"Íbamos de fiesta", dicen tres acusados de violar y raptar a un travestido.
Blanca Cia | El País, 1993-03-09
https://elpais.com/diario/1993/03/10/sociedad/731718008_850215.html
"Me pusieron un cuchillo en la garganta y otro en la sien. Me dijeron que me iban a matar. Yo les dije que era un hombre, pero no me creyeron hasta que me bajé los pantalones y me vieron el sexo. Entonces me dijeron: 'Te vas a enterar de lo que hacemos con gente como tú". Ese fue el relato de Francisco L. V. -un travestido que ejerce la prostitución en los alrededores del estadio del FC Barcelona- del encuentro que tuvo con tres jóvenes en la noche del 8 de enero de 1992. "Íbamos de fiesta", dijeron ellos. Los tres, de 19 y 20 años, fueron juzgados ayer en la Audiencia de Barcelona bajo las acusaciones de violación, robo con intimidación y rapto. Todos están en prisión provisional por la causa y cada uno de ellos se enfrenta a una petición fiscal de 27 años y al pago de una indemnización de 18 millones de pesetas.
Salvador Cuéllar López, Fermín Teruel Rodríguez y Alfonso Cerezo Torromé se encontraron a primera hora de la noche del 8 de enero. "Estuvimos de copas por Badalona [ciudad donde viven]. Estábamos de fiesta. Luego, en la furgoneta, fuimos al campo del Barça", contó Cuellas. Conducía Cerezo, los otros dos estaban en la parte trasera. El conductor paró y preguntó el precio de los servicios: “El ‘francés’ [felación], ¿a cuanto lo haces?”. “A 2.000”, contestó Francisco. Y subió a la furgoneta pensando que en ella sólo estaba el conductor. Dentro vio a los otros dos y también un colchón en el suelo. Inmediatamente, según la versión de la víctima y del fiscal, fue amenazado con las navajas, y con la furgoneta en marcha, en dirección a Badalona, uno de los acusados le obligó a hacer la ‘felatio’; otro, mientras tanto, se disponía a penetrarle por detrás, según dijo la víctima. Antes ya se habían apoderado de lo que encontraron en su bolso. En él llevaba lo ‘normal’, "un machete, un aerosol, preservativos, papeles, un monedero y cosas de pinturas", contó el travestido.
"Ir ciegos"
La versión de los acusados no tiene nada que ver con la de la víctima. Fermín Teruel contó: "Era la primera vez que iba a tener relaciones y resulta que era un hombre. Cuando dijo que era un hombre le cogí las 2.000 pesetas y le di un guantazo". Tanto Teruel como los otros dos procesados negaron haber intimidado con armas blancas al travestido, aunque uno de ellos reconoció que en la guantera llevaba una navaja. Los tres y sus abogados defensores intentaron convencer al tribunal que actuaron bajo el efecto del alcohol y de fármacos. "Íbamos ciegos. Muy morados. Muy a gusto", describió uno.
Cuando uno de los acusados -que al ser detenido llevaba un preservativo puesto “porque tenía novia”- le cogió, Francisco aprovechó para coger un aerosol defensivo de su bolso y rociar a sus atacantes. Abrió la puerta de la furgoneta y saltó en marcha. El impacto contra el asfalto, al que cayó semidesnudo, le provocó numerosas lesiones y conmoción cerebral. No pudo trabajar durante un mes.
Salvador Cuéllar López, Fermín Teruel Rodríguez y Alfonso Cerezo Torromé se encontraron a primera hora de la noche del 8 de enero. "Estuvimos de copas por Badalona [ciudad donde viven]. Estábamos de fiesta. Luego, en la furgoneta, fuimos al campo del Barça", contó Cuellas. Conducía Cerezo, los otros dos estaban en la parte trasera. El conductor paró y preguntó el precio de los servicios: “El ‘francés’ [felación], ¿a cuanto lo haces?”. “A 2.000”, contestó Francisco. Y subió a la furgoneta pensando que en ella sólo estaba el conductor. Dentro vio a los otros dos y también un colchón en el suelo. Inmediatamente, según la versión de la víctima y del fiscal, fue amenazado con las navajas, y con la furgoneta en marcha, en dirección a Badalona, uno de los acusados le obligó a hacer la ‘felatio’; otro, mientras tanto, se disponía a penetrarle por detrás, según dijo la víctima. Antes ya se habían apoderado de lo que encontraron en su bolso. En él llevaba lo ‘normal’, "un machete, un aerosol, preservativos, papeles, un monedero y cosas de pinturas", contó el travestido.
"Ir ciegos"
La versión de los acusados no tiene nada que ver con la de la víctima. Fermín Teruel contó: "Era la primera vez que iba a tener relaciones y resulta que era un hombre. Cuando dijo que era un hombre le cogí las 2.000 pesetas y le di un guantazo". Tanto Teruel como los otros dos procesados negaron haber intimidado con armas blancas al travestido, aunque uno de ellos reconoció que en la guantera llevaba una navaja. Los tres y sus abogados defensores intentaron convencer al tribunal que actuaron bajo el efecto del alcohol y de fármacos. "Íbamos ciegos. Muy morados. Muy a gusto", describió uno.
Cuando uno de los acusados -que al ser detenido llevaba un preservativo puesto “porque tenía novia”- le cogió, Francisco aprovechó para coger un aerosol defensivo de su bolso y rociar a sus atacantes. Abrió la puerta de la furgoneta y saltó en marcha. El impacto contra el asfalto, al que cayó semidesnudo, le provocó numerosas lesiones y conmoción cerebral. No pudo trabajar durante un mes.
SEGUIMIENTO
Tres jóvenes, condenados a 16 años de cárcel por violar y robar a un travestido.
El País, 1993-03-25
https://elpais.com/diario/1993/03/26/sociedad/733100407_850215.html
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