Muere en el exilio el tonadillero Miguel de Molina.
El cantante de 'Ojos verdes' será enterrado hoy en Buenos Aires, en donde vivió durante casi cinco décadas.
José Comas | El País, 1993-03-05
https://elpais.com/diario/1993/03/06/cultura/731372401_850215.html
El cantante de 'Ojos verdes' será enterrado hoy en Buenos Aires, en donde vivió durante casi cinco décadas.
José Comas | El País, 1993-03-05
https://elpais.com/diario/1993/03/06/cultura/731372401_850215.html
El cantante español Miguel de Molina murió a los 86 años en la noche del jueves en Buenos Aires, como consecuencia de una crisis cardiorrespiratoria. A las dos de la madrugada del viernes (cinco de la madrugada en España), según informó el Canal 9 de televisión, lo encontraron muerto en su domicilio de la capital argentina, donde vivía en un autoexilio tras la guerra civil, porque Molina nunca había querido regresar a España. Los restos del cantante se encontraban a primera hora de la tarde de ayer en un ataúd cerrado, por voluntad de su familia, en un velatorio de Buenos Aires, sin que hasta ese momento hubiese llegado ninguna persona, ni ninguna corona de flores, porque la noticia se difundió después del mediodía. Hace menos de un mes Miguel de Molina fue ingresado en un hospital bonaerense a causa de un infarto agudo de miocardio, del que llegó a recuperarse parcialmente. El entierro se celebrará hoy en el cementerio de la Chacarita, donde no hace mucho fue enterrada la ‘vedette’ Celia Gámez.
Tras conocerse la noticia, las radios bonaerenses empezaron a rememorar la figura del coplista español y emitieron algunas de sus canciones más conocidas. De forma inevitable se escucharon las coplas de la película ‘Las cosas del querer’, que se considera inspirada en la vida del artista, aunque a Molina le molestaba esa referencia.
Molina era todavía a su edad una figura que formaba parte de la noche bonaerense, a pesar de que vivía retirado en su casa de Belgrano y se negaba casi siempre a hacer declaraciones. Su sombrero y pañuelo le daban un aire estrafalario que nunca abandonó.
Hace unos meses Molina recibió en la Embajada de España en Argentina la encomienda de la Orden de Isabel la Católica. En aquella ocasión Molina cantó al recibir la condecoración y no dudó en prorrumpir en vivas al Rey de España con voz quebrada por la emoción. Dijo Molina que Argentina era su segunda patria, adonde había llegado "como un pajarillo asustado" y donde los argentinos le dijeron que se podía quedar y no tener miedo.
La versión más común sobre su huida de España dice que se debió a una paliza que le pegaron por sus relaciones homosexuales. Molina se mostraba con frecuencia molesto sobre lo que se escribía de él en España y así lo manifestó al corresponsal de este periódico.
En una conversación tras la entrega de la condecoración en la Embajada, Miguel de Molina declaró: "Cuando he tenido que decirle algo a alguien, nunca lo he dicho lastimando a nadie. Nunca he lastimado a ningún artista". Cuando le preguntaron si ya quería descansar de los escenarios y los interrogatorios, Molina replicó: "Tengo 86 años, ‘collons’, y hay que morirse ya. Yo he hecho todo lo que tenía que hacer".
Tras conocerse la noticia, las radios bonaerenses empezaron a rememorar la figura del coplista español y emitieron algunas de sus canciones más conocidas. De forma inevitable se escucharon las coplas de la película ‘Las cosas del querer’, que se considera inspirada en la vida del artista, aunque a Molina le molestaba esa referencia.
Molina era todavía a su edad una figura que formaba parte de la noche bonaerense, a pesar de que vivía retirado en su casa de Belgrano y se negaba casi siempre a hacer declaraciones. Su sombrero y pañuelo le daban un aire estrafalario que nunca abandonó.
Hace unos meses Molina recibió en la Embajada de España en Argentina la encomienda de la Orden de Isabel la Católica. En aquella ocasión Molina cantó al recibir la condecoración y no dudó en prorrumpir en vivas al Rey de España con voz quebrada por la emoción. Dijo Molina que Argentina era su segunda patria, adonde había llegado "como un pajarillo asustado" y donde los argentinos le dijeron que se podía quedar y no tener miedo.
La versión más común sobre su huida de España dice que se debió a una paliza que le pegaron por sus relaciones homosexuales. Molina se mostraba con frecuencia molesto sobre lo que se escribía de él en España y así lo manifestó al corresponsal de este periódico.
En una conversación tras la entrega de la condecoración en la Embajada, Miguel de Molina declaró: "Cuando he tenido que decirle algo a alguien, nunca lo he dicho lastimando a nadie. Nunca he lastimado a ningún artista". Cuando le preguntaron si ya quería descansar de los escenarios y los interrogatorios, Molina replicó: "Tengo 86 años, ‘collons’, y hay que morirse ya. Yo he hecho todo lo que tenía que hacer".
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