiento en la lucha contra el sida. Sin embargo, varios asistentes al acto coinciden en señalar que el tono de la intervención de Viñals fue "insultante". Pero las protestas de los asistentes no se centran en el fondo del discurso. "Su intervención fue retadora y agresiva", afirma un reputado escritor que participó en la Mesa Redonda Sida y Sociedad. Y Ricardo Llamas, miembro de la Radical Gai de Madrid, declara: "Su discurso estaba plagado de dobles sentidos, sarcasmos e ironías. El público le abucheaba y él hablaba con media sonrisa en la boca de la promiscuidad homosexual".
La censura de un artículo sobre el sida en la revista del Ateneo desató el conflicto
La polémica surgió en el curso de la presentación del segundo número de la Revista del Ateneo, un monográfico sobre el sida. Ya a la entrada del Ateneo una veintena de miembros de colectivos de homosexuales repartían panfletos denunciando la censura de un artículo encargado a Ricardo Llamas, miembro de La Radical Gay de Madrid. Dentro, la intervención del concejal de Sanidad municipal terminó de levantar los ánimos.
Al abrirse la primera mesa redonda, Manuel Trillo, miembro del Comité Anti Sida, inicia su intervención denunciando la censura del artículo y leyendo uno de los panfletos repartidos por La Radical Gay y por la LSD (Lesbianas Sin Dudas).
Los asistentes al acto aplauden y el ambiente empieza a caldearse. En eso interviene el concejal de Sanidad -médico de profesión- que hace "un discurso triunfalista de la lucha contra el sida del Partido Popular en el ayuntamiento", recuerda Llamas. "Sólo contó lo bueno que ha hecho el PP y se le olvidó de explicar por qué se ha reducido la asistencia domiciliaria a los enfermos", recalca Manuel Trillo. "Desde que está el PP en el ayuntamiento de Madrid, no se puede trabajar para combatir el sida", agrega.
Carcajadas generales
Las intervenciones del edil fueron repetidamente interrumpidas por algunos asistentes. Cada vez que el concejal ensalzaba la labor municipal en la lucha contra el sida, el público recurría a la carcajada. "Podéis reíros", fue la socorrida réplica utilizada por Viñals para combatir las burlas.
Su discurso empieza a tomar un corte homófobo cuando se refiere a la "promiscuidad homosexual como vía de transmisión de la enfermedad", relata Llamas. El momento cumbre se produce al acabar el debate y de espaldas a la audiencia. "Yo no pido aplausos, a mí me gustan las risas porque, al fin y al cabo, los enfermos de sida sois vosotros", dicen que dijo el concejal antes de abandonar la sala.
Manuel Trillo, perplejo ante la falta de tacto del concejal, comunica a los participantes en las jornadas sobre el sida lo escuchado. La versión ofrecida por el concejal del Partido Popular no se parece en nada a las que relatan el resto de las partes. "La verdad es que no sé si se me quedó alguno sin darle la mano", replica Viñals ante la acusación de Trillo de haberle negado el saludo al final del acto. "Las frases que me atribuye el miembro del Comité Anti Sida son absolutamente perversas y pediré responsabilidades jurídicas por esto", afirma el edil. "¿Cómo voy yo a decir semejantes barbaridades?", se preguntaba ayer cuando fue localizado en su domicilio. El boicot de la Radical Gay de Madrid se gestó tras conocer que el artículo del sociólogo Llamas había sido excluido del monográfico del Ateneo. Isabel del Castillo, miembro de la Junta del Ateneo, encargó a Ricardo Llamas un trabajo que no fue más allá de la fase de maquetación. Los censores fueron cinco miembros del consejo de Redacción de la revista: Daniel Pacheco y Alejandro Sanz, entre ellos. Otros miembros de este órgano (David Rivas, López Cañadilla, Isabel del Castillo y Miguel Losada) deploraron la decisión censora.
Un panfleto proselitista
"Nos metieron un gol", dijo ayer Isabel del Castillo. "Aprovecharon que no nos reuníamos, tomaron la decisión de censurarlo, y lo argumentaron diciendo que estaba mal escrito, que era panfletario y que hacía proselitismo. Ninguna de las tres cosas es cierta", aseguró Isabel del Castillo.
Pacheco sale al paso: "El consejo descartó otros artículos además de ése. Hubo que seleccionar y me pareció que había otros mejores". Las alusiones a la competencia entre los laboratorios fabricantes de medicamentos como el AZT y las críticas vertidas contra el rechazo de la Iglesia al uso de preservativos son señaladas por varios participantes en las jornadas como el posible motivo de censura del artículo de Llamas.
"Huele a podrido", dice Llamas. "Pacheco y Sanz deben tener algún tipo de compromiso con las multinacionales de productos farmacéuticos [Roche y WeIlcome] que financian las jornadas", explica.
En su defensa Pacheco lo niega todo: "Hay otros artículos publicados que no favorecen a los laboratorios y que, sin embargo, han sido editados por la revista". Pacheco, que también asistió a la presentación de la revista, no quiso ayer valorar la intervención del concejal de Sanidad. "Las opiniones de Viñals ni las defiendo ni las ataco", concluyó.
Un testigo lo apuntó
"Apunté las declaraciones del concejal en plan cotilla, porque me parecieron muy llamativas", afirma Ramiro Tardáguila Lobato. Este joven se encontraba el miércoles en primera fila durante el acto de inauguración de las Jornadas sobre el Sida y pudo oír, según dice, la frase homófoba de Simón Viñals. "Pronunció estas palabras cuando se levantaba, y entre dientes. No se estaba dirigiendo a la audiencia", dice Tardáguila. "Pero yo las escuché y enseguida saqué el bolígrafo". Aparte de este espectador, sólo Manuel Trillo -que las hizo públicas- afirma haberlas escuchado. "La verdad es que Viñals tuvo una intervención en la que me atacaba descaradamente", dice Trillo. "Decía que yo había venido al acto con la clac, y lo que ocurrió en realidad es que yo llegué y me encontré de repente con un ‘marrón’ considerable". Isabel del Castillo, miembro de la junta del Ateneo, lamenta lo sucedido: "No se puede ser homófobo a estas alturas", dice. "Yo defendí el artículo de La Radical Gai porque está escrito por gente que vive el problema de cerca". Y añade: "El miércoles montaron en cólera con todo el derecho del mundo".
La censura de un artículo sobre el sida en la revista del Ateneo desató el conflicto
La polémica surgió en el curso de la presentación del segundo número de la Revista del Ateneo, un monográfico sobre el sida. Ya a la entrada del Ateneo una veintena de miembros de colectivos de homosexuales repartían panfletos denunciando la censura de un artículo encargado a Ricardo Llamas, miembro de La Radical Gay de Madrid. Dentro, la intervención del concejal de Sanidad municipal terminó de levantar los ánimos.
Al abrirse la primera mesa redonda, Manuel Trillo, miembro del Comité Anti Sida, inicia su intervención denunciando la censura del artículo y leyendo uno de los panfletos repartidos por La Radical Gay y por la LSD (Lesbianas Sin Dudas).
Los asistentes al acto aplauden y el ambiente empieza a caldearse. En eso interviene el concejal de Sanidad -médico de profesión- que hace "un discurso triunfalista de la lucha contra el sida del Partido Popular en el ayuntamiento", recuerda Llamas. "Sólo contó lo bueno que ha hecho el PP y se le olvidó de explicar por qué se ha reducido la asistencia domiciliaria a los enfermos", recalca Manuel Trillo. "Desde que está el PP en el ayuntamiento de Madrid, no se puede trabajar para combatir el sida", agrega.
Carcajadas generales
Las intervenciones del edil fueron repetidamente interrumpidas por algunos asistentes. Cada vez que el concejal ensalzaba la labor municipal en la lucha contra el sida, el público recurría a la carcajada. "Podéis reíros", fue la socorrida réplica utilizada por Viñals para combatir las burlas.
Su discurso empieza a tomar un corte homófobo cuando se refiere a la "promiscuidad homosexual como vía de transmisión de la enfermedad", relata Llamas. El momento cumbre se produce al acabar el debate y de espaldas a la audiencia. "Yo no pido aplausos, a mí me gustan las risas porque, al fin y al cabo, los enfermos de sida sois vosotros", dicen que dijo el concejal antes de abandonar la sala.
Manuel Trillo, perplejo ante la falta de tacto del concejal, comunica a los participantes en las jornadas sobre el sida lo escuchado. La versión ofrecida por el concejal del Partido Popular no se parece en nada a las que relatan el resto de las partes. "La verdad es que no sé si se me quedó alguno sin darle la mano", replica Viñals ante la acusación de Trillo de haberle negado el saludo al final del acto. "Las frases que me atribuye el miembro del Comité Anti Sida son absolutamente perversas y pediré responsabilidades jurídicas por esto", afirma el edil. "¿Cómo voy yo a decir semejantes barbaridades?", se preguntaba ayer cuando fue localizado en su domicilio. El boicot de la Radical Gay de Madrid se gestó tras conocer que el artículo del sociólogo Llamas había sido excluido del monográfico del Ateneo. Isabel del Castillo, miembro de la Junta del Ateneo, encargó a Ricardo Llamas un trabajo que no fue más allá de la fase de maquetación. Los censores fueron cinco miembros del consejo de Redacción de la revista: Daniel Pacheco y Alejandro Sanz, entre ellos. Otros miembros de este órgano (David Rivas, López Cañadilla, Isabel del Castillo y Miguel Losada) deploraron la decisión censora.
Un panfleto proselitista
"Nos metieron un gol", dijo ayer Isabel del Castillo. "Aprovecharon que no nos reuníamos, tomaron la decisión de censurarlo, y lo argumentaron diciendo que estaba mal escrito, que era panfletario y que hacía proselitismo. Ninguna de las tres cosas es cierta", aseguró Isabel del Castillo.
Pacheco sale al paso: "El consejo descartó otros artículos además de ése. Hubo que seleccionar y me pareció que había otros mejores". Las alusiones a la competencia entre los laboratorios fabricantes de medicamentos como el AZT y las críticas vertidas contra el rechazo de la Iglesia al uso de preservativos son señaladas por varios participantes en las jornadas como el posible motivo de censura del artículo de Llamas.
"Huele a podrido", dice Llamas. "Pacheco y Sanz deben tener algún tipo de compromiso con las multinacionales de productos farmacéuticos [Roche y WeIlcome] que financian las jornadas", explica.
En su defensa Pacheco lo niega todo: "Hay otros artículos publicados que no favorecen a los laboratorios y que, sin embargo, han sido editados por la revista". Pacheco, que también asistió a la presentación de la revista, no quiso ayer valorar la intervención del concejal de Sanidad. "Las opiniones de Viñals ni las defiendo ni las ataco", concluyó.
Un testigo lo apuntó
"Apunté las declaraciones del concejal en plan cotilla, porque me parecieron muy llamativas", afirma Ramiro Tardáguila Lobato. Este joven se encontraba el miércoles en primera fila durante el acto de inauguración de las Jornadas sobre el Sida y pudo oír, según dice, la frase homófoba de Simón Viñals. "Pronunció estas palabras cuando se levantaba, y entre dientes. No se estaba dirigiendo a la audiencia", dice Tardáguila. "Pero yo las escuché y enseguida saqué el bolígrafo". Aparte de este espectador, sólo Manuel Trillo -que las hizo públicas- afirma haberlas escuchado. "La verdad es que Viñals tuvo una intervención en la que me atacaba descaradamente", dice Trillo. "Decía que yo había venido al acto con la clac, y lo que ocurrió en realidad es que yo llegué y me encontré de repente con un ‘marrón’ considerable". Isabel del Castillo, miembro de la junta del Ateneo, lamenta lo sucedido: "No se puede ser homófobo a estas alturas", dice. "Yo defendí el artículo de La Radical Gai porque está escrito por gente que vive el problema de cerca". Y añade: "El miércoles montaron en cólera con todo el derecho del mundo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.